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Ciencia & Ambiente Mundo Académico

La investigadora sanjuanina “todo terreno” que ejerció la soberanía argentina en la Antártida.

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Se trata de nuestra científica preferida, Gemma Acosta, que bajo una cálida entrevista nos dio a conocer su gran experiencia en la Antártida, donde realizó por dos meses tareas de materialización de la Red de Monitoreo Volcánico en Isla Decepción, de manera permanente y contínua por primera vez en este lugar. Lo cual significa un logro importante a nivel país y mundial. Se instalaron cuatro estaciones, el Nodo de transmisión mas cámara web, en la Base Argentina, tres sismómetros y dos equipos GNSS. Destacó que Argentina es uno de los países con mayor cantidad de bases en la Antártida.

Gemma, bajo una charla con Ahora San Juan, explicó que existen normas para ejercer soberanía en la Antártida, una de ellas es haciendo ciencia mediante las bases de investigación, otra es promoviendo el turismo. Y nuestro país es uno de los que tiene mayor cantidad de bases en este lugar. Aquí nuestra entrevistada remarcó que su trabajo no se había hecho hasta ahora, ya que las otras bases no poseen monitoreo de manera contínua y permanente. Por otro lado, nos compartió la novedad de que en la actualidad va a dejar sus labores en el observatorio de Argentina por un tiempo, para trasladarse a Costa Rica, donde fue invitada para trabajar como profesora en el Observatorio Vulcanologico y Sismologico de La Universidad Nacional de Costa Rica.

“Me siento muy orgullosa como mujer, sanjuanina, argentina y profesional. Fue algo grande en todos los sentidos. Cuando salíamos de Isla Decepción en el estrecho San Carlos, pasando los fuelles de Neptuno, la Dra. Gabriela Badi quien fue la jefa del grupo en Antártida, me dijo: ‘Has hecho historia, te vas con la frente bien en alto’. Aunque yo creo que no fue algo individual, sino de equipo y nos llenó de orgullo. Siento que mis logros no son míos sino que son compartidos con todos“., exclamó.

La isla Decepción pertenece al archipiélago de las Shetland del Sur, a unos 100 kilómetros de la Península Antártica y 950 kilómetros del extremo sur del Cabo de Hornos. Es una isla volcánica activa con registros eruptivos históricos, los cuales los ultimos tuvieron fecha en 1967, 1969 y 1970, que destruyeron las bases antárticas británica y chilena y forzaron a evacuar la base argentina en la isla.

En la actualidad existen en la isla dos bases temporales, la base Argentina Decepción (desde 1948) y la base Española Gabriel de Castilla (desde 1989). Las cuales operan durante el periodo estival, donde se realizan diversas actividades de investigación, principalmente relacionadas a la actividad volcánica. A su vez, Decepción es uno de los destinos turísticos más importantes de la Antártida, con más 15 000 visitantes al año, debido a la presencia de colonias de pingüino barbijo como también por la posibilidad de realizar baños termales.

Un dato curioso es que el nombre de la isla se debió a que un cazador de focas y cazafortunas, llamado Nathan Palmer, descubrió que su engañosa apariencia de isla normal escondía realmente un volcán con forma de herradura, una caldera inundada en su interior y un estrecho canal por donde el mar y el viento circulaban con total libertad.

El 04 de Marzo, inició esta gran experiencia! Salimos en un hércules desde El Palomar, haciendo noche en Río Gallegos, bajando el 05 en Base Marambio, donde luego de unos minutos me embarqué en el Rompe Hielos Almirante Irizar rumbo a Isla Decepción“, escribió Acosta en sus redes sociales emanando alegría.

Gemma, trabaja en el Observatorio Argentino de Vigilancia Volcánica (OAVV) que pertenece al Servicio Geológico Minero Argentino (SEGEMAR).El objetivo principal del OAVV es el estudio y monitoreo de los volcanes activos de la Argentina y de aquellos volcanes que pueden afectar al territorio argentino. Esto lo realiza mediante la aplicación de diferentes técnicas de manera continua y permanente. En mi especialidad, me dedico a monitorear los mismos a través de técnicas geodésicas. Lo cual me permite observar la deformación de los volcanes“, explicó.

