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Sociedad Relatos de Vida

Nico Leiva, el sanjuanino que lucha contra la obra social por su derecho a la salud.

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Nicolas Leiva es un joven sanjuanino, que en las últimas semanas se hizo viral a partir de un video publicado en sus redes sociales donde exponía el calvario que sufría con su obra social para poder realizarse una importante cirugía ocular. El derecho y el acceso a la salud impedido por el accionar de la obra social. “No entiendo por que hacen esto de desmerecer el derecho a la salud” comenta Nicolás Leiva.

Ahora San Juan se comunicó con Nicolás Leiva para conocer su historia de vida y su lucha interminable contra la obra social OSFATLYF (obra social de la federación Argentina de trabajadores de luz y fuerza)

“Mi enfermedad es glaucoma” comenta Nicolás Leiva y explica que el glaucoma “es una enfermedad congénita que él sufre desde nacimiento. Me la descubren a los tres meses de vida con unos picos muy grandes de presión ocular”. El glaucoma es la presión ocular y afecta el nervio óptico, lo recomendable es entre 10 y 13 de presión ocular en cada ojo. Nicolás comenta que “Cuando me lo detectaron, a los 3 meses de vida, tenia 40 en uno y 50 en otro ojo“.

Ante esta situación, Nicolás explica que “Me operan de urgencia de glaucoma y se normaliza la visión pero en vez de afectarme el nervio óptico me afecto las corneas produciéndome una distrofia” y agrega que “La distrofia actúa junto con el glaucoma comiéndose la célula de la cornea, opacándose e impidiendo que se vea, se van muriendo las células y se va opacando el ojo, con el tiempo es progresivo eso excepto que me lo vaya cuidando con medicamentos”.

Sin embargo, Nicolás explica que a veces “el sistema inmunológico ataca y no lo podemos detener, entonces la única solución al afectar las corneas es un injerto de cornea, en realidad un trasplante de órgano completo, ya que el injerto es solo una parte, a mi me hacen un injerto del campo visual no hace falta sacar toda la cornea”.

Nicolás recuerda que su primer trasplante de corneas fue en el año 1998, cuando apenas tenía 10 años. “Me operan en el año ´98 cuando tenia 10 años de vida y fue el primer trasplante de corneas y siempre tuve la Obra Social Luz y Fuerza que era la obra social de mi papá”

“Con el tema de la Ley de Discapacidad, la obra social me cubre todo al 100% y en aquella época veníamos, desde que yo nací hasta los 10 años, recorriendo todos los médicos habidos y por haber en Argentina porque es muy rara y muy compleja la enfermedad” comenta Nicolás y remarca que “en aquel momento no todo el mundo hacia trasplante de cornea“.

“En el año ´98 la misma Obra Social me deriva a un médico de Buenos Aires” explica Nicolás y con cierta indignación agrega que “Nunca me debería haber hecho un trasplante a los 10 años porque cuando uno es muy joven, los niños tienen las defensas muy fuertes, entonces mi sistema inmunológico trabajó y a los 20 días del trasplante me hizo un rechazo y perdí la visión del ojo izquierdo“.

Estuve 10 años sin ver, mi médico de acá de San Juan, Pablo Larrea, que es mi oftalmólogo, que no es especialista en corneas pero es el que me atendía y me llevaba la enfermedad desde chiquito, me recomendó a la Doctora Adriana Lotfi que era la mejor especialista del país de corneas” comenta Nicolás y remarca que “en el 2008, no todos los oftalmólogos hacían trasplantes de corneas”.

Fue en el 2008 que empezó la batalla contra la Obra Social Luz y Fuerza. Nicolás recuerda que “Empezamos en ese momento la lucha contra la Obra Social Luz y Fuerza para que me reconociera el tratamiento y la atención en el Instituto Saldivar, donde la doctora Adriana Lotfi trabajaba y lo logramos conseguir”. Sin embargo la situación no terminó ahí porque la Obra Social no quiso cubrir la cornea del extranjero.

