Conéctate con nosotros

Sociedad Relatos de Vida

Paola, la sanjuanina de risa contagiosa y corazón noble.

Publicado

En

En estos días en que el tema de la discapacidad está en boca de todos, en lo que la precarización de los profesionales del área está cada vez más latente y la discapacidad es tomada como un gasto desde el estado, las familias que están detrás, o mejor dicho al lado, no desconocen estas situaciones ya que no es la primera vez que las pasan y hacen años que se dedican al cuidado de las personas con discapacidad con el amor y la alegría, sobreponiéndose a cualquier época y gobierno. Desde Ahora San Juan entrevistamos a Paola, una joven que vive junto a sus dos hermanos, uno de ellos con una discapacidad desde recién nacido. Y sortea todos los obstáculos con la risa contagiosa que la caracteriza y desde la fuerza que tiene su espíritu y además es una protectora de animales a quienes también adopta con mucho amor. 

Hace 23 años que vive en Rivadavia con sus hermanos y en un principio vivía con su madre también. “Nosotros somos oriundos del departamento Albardón. Mi papá se llamaba Segundo, conocido como Segundo Flecha y mi mamá se llamaba Trinidad, conocida como la Negra. Cuando sos de tus pagos y no te vas de ahí por mucho tiempo sos conocido por un sobrenombre. Mis padres han sido un ejemplo a seguir, por su espíritu de lucha, por su compromiso con la vida de seguir adelante a pesar de las adversidades.

Paola junto a sus hermanos.

Somos tres hermanos, yo soy la más chica. El mayor se llama Martín, tiene 52 años, actualmente es empleado de comercio, lo que hace que la mayor parte del día no se encuentra en casa, mi hermano que sigue se llama Luis quien tiene una discapacidad. Nació bien pero se intoxicó con el monóxido de carbono a los 45 días de nacido. De ahí se desencadenaron muchos problemas de salud, tiene parálisis cerebral y motriz y a lo largo de la vida se ha ido adaptando a esta sociedad en la que vivimos”.

Paola cuenta que después de ese trágico hecho, llega al tiempo a la vida de sus papás y es recibida con mucha ilusión “Luego vine yo, después de casi 10 años, naci el mismo día de mi mamá. Fue un regalo muy lindo para mis padres, me contaron, porque después de toda la situación que tuvieron que atravesar con mi hermano, con sus problemas de salud, fue una alegría grande, según lo que manifiesta mi familia, fue una alegría grande para ellos mi llegada.

Yo he sido muy apegada con mi papá, desde niña y hasta grande también. Mis padres han sido y siguen siendo un pilar aunque ya no estén vivos, siguen vivos en mi corazón”. 

Paola junto a su hermano Luis.

Frente a una organización social que margina los cuerpos, relacionando a la discapacidad como una tragedia personal y construyendo barreras sociales, culturales, arquitectónicas e institucionales, están las familias, los seres más allegados a las personas con discapacidad, en las que ellos también sufren las miradas y las desatenciones. La familia absorbe todas las responsabilidades que los demás no pueden cumplir, ellos solucionan todos los problemas que surgen del cuidado del ser querido. Paola, nos relata estas decisiones como algo que hizo con mucho amor sobre todas las cosas, “cuando mi padre fallece es cuando decidimos venir a vivir a otro departamento, porque me quedaba cerca de la Facultad donde estudiaba y cerca del Hospital para que lo pudieran atender mejor a Luis, con sus problemas de salud cotidianos. Vivir lejos de la ciudad de San Juan dificultaba el traslado. Para acortar tiempo decidimos venir, si nos gustaba nos quedabamos y si no volvíamos, al comienzo fue difícil como todo lugar nuevo, nos costó adaptarnos pero llegó un punto en el que ya decidimos quedarnos. Mi hermano mayor encontró trabajo en una empresa de electrodomésticos a la venta y yo seguí mis estudios pero dado que mi madre empezó a tener muchos problemas de salud, tuve que abandonar mis estudios y hacerme cargo de mi familia.

Fue un momento muy difícil tener que tomar la decisión de seguir estudiando, trabajando o apoyar a mi familia de una manera más cercana.