Uno de los proyectos de SEGEMAR este año en Antártida, fue el Grupo de Vigilancia Volcánica Decepción del cual Gemma Acosta formó parte.Nuestro trabajo principal, fue el de materializar la Red de Vigilancia Volcánica en esta Isla. Se instalaron cuatro (4) estaciones, el Nodo de transmisión mas cámara web, en la Base Argentina, tres (3) sismómetros y dos (2) equipos GNSS“, detalló.

Lo mejor fue haber podido resolver algo en un lugar como Antártida, advirtió nuestra genio cuyana. De su experiencia resaltó que fue “grandiosa, increíble, muy emocionante“. Atravesó desafíos que la llevaron a pensar e ingeniarselas para solventarlos en el momento. “Con lo que podía conseguir en la base, ya que no hay negocios ni talleres cerca. Pero gracias al apoyo del equipo de trabajo logré cumplir con la labor asignada“, sostuvo. Sin dejar de remarcar que está agradecida tanto a su equipo como a la dotación que se encuentra en la base. “El ambiente que se genera de darnos una mano entre todos bajos los mismo objetivos es lo más importante“, comentó.

Proyecto Costa Rica. “Se trata de algo muy lindo, para hacer monitoreo tanto de volcanes como de zonas de mayor riesgo sísmico y estoy muy entusiasmada. No sé si alguna vez me lo hubiera imaginado“, manifestó. Desde el 01 de julio y hasta diciembre realizará esta nueva travesía científica, para luego regresar en enero con la idea de aplicar todo lo aprendido en nuestro país.

A futuro, su idea sigue siendo dedicarse a la investigación y a la geodesia. Trabajó en el IGSV: Instituto Geofisico Sismologico Ing. F. S. Volponi de la UNSJ donde se formó en técnicas geodésicas. Y continuó trabajando hasta hoy en lo que la apasiona, aplicándolo a la tectónica de San Juan, los movimientos sísmicos y volcanes con el objetivo de poder generar alertas tempranas de terremotos y erupciones volcánicas.

-¿Alguna vez sentiste diferencias por el simple hecho de ser mujer?, le preguntamos a esta maestra de la geodesia.

-“Nunca me sentí discriminada. Muchas veces me lo han preguntado, por manejarme desde la adolescencia en ambientes donde la mayoría son hombres (escuela técnica, ingeniería, doctorado en ingeniería, etcétera). Incluso una vez me llegaron a decir que llamaba la atención, ya que hasta personas de sexo masculino habían sufrido algún tipo de discriminación o violencia verbal en ese lugar“, contestó con total normalidad. A lo que agregó: “No sé si es por mi personalidad, que automaticamente ignoro ciertos comentarios, o tomo todo como broma“.

Mujeres enfocadas e inteligentes que hacen historia. “He tenido la oportunidad de conocer varias mujeres que llevan años trabajando y haciendo cosas grandiosas, tanto del ambiente científico como de las fuerzas (en esta campaña antártica por ejemplo), y algo magnífico es que no noto diferencia respecto a un mismo cargo ocupado por un hombre“, detalló.

En cuanto a Gemma, se autodefinió como “media macha” (determinó entre risas): “Hago pozos, preparo cemento, cargo herramientas, lo que sea. En esta campaña me sentí todo terreno“.

Para dar cierre, indicó que a sus 35 años siente que todo el esfuerzo valió la pena ya que se le abren muchas puertas. Pero resaltó que no solamente se trata de “cosechás lo que sembrás“, como explica el dicho popular. Sino que también, un 80% de sus logros se deben al apoyo de su familia y personas que la rodean: “Por cómo me criaron, con ciertos valores y princípios. Que la gente que quiero cree en mí y está en todas, como cuando hice el doctorado o fui a vivir a Buenos Aires. Donde voy hago amigos que me acompañan luego a lo largo de la vida“. Y concluyó: Siento que mis logros no son míos sino que son compartidos con todos“.

