El cosecretario general explicitó lo evidente: la central se debate entre el sector dialoguista y quienes promueven una confrontación directa con el gobierno. El actual mandato expira en 2026.

Uno de los cosecretarios generales de la CGT, Pablo Moyano, puso blanco sobre negro sobre la situación que atraviesa la Confederación General del Trabajo y que, en rigor, es un secreto a voces hace ya varios meses.

La conducción de la CGT no ha sido capaz de cumplir con las resoluciones asumidoas en su última reunión de Consejo Directivo del 25 de julio cuando, acompañó el anunció de la ruptura del diálogo con el gobierno con una agenda de plenarios de las regionales y una Comité Confederal para discutir un plan de lucha unificado que nunca se produjo. La CGT se limitó a acompañar las protestas sectoriales de las organizaciones sociales primero y los gremios universitarios después. Fue el sector del transporte el que avanzó con un paro general convocado por ambas confederaciones (la CATT y la UGATT) que, a su vez, resultó debilitado por la decisión de último momento de la UTA liderada por Roberto Fernández de desdoblar la medida postergándola un día para el sector de micros para luego suspenderla.

Ese desacople expuso las diferencias entre los sectores que militan dentro de la CGT y derivó en la renuncia del titular de la CATT, Sergio Sasia que en nombre del diálogo con el gobierno se distanció de Pablo Moyano quien, en su momento, lo había catapultado a la secretaría general a cambio de su apoyo para integrar el triunvirato de conducción de la CGT.

El titular del gremio Camionero en diálogo con la emisora AM 530 manifestó su descontento con el gobierno y reconoció la fractura de la dirección de la CGT. Sin medias tintas señaló que “la CGT está partida de hecho”.

El dirigente destacó lo que ya es evidente y es que existen dos posturas claras estructuradas alrededor de la posición dialoguista con el gobierno encarnada especialmente por Héctor Daer y Andrés Rodríguez y la que él encabeza que, asegura, se inclina por una “confrontación directa” con el gobierno.

El dirigente profundizó su diagnóstico denunciando que “no hay reuniones, no hay debate. Una parte estamos en la calle, la otra parte cree que hay que seguir dialogando”.

Moyano mostró la inviabilidad del diálogo con el gobierno tomando como ejemplo la reciente decisión de desregular el sector de correo y logística, advirtiendo sobre los efectos devastadores que esto podría tener sobre las pymes y sobre los trabajadores del sector: “ayer se anunció la medida de la desregulación del correo, ¿sabés las empresas de correo privadas, que tienen afiliados nuestros, que van a desaparecer? Es alentar el trabajo en negro”. Moyano, según el portal especializado infogremiales.com, detalló que “esto facilita el surgimiento de operadores sin regulación, perjudicando a los trabajadores al eliminar beneficios como el aguinaldo y la cobertura de salud”.

El titular de la CATT, Sergio Sasia, renunció a su cargo por diferencias sobre como vincularse con el gobierno.

El mismo medio destacó que “el dirigente también apuntó contra la Ley Bases, destacando el impacto negativo de la medida en las pymes nacionales ante la creciente invasión de productos extranjeros y responsabilizó a legisladores del propio peronismo por su aprobación”. El cosecretario general expresó en la emisora radial que “la invasión de productos extranjeros está destruyendo a miles de pymes” a la vez que la emprendió contra el peronismo, fuerza política de la cual forma parte: “la CGT hizo dos paros, hizo movilizaciones, los que nos terminaron cagando fueron los diputados del peronismo de Tucumán, de Salta, de Catamarca. Hay que responsabilizarlos”.

Como fundamentación de la necesidad de la confrontación Moyano destacó el paro de transporte en el que, aseguró, quedó demostrado que “hay gente que quiere seguir peleando y defendiendo sus derechos”.

La CGT deberá renovar su Consejo Directivo recién en el año 2026 aunque no se puede descartar que la escisión adelante un desenlace.

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