“En aquel momento en que me operaron en el 2009, mi primer trasplante en el ojo izquierdo que hacia 11 años que no veía, la Obra Social no me quiso cubrir la cornea del extranjero y juntamos plata a través de unos amigos de mi mamá” comentas Nicolás. Los amigos de la mamá de Nicolás se enteraron de la difícil situación y decidieron reunir la plata para que se pueda pedir la cornea en el extranjero. “Esa fue la primera cornea que pudimos pedir porque hacia dos años que estaba en la lista de espera del incucai esperando un transplante de cornea y no llegaba” explica Nicolás y agrega que “Gracias a eso tuvimos la posibilidad de conseguirla”

Nicolás remarca que “La operación del 2009 con la Doctora Adriana Lotfi y el Doctor Juan Carlos Grandin fue un éxito y recuperé la visión de ese ojo, que hacia más de 11 años que no veía nada” y recuerda que “cuando terminé la secundaria no veía casi nada y el proceso hormonal en la adolescencia me comió toda la visión de ambos ojos, sobre todo el ojo derecho que era el que me había quedado en ese momento”.

A partir de ese momento “Empecé a hacer otra vida, me cambio la vida, cambie de hábitos, de cosas” comenta Nicolás y agrega que ” yo estaba preparado para una vida para no ver, para ser una persona ciega y a partir del 2009 para adelante me cambio la vida”.

Sin embargo, Nicolás explica que a partir de ese momento “empezamos la lucha para que la Obra Social me cubra, viendo que había resultado traer una cornea del extranjero para no tener que esperar tanto” y agrega que “en el 2013 pudimos hacer el primer trasplante en el ojo derecho y logramos en ese momento que la Obra Social de Luz y Fuerza nos cubriera la cornea del extranjero también“.

“El primer trasplante del ojo derecho a los 3 meses hizo un rechazo y en la segunda operación que fue el año siguiente, y que también me cubrió todo la Obra Social, a los 6 meses me hizo un rechazo” detalla Nicolás y explica que “Desde el 2015 estuve muy cansado porque tuve cirugía de estrabismo porque tenia visión doble, mi cerebro se había acostumbrado toda la vida a ver de un solo ojo y por eso tenia estos problemas”.

“En 9 años tuve 11 cirugía de las cuales termine agotado mentalmente, emocionalmente, no quería seguir más hasta que pude reponerme y recuperarme”, detalla Nicolás sobre la situación que le tocaba vivir ante tantas cirugías.

Batallar contra la obra social por el derecho y el acceso a la salud.

“En el año 2018 me cambian de obra social, me cambian a la obra social de mi actividad, porque yo seguía con la Obra Social Luz y Fuerza, que es la obra social de mi papá siendo que yo estaba en actividad pero nunca me dejaron de cubrir por eso yo la seguí usando hasta el 2018 que me dieron de baja porque yo tenia mi obra social” explica Nicolás para dar lugar a todo un proceso judicial interminable para poder acceder a los servicios de salud a los que tiene derecho.

“Con UPE (Obra Social Unión Personal) también tuve problemas, porque no me quisieron cubrir entonces decidí cambiarme otra vez a Luz y Fuerza porque ya tenia antecedentes que me habían cubierto todo” comenta Nicolás y explica que “De todas maneras, a UPE le hice un amparo y se lo gane, me pagaron una cirugía que era un trasplante de células limbares que me las donó mi hermano, era un donante vivo en ese momento y después de eso decidí cambiarme a Luz y Fuerza”.

A partir de ese momento comenzó una gran pelea entre Nicolás y la Obra Social Luz y Fuerza “Ahí empezó la lucha, para poder operarme en la primera fecha de cirugía que era en marzo” detalla Nicolás y agrega que la Obra Social “se empieza a negar sistemáticamente e informalmente me decían que como yo no era afiliado al sindicato no me lo podían cubrir, que antes como mi papá había sido afiliado al sindicato, el sindicato había interferido como un favor político, como si la salud fuera un favor”. Ante el reiterativo rechazo de la Obra Social para cubrir las cirugías y los tratamientos, Nicolás encuentra una sola explicación: “Se ve que ya no le vendía, porque ya no era un niño que no veía si no que era un adulto, es lo único que me da a pensar por todo lo que me dijeron y la conducta que tuvo el sindicato y la obra social conmigo”.

Ante esta situación, Nicolás explica que “Decidí no pelear más, no pedir más favores ni rogar por un derecho que la ley me asiste, que la ley me brinda esa cobertura entonces decidí hacer un juicio y empezar con un amparo que va en contra, cuando se vulneran los derechos constitucionales en este caso el acceso a la salud, y una media cautelar que habla de la urgencia de los plazo judiciales y que en pocas horas tiene que resolver” y agrega que ” El Juez me dio lugar y le ordenó a la Obra Social que pagara”. Sin embargo, la obra social seguía negándose a pagar y a cubrir los tratamientos que la salud de Nicolás requerían.

