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La tecnología: «Una ventana al mundo». Especialistas explican el uso adecuado en menores.

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La tecnología: «Una ventana al mundo». Especialistas explican el uso adecuado en menores.

Hoy las pantallas son un elemento fundamental en nuestras vidas, que influyen de manera positiva y negativa. En este caso, elaboramos un informe sobre el uso en los niños en sus diferentes franjas etarias y socio-culturales. Con la palabra de distintas profesionales, más lo citado en documentos publicados por la OMS (Organización Mundial de la Salud). Todos concuerdan en dos puntos claves: Tiempo y calidad. Al lograr un equilibrio entre ellos, estos nuevos canales resultan beneficiosos para la sociedad .

Desde Ahora San Juan entrevistamos a las Licenciadas en psicología: Julieta Greco (Mat 2409 de Mendoza) y Eva Díaz (MP 737). También a las docentes: Mariela Navarro (Maestra de grado. Auxiliar de Dirección en la Escuela Barrio Franklin Rawson); y Natalia Karam (Docente de nivel inicial). Para una descripción médica tenemos las especificaciones de la Pediatra: Nerina Grimalt (MP: 4724 ME: 220).  

Previo a la pandemia:

En 2019, la OMS publicó el estudio: “Guidelines on physical activity, sedentary behaviour and sleep for children under 5 years of age”. En referencia a los niños menores de 5 años: el tiempo que pueden permanecer frente a las pantallas, hacer ejercicio físico y dormir. Para elaborar las recomendaciones, la OMS estudió 277 artículos médicos y 10 estudios en cinco países con casi 7500 participantes.

Los comportamientos sedentarios, ya sea usar un transporte motorizado en lugar de andar en bicicleta, estar sentado en el pupitre en la escuela, ver la televisión o jugar con pantallas son cada vez más predominantes y están asociados con la mala salud”, indicó la guía. “El sueño también influye en el bienestar físico. Dormir pocas horas está relacionado con el sobrepeso y la obesidad en la infancia y adolescencia, y con problemas mentales entre los adolescentes”, agregó el documento.

Vale destacar que la OMS aclaró que no considera como actividades “pasivas” si el niño está, por ejemplo, imitando los movimientos de baile de un video o hablando con una familiar en otro país por el celular, ya que existe una “interacción”. 

Nueva era pandémica:

Aquí las Licenciadas en psicología dejaron claro que durante épocas de confinamiento aprendimos a valorar este recurso como un bien para sacar provecho y no tanto como una amenaza:

Se trata de tener una herramienta de trabajo, a la vez enseñar sobre su uso y supervisar al niño. Al cual también hay que formar en su educación. Es difícil cuando lo pensamos así. Pero a esto se suma lo social y emocional que se vio herido con la pandemia, donde la tecnología se convirtió en algo muy bonito desde el momento que nos permitió resolver situaciones. Tales como por ejemplo hablar con el abuelo que está solo en su casa y ver qué necesita. Estamos en el camino de aprender a valorar a la tecnología como recurso, somos nosotros quienes debemos manejarla y regularla para conseguir cosas maravillosas. Siempre destacando lo humano. Ésta nunca tiene que destruir nuestro ser y autoestima. Sino acompañarnos desde lo positivo para ser mejores personas y estudiantes”, explicó Eva Díaz.

En este sentido, Julieta Greco agregó: “Los padres tienen que saber enseñar a sus hijos sobre el hecho de que hay un momento para cada cosa, en algunas ocasiones se van a aburrir y deben entretenerse sin causar estragos. Y la pantalla no siempre es la solución, aunque es una realidad que existe. No se puede pretender que un niño juegue al balero cuando tenemos a Netflix o el canal de Disney. Puede hacer uso de estos y está bien. La cuestión es la cantidad de tiempo que le brinda y el motivo por el que lo hace”. Y especificó: “Con límites claros no hace nada, para la escuela o un poco de entretenimiento, por ejemplo. Eso es aceptable”.

En cuanto al segmento educativo, la docente Mariela Navarro dejó su opinión al respecto: Durante la época de virtualidad y presencialidad cuidada en las aulas, nuestra escuela  propuso la realización en casa de diversos juegos de mesa con materiales descartables y preparación de recetas caseras familiares. También la elaboración de slime, que a los niños les divierte. Desde el área de Educación Física se dio para hacer circuitos simples guiados por los padres, juegos con obstáculos y demás actividades lúdicas”.

