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¿Por qué es mentira de que vos destruís el planeta y podés salvarlo?.

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Nota editada a partir de artículo de Pascual Serrano/Sputnik

Medios de comunicación y gobernantes no cesan de enviarnos mensajes, recomendaciones e incluso leyes destinadas a que actuemos para frenar el calentamiento global y salvar el planeta. La pregunta es si de verdad la gente sencilla somos responsables de su deterioro y tenemos en nuestras manos su rescate.

La realidad es que no todos somos igual de culpables.

En estos tiempos de sensibilización medioambiental, lucha contra el cambio climático, reducción de gases invernadero y desarrollo sostenible parece que hay un discurso unánime destinado a concienciarnos de que abandonemos los coches que funcionan con diésel o gasolina y nos compremos uno eléctrico, que consumamos la menor carne posible y mejor todavía si la abandonamos, que ahorremos energía al máximo, por ejemplo en calefacción o aire acondicionado, que no usemos plásticos; que no viajemos en avión y que separemos para reciclar todos nuestros residuos: orgánicos, vidrio, pilas, envases, papel… El discurso incluye argumentos del tipo “todos somos responsables del deterioro del planeta”, “en nuestra mano está frenar el calentamiento global” o “tú puedes salvar el planeta”.

No seré yo quien niegue la idoneidad de las recomendaciones, pero es bueno preguntarnos cuánto hay de verdad en esos razonamientos de que todos somos responsables y que cambiando yo mis hábitos puedo salvar el planeta. Es evidente que ese planteamiento no diferencia responsabilidades, que nos pone a todos al mismo nivel o, dicho de otro modo, disuelve a los grandes responsables en el compromiso de cada uno de nosotros. Y, mucho más, apela a nuestro comportamiento como una obligación de la que no nos podemos desentender.

¿Somos todos igual de responsables?

Surgen varias preguntas: ¿De verdad somos todos igual de responsables? ¿Seguro que es la gente sencilla y corriente la responsable del futuro del planeta y de evitar el calentamiento global? ¿No querrán hacernos olvidar con ese discurso la responsabilidad de algunos para dispersarla en todos?

En Francia el Gobierno, con el objetivo de reducir las emisiones de carbono, aprobó la supresión de los vuelos internos de las rutas que puedan cubrirse en tren en un periodo inferior a las dos horas y media. Se trata de una medida razonable, pero también hay que recordar que, según el estudio Estatus de élite: desigualdades globales en vuelos, en Estados Unidos, solo el 12% de las personas realiza el 66% de los vuelos que se producen; en Francia, el 2% de las personas toma la mitad de los vuelos. En China, el 5% de los hogares toma el 40% de los vuelos del país. En la India, solo el 1% toma el 45% de los vuelos. Es decir, los responsables de las emisiones contaminantes de los aviones son una minoría de ricos.

Otro estudio de noviembre de 2020 en la revistaGlobal Environmental Change revelaba que solo el 1% de la población mundial fue responsable en 2018 de la mitad de las emisiones de gases de efecto invernadero por parte de la aviación.

Los superricos

Una investigación bajo el nombre Medición del impacto ecológico de los ricos: consumo excesivo, desorganización ecológica, crímenes verdes y justicia, documentó el papel de los hábitos de consumo de los ricos en la desestabilización del clima.

Examinaron la huella ecológica que generaban los “commodities de lujo”, concretamente los superyates, las superviviendas, los vehículos de lujo y los jets privados. Según el estudio, “tomados en conjunto, la construcción y el uso de estos artículos en los Estados Unidos por sí solos probablemente crearán una huella de CO2 que supere a las de naciones enteras”. Los analistas llegaron a la conclusión de que cuando una persona tiene mucho más dinero del que necesita para vivir, “adquirir propiedades y consumir en exceso se convierte en señales de distinción y, para obtener esas señales, la clase ociosa debe consumir”. Es por ello que los investigadores no dudan en calificar el consumo excesivo de los ricos como “criminal” en términos de daño ecológico.