/Traveler.es

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La UNSJ tuvo su primer encuentro con académicos rusos de la Fundación Gorchakov.

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La Fundación Ideas Para Promover Equidad, sanjuanina, fue el ente articulador para que la Universidad Nacional de San Juan tuviera su primer encuentro con referentes de la Fundación Gorchakov.

La reunión se llevó a cabo en el Rectorado de la casa de altos estudios y el eje principal de la charla fue establecer acciones con esa fundación de Argentina para promover el intercambio estudiantil y de proyectos de investigación.

Del encuentro participaron el rector de la UNSJ. Tadeo Berenguer; vicerectora de Analía Ponce, vicedecana de la Facultad de Ciencias Sociales, María del Carmen Zorrilla; decana de la Facultad de Filosofía Humanidades y Artes, Myriam Arrabal.

Estuvo presente el presidente de FIPPE, Jorge Lorenzo; la Coordinadora de la Comisión de Relaciones Institucionales y Gestión de Proyectos Daniela Álbarez, quien además durante marzo participó del Festival Mundial de la Juventud en Rusia. La presidenta de la Federación Universitaria de San Juan, Cinthia de Luca Barrera, quien también fue parte de la comitiva que representó al país en el Festival Mundial de la Juventud.

La comitiva rusa estuvo conformada por Victor Jeifets, director del Centro de Estudios Iberoamericanos de la Universidad Estatal de San Petersburgo; Vladímir A. Goliney, investigador Senior del Instituto de Latinoamérica de la Academia de Ciencias de Rusia; Alina Shcherbakova, de la Escuela Superior de Economía, Universidad HSE, Rusia, y Sergey Orlov, director Ejecutivo Adjunto de la Fundación de Apoyo a la Diplomacia pública Gorchakov.

Tanto el rector de la UNSJ como académicos de la Fundación Gorchakov hicieron incapie en la importancia de gestar las bases para un futuro intercambio estudiantil entre la UNSJ y universidades rusas. “Queremos compartir proyectos de investigación y que esa movilidad se refleje en el ámbito profesional”, indicó Berenguer.

Esta reunion fue parte de un ciclo de mesas redondas que Fippe lleva a cabo junto a Fundación Gorchakov en distintas universidades de Argentina. En este contexto estuvieron reunidos con autoridades de la Universidad Nacional de La Plata, la Universidadn Nacional de Buenos Aires, y la Universidad Nacional de Madres de Plaza de Mayo.

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Revelan por qué murieron 20 personas que abrieron la tumba de Tutankamón

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Basándose en textos funerarios del antiguo Egipto, un científico explicó que en la tumba se encontraba un “legado de desechos peligrosos”.

Un científico afirma haber descifrado la causa de la ‘maldición del faraón’ que, según se cree, provocó la muerte de más de 20 personas que abrieron la tumba del faraón Tutankamón en 1922.

“Una encuesta realizada entre egiptólogos de campo de la era moderna revela una incidencia muy elevada de muertes inusuales compatibles con síntomas de cáncer hematopoyético, un escenario paralelo a la enfermedad por radiación causada por la exposición a radiaciones anormalmente altas de la que ya se había informado en tumbas antiguas”, afirma el estudio publicado por Ross Fellowes en la revista Journal of Scientific Explorationel. 

Según Fellowes, la causa de las muertes fue el envenenamiento por radiación procedente de elementos naturales que contenían uranio y residuos tóxicos que se introdujeron deliberadamente en el interior de la cámara sellada.

El científico explicó que, según la literatura funeraria egipcia, en las tumbas se dejaba una ‘torta de azafrán’ (un polvo amarillo de uranio) como un “legado de desechos peligrosos”.