No estoy arrepentida de haber abandonado mis estudios para ayudar a mi familia a seguir adelante porque de hecho mi madre se enfermó, falleció y ya hace doce años que los roles en mi familia se invirtieron y yo pase a ser la cabeza de mi casa. Mis hermanos dependen mucho de mi, el amor que yo le tengo a mis hermanos no se compara con otra cosa

Más allá de ser la hermana, soy la mama para ellos dos. Soy feliz a mi forma, a mi manera. La vida me ha dado muchos obstáculos en el camino pero siempre le pongo las fuerzas y las ganas para seguir cuidando de mi hermano”. Y si que Paola, tiene una vida muy intensa y llena de afectos, nos cuenta que tiene muchos ahijados y amigos con quienes mantiene una relación de mucho afecto.

Paola junto a sus sobrinos y amigas.

Pao, como le dicen sus amigos, una mujer noble, divertida, sociable, empática, generosa  juega un papel importante en su familia, pero también para la sociedad. Ella se preocupa por los animales que otras personas abandonan en la calle, los rescata y los adopta y también nos cuenta que los animales le salvan la vida, porque con su existencia y el afecto desinteresado hacen de su mundo, un mejor lugar. “Tengo cinco gatos y cuatro perros, todos rescatados de la calle. Con el que más feeling tengo es con mi gato Micki, los demás se llaman Pantera, Gringa, Sassy y Sombra. Y mis perros se llaman Negrito, Chicoca, Loca y Toby. A lo largo de toda mi vida he tenido muchísimas mascotas, a todas las he cuidado con mucho cariño, me encantan los animales. El perro que recuerdo con mucho cariño es mi perro Tifón, estuvo en mi familia por 18 años, aún llegó de trabajar y recuerdo sus gruñidos, sus ladridos, tengo muchas anécdotas con él. Lo encontré en una acequia llorando cuando era recién nacido y era un perrito gordito, hermoso y con los ojos sin abrir. Me lo encontré junto a mi madre yendo a la farmacia, lo recogí, le di leche en biberón y mucho amor para que sobreviviera. Se quedó en casa y mi mamá lo bautizó como Tifón, la verdad que le hacía honor a su nombre porque arrasaba con todo. Fue un compañero como pocos. 

Yo amo los animales, todos mis mascotas están castradas. Hay que concientizarse con eso y no tirarlos a la calle, todos hacen mi vida especial pero realmente no sabría que seria de la vida de ellos si no los hubiera rescatado. Además,les hacemos un bien a los animales castrándolos y a los vecinos para no tener problemas con ellos”. 

Paola junto a Tifon.
Paola junto a Micki.

Paola ha tenido buenas noticias en este último tiempo, ha podido comenzar a trabajar ya que a partir de muchas gestiones puede dejar a su hermano en una institución. “A lo largo de este último tiempo pude conseguir trabajar. Un trabajo en el que se pudiera coordinar los horarios de trabajo con la disponibilidad que yo tengo a raíz de que a mi hermano hay que cuidarlo todo el día, menos cuando él va a su escuela. La institución a la que él asiste se llama Juan 23, un lugar muy lindo en donde él aprende muchas cosas, ha provocado un cambio en su vida desde que va así que con mi otro hermano somos felices de ver a Luisito aprender tantas cosas.

Él está muy bien ahí y disfruta de muchas cosas nuevas en la institución.

Trabajo en una panadería, en un lugar que me encanta, pertenece a una cooperativa. De hecho cuando fue el encuentro de cooperativas participamos y fue la primera vez que lo hice y me encantó.

El trabajo me ha permitido hacer lo que más me gusta, hacer sociales con todo el mundo, sembrar amistades, me gusta ayudar, así que lo hago con mucho amor. Así que lo hago con mucho amor. Estoy orgullosa de pertenecer a la cooperativa, que pertenece a la UTEP de San Juan.

Paola en la panadería donde trabaja.

Mi dia comienza super temprano, a las cinco de la mañana me levanto, desayuno, preparo la mochila y las cosas de mi hermano para que asista a su Institución, dejo todo listo para que mi otro hermano lo pueda despedir porque yo tengo que irme a las cinco y media porque me tengo que tomar dos colectivos para poder llegar a mi trabajo, ya que la panadería queda en Rawson y me lleva más de una hora de viaje. A las siete viene la movilidad a buscarlo y luego Martin se va a trabajar.