Superyates

Los investigadores estiman que hay alrededor de 300 superyates en funcionamiento por todo el mundo con un precio que oscila entre los treinta y los mil millones de dólares. No hace falta mucha imaginación para adivinar el combustible que necesitan y lo que contaminan. Según los investigadores, la flota de superyates del mundo consume más de 121 millones de litros de petróleo y produce 284.000 toneladas de dióxido de carbono al año.

Supercasas

Las supercasas de los multimillonarios son igualmente devastadoras para el medio ambiente. El promedio de metros cuadrados de estas casas supera los 3.700, y su precio medio es de poco menos de 28 millones de dólares.

No se ha podido calcular la huella ecológica completa de dichas viviendas, pero solo en madera dedujeron que si una casa media requiere la recolección de 20 árboles, una super casa requiere 380 árboles. En los estudios medioambientales se define el concepto “secuestro de carbono” a la capacidad de los bosques y la vegetación para absorber el carbono presente en la atmósfera e incorporarlo a través de la fotosíntesis a la masa vegetal. Cuando los humanos eliminamos árboles estamos restando parte de ese secuestro de carbono positivo para el medioambiente.

Aviones privados

Tenemos también los aviones privados. Según el estudio, solo en Estados Unidos hay registrados unos 15.000 y operan un total de 17 millones de horas al año. Con un consumo de 1.300 litros de combustible por hora, hagan cuentas. Los usuarios individuales de aviones privados pueden ser responsables de la emisión de hasta 7.500 toneladas de CO2 por año.

Según la investigación, toda la nación de Burundi produce menos de la mitad de las emisiones de carbono que la élite de los Estados Unidos solo con sus aviones privados, por no hablar de sus autos de lujo, sus supercasas y sus superyates.

Pero sigamos buscando responsables del deterioro del planeta diferentes de los ciudadanos de la calle. Un estudio de la The Royal Geographical Society y recogido por el portal australiano de la comunidad académica e investigadora The Conversation calculó la huella de carbono que dejan las fuerzas militares de los Estados Unidos. Llegaron a la conclusión que “son uno de los mayores contaminantes de la historia, ya que consumen más combustibles líquidos y emiten más gases de efecto invernadero que la mayoría de los países de tamaño medio”. Si fueran un país, solo su consumo de combustible las situaría por encima del consumo de 140 países del mundo.

Fuerzas Militares de Estados Unidos

El ejército norteamericano, además de las cadenas de suministro empresariales, utilizan una amplia red mundial de buques portacontenedores, camiones y aviones de carga para abastecer sus operaciones de todo lo necesario, desde bombas hasta ayuda humanitaria e hidrocarburos.
En 2017 las fuerzas militares norteamericanas compraron unos 269.230 barriles de petróleo al día y emitieron más de 25.000 kilotoneladas de dióxido de carbono con la quema de esos combustibles. Las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos adquirieron combustible por valor de 4.900 millones de dólares, la Armada, 2.800 millones, seguida por el Ejército (tierra), con 947 millones, y los Marines, con 36 millones.

El estudio denuncia que las emisiones ocasionadas por las fuerzas militares de los Estados Unidos se suelen pasar por alto en los estudios sobre el cambio climático. Resulta muy difícil obtener datos coherentes del Pentágono y los departamentos gubernamentales estadounidenses. De hecho, los Estados Unidos insistieron en que se les eximiera de notificar las emisiones militares en el Protocolo de Kyoto de 1997, algo que se intentó subsanar en el Acuerdo de París.

Gasto militar mundial

Sin duda, la opción no es que los ejércitos se hagan ecológicos, sino que disminuyan. Al igual que la fabricación de armas. De acuerdo a los nuevos datos del Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (conocido como SIPRI por sus siglas en inglés), el gasto militar mundial en 2020 alcanzó los 1,98 billones de dólares.

EEUU está en el primer lugar del ranking, con un presupuesto de 778.000 millones de dólares, mientras que la Unión Europea en su conjunto gastó 232.000 millones de dólares.
Es evidente que si se quiere reducir las emisiones de CO2 y actuar sobre el futuro del planeta esta industria es más importante que lo que hacen muchos ciudadanos.