La doctora Nerina Grimalt, por su parte, recalcó los cambios que trajo la COVID 19: “El uso de pantallas en los 2 últimos años, debido a la pandemia, nos obligó a los pediatras a mudar notablemente nuestra postura. Las recomendaciones internacionales que manejamos siempre, establecían que: un niño menor de 18 meses debía tener 0 exposición a pantallas, de 2 a 5 años hasta 1 hora por día y de 5 a 12 no más de 2 horas por día. Cosa que desde que comenzamos el aislamiento fue absolutamente imposible de mantener”.

Y acá todos nos preguntamos:

– ¿Qué fue lo que pasó?

– “Las pantallas pasaron a ser protagonistas en nuestras vidas desde lo recreativo hasta lo educacional, pasando por los vínculos sociales también. Cambiamos el paradigma, enfocándonos más en la calidad de contenidos y no tanto en el tiempo de exposición. Es necesario proponer actividades recreativas alternativas, no simplemente prohibir”, contestó la pediatra.

La psiquiatra española Marian Rojas, informó en una conferencia (la cual vamos a anexar al final de la nota para quienes deseen verla) sobre el cortisol, la hormona del estrés, la cual sube en situaciones de amenaza ya sea real o imaginaria. Y en base a sus palabras, durante la pandemia hubo “una intoxicación de cortisol”.Todos tuvimos miedo y éste tomó nuestra mente y cuerpo. Se nos cayó el pelo, tuvimos gases, nos tembló el párpado, nos dolía la espalda, nos falló la memoria, no dormimos bien”, explicó. A lo que sumó que aún vivimos en una sociedad intoxicada de esta hormona que genera inflamación en el cerebro y organismo (gastritis, amigdalitis, gastroenteritis). Lo cual derivó en el uso de pantallas que nos alivia y está científicamente comprobado, activando a la dopamina (hormona del placer y las adicciones).

También mencionó a la corteza pre frontal, parte del cerebro que se encarga de la resolución de problemas, la atención y concentración. Y advirtió: “Nuestro cerebro funciona con el mecanismo de lo usas o lo pierdes, y mientras más herramientas externas utilizamos, más se atrofian las internas. Por lo que tenemos que aprender a gestionar la ansiedad. Conocer cómo funciona la pantalla, dominar el dispositivo y no al revés”.

Aparatos tecnológicos, ¿Buenos o malos?

Para una mayor comprensión Greco explicó: “El instrumento es favorable o no según su uso. Estoy de acuerdo con que los chicos manejen la tecnología que tienen a su alcance, solo que todo tiene que ver con los excesos”. Y advirtió: “Si vamos a algún lugar en particular y precisamos que estén tranquilos, tenemos un celular o Tablet y le damos para que juegue o vea algo interesante que lo ayude y estimule, que no sea algo tonto, está bien. Aunque también se puede salir con un libro para pintar o leer, o un juguete para armar”.

La doctora Nerina Grimalt comentó: “Es fundamental que los padres coordinen los tiempos en los que se permanece frente a las pantallas y la calidad del contenido, no es lo mismo que esté viendo un documental a que esté jugando al Fortnite en la play”. Y recalcó: “Hay que acompañar al niño, realizar actividades familiares. De nada sirve apagarle la compu  si yo estoy pegada al celular todo el día, el ejemplo es fundamental”.

Por su parte, las docentes dieron su punto de vista desde la experiencia con alumnos de educación inicial y escolar: Pienso que el manejo de pantallas es algo tan malo como necesario. A los niños los calma, aunque las consecuencias pueden recurrir en problemas de visión, mal habla y cero comunicación. No es malo ni dañino siempre que sea moderado, enfatizó Natalia Karam.

Mariela Navarro concuerda y añadió: “El uso de pantallas excesivo en edades muy tempranas, los afecta además en la concentración, en lo emocional no sólo no permite una correcta socialización, sino que,  limita la empatía e integración con sus pares”. Y sumó: “Cabe destacar que el uso didáctico, guiado por los docentes, de varias herramientas tecnológicas (netbook, proyector, pizarra digital, cámara de fotos) resulta enriquecedor para trabajar contenidos y saberes específicos”.

Efectos colaterales que deja un uso excesivo según todos nuestros entrevistados:  

  • Problemas de atención, ansiedad y adicción.
  • Desarrollo a nivel emocional, intelectual, de memoria, baja tolerancia a la frustración.
  • Dificultades comunicacionales.
  • En los primeros grados se observa obstaculización del proceso natural de alfabetización.
  • Limita y apaga la creatividad.

“El uso prolongado tiene efectos distractores y un poco adictivos, ya que la pantalla a todos nos activa el circuito del placer. Un circuito en el cerebro que te motiva a hacer ciertos tipos de cosas que supuestamente son beneficiosas, el cerebro tiende a buscar eso que da placer ya que al parecer todo lo bueno ayuda a sobrevivir.”, relató la psicóloga Greco.