Se cree que los antiguos egipcios conocían sobre las toxinas. “La naturaleza de la maldición estaba explícitamente inscrita en algunas tumbas, y una de ellas se tradujo premonitoriamente como ‘los que rompan esta tumba encontrarán la muerte por una enfermedad que ningún médico puede diagnosticar'”, destacó Fellowes.

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Descubren un alga que fija el nitrógeno del aire

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“Un hito evolutivo”, así es como describen al descubrimiento científico que tiene a investigadores de todo el mundo asombrados. En la Universidad de California encontraron una especie de alga marina que evolucionó y desarrolló la capacidad de aprovechar el nitrógeno del ambiente gracias a un organelo especial y una beneficiosa simbiosis con una cianobacteria. Este descubrimiento desafía el entendimiento que se tenía sobre las células y tiene el potencial de revolucionar la agricultura para siempre.

Los seres vivos pueden dividirse en dos grandes grupos, los que tienen células procariotas (sin núcleo) y los que tienen células eucariotas (con núcleo). El entendimiento general era que los seres del segundo grupo, como los hongos, las plantas, los animales y las algas, no podían extraer el nitrógeno del aire y emplearlo para su alimentación, pero este hallazgo demostró lo contrario. Según el artículo publicado en la revista Science, un endosimbionte bacteriano del alga marina Atelocyanobacterium thalassa, capaz de fijar nitrógeno, está evolucionando hacia volverse una organela interna de la célula del alga, bautizado como “nitroplasto”. Esto significa que la célula eucariota obtuvo una nueva capacidad que les pertenecía únicamente a las procariotas.

“Una endosimbiosis de esta magnitud ha ocurrido muy pocas veces en la historia de la vida en la Tierra, pero con consecuencias trascendentales”, dijo Ignacio Soto, investigador del Conicet, profesor de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA y director del Laboratorio de Biología Integral de Sistemas Evolutivos en Exactas.

La endosimbiosis es una relación muy estrecha entre organismos, donde uno de ellos reside dentro del otro, e incluso evolucionan a una mayor fusión genética, de manera tal que dejan de existir como entidades separadas. Soto explicó que “este proceso es trascendental porque es la base de aparición de la vida compleja en nuestro planeta y la de las células eucariotas que conforman nuestros cuerpos y la de todos organismos multicelulares”.

El investigador aclaró que, tanto las células con núcleo y mitocondrias, que aparecieron hace aproximadamente unos 1.500 millones de años, como los cloroplastos,que permitieron la aparición de la vida vegetal, deben su origen a un proceso de endosimbiosis. Y en ese sentido, explicó que “la adquisición de nitroplastos por parte de esta alga, según el estudio, es un proceso evolutivo muchísimo más reciente que el de las mitocondrias y cloroplastos con ‘solo’ 100 millones de años de antigüedad aproximadamente”.

El nitrógeno es un elemento esencial para la estructura y funcionalidad de los seres vivos. Está presente en el ADN del ser humano y es fundamental para la producción de las proteínas que lo conforman. Pese a que es indispensable para la vida, hay pocas especies que puedan transformar el nitrógeno gaseoso del aire en nitrógeno disponible para ser utilizado por los organismos, por lo que, en muchos contextos, termina siendo un recurso limitante para el desarrollo de la vida. Por ejemplo, los humanos lo adquirimos a través de la alimentación, por lo tanto la cantidad de nitrógeno disponible en los suelos para las cosechas es de suma importancia.

Nicolás Lois, biólogo, becario postdoctoral del Conicet y docente de la Facultad de Exactas UBA, explicó que “se conocía un grupo grande de bacterias, cianobacterias del género Trichodesmium, que son capaces de tomar el nitrógeno gaseoso de la atmósfera; se descubrieron también los genes que están asociados a la fijación de nitrógeno; y se reportó su presencia en otros grupos de bacterias que se asocian a otros seres vivos, con distintos niveles de interacción”. Pero según Lois, este descubrimiento es “el nivel más íntimo que se conoce” del fenómeno: “Una simbiosis tan intensa que la bacteria, viviendo dentro de otra alga unicelular le traspasa parte de sus funciones vitales y sincroniza su reproducción a tal punto que las consideramos una sola especie”.