“Le dieron tres días para pagar, fui el último día que tenían para pagar a ver si había novedades y me dijeron que no había ninguna novedad. Al día siguiente fui, la obra social ya estaba en falta y ahí fue cuando me trataron re mal y decidí darlo a comunicar a través de un video publicado en redes sociales para ver si podía conseguir una respuesta” explica Nicolás y remarca que la obra social “pagó recién al 5 día, cuando el Juez le dio 3 días”.

“Yo sinceramente pensé que con esta medida cautelar y este amparo y al haber hecho mediático iban actuar de otra manera pero se ve que no les interesa” señala Nicolás y completamente indignado agrega “No entiendo por que hacen esto de desmerecer el derecho a la salud“.

Nicolás Leiva confiesa que “Ha sido muy dura esa lucha con la obra social, peleando por un derecho que esta reconocido constitucionalmente, está la Ley de Protección Integral de Persona con Discapacidad que reconoce todo lo que es inherente a los tratamientos, que tiene que tener una cobertura al 100% tratamiento, traslado, medicación y ellos se niegan a eso. Ahora esta la Ley de Protección de Personas Trasplantadas que habla exactamente de lo mismo, de la misma cobertura y ellos se siguen negando” y agrega que “hasta el día de hoy me hacen la vida imposible, es una locura lo que están haciendo”.

A pesar de la difícil situación que tiene que vivir a partir del conflicto con la Obra Social Luz y Fuerza, Nicolás Leiva admite que “estoy tratando de enfocarme en mi cirugía que salió bien, me la pude realizar el 14 de noviembre, fui a un control y esta genial. Es mi quinto trasplante y nunca había avanzado tan bien y tan rápido” y para finalizar reconoce que “más allá de todo el mal y de toda la bronca, haber expuesto mi caso y mi vida recibí mucha ayuda de mucha gente que me apoyó y me dio mucha energía para encarar esto de la mejor manera“.

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Piloto le propone casamiento a su novia en el lanzamiento del Safari.

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Surgió el amor en Valle Fértil, exactamente en la simbólica largada del evento deportivo Safari Tras la Sierra. Las imagenes se viralizaron rapidamente.

El Safari Tras la Sierra reune afisionados y turistas no solo de San Juan,sino tambien de todo el país y otros paises, miles de personas llegan a la majestuasidad del rio de Valle Fértil para disfrutar los dias de este evento deportivo.

Frente a todas estas miles de personas el piloto sanjuanino Javier Marcial se arrodillo frente a su enamorada, Johana Contreras, para proponerle casamiento.

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“La profe”: Romina, la multifacética sanjuanina que reluce desde lo educativo y lingüístico hasta lo cultural y artístico.

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Todos los 17 de septiembre es celebrado el Día del Profesor en nuestro país y la conmemoración nace para ensalzar la labor de los docentes encargados de la educación secundaria y superior. La fecha supone un homenaje a la figura de José Manuel Estrada, un reconocido escritor e intelectual argentino que destacó por su gran dedicación y compromiso en la labor de profesor. Desde Ahora San Juan destacamos el relato de vida de la profe Romina.

Romina Pereyra, es una joven que tiene más de una disciplina que la apasiona en la vida. Comenzó siendo Profesora de Educación Física, es intérprete de lengua de señas hace más de una década, y luego se recibió de Profesora de Teatro, al mismo tiempo que practica la actuación en variados personajes y en distintas puestas. Desde Ahora San Juan hablamos con ella, para conocer acerca de estas vocaciones y de su amor por cada una de ellas.

En muchas etapas de nuestras vidas se nos intenta encasillar para una sola actividad o debemos elegir una profesión o vocación. Romina, es un caso muy especial, ella siempre ha hecho y hace todo lo que su corazón le demanda y lo que ha podido cumplir. Es una gran hacedora de sueños, que lucha por ellos. Simpática, organizada, sencilla y sobre todo una buena aprendiz y maestra.

Tiene 39 años, y nos cuenta cómo se fueron relacionando sus carreras y hobbies. ‘’En mi residencia de Eduación Física teníamos una parte, que era la de educación especial, en ese momento se llamaba así, y mi residencia me toca en la Escuela Bilingue de San Juan. Cuando llego a mis primeras observaciones de las clases, me encuentro con un mundo que yo desconocía totalmente, para todo se comunicaban con señas. Me toca el nivel inicial de la escuela y estaba frustrada, angustiada. Yo era la única en la escuela que no sabía señas y no me podía comunicar con quienes iban a ser mis alumnos por un buen tiempo‘’.