Mientras el sistema de producción de mercado necesita producir y destruir constantemente, se le echa la culpa al ciudadano y se le responsabiliza del futuro del planeta. Una investigación de ITV News mostró que Amazon destruye millones de artículos sin vender cada año, productos que a menudo son nuevos y no se usan. La filmación encubierta desde el interior del almacén de Dunfermline de Amazon revela la magnitud de los desechos: televisores inteligentes, ordenadores portátiles y de mesa, drones, secadores de pelo, audífonos de alta gama, miles de libros, todo clasificado en cajas marcadas con la palabra “destruir”.

Que mi padre no coma carne

En conclusión. En nombre del ecologismo y para salvar el planeta existe toda una campaña mundial que sugiere que mi padre, que vivió el hambre y la precariedad, no coma un filete a la plancha. O que no ponga la salamandra de calefacción a leña, que es la única que tiene.
Algo parecido con el coche, a personas que viven en zonas rurales europeas, por ejemplo, donde no existen transportes públicos, muchos al inicio de la pandemia, en nombre del medioambiente, se les sube el precio del gasoil de sus vehículos mientras se destinan millones para que los adinerados reciban subvenciones por comprarse un coche eléctrico.

Mientras las empresas siguen produciendo y vendiendo con envases y embalajes innecesarios, y destruyendo stocks que no pueden vender, a los ciudadanos se les exige, chip de control incluido, que separen esas toneladas de residuos. Incluso, los municipios premian a los que más reciclen. No a los ciudadanos que generen menos residuos, sino a los que generen más y los metan en los contenedores de las empresas que cobran por reciclar, o decir que reciclan.

Fabricar tus compresas reciclables

Los medios de comunicación europeos animan a que los jóvenes recojan los muebles de la basura y un centro social del Ayuntamiento de Madrid organiza un curso para que las mujeres se fabriquen sus toallas femeninas de tela y las reutilicen.
Se le pide a ciudadanos humildes que viven hacinados en ciudades dormitorio que recurran a huertos de autoconsumo o compren frutas y verduras ecológicas que valen tres veces más en lugar de las ofertas del hipermercado, a que compren productos hechos a mano de artesanos en lugar de los baratos industriales, y ya común en europa, que desembolsen 20.000 euros para un coche eléctrico porque el Estado les pagará otros 10.000, que paguen 5.000 euros por colocar paneles solares en su vivienda, que paguen por circular por carreteras nacionales construidas con dinero público y por las bolsas de plástico del supermercado, que se compren una casa moderna, sostenible y aislada del frío y del calor y no una de segunda mano de veinte años de antigüedad que es a lo más que pueden aspirar, que compren electrodomésticos de máxima calificación energética aunque sean más caros. Olvidan que la mayoría de la gente vive con lo mínimo, no renueva sus electrodomésticos o coches mientras sigan funcionando, no hace reformas en su vivienda mientras puedan aguantar, compra lo que encuentra más barato sin poder pensar ni origen ni medioambiente, y recurre al mercado de segunda mano como opción más económica.

Sensibilizarnos pero señalar a los responsables

Y mientras se exige eso a los ciudadanos sencillos, hemos repasado los 15.000 aviones privados que hay censados en Estados Unidos consumiendo combustible como todo un país de África, millonarios con casas que han necesitado talar 380 árboles para ser construidas, 300 superyates que arrojan 284.000 toneladas de dióxido de carbono al año y un ejército estadounidense que consume más petróleo que 140 países del mundo.


Sin duda es bueno que nos sensibilicemos con la necesidad de poner freno al calentamiento global y a la destrucción del medioambiente y que tomemos medidas en nuestra vida cotidiana; pero que no nos engañen diciendo que la salvación del planeta es responsabilidad de todos y que en nuestra mano está el futuro del ecosistema.

