La medida se tomó como consecuencia que la Corte Suprema de Justicia determinó que la exención en San Juan constituía una especie de aduana interna que beneficia a algunas empresas. Este impuesto aplicado a las industrias locales implica encarecimiento del producto final y menos competitividad ante productos importados
En 2024 en la provincia de San Juan se cambió la ley tributaria y todas las industrias están alcanzadas por el Impuesto a los Ingresos Brutos. San Juan estaba exento de este tributo y en cierto sentido se constituía en un aspecto importante que ayudaba a la promoción de la industria.
Pero ante una presentación de una Acción Declarativa de Certezas en la Justicia que hizo en su momento Cervecería Quilmes y Molinos Florencia y que corrió distintas instancias, la Corte de Justicia dictaminó que el impuesto debía aplicarse a las industrias que se encuentran radicadas en la provincia. El argumento que se utilizó es que la exención de este impuesto era un beneficio que impactaba en las empresas de la provincia y que de alguna manera «eran una especie de aduana interna», que daba beneficios extras a quienes se radicaran en la provincia. Vale marcar que también hubo presentaciones contra las imposiciones diferenciales, como es el caso de Tucumán, que también perdió la posibilidad de este beneficio.
El presidente del Concejo Profesional de Ciencias Económicas, Fabián Rodríguez recordó que «a provincia de San Juan eximía a las empresas locales que estuvieran radicadas en la provincia y que tuvieran al día el impuesto inmobiliario y el impuesto del automotor», lo que significaba un importante incentivo para las industrias que tienen que luchar contra las asimetrías que hay con respecto a las industrias que están cercanas al puerto.
Pero cuando la Acción Declarativa de Certezas llega a la Corte Suprema, esta sostiene «esa situación estaba generando aduanas interiores y que esas aduanas interiores, están prohibidas por la Constitución Nacional. Por lo tanto, la provincia no estaba teniendo un trato igualitario con las distintas empresas», razón por la que se quita la extensión y la industria queda gravada con el 1.5%. En una situación simular se encuentra la provincia de Formosa.
Otras provincias tienen alícuotas diferenciales que también están siendo cuestionadas por la Justicia, como es el caso de Tucumán, que también recibió un revés judicial.
Rodríguez explica que «el Impuesto a los Ingresos Brutos es un impuesto regresivo, distorsivo». Es por esto que sostiene que gravar al sector con el 1.5% impacta «exponencialmente en el bolsillo del consumidor».
Al profundizar sobre el tema, el profesional afirma que «el industrial obviamente le va a transferir este aumento al costo del producto. Esta parte va directamente sobre la venta» y es el consumidor el que tiene que pagar. En el caso del empresario «podés haber perdido plata, pero igual tenés que pagar el Ingreso Bruto. Por lo que es un impuesto sobre la venta». Explicó que en la medida que el producto avanza en la cadena de distribución se va pagando el Ingreso Bruto, por lo que se genera una doble y hasta una triple imposición. «Esto hace crecer todos los costos de la estructura hacia arriba».
Por otro lado, está el hecho de que está la libre importación de productos. «El industrial es alguien que le gusta competir, que se mete en desafíos, yo creo que no le afecta la competencia. Pero «tenés un país que tiene tasas de interés altas, en las cuales es muy dificultoso acceder al crédito«, para ponerte a tono, para pelar de igual a igual, es cuando la situación se distorsiona. A esto se suma la carga tributaria y salarial muy alta.
Además, «hay una inflación acumulada que viene con una inercia, digamos, que ha venido con una inercia», explicó que el gobierno de turno frenó el tipo de cambio «porque secaron la plaza y está el cepo. También porque el sector exportador se orienta al dólar MEP o al Contado con Liqui». Estas variables hacen que la cotización oficial no sea considerada como «competitiva para la industria».
Rodríguez remarca que «lo que ha sucedido es que hay una inercia inflacionaria en la cual los precios han seguido subiendo por distintos aspectos. Han subido servicios públicos, se han sincerado varias cosas como el precio de combustibles, y el dólar se ha mantenido«. Agrega que no es que se hable de devaluar, sino de «ver la forma en que se bajan los precios».
Desde la industria, panorama incierto y análisis drásticos
El presidente de la Unión Industrial de San Juan, Ricardo Palacio, afirmó que «la quita de los Ingresos Brutos a la industria de San Juan, es el principal beneficio que tienen las industrias para estar radicadas en la provincia».
Cuando profundiza sobre el impacto, Palacio sostiene que «es muchísimo porque el 1,5% se mete en la rentabilidad de la empresa. Cuando hablas de una rentabilidad en algunos casos del 7%, el 8% le quitas el 1,5%».
En ese sentido, el dirigente industrial afirma que «en algunas empresas representa entre el 10 y el 20% de su ganancia. Es como que te metan la mano en el bolsillo y te saquen esa planta. En algunos casos, es más, en otros es menos, pero obviamente que es un número muy importante».
Ante este panorama incierto, los industriales pueden tomar decisiones sobre si se radican en San Juan o si siguen produciendo «en una provincia que no me está dando beneficios y me voy a una que sí me ayuda», explica Palacio.
Por último, manifestó que estas decisiones drásticas las puede tomar gente que evalúa instalarse en San Juan, «porque los que ya están es difícil que se vayan», afirmo.
Buscando opciones
Los industriales han manifestado su preocupación por el impacto que tendrá en su esquema de costos el pago de los Ingresos Brutos. Es por ello, que se han mantenido varios encuentros entre las cámaras afectadas y el gobierno de la provincia, a través del Ministerio de la Producción.
No hay algún anuncio concreto que pueda ayudar al sector industrial para que no tome decisiones drásticas. En el gobierno se está trabajando, desde el año pasado, en algún régimen de promoción local de las industrias. Lo que de alguna manera se traduce en la posibilidad de que se mire a San Juan como un destino inversor, ante el resto de las provincias.
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