Luego regreso a casa tipo 16 y llego junto con mi hermano a almorzar, así que me tengo que poner a hacer de ama de casa, de mamá, de amiga y de mascotera principalmente”. 

Paola enfrenta una dinámica familiar distinta a la de muchos pero también igual a la de otras tantas familias que en San Juan viven y se sobreponen con mucho valor sobre las injustas condiciones que como gobierno y sociedad presentamos ante las personas con discapacidad. Después de entrevistarla, tal vez convenga preguntarnos ¿cómo serían los vínculos en las redes sociales familiares si el espacio público y las sociedades estuvieran preparadas para las personas con discapacidad?

Sociedad Relatos de Vida

Piloto le propone casamiento a su novia en el lanzamiento del Safari.

Publicado

En

Surgió el amor en Valle Fértil, exactamente en la simbólica largada del evento deportivo Safari Tras la Sierra. Las imagenes se viralizaron rapidamente.

El Safari Tras la Sierra reune afisionados y turistas no solo de San Juan,sino tambien de todo el país y otros paises, miles de personas llegan a la majestuasidad del rio de Valle Fértil para disfrutar los dias de este evento deportivo.

Frente a todas estas miles de personas el piloto sanjuanino Javier Marcial se arrodillo frente a su enamorada, Johana Contreras, para proponerle casamiento.

Continuar leyendo

Sociedad Relatos de Vida

“La profe”: Romina, la multifacética sanjuanina que reluce desde lo educativo y lingüístico hasta lo cultural y artístico.

Publicado

En

Todos los 17 de septiembre es celebrado el Día del Profesor en nuestro país y la conmemoración nace para ensalzar la labor de los docentes encargados de la educación secundaria y superior. La fecha supone un homenaje a la figura de José Manuel Estrada, un reconocido escritor e intelectual argentino que destacó por su gran dedicación y compromiso en la labor de profesor. Desde Ahora San Juan destacamos el relato de vida de la profe Romina.

Romina Pereyra, es una joven que tiene más de una disciplina que la apasiona en la vida. Comenzó siendo Profesora de Educación Física, es intérprete de lengua de señas hace más de una década, y luego se recibió de Profesora de Teatro, al mismo tiempo que practica la actuación en variados personajes y en distintas puestas. Desde Ahora San Juan hablamos con ella, para conocer acerca de estas vocaciones y de su amor por cada una de ellas.

En muchas etapas de nuestras vidas se nos intenta encasillar para una sola actividad o debemos elegir una profesión o vocación. Romina, es un caso muy especial, ella siempre ha hecho y hace todo lo que su corazón le demanda y lo que ha podido cumplir. Es una gran hacedora de sueños, que lucha por ellos. Simpática, organizada, sencilla y sobre todo una buena aprendiz y maestra.

Tiene 39 años, y nos cuenta cómo se fueron relacionando sus carreras y hobbies. ‘’En mi residencia de Eduación Física teníamos una parte, que era la de educación especial, en ese momento se llamaba así, y mi residencia me toca en la Escuela Bilingue de San Juan. Cuando llego a mis primeras observaciones de las clases, me encuentro con un mundo que yo desconocía totalmente, para todo se comunicaban con señas. Me toca el nivel inicial de la escuela y estaba frustrada, angustiada. Yo era la única en la escuela que no sabía señas y no me podía comunicar con quienes iban a ser mis alumnos por un buen tiempo‘’.

‘’El profe de ese entonces, Guillermo Basañez, nos calmó y nos dijo que ya ibamos a aprender. Me pasó las señas básicas para ir aprendiendo a comunicarme y comenzar con las intervenciones de a poquito porque esa era la estructura: observaciones de clases, intervenciones y en un tiempo más daba la clase completa para los chicos‘’.

‘’Comencé a aprender las primeras señas y después busque dónde estudiar porque me encanto. Vi la inmediatez de la comunicación, la repuesta de los chicos. Me enamore de la lengua de señas en esa instancia de mi carrera y comencé e estudiar en la Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional de San Juan cumpliendo con los tres años de estudio. Hasta el día de hoy, me desempeño como profe y como interpréte y año a año me voy actualizando en cuanto a las señas porque van cambiando, incluso con la Pandemia, se agregaron muchas y se van actualizando‘’. Así es cómo nuestra protagonista, logra unir dos de sus grandes pasiones en una sola actividad, tan motivadora como desafiante.

