A modo de desagravio, casi un centenar de escritores y escritoras harán el sábado 23 de noviembre una lectura masiva de los libros «Cometierra» y «Las aventuras de la China Iron», entre otros, cuya inclusión en el Plan de Lectura de la provincia de Buenos Aires fue cuestionada duramente por la vicepresidenta Victoria Villarruel por tener algunos pasajes con escenas sexuales.

La lectura masiva se hará en el Teatro Picadero, ubicado en el centro porteño, a partir de las 10 de la mañana del próximo sábado. Entre otros, leerán Claudia Piñeiro, Juan Sasturain, Guillermo Martínez, Martín Kohan, Hinde Pomeraniec, Félix Bruzzone, Fabián Casas, Cristian Alarcón y la autora de «Cometierra», Dolores Reyes.

Los libros que serán leídos están incluidos en el programa «Identidades bonaerenses» que distribuye obras en más de 2 mil instituciones educativas de la provincia.

La distribución de estos libros fue cuestionada por algunos padres y sectores conservadores. Su punto máximo de polémica llegó cuando la vicepresidenta Villarruel posteó en su cuenta de X duros cuestionamientos. Afirmó que «Los bonaerenses no mereen la degradación e inmoralidad que (el gobernador Axel) Kicillof les ofrece. Existen límites que nunca deben pasarse».

Tras estos cuestionamientos, la editorial El Sigilo, que editó «Cometierra» en 2019, advirtió que «es muy peligroso dejar avanzar estos métodos antidemocráticos de censura, hostigamiento y difamación frente a cualquier expresión artística» y que «la libertad es otra cosa».

En qué consiste el programa ‘Identidades bonaerenses’ que criticó Victoria Villarruel

Este programa consiste en la distribución de obras en más de 2000 escuelas secundarias, institutos de formación docente y bibliotecas municipales, a través de un catálogo de más de 100 libros.

La polémica comenzó cuando padres de alumnos secundarios difundieron en redes sociales partes de algunos de los textos, entre ellos, escenas sexuales de «Cometierra».

Al respecto, el director general de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires, Alberto Sileoni, indicó que no eran libros destinados a niños de primaria. «Son libros para la Educación Secundaria, son libros para la Educación Superior», señaló el funcionario, a la vez que enfatizó que “los libros van con una guía que aconseja a los destinatarios”, explicó.

Además, explicó que «no son libros que llegan a los estudiantes, llegan a la biblioteca de la escuela» y se orienta a reforzar el trabajo de los docentes a la hora de abordar temas de educación sexual, como el abuso.

“Pueden tener escenas de sexo, vocabulario soez, son libros que van muy explicados en la guía”, cerró.