‘’El profe de ese entonces, Guillermo Basañez, nos calmó y nos dijo que ya ibamos a aprender. Me pasó las señas básicas para ir aprendiendo a comunicarme y comenzar con las intervenciones de a poquito porque esa era la estructura: observaciones de clases, intervenciones y en un tiempo más daba la clase completa para los chicos‘’.

‘’Comencé a aprender las primeras señas y después busque dónde estudiar porque me encanto. Vi la inmediatez de la comunicación, la repuesta de los chicos. Me enamore de la lengua de señas en esa instancia de mi carrera y comencé e estudiar en la Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional de San Juan cumpliendo con los tres años de estudio. Hasta el día de hoy, me desempeño como profe y como interpréte y año a año me voy actualizando en cuanto a las señas porque van cambiando, incluso con la Pandemia, se agregaron muchas y se van actualizando‘’. Así es cómo nuestra protagonista, logra unir dos de sus grandes pasiones en una sola actividad, tan motivadora como desafiante.

Romina, se recibió de Profesora de Eduación Física en el 2007, trabajó en gimnasios, como profe de pilates y en escuelas estatales. Pero nos dice que tiene una preferencia muy particular que la une con los más pequeños.‘’Trabaje con una franja etaria bastante amplia, pero lo que más me gusta es trabajar con los chicos de primaria. En este momento y desde hace siete años, trabajo en la escuela Timoteo Maradona, en Rivadavia, con chicos desde primer año hasta sexto de la primaria.Siempre cuento que soy una afortunada de trabajar de lo que me gusta, porque amo trabajar con los niños que tienen, para mí, una energía muy especial‘’.

Lo más curioso de esta nota es saber cómo siguió sumando aprendizajes. ‘’Y lo de Teatro tiene que ver con lengua de señas, porque en el estudio de esta lengua, me hice amiga de un joven sordo y el quería estudiar teatro y no podía hacer ningún taller porque no tenía quién lo acompañase, entonces me pregunta si lo quería acompañar y comenzamos en un taller de Marcelo Meyer, que es un genio, no tuvo ningún inconveniente con que estuvieramos los dos y comencé de intérprete y me quedé como alumna. Y así empecé con esta locura del teatro”, expresó la profe.

‘’En el 2017, cuando se abre la carrera, se me ocurrió empezar para incorporar herramientas nuevas a mi carrera de docente. En lo que es Teatro, me ayudó mucho, coseché amistades muy bonitas y me abrió la cabeza, amplie mi mirada.

Y trabajo a veces como actriz también, he actuado en la Fiesta del Sol, en obras independientes, en musicales y creo que es otra cosa más para agradecer a Dios, al universo o a lo que cada uno crea‘’, nos dijo Romina.

Hay dos Fiestas del Sol que han marcado la vida de Romi, una fue ‘’Sueños de Libertad‘’ y la otra fue ‘’Evolución‘’ en la que tuvo un co-protagonico en el que actúo de mamá de un niño y considera que los personajes que les tocaron, tenían una magia muy especial.

Y a nivel nacional, tuvo una participación con una cantante de opera, Claudia Lepez, que hizó la presentación de su libro de canciones de cuna. Se combinó la interpretación teatral y la lengua de señas.

En el 2021, el prestigioso Teatro Nacional Cervantes, a través de su programa Cervantes Educación, lanzó una convocatoria abierta a personas sordas y oyentes de todo el país para su “1er Laboratorio de Actuación. Lengua de señas en escena”, y Romina no dudó en presentarse.

El proceso de postulación, que constó de tres instancias evaluadas por gente experimentada en estos campos, no era sencillo.Romina Pereyra se convirtió en la única sanjuanina dentro de un seleccionado nacional de 20 nombres (pares de Corrientes, Jujuy, San Luis, Buenos Aires, Santa Fe, Catamarca, Tierra del Fuego, Córdoba y Chaco).

Quienes la conocen, pueden definir a nuestra protagonista como empática, apasionada, detallista y muy sociable, es que dónde va deja una huella imborrable. Hoy, se encuentra pasando uno de los momentos más díficiles de su vida: la pérdida de su papá, un papá presente que marcó y forma parte aún hoy de lo que es ella como persona.