Romina, se recibió de Profesora de Eduación Física en el 2007, trabajó en gimnasios, como profe de pilates y en escuelas estatales. Pero nos dice que tiene una preferencia muy particular que la une con los más pequeños.‘’Trabaje con una franja etaria bastante amplia, pero lo que más me gusta es trabajar con los chicos de primaria. En este momento y desde hace siete años, trabajo en la escuela Timoteo Maradona, en Rivadavia, con chicos desde primer año hasta sexto de la primaria.Siempre cuento que soy una afortunada de trabajar de lo que me gusta, porque amo trabajar con los niños que tienen, para mí, una energía muy especial‘’.

Lo más curioso de esta nota es saber cómo siguió sumando aprendizajes. ‘’Y lo de Teatro tiene que ver con lengua de señas, porque en el estudio de esta lengua, me hice amiga de un joven sordo y el quería estudiar teatro y no podía hacer ningún taller porque no tenía quién lo acompañase, entonces me pregunta si lo quería acompañar y comenzamos en un taller de Marcelo Meyer, que es un genio, no tuvo ningún inconveniente con que estuvieramos los dos y comencé de intérprete y me quedé como alumna. Y así empecé con esta locura del teatro”, expresó la profe.

‘’En el 2017, cuando se abre la carrera, se me ocurrió empezar para incorporar herramientas nuevas a mi carrera de docente. En lo que es Teatro, me ayudó mucho, coseché amistades muy bonitas y me abrió la cabeza, amplie mi mirada.

Y trabajo a veces como actriz también, he actuado en la Fiesta del Sol, en obras independientes, en musicales y creo que es otra cosa más para agradecer a Dios, al universo o a lo que cada uno crea‘’, nos dijo Romina.

Hay dos Fiestas del Sol que han marcado la vida de Romi, una fue ‘’Sueños de Libertad‘’ y la otra fue ‘’Evolución‘’ en la que tuvo un co-protagonico en el que actúo de mamá de un niño y considera que los personajes que les tocaron, tenían una magia muy especial.

Y a nivel nacional, tuvo una participación con una cantante de opera, Claudia Lepez, que hizó la presentación de su libro de canciones de cuna. Se combinó la interpretación teatral y la lengua de señas.

En el 2021, el prestigioso Teatro Nacional Cervantes, a través de su programa Cervantes Educación, lanzó una convocatoria abierta a personas sordas y oyentes de todo el país para su “1er Laboratorio de Actuación. Lengua de señas en escena”, y Romina no dudó en presentarse.

El proceso de postulación, que constó de tres instancias evaluadas por gente experimentada en estos campos, no era sencillo.Romina Pereyra se convirtió en la única sanjuanina dentro de un seleccionado nacional de 20 nombres (pares de Corrientes, Jujuy, San Luis, Buenos Aires, Santa Fe, Catamarca, Tierra del Fuego, Córdoba y Chaco).

Quienes la conocen, pueden definir a nuestra protagonista como empática, apasionada, detallista y muy sociable, es que dónde va deja una huella imborrable. Hoy, se encuentra pasando uno de los momentos más díficiles de su vida: la pérdida de su papá, un papá presente que marcó y forma parte aún hoy de lo que es ella como persona.

Y aún así, en la amabilidad que la caracteriza cuando le preguntamos acerca de sus próximos proyectos, no dudó en respondernos que va a seguir avanzando a pesar de que ahora le cueste pensar en algo por la situación que esta atravesando junto a su mamá, pero que en un futuro próximo desea aprender la técnica de clown y danza-teatro. ” Y un gran sueño pendiente es llevar la lengua de señas al teatro para incluir a la comunidad sorda. Son las dos cosas que me gustaría fusionar y con todas estas herramientas mejorar mi profesión de docente”, nos comentó.

