Francia empezará gradualmente la reducción de sus reglas restrictivas por la COVID-19 a partir de la próxima semana para que las personas puedan retomar sus viejos hábitos para el verano, a pesar de que permanecen las preocupaciones por el resurgimiento del virus.
Las personas pueden salir sin firmar un documento, y se levantará la prohibición de viajes entre regiones el 3 de mayo, en tanto que se mantendrá el toque de queda de 19:00 a 6:00 horas, de acuerdo con un calendario del presidente Emmanuel Macron publicado en Twitter.
A partir del 19 de mayo, el toque de queda nocturno se recorrerá dos horas para iniciar a las 21:00 horas, y a partir del 9 de junio comenzará a las 23:00 horas, antes de ser eliminado a finales de junio.
Para mediados de junio, reabrirán los comercios no esenciales. Los restaurantes y cafeterías podrán recibir clientes en terrazas con un máximo de seis personas por mesa. Los museos, teatros, cines e instalaciones deportivas también reabrirán con un límite de 800 personas en interiores y 1.000 en espacios abiertos.
El calendario para salir del confinamiento se aplazaría en las regiones donde la tasa de incidencia supere los 400 casos por cada 100.000 habitantes y las unidades de cuidados intensivos estén cerca de la saturación, agregó.
El anuncio del retorno gradual a la normalidad surge en medio de una tendencia positiva en la epidemia, incluyendo la desaceleración en el número de nuevos casos y un descenso en las hospitalizaciones por infecciones de coronavirus.
El jueves, 26.538 personas dieron positivo por COVID-19, menos que las 30.000 de los días pasados. El total acumulado de infecciones en el país asciende a 5,59 millones.
Las admisiones diarias a hospitales y el número de pacientes críticamente enfermos, indicadores clave para evaluar la capacidad del sistema de salud nacional para enfrentar la crisis de salud, bajaron por tercer día consecutivo.
Al preguntarle si espera el fin de la pandemia este año, Macron dijo que «si no hay variantes nuevas e incontrolables, sí».
«Quizás tendremos que vivir con el virus por años y vacunarnos de nuevo cada año», añadió.
En Francia, unos 15,2 millones de personas han recibido por lo menos una dosis de la vacuna contra la COVID-19, representando 29 por ciento de la población adulta, y 6,25 millones han completado las dos dosis de vacunación, informó el Ministerio de Salud.
«Ahora nuestra lucha es para vacunar tan pronto como sea posible para incrementar nuestro nivel de inmunidad colectiva», dijo Macron.