Y aún así, en la amabilidad que la caracteriza cuando le preguntamos acerca de sus próximos proyectos, no dudó en respondernos que va a seguir avanzando a pesar de que ahora le cueste pensar en algo por la situación que esta atravesando junto a su mamá, pero que en un futuro próximo desea aprender la técnica de clown y danza-teatro. ” Y un gran sueño pendiente es llevar la lengua de señas al teatro para incluir a la comunidad sorda. Son las dos cosas que me gustaría fusionar y con todas estas herramientas mejorar mi profesión de docente”, nos comentó.

Romina ha logrado mezclar su vocación profesional con sus pasiones y habilidades, sus deseos de desarrollo personal que le han permitido cambiar su mirada en todos los sentidos y también ser una profesora inclusiva. Ella se define como una persona que persigue sus sueños, que insiste para concretarlos y que es muy organizada y calma para lograrlos.

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Sociedad Relatos de Vida

El guardián de libros en San Juan. Ricardo Aguilera, bibliotecario de corazón.

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Hoy, 13 de septiembre es el Día del Bibliotecario, para felicitar a todos aquellos que realizan la noble labor de trabajar con nuestros libros, es que retomamos el relato de vida que realizamos a Ricardo, uno de los grandes bibliotecarios que tenemos en San Juan.

Una biblioteca es pilar fundamental para el saber y la cultura de un lugar. Y detrás de una buena biblioteca siempre hay un buen bibliotecario. Los sanjuaninos tenemos ambas cosas por suerte. Desde Ahora San Juan nos acercamos a hablar con Ricardo Aguilera, bibliotecario desde hace más de un cuarto de siglo en la Biblioteca Franklin, la biblioteca popular más antigua de América del Sur.

Ricardo lleva desde el año 1995 trabajando en la Biblioteca Franklin. Veintisiete años, que se dice pronto. La vida entre libros. Bibliotecario es una profesión que no siempre es justamente valorada, pero fundamental para el sostenimiento cultural. Una biblioteca requiere de un gran trabajo humano del que nos beneficiamos todos, Charles Medawar hacía referencia a esto cuando decía: “Los bibliotecarios son casi siempre muy útiles y a menudo casi absurdamente bien informados. Sus habilidades son probablemente muy subestimadas y en gran medida subempleadas”.

Ricardo nació en Las Flores, localidad de Iglesia. Allá empezaron a crear una biblioteca popular.  A Ricardo le quedaba cerca de su casa: “cómo no había nadie que la atendiera, me preguntaron y la atendí yo” nos cuenta. Sin nada, el presidente iba buscando, y con las donaciones que recibieron pudieron empezar con la biblioteca. Poco a poco fueron avanzando y se trasladaron de una piecita a un local más grande, donde es hoy es la Biblioteca de Las Flores, construyeron algunas estanterías e iban creciendo. Les habían donado el terreno, “todo con base a donaciones, todo era trabajo voluntariado de todo el mundo” subraya Ricardo.

“Allá, cuando te conocen, te van a buscar a tu casa hasta los días domingo para que les prestes un libro”, recuerda. Y así, un domingo llega a su casa la Directora de la Biblioteca de la Provincia, estaban censado las bibliotecas populares. Ricardo le muestra la biblioteca y el trabajo que venían haciendo. La Directora le cuenta que existe la carrera y lo anima a estudiarla. El joven se entusiasma, lo habla con sus padres y se viene a San Juan a anotarse para estudiar para Bibliotecario Nacional, hoy Bibliotecología. La Biblioteca de Las Flores no disponía de fondos para pagarle un sueldo, pero haciendo un esfuerzo el Presidente ayudaba cuando podían para pagarle algún pasaje para venir a la Capital.

Ricardo empieza a cursar a distancia. Le resulta complicado. Hay un choque cultural grande en cómo se estudiaba en Las Flores y pasar a la Capital al Colegio Superior Sarmiento. Al segundo año ya se queda en la Capital para seguir con sus estudios. Se esfuerza mucho y llega a formar parte del cuerpo de bandera. No solo eso, sino que de su promoción fue el mejor promedio. Lo que le otorga un premio por parte del Colegio de Bibliotecarios Graduados de la República Argentina, y el viaje a Buenos Aires para recibirlo.

La residencia la realiza en la biblioteca de la Alianza Francesa. Posteriormente a eso, comienza a trabajar en la biblioteca Camilo Rojo. No podían pagarle mucho, “el problema de todas las bibliotecas populares es los fondos”, dice. A veces juntaba un poco más saliendo a cobrar las cuotas a los socios. Es poco tiempo después que consigue entrar en la Biblioteca Franklin, la cual era muy distinta a lo que es hoy.