Insistir en que algunos son mucho más responsables que la gran mayoría de la ciudadanía no tiene como objeto justificar que nos desentendamos del problema, al contrario, la intención es identificar a los culpables y que exijamos que se tomen medidas contra su impunidad y crimen medioambiental.


Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de Ahora San Juan.

Opinión

Trump: propaganda electoral y delito

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El juicio penal que se desarrolla en Nueva York, en el que se acusa a Donald Trump (foto) de 34 delitos, expone el deterioro de las instituciones estadounidenses y la crisis del sistema político con el que pretenden aleccionar al resto del mundo. La trama del litigio exhibe las evidencias más explícitas del derecho a la impunidad y las combina con las licencias para mentir, corromper y engañar. La presentación de cargos realizada por la fiscalía de Nueva York, una semana atrás, busca ser utilizada por el precandidato republicano para victimizarse y transformar su lugar de acusado en un insumo para su campaña electoral. El sistema político estadounidense y el entramado judicial, mediático y de inteligencia que le dan cobertura se esmeran en ocular la tríada del poder real sobre el que se estructura su institucionalidad corporativa: el complejo militar-industrial, las trasnacionales y los fondos de inversión. Esos tres actores colectivos son los que –en última instancia– estarán encargados de rechazar o habilitar su candidatura.

Trump acumula más de treinta cargos en cuatro juicios. Dos de índole federal, uno en Georgia y el otro en Nueva York, donde se iniciaron las comparecencias de los testigos, la última semana, bajo la acusación de encubrimiento y falsificación de registros contables con el objetivo de ocultar sus vínculos extramatrimoniales con una actriz de cine porno y una modelo de la revista Playboy. La querella contra Trump, que se desarrolla en Manhattan frente a la presencia de doce jurados (siete varones y cinco mujeres), se inició con la jura de estos últimos el viernes 19 de abril. El asistente del fiscal Matthew Colangelo fue el encargado, el lunes subsiguiente, de presentar los cargos ante el juez y el jurado, advirtiendo que: “El acusado orquestó una trama criminal para adulterar las elecciones presidenciales de 2016. Luego encubrió esa conspiración criminal falsificando sus registros comerciales para sobornar y silenciar a quienes podían ensuciar su campaña electoral en 2016”.

La acusación contra el ex mandatario incluye la compra de voluntades mediáticas para tapar irregularidades propias, y operaciones para mancillar la reputación de sus competidores políticos. En la última semana, declaró como testigo el ex director de la revista National Enquirer, David Pecker, quien asumió la responsabilidad de haber sobornado a la modelo de Playboy Karen McDougal para encubrir su romance con el entonces candidato republicano. El mismo director de la publicación fue el encargado de asumir la responsabilidad por abonar 30 mil dólares al portero de la Trump Tower, para evitar que trascendieran los encuentros con dos docenas de mujeres.

En otro tramo del juicio, el magistrado Juan Manuel Merchán tomó nota de cómo el entonces abogado del acusado, Michael Cohen, transfirió 130 mil dólares a la actriz de cine pornográfico Stormy Daniels para garantizar su silencio. Pecker asumió frente al jurado que sus publicaciones ejecutaban el denominado “periodismo de chequera”, consistente en ensalzar o encumbrar a los aportantes y, al mismo tiempo, demonizar a sus contendientes, una operación naturalizada y usual al interior de las corporaciones propagandísticas de Occidente, que no pareció causar estupefacción entre los periodistas acreditados ante el tribunal.

La tergiversación informativa sobre la que se monta gran parte del show mediático estadounidense –del que América Latina también es tributario– incluye el protagonismo de las redes sociales. El magistrado dispuso varias órdenes de silencio a Trump para evitar el hostigamiento y el asedio a los jurados, los fiscales y sus familiares, impulsado desde su plataforma Truth Social. Trump atacó en dos oportunidades a la hija del juez Merchan y –según la fiscalía– violó en diez oportunidades la discreción exigida. La defensa del acusado, ejercida por Todd Blanche, apeló la medida argumentando que su cliente solo había reposteado textos de terceros.

