Golpeado por la apabullante derrota en la sesión del Senado, Santiago Caputo lanzó un operativo desesperado para tratar de salvar a Edgardo Kueider, su protegido en el Senado que está preso en Paraguay por ingresar con 211 mil dólares sin declarar.
El asesor de Milei primero buscó por todos los medios bloquear la sesión. Complicado por la decisión del PRO de dar quórum, luego intento que se votara únicamente la suspensión de Kueider hasta marzo. Ya con todos los números en contra, le ordenó a los senadores de La Libertad Avanza que voten la expulsión, aún cuando todos decían estar en contra, para poder mantener al menos el relato libertario de lucha contra la casta.
Eutanasia libertaria
Pero más allá de las filtraciones de Caputo a la prensa amiga, hasta ahora no hay ninguna acción concreta del gobierno para intentar anular la sesión. Ningún funcionario siquiera sostuvo públicamente esta postura. Es que convertir en actos de gobierno el fuego artificial mediático de Caputo, metería al Gobierno en una severa crisis institucional: si decide avanzar contra la vicepresidenta.
La desesperación de Caputo por proteger a Kueider es tal que su jugada en el hipotético caso que tenga éxito abre un proceso de crisis institucional explosivo. Es que si la justicia determinara que la sesión fue nula, la vice podría ser acusada de incumplimiento de los deberes de funcionaria pública o usurpación de cargo.
LPO