Romina ha logrado mezclar su vocación profesional con sus pasiones y habilidades, sus deseos de desarrollo personal que le han permitido cambiar su mirada en todos los sentidos y también ser una profesora inclusiva. Ella se define como una persona que persigue sus sueños, que insiste para concretarlos y que es muy organizada y calma para lograrlos.

Continuar leyendo

Sociedad Relatos de Vida

El guardián de libros en San Juan. Ricardo Aguilera, bibliotecario de corazón.

Publicado

En

Hoy, 13 de septiembre es el Día del Bibliotecario, para felicitar a todos aquellos que realizan la noble labor de trabajar con nuestros libros, es que retomamos el relato de vida que realizamos a Ricardo, uno de los grandes bibliotecarios que tenemos en San Juan.

Una biblioteca es pilar fundamental para el saber y la cultura de un lugar. Y detrás de una buena biblioteca siempre hay un buen bibliotecario. Los sanjuaninos tenemos ambas cosas por suerte. Desde Ahora San Juan nos acercamos a hablar con Ricardo Aguilera, bibliotecario desde hace más de un cuarto de siglo en la Biblioteca Franklin, la biblioteca popular más antigua de América del Sur.

Ricardo lleva desde el año 1995 trabajando en la Biblioteca Franklin. Veintisiete años, que se dice pronto. La vida entre libros. Bibliotecario es una profesión que no siempre es justamente valorada, pero fundamental para el sostenimiento cultural. Una biblioteca requiere de un gran trabajo humano del que nos beneficiamos todos, Charles Medawar hacía referencia a esto cuando decía: “Los bibliotecarios son casi siempre muy útiles y a menudo casi absurdamente bien informados. Sus habilidades son probablemente muy subestimadas y en gran medida subempleadas”.

Ricardo nació en Las Flores, localidad de Iglesia. Allá empezaron a crear una biblioteca popular.  A Ricardo le quedaba cerca de su casa: “cómo no había nadie que la atendiera, me preguntaron y la atendí yo” nos cuenta. Sin nada, el presidente iba buscando, y con las donaciones que recibieron pudieron empezar con la biblioteca. Poco a poco fueron avanzando y se trasladaron de una piecita a un local más grande, donde es hoy es la Biblioteca de Las Flores, construyeron algunas estanterías e iban creciendo. Les habían donado el terreno, “todo con base a donaciones, todo era trabajo voluntariado de todo el mundo” subraya Ricardo.

“Allá, cuando te conocen, te van a buscar a tu casa hasta los días domingo para que les prestes un libro”, recuerda. Y así, un domingo llega a su casa la Directora de la Biblioteca de la Provincia, estaban censado las bibliotecas populares. Ricardo le muestra la biblioteca y el trabajo que venían haciendo. La Directora le cuenta que existe la carrera y lo anima a estudiarla. El joven se entusiasma, lo habla con sus padres y se viene a San Juan a anotarse para estudiar para Bibliotecario Nacional, hoy Bibliotecología. La Biblioteca de Las Flores no disponía de fondos para pagarle un sueldo, pero haciendo un esfuerzo el Presidente ayudaba cuando podían para pagarle algún pasaje para venir a la Capital.

Ricardo empieza a cursar a distancia. Le resulta complicado. Hay un choque cultural grande en cómo se estudiaba en Las Flores y pasar a la Capital al Colegio Superior Sarmiento. Al segundo año ya se queda en la Capital para seguir con sus estudios. Se esfuerza mucho y llega a formar parte del cuerpo de bandera. No solo eso, sino que de su promoción fue el mejor promedio. Lo que le otorga un premio por parte del Colegio de Bibliotecarios Graduados de la República Argentina, y el viaje a Buenos Aires para recibirlo.

La residencia la realiza en la biblioteca de la Alianza Francesa. Posteriormente a eso, comienza a trabajar en la biblioteca Camilo Rojo. No podían pagarle mucho, “el problema de todas las bibliotecas populares es los fondos”, dice. A veces juntaba un poco más saliendo a cobrar las cuotas a los socios. Es poco tiempo después que consigue entrar en la Biblioteca Franklin, la cual era muy distinta a lo que es hoy.