Trump fue declarado culpable, durante el último año, en tres juicios civiles, sin que estos procesamientos interfirieran en su candidatura: se lo condenó a pagar 355 millones de dólares por inflar el valor de sus propiedades, se le impuso el pago de cinco millones de dólares de indemnización por abuso sexual contra la columnista Jean Carroll, y se lo multó en 85 millones de dólares por difamación y calumnias contra esta última periodista.

Donald Trump se jactó años atrás de que podía dispararle a alguien en la Quinta Avenida sin que eso llevara a la pérdida de capital electoral. A fines de la década del 20 del siglo pasado, un cabo del ejército alemán escribió: “No importa en absoluto si se ríen de nosotros o nos vilipendian… si nos representan como payasos o criminales; lo principal es que nos mencionen, que se preocupen por nosotros una y otra vez…” . Sin embargo, fue Marco Tulio Cicerón quien probablemente caracterizó con mayor precisión la etapa histórica que atravesamos: “Cuanto más cerca está la caída de un imperio, más locas son sus leyes”. 

@Página12

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Opinión

Una vid con frutos asegurados

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Por monseñor Jorge Eduardo Lozano, arzobispo de San Juan de Cuyo

Un diálogo imaginario con una flor nos puede conducir a reflexiones profundas. Te copio unos pocos renglones del Capítulo 18 del libro El Principito, de Saint-Exupery.

“—¿Dónde están los hombres? —preguntó cortésmente el principito.

La flor, un día, había visto pasar una caravana.

—¿Los hombres? No existen más que seis o siete, me parece. Los he visto hace ya años y nunca se sabe dónde encontrarlos. El viento los pasea. Les faltan las raíces. Esto les molesta.”

Este diálogo, ambientado en el desierto, entre la flor y el Principito, nos muestra una ponderación acerca de la carencia de raíces. La flor había visto pasar una caravana y pensaba que los hombres iban de un lado y para el otro llevados por el viento. Podríamos decir estar sin Patria; “y esto les molesta”, observa la flor. En la Biblia muchas veces aparece la peregrinación en contraposición con lo que es andar errante, sin rumbo. El castigo de Caín por haber matado a su hermano consistió en caminar sin sentido fijo. En la peregrinación, en la procesión hay una meta, un lugar adonde llegar para un encuentro. Y, en definitiva, para nosotros es la Vida eterna.

Echar raíces nos da pertenencia. El Evangelio que proclamamos este fin de semana nos presenta la alegoría de “la vid y los sarmientos” (Jn. 15, 1-8). Esta imagen que utiliza Jesús es para hablarnos de Él, y de nosotros en relación con Él. Nos describe una realidad muy cercana a la tierra sanjuanina. Vemos viñedos en forma habitual en nuestros caminos y al contemplarlos podemos entender bien la enseñanza de Jesús.

Él nos dice: “Yo soy la Vid, ustedes los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él da mucho fruto, porque separados de mí, nada pueden hacer”. (Jn. 15, 5)

Fijémonos entonces, que hay una mutua permanencia. El Señor permanece en nosotros por medio de la fuerza del Espíritu Santo y nosotros en Él por adhesión también del amor. En esta imagen de la vid y los sarmientos, puedo entender que yo soy con otros, y con otros en el Otro.

Pero no es una cuestión estática, como si se tratara de colocar un jarrón sobre la mesa. Es un permanecer vital, dinámico, con el movimiento que nos da el amor.

Podríamos decir que esta imagen de la vid y los sarmientos complementa la que veíamos el fin de semana pasado del vínculo entre el Pastor y el rebaño. Ambos pasajes evangélicos nos muestran cómo la fe rompe la soledad. La Pascua nos lleva a establecer vínculos con otros, nos libera del aislamiento.

La Palabra de este domingo tiene una fuerte impronta comunitaria y, a su vez también, nos muestra que separados del Señor y de la comunidad, caemos en la esterilidad, en no dar frutos al secarse la vitalidad de la rama. 