Y además, afirmó que esto se puede tratar mediante una terapia cognitiva-conductual y resolverlo en familia. “Se pasa por una especie de abstinencia, de alguna manera se les quita el juguete que les da placer. Se estudia la dinámica del hogar para saber qué llevó a eso”, comentó. En este punto, agregó que entiende a los papás que hoy con sus vidas ajetreadas, puedan recaer en el mal uso de estos recursos, y resaltó: “Los padres están muy solos con sus hijos en un montón de aspectos”.

El manejo adecuado, en base a lo descripto por nuestros entrevistados, permite: estimular la memoria, atención, conocimiento, acceder a cosas que brinden una perspectiva del mundo más amplia.

Aunque algunos se quedan afuera: Cabe mencionar que existe un grupo que queda en desventaja ya que no tienen acceso a diferentes tipos de tecnologías debido a su situación socio-económica. “Quienes durante la pandemia no tuvieron acceso a la compu, se les atrasó su nivel educativo. Si no puede buscar, investigar, porque no tiene datos o un buen aparato se atrasa. Y el que no puede ver una buena peli o utilizar un buen juego también tiene falta de estimulación. Hay que siempre ver ambas vertientes “, describió la psicóloga Greco.

Consejos generales:

  • No usar los dispositivos de los papás, tener un aparato propio y adaptado a la edad.
  • Sumar otras actividades como jugar a la pelota, con amigos, trepar a un árbol, etc. Lo que logre desligar ese circuito de placer y que obtenga una mejor búsqueda para divertirse. Intercalar diferentes juegos (incluyendo los tecnológicos).
  • La hiper-elección no es buena. En base a la información brindada por los especialistas citados, es preferible que los niños accedan a una cosa de calidad que a miles de opciones a su alcance.
  • Tener cuidado con el tiempo que se pasa sentado debido al uso de pantallas para evitar recaer en el sedentarismo y obesidad.

¡Atención familias! Prioridades a nunca olvidar: La pediatra Grimalt hizo hincapié en que, pese a todo, es necesario respetar las actividades básicas: comidas en familia, momento para hacer las tareas escolares o del hogar, horarios de sueño. Ya que son las cosas que más se alteran debido al uso excesivo de pantallas.

El diálogo, un pilar esencial. Aquí la médica Nerina resaltó que se trata de un espacio de confianza entre padres e hijos donde exista libertad de expresión de ambas partes. “Que se planteen dudas e inquietudes”, concretó. Y además se refirió al hecho de que hoy en día, podemos encontrar en internet una diversidad de contenido que no siempre está debidamente adaptado para los chicos: “Están expuestos a todo tipo de información, tanto en redes sociales, como en videos musicales, series, etcétera. Y los padres son quienes tienen que estar atentos, brindar herramientas educativas y emocionales para hacer un uso consciente y sano. Sobre todo, en adolescentes”.

Recomendaciones para los más peques:

-Menores de un año:

Colocarlos boca abajo al menos 30 minutos al día, no permanecer más de una hora sujetos a coches, sillas y demás. No usar pantallas (esto lo explicó en detalle la psiquiátra española Marian Rojas, quien afirmó que la corteza pre frontal en un bebe se activa con 3 cosas: luz, sonido y movimiento. Entonces si activamos luz, sonido y movimiento juntos a un bebé, podría luego recaer en trastorno por déficit de atención e hiperactividad, llamado TDH).

Los lactantes de hasta 3 meses deben dormir entre 14 y 17 horas y los de 4 a 11 meses, dormir de 12 a 16 horas al día.

Niños de hasta 4 años:

Hacer 3 horas de actividad física diarias, no estar más de una hora sujetos a sillas y coches, no usar pantallas hasta después de los 2 años, cuando se les permite una hora al día dentro de lo posible. Dormir entre 10 y 14 horas incluyendo siestas.

Indicadores por el mal uso de las tecnologías a tener en cuenta:

Cuando se tornan irascibles, no quieren hacer otras actividades, visitar amigos, ayudar en casa, tener hobbies, pertenecer a un grupo o realizar cosas al aire libre. Cuando ya no existe ni siquiera el contacto visual, no hay inclinaciones hacia el deporte, dificultades corporales de malas posturas. Falta de tonicidad en manos y dedos, no consiguen manejar correctamente elementos como tijeras, marcadores, se rehúsan a la escritura ya que demanda esfuerzo y coordinación. Comen con la Tablet a su lado, algunas veces hay que darles de comer porque no lo hacen por sí solos. El niño o adolescente se siente torpe, su desarrollo motor no es el esperado para su edad.