Empezó como bibliotecario, pero además entre los años 2000 y 2004 fue Vicedirector. Fue una experiencia, reconoce. Aunque después de cuatro años prefirió seguir con su oficio. En el año 2011 lo becan para viajar a Estados Unidos. A través del Departamento de Estado y el Instituto de Educación de EE.UU. lo becan para el programa Bibliotecas y Museos como recursos comunitarios. Primero a visitar la Biblioteca del Congreso en Washington. No solo eso, sino que después visitó otras ciudades con sus respectivas bibliotecas: Kansas, Cincinnati, Wyoming y terminando en Los Ángeles. “Las bibliotecas eran enormes, hermosas. Muy limpias, pero excepto la de Los Ángeles, una biblioteca pública en un barrio chino, en ninguna vi a la gente como acá, estudiando”.

Ricardo es honesto, confiesa que no es un devorador de libros, pero sí que se preocupa en saber de todo lo que puede. Es imposible que hubiese leído todos los libros de la biblioteca, pero si tiene una idea sobre qué trata cada uno, como para poder aconsejar a todo aquel que venga a la Franklin, ya que como decía Borges: “ordenar bibliotecas es ejercer, de un modo modesto y silencioso, el arte de la crítica”.

La Biblioteca Franklin es la biblioteca popular más antigua de Sudamérica. Fundada por Sarmiento en 1866. Son más de 150 años abierta, sin perder ese carácter popular. Con todas las dificultades que ello implica, pero ha podido mantenerse gracias a la labor de personas como Ricardo, que entienden la importancia que tiene para la cultura de San Juan el que una gran biblioteca siga funcionando. Desde que él entro la biblioteca también ha ido cambiando. En el año 2004 finalizaron las obras de remodelación. La Franklin se ha ido acompasando a los tiempos y a las nuevas tecnologías, con las tareas de digitalización y el paso de un servicio tradicional al de biblioteca híbrida, integrando lo físico con lo electrónico.

Hoy cuenta con un gran número de servicios, que pueden consultarse a través de su página web (http://bibliotecafranklin.org.ar/) además de contar con unos 80.000 volúmenes. Hacerse socio es bastante sencillo, la cuota es trimestral y mínima. Tristemente, hoy en día, el libro en nuestro país tiene un precio que acerca la lectura a casi producto de lujo. Para un argentino comprar libros es algo prohibitivo, puesto que no se entiende como una necesidad básica y no hay ningún interés en que leamos y pensemos por nosotros mismos. Gracias al trabajo de personas como Ricardo y sus compañeros existe la Biblioteca Franklin y tenemos la oportunidad de poder leer, expandir nuestros horizontes y generar un pensamiento crítico. Para que se hagan una idea: con lo que sale la cuota de un año entero no alcanza casi ni para comprar un libro nuevo. La biblioteca ofrece todos los libros que uno sea capaz de leer en ese año.

La lucha de una biblioteca popular por mantenerse es ininterrumpida, depende de varios factores. No siempre es fácil, sobre todo si cuenta con empleados. Tal como señala Ricardo, “es lindo crear cosas nuevas, pero después hay que mantenerlas”.

De lunes a sábado uno puede acercarse por la Franklin. Allá estará Ricardo y sus compañeros trabajando. La sala suele estar llena de jóvenes estudiando y simultáneamente los diversos talleres que ofrecen, desde el rincón infantil, ajedrez, teatro, club de lectura, etc. Es un claro de luz en pleno centro sanjuanino. “Siempre imaginé que el Paraíso sería algún tipo de biblioteca”, volviendo a citar a Borges. Nosotros tenemos el nuestro, gracias a Ricardo y muchos otros como él. Ya que, si las bibliotecas son un tipo de Paraíso, Ricardo vendría a ser uno de esos ángeles guardianes.

Tal vez, la profesión de bibliotecario no sea la más deslumbrante hoy en día para nuestra sociedad a simple vista. Al contrario de esto, es una de las más valiosas y necesarias. Por último, los dejamos con la defensa de los bibliotecarios de Umberto Eco: “El libro es una criatura frágil, se desgasta con el tiempo, teme a los roedores, resiste mal la intemperie y sufre cuando cae en manos inexpertas… Por tanto, el bibliotecario los defiende no solo de los hombres sino también de la naturaleza, y consagra su vida contra las fuerzas del olvido, que es enemigo de la verdad”.

Continuar leyendo

Continuar leyendo