Jesús Resucitado nos reanima en la misión de la Iglesia. El Espíritu Santo nos impulsa a la comunión y a la cercanía cordial con todos los que sufren.

El próximo miércoles celebramos a los hombres y mujeres del mundo del trabajo. Te comparto unos párrafos escritos por el Beato obispo y mártir Enrique Angelelli el 1 de mayo de 1975: “Se hace muy doloroso ganar el pan de cada día; nos cuesta arrancar del corazón el egoísmo para hacernos plenamente hermanos; nos cuesta mucho poder sumar todas las manos, como pueblo, para construir juntos esta tierra de bendición (…) Cristo quiere una Rioja no resignada sino plenamente libre y feliz. La Rioja reclama de todos nosotros, gobernantes y pueblo, superar toda división y todo egoísmo individual y de grupos para hacerla una tierra donde el amor no sea una palabra para enamorados simplemente, sino la meta de nuestro trabajo concienzudo por lograr ser verdaderamente un pueblo que se quiere, es solidario y nadie abusa del otro”.

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Jorge Elbaum cuestionó el apoyo de Javier Milei a Israel: “Está involucrándose de forma irresponsable”

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“En vez de ser neutral, está sobreactuando un aspecto ideológico, Milei no entiende lo que son los intereses de nuestro país”, añadió el sociólogo y primer presidente del Llamamiento Argentino Judio.

El Presidente Javier Milei mostró su completo apoyo hacia Israel tras el ataque sufrido desde irán, sin embargo, hay varias cuestiones a tener en cuenta a la hora de llevar a cabo lo que se refiere a un alineamiento bélico. Es por eso que para desarrollar este tema en profundidad, Canal E se comunicó con el sociólogo y primer presidente del Llamamiento Argentino Judio, Jorge Elbaum.

“La justicia argentina, específicamente la sala de la Cámara de Casación, no se expidió sobre la causa del atentado, sino sobre la causa del ocultamiento del mismo, en el cual fue llevado a juicio y condenado el juez de instrucción de la causa Galeano”, comentó Jorge Elbaum. “Esa es la causa en la cual 3 jueces de casación se expidieron”, agregó.

No se llevaron a cabo las testimoniales del caso AMIA

Posteriormente, Elbaum planteó: “Uno de ellos sugirió, por fuera de la causa de su tratamiento, referirse a otra causa, específica del atentado, que no ha habido juicio hasta ahora porque no se llevaron a cabo las testimoniales de los 8 acusados”. Luego, manifestó que, “estamos viendo un alineamiento político estratégico muy irresponsable por parte del Gobierno argentino, ya que cualquier vinculación estratégica bélica tiene que ser decidida por el Congreso”.

El Gobierno argentino hace un alineamiento y una sobrevaloración muy irresponsable, llamando al representante diplomático de Israel a presenciar una reunión de gabinete, en el marco de un alineamiento que Argentina históricamente no posee”, sostuvo el entrevistado. “Argentina, tradicionalmente, busca la paz, ha sido un ejemplo de no alineamiento, salvo en la época de Menem”, complementó.

El desconocimiento de Milei sobre lo establecido en la Constitución

Por otro lado, el sociólogo señaló: “El tema no es si Milei toma la decisión como Presidente de hacer una alianza diplomática, el problema es que está participando de una situación de guerra y no estaría mal en el caso de que fuese una decisión tomada por el Congreso”. A su vez, remarcó que, “lamentablemente, el Presidente desconoce la Constitución y se toma atribuciones que tendrán que ser juzgadas”.

El Presidente no puede establecer los alineamientos que está realizando en términos bélicos, apoyando a aquellos países como Israel y Estados Unidos, que son los que votan en contra de Argentina en los foros internacionales relativos a Malvinas”, expresó Elbaum. “En vez de ser neutral, está involucrándose de forma irresponsable, sobreactuando un aspecto ideológico, Milei no entiende lo que son los intereses de nuestro país”, concluyó.

@Perfil.

/Imagen principal: Archivo/

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