Empezó como bibliotecario, pero además entre los años 2000 y 2004 fue Vicedirector. Fue una experiencia, reconoce. Aunque después de cuatro años prefirió seguir con su oficio. En el año 2011 lo becan para viajar a Estados Unidos. A través del Departamento de Estado y el Instituto de Educación de EE.UU. lo becan para el programa Bibliotecas y Museos como recursos comunitarios. Primero a visitar la Biblioteca del Congreso en Washington. No solo eso, sino que después visitó otras ciudades con sus respectivas bibliotecas: Kansas, Cincinnati, Wyoming y terminando en Los Ángeles. “Las bibliotecas eran enormes, hermosas. Muy limpias, pero excepto la de Los Ángeles, una biblioteca pública en un barrio chino, en ninguna vi a la gente como acá, estudiando”.

Ricardo es honesto, confiesa que no es un devorador de libros, pero sí que se preocupa en saber de todo lo que puede. Es imposible que hubiese leído todos los libros de la biblioteca, pero si tiene una idea sobre qué trata cada uno, como para poder aconsejar a todo aquel que venga a la Franklin, ya que como decía Borges: “ordenar bibliotecas es ejercer, de un modo modesto y silencioso, el arte de la crítica”.

La Biblioteca Franklin es la biblioteca popular más antigua de Sudamérica. Fundada por Sarmiento en 1866. Son más de 150 años abierta, sin perder ese carácter popular. Con todas las dificultades que ello implica, pero ha podido mantenerse gracias a la labor de personas como Ricardo, que entienden la importancia que tiene para la cultura de San Juan el que una gran biblioteca siga funcionando. Desde que él entro la biblioteca también ha ido cambiando. En el año 2004 finalizaron las obras de remodelación. La Franklin se ha ido acompasando a los tiempos y a las nuevas tecnologías, con las tareas de digitalización y el paso de un servicio tradicional al de biblioteca híbrida, integrando lo físico con lo electrónico.

Hoy cuenta con un gran número de servicios, que pueden consultarse a través de su página web (http://bibliotecafranklin.org.ar/) además de contar con unos 80.000 volúmenes. Hacerse socio es bastante sencillo, la cuota es trimestral y mínima. Tristemente, hoy en día, el libro en nuestro país tiene un precio que acerca la lectura a casi producto de lujo. Para un argentino comprar libros es algo prohibitivo, puesto que no se entiende como una necesidad básica y no hay ningún interés en que leamos y pensemos por nosotros mismos. Gracias al trabajo de personas como Ricardo y sus compañeros existe la Biblioteca Franklin y tenemos la oportunidad de poder leer, expandir nuestros horizontes y generar un pensamiento crítico. Para que se hagan una idea: con lo que sale la cuota de un año entero no alcanza casi ni para comprar un libro nuevo. La biblioteca ofrece todos los libros que uno sea capaz de leer en ese año.

La lucha de una biblioteca popular por mantenerse es ininterrumpida, depende de varios factores. No siempre es fácil, sobre todo si cuenta con empleados. Tal como señala Ricardo, “es lindo crear cosas nuevas, pero después hay que mantenerlas”.

De lunes a sábado uno puede acercarse por la Franklin. Allá estará Ricardo y sus compañeros trabajando. La sala suele estar llena de jóvenes estudiando y simultáneamente los diversos talleres que ofrecen, desde el rincón infantil, ajedrez, teatro, club de lectura, etc. Es un claro de luz en pleno centro sanjuanino. “Siempre imaginé que el Paraíso sería algún tipo de biblioteca”, volviendo a citar a Borges. Nosotros tenemos el nuestro, gracias a Ricardo y muchos otros como él. Ya que, si las bibliotecas son un tipo de Paraíso, Ricardo vendría a ser uno de esos ángeles guardianes.

Tal vez, la profesión de bibliotecario no sea la más deslumbrante hoy en día para nuestra sociedad a simple vista. Al contrario de esto, es una de las más valiosas y necesarias. Por último, los dejamos con la defensa de los bibliotecarios de Umberto Eco: “El libro es una criatura frágil, se desgasta con el tiempo, teme a los roedores, resiste mal la intemperie y sufre cuando cae en manos inexpertas… Por tanto, el bibliotecario los defiende no solo de los hombres sino también de la naturaleza, y consagra su vida contra las fuerzas del olvido, que es enemigo de la verdad”.

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