Consejos para los adultos: Quitar las notificaciones de las pantallas. Ya que según la psiquiatra Rojas, cada vez que las recibimos, nos da como toques a la corteza pre frontal y a la larga la debilitan. “Una persona con voluntad llega más lejos que una inteligente. Debemos eculpir la atención, conectar con la vida real, enfatizó. Y brindó, además, el dato de la oxitocina (hormona de las lactantes, los vínculos y como ella los llama: personas vitamina, con empatía). Ya que ésta baja el cortisol. Como no todos somos lactantes, entonces podemos acudir a los abrazos, las caricias, los besos, que también liberan esta hormona.

Peligros como Grooming (acoso sexual de adulto a menores de edad a través de las redes sociales o medio digital), ciberacoso (intimidación por medio de las tecnologías digitales), sexting (envío de imágenes y videos por dispositivos electrónicos): En base a lo descripto por nuestros entrevistados, los casos en San Juan son alarmantes en todas las edades. Esto se debe a que los chicos están solos en el uso de la tecnología, y los adultos subestimamos ciertas temáticas. “Ese pequeño o adolescente al tener las consecuencias del daño ya no hay vuelta atrás. Hay que prevenir, pedir ayuda, acudir a la ayuda profesional, hacer trabajo conjunto de padres, institución educativa y adultos en general. Debemos ver con quién chatea o se conecta en línea. Suceden más cosas de las imaginadas”, desarrolló Eva Díaz que se especializa en el ámbito educativo actualmente.

Para cerrar, la psicóloga, explicó que muchas veces los papás no tienen registro del uso que hacen de las pantallas a diario: “Muchas veces, se recurre a decir: prefiero darle estos dispositivos un rato para que esté tranquilo, callado y quieto, que no me demande, pelee con sus hermanos o rompa cosas. Y la tecnología es como si llegara a ayudarnos en estos casos. Se volvió una herramienta de crianza, que también trae sus complicaciones con los excesos. Pero no podemos negar las cuestiones positivas al facilitar la comunicación, trabajo y accesos a diversos materiales. Tiene que ser regulado. Hay que establecer parámetros, sin tener miedo al berrinche, a la oposición o frustración. Porque son parte de la crianza y puesta de límites, de ser tutor y ser guías”.

Y reafirmó: “Debemos armarnos de paciencia, palabras, hablar, ser empáticos y educar a nuestros hijos en su camino a la madurez emocional, en cómo se usa la tecnología, las redes sociales, por ejemplo. Pero, sobre todo, siempre dar el ejemplo. Y ser conscientes de que no todo lo vamos a encontrar en google, los adultos debemos recuperar la confianza en nosotros mismos.

A continuación dejamos el video de la psiquiatra Marian Rojas:

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El nuevo resonador redujo de casi tres meses a una semana la demora de turnos

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El nuevo resonador redujo de casi tres meses a una semana la demora de turnos

Funciona a pleno desde hace 4 meses y medio. Achicó de casi 3 meses a una semana la demora.

En el Ministerio de Salud de la provincia están más que satisfechos con el impacto positivo que está teniendo el moderno resonador que a finales de septiembre pasado pusieron en funciones en el Hospital Marcial Quiroga. Entienden que resolvieron una vieja queja que respondía a la larga espera que existía para hacerse un estudio de esta complejidad: cuando sólo tenían el aparato del Hospital Rawson, los turnos de atenciones programadas se daban a dos o tres meses y que resultaba -además de un trastorno- un perjuicio a la salud del paciente. Ahora, con la puesta en funciones del equipo de última generación en el nosocomio de Rivadavia, la espera se redujo a no más de una semana.

En total, desde que empezó a funcionar a pleno el nuevo resonador -modelo Ingenia Evolution 1.5T de Philips- se hacen unos 1.000 estudios por mes para unos 500 pacientes que lo solicitan, explicaron.

Juan Campayo, flamante director del HMQ, indicó que además de achicar la espera, el informe final para el paciente está entre las 24 y 48 horas de realizado el estudio gracias a que, alrededor del nuevo aparato, se armó un equipo de profesionales para agilizar todo.

Los dos resonadores de Salud Pública atienden las urgencias y turnos programados dentro de la semana, y las emergencias de inmediato. “Es un trabajo 24/7 para asistir la demanda de la provincia, tanto de gente que tiene obra social como la que no. Son estudios complejos que requieren tecnología, que la tenemos, y personal para analizar las imágenes”, apuntó Campayo. En el resonador se hacen en su mayoría estudios de cerebro y músculo esquelético, seguido por mama, cardiovascular, abdomen y pelvis.