Este hallazgo no solo es de notable importancia para la biología, sino que además podría revolucionar la forma en la que se cultiva. “Fijar nitrógeno, obtenerlo a partir del aire o el agua y convertirlo en moléculas aprovechables por los organismos es una capacidad muy valorada porque es un nutriente necesario para el crecimiento de las plantas y algas y muchas veces escaso. En tierra firme muchas plantas tienen relaciones simbióticas con bacterias del suelo que son las que pueden fijar nitrógeno y aportar esos nutrientes o directamente el hombre introduce el nitrógeno a partir de fertilizantes”, explicó Soto.

Hace 100 años dos químicos alemanes, Fritz Haber y Carl Bosch, encontraron una manera de utilizar el nitrógeno del aire para hacer amoníaco, con lo que se hacen los fertilizantes indispensables para la alta producción de cultivos que hoy día alimentan y sostienen la economía mundial. Soto sostuvo que “seguramente habrá, a partir de este descubrimiento, un interés biotecnológico para ver las posibilidades de incorporar esta organela o sus capacidades, a otras células eucariotas como por ejemplo, cultivos comerciales”. Es decir, si este alga tiene la capacidad de hacerlo, ¿por qué el maíz o el trigo no podrían utilizar el nitrógeno atmosférico en vez de introducirles fertilizante para fertilizar los campos?

Sobre esto, Lois afirmó: “La posibilidad es remota hoy, pero tendremos que hacer un trabajo que va a implicar la evaluación de los impactos de modificar de esta manera a un cultivo, en cuanto a la salud de los ambientes donde se siembran y de los animales humanos y no humanos que se alimentan de los mismos”. “En un país como Argentina, en donde el modelo agroexportador marcó a fuego nuestro sistema productivo e industrial, una innovación esta podría tener un impacto enorme en la productividad de nuestros campos. En ese sentido es importante pensar también en quién invertiría y quién se llevaría el rédito de este potencial negocio”, completó.

“Hay un aspecto muy interesante del descubrimiento que nos invita a reflexionar sobre la naturaleza y evolución de las especies en el planeta: Una concepción bastante difundida es pensar a la evolución de los diferentes linajes y especies a partir de procesos de competencia, desplazamiento, consumo o predación: de ahí la triste frase “la lucha por la existencia” para hablar fallidamente de la evolución de las especies –se explaya Soto–. Ahora, si bien esas interacciones existen, hay todo un abanico de interacciones positivas a veces olvidadas que son trascendentales para realmente pensar como es la evolución de la vida y qué es realmente lo que pensamos como una especie. La endosimbiosis es un claro ejemplo de esto: este proceso de fusión de organismos en uno nuevo que termina siendo más que la suma de sus partes ha permitido que la vida tomara caminos y complejidades fantásticas que no hubieran sido posible sólo con competencia entre linajes bacterianos sin colaboración“.

Y además, propone un nuevo enfoque: “¿Qué es una especie en esta perspectiva? Una vaca es una vaca pero no existe sin su flora bacteriana, que le permite alimentarse y viceversa. Entonces, una parte de la biología evolutiva, a la luz de este tipo de consideraciones, muchas veces estudia a las especies no como un solo organismo sino como un holobionte: la suma de linajes que conforma a una especie tal cual es viable en la naturaleza. Es una complejización del estudio de las especies pero es un camino mucho más rico por la riqueza de fenómenos que podemos considerar que ocurran. Como la evolución de un nitroplasto”.

Página12: Informe: Lucía Bernstein Alfonsín

/Imagen principal: Archivo/

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