/DC

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Febrero: hacía 24 años que no se registraban temperaturas tan altas

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Febrero: hacía 24 años que no se registraban temperaturas tan altas

Las altas temperaturas ponen en alerta al sector agrícola. Los cultivos tienen un largo proceso de recuperación e impacta en la calidad del producto

San Juan atravesó una ola de calor extrema, con registros que no se veían desde hace 24 años en un mes de febrero. Según el ingeniero Cristian Albors, integrante del equipo de Cátedra de Agrometeorología de la Facultad de Agronomía de la UNSJ, el lunes 10 de febrero se alcanzó una temperatura máxima de 44°C, un valor que no se había registrado desde 2001, cuando se alcanzaron los 45°C. Esta ola de calor comenzó el jueves de la semana pasada y terminó este lunes, con picos máximos de temperatura

El especialista explicó que en los últimos años las olas de calor en febrero han sido cada vez más frecuentes y prolongadas. «El año pasado tuvimos la ola de calor más extensa, que comenzó en la última semana de enero y se extendió hasta la primera de febrero», indicó Albors.

Desde el punto de vista meteorológico, el especialista detalló que para definir una ola de calor es necesario considerar tres aspectos: la duración, la intensidad de las temperaturas máximas y la frecuencia con la que se repiten estos eventos. En este sentido, destacó que la ola de calor actual superó las temperaturas mínimas y máximas establecidas por el Servicio Meteorológico Nacional desde el jueves anterior.

Impacto en los cultivos
El calor extremo no solo afecta a la población, sino también a la producción agrícola. Albors explicó que los cultivos más afectados son la vid, los olivos y el pistacho. «Las altas temperaturas generan estrés térmico en las plantas, que deben activar mecanismos de autodefensa. En el caso del olivo, por ejemplo, las hojas se cierran hacia el tallo para reducir la exposición solar y minimizar daños», explicó.
Uno de los efectos más notorios de estas olas de calor en la vid es la alteración en la maduración de la uva. «Cuando hay noches cálidas en la etapa del envero, los procesos bioquímicos se ven afectados, lo que provoca una menor acumulación de color y aromas en la uva. Esto puede impactar en la calidad del vino, haciéndolo más inestable y con menor durabilidad», explicó el ingeniero.

Recomendaciones para los productores
Ante la continuidad de estos fenómenos, Albors señaló que los productores pueden tomar medidas preventivas para minimizar los efectos de las olas de calor. «Es muy importante preparar el suelo con suficiente materia orgánica y garantizar un riego adecuado antes del inicio de la ola de calor. Un suelo bien tratado retiene mejor la humedad y ayuda a que la planta enfrente de mejor manera el estrés térmico», indicó.
Finalmente, el especialista destacó la importancia de monitorear los pronósticos meteorológicos y ajustar las prácticas de riego y manejo de cultivos según las previsiones climáticas. «Hoy contamos con información precisa que nos permite anticiparnos y mitigar los efectos de las altas temperaturas. Es fundamental utilizar estos datos a favor de la producción agrícola», concluyó.

/DZ

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China desarrolla modela de inteligencia artificial para predecir ciclones

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China desarrolla modela de inteligencia artificial para predecir ciclones

Científicos chinos han desarrollado un nuevo modelo de inteligencia artificial (IA) para prever la rápida intensificación de los ciclones tropicales. La investigación fue publicada en una revista científica del Instituto de Oceanología de la Academia China de Ciencias.

La intensificación rápida de un ciclón sigue siendo difícil de predecir debido a su naturaleza impredecible y destructiva, según informó Xinhua News Agency, socio de la red TV BRICS.

Aunque la IA se ha utilizado previamente en este ámbito, las técnicas existentes han mostrado altas tasas de falsas alarmas y baja fiabilidad. Para solucionar este problema, los investigadores desarrollaron un nuevo modelo de IA que combina datos satelitales, atmosféricos y oceánicos, logrando una precisión del 92,3 % en pruebas con ciclones en el noroeste del Pacífico entre 2020 y 2021.

El nuevo modelo mejoró la precisión en casi un 12% y redujo las falsas alarmas en tres veces en comparación con métodos anteriores.

Según el autor principal del estudio, Li Xiaofeng, esta innovación no solo mejora la precisión del pronóstico, sino que también fortalece la capacidad de respuesta ante estos fenómenos climáticos extremos, reduciendo sus efectos devastadores.

@TVBRICS

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