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Sociedad Sucesos

La Noche de los Lápices: 48 años después, la justicia reconoció la violencia sexual

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Había sido denunciada desde 1985, pero recién este año un tribunal la dio por acreditada.

En mayo de 1985, Pablo Díaz contó por primera vez ante un tribunal que sus compañeras de la Noche de los Lápices, como se conoce el operativo de septiembre de 1976 en el que secuestraron a estudiantes secundarios de La Plata, habían sufrido violencia por medios sexuales en los campos de concentración de la dictadura. Recién en marzo de este año, cuando se cumplen 48 años de sus desapariciones, la justicia reconoció estos crímenes.

María Clara Ciocchini llegó a La Plata en 1975, escapando de la represión en Bahía Blanca. Ella militaba desde 1973 en la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) y en 1974 había sido elegida delegada del Colegio Nacional de Bahía Blanca. Desde allí había sido una de las militantes que habían resistido la intervención de la Universidad Nacional del Sur (UNS) por parte de Remus Tetu, un hombre ligado a la Triple A.

Cuando llegó a La Plata se hizo amiga de María Claudia Falcone, que había entrado en 1974 al Bachillerato de Bellas Artes. María Claudia también era delegada y militaba en la UES. Venía de una familia con tradición peronista: su padre, Jorge Ademar Falcone, era médico y había sido intendente de La Plata.

Como la represión ya venía golpeando a Bellas Artes desde abril de 1976, María Claudia decidió dejar su casa y mudarse al departamento de su tía abuela en la calle 56 al 586. En la noche del 16 de septiembre de 1976, María Clara se había quedado con ella. Una patota las secuestró a ambas. En ese momento, María Claudia acababa de cumplir 16 años y María Clara tenía 18.

Las chicas pasaron –como el resto de las víctimas de la Noche de los Lápices– por el Destacamento de Arana. Después de unos días, los separaron: algunos fueron trasladados al Pozo de Quilmes y otros al Pozo de Banfield. Ellas, Claudio de Acha, Daniel Racero, Horacio Ungaro, Francisco “Panchito” López Muntaner y Pablo Díaz fueron llevados al Pozo de Banfield. Solo Díaz sobrevivió de ese grupo.

En el Juicio a las Juntas, Pablo Díaz relató que María Claudia le había comentado, con mucha angustia. que había sido violada y contó un episodio en el que María Clara había sido manoseada por los guardias en el Pozo de Banfield. Debieron pasar 47 años para que un tribunal hiciera lugar al pedido de la fiscalía para que esos delitos se juzgaran –y condenaran.

Seis represores fueron acusados por los delitos sexuales que sufrieron María Claudia y María Clara: Juan Miguel Wolk (jefe del Pozo de Banfield), Jorge Antonio Bergés (médico de la policía bonaerense), Jaime Lamont Smart (ministro de Gobierno bonaerense durante la dictadura), Federico Minicucci (jefe del Regimiento de Infantería Mecanizada 3 de La Tablada), Guillermo Domínguez Matheu (Destacamento de Inteligencia 101 de La Plata) y el comisario Luis Horacio Castillo.

Todos ellos fueron condenados a prisión perpetua en marzo de este año en el juicio de las Brigadas –Quilmes, Banfield y Lanús-Avellaneda. En julio, los integrantes del Tribunal Oral Federal (TOF) 1 de La Plata –Ricardo Basílico, Esteban Rodríguez Eggers y Walter Venditti– dieron a conocer los fundamentos de su fallo. Allí puede leerse que el Poder Judicial argentino finalmente reconoció la violencia sexual que sufrieron María Clara y María Claudia. “Falcone fue víctima de abuso deshonesto y abuso sexual con acceso carnal, en tanto que Ciocchini fue víctima de abuso deshonesto. Ambas permanecen desaparecidas”, resaltaron.

“El Ministerio Público Fiscal viene trabajando desde hace muchos años en solicitar que se incorporen y que se visibilicen las violencias por medios sexuales, que sufrieron mayoritariamente las mujeres cis y trans en el momento de estar en centros clandestinos de detención, tortura y exterminio. Respecto de lo ocurrido en la Noche de los Lápices, si bien se juzgó en otras oportunidades, nunca se había incluido entre los hechos a juzgar las violencias por medios sexuales sufridas por quienes en ese momento eran niñas o mujeres muy jóvenes”, explica la auxiliar fiscal Ana Oberlin.

“Es importante destacar que la fiscalía de La Plata viene desde hace más de una década haciendo estos pedidos en la instrucción, sobre todo, para que se incluyan estas violencias. No siempre han tenido acogida favorable en los juzgados o en los tribunales, pero lo importante es que, sobre todo a partir del fallo Martel de la Corte Suprema, esto está cambiando. Una de las cosas más importantes de Martel tiene que ver con que los jueces dijeron que el reproche penal que se le hace a una conducta es relevante. No es lo mismo condenar solamente por torturas que incluir las violencias por medios sexuales, porque justamente el reproche penal tiene que ver con la mirada social que hay sobre los delitos también. Y en este caso es muy importante visibilizar todas estas violencias que durante muchos años permanecieron o invisibilizadas o fueron minorizadas por el sistema de justicia, que no tomaba justamente estos hechos como algo independiente de las torturas y como delitos particulares por los cuales también se debía sancionar a quienes participaron en el terrorismo de Estado”, remarca Oberlin.

@Página12.

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Irlanda se prepara para exhumar casi 800 bebés y niños muertos

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A 11 años de la denuncia sobre el ocultamiento de los maltratos y las muertes de niños en albergues católicos para madres y embarazadas no casadas, Irlanda se prepara para desenterrar a las víctimas.

Este lunes en Irlanda comenzaron los preparativos para exhumar 796 niños y bebés de una fosa común descubierta hace más de 10 años en donde funcionaba un antiguo albergue religioso para madres solteras y embarazadas no casadas cerca de Dublin.

Los desentierros comenzarán a realizarse desde el próximo mes de julio, pero el tema ya tiene más de 10 años en la agenda pública local. Es que en 2014 la historiadora irlandesa Catherine Corless comprobó que muchos niños (desde recién nacidos hasta los 9 años) fallecieron en el albergue religioso Santa María del Buen Socorro de Tuam, en la ciudad de Galway, a 200 kilómetros de la capital del país europeo.

La búsqueda comenzada por Corless certificó que los cuerpos habían sido enterrados en la antigua fosa séptica de la institución. A pesar de la destrucción en 1972 de este espacio que trabajaba con madres embarazadas no casadas, la fosa séptica se mantuvo intacta en las últimas décadas.

Los primeros datos

Luego de la alarma encendida por la historiadora, se encontraron restos de bebés humanos allí entre 2016 y 2017. Por este motivo el gobierno irlandés llamó a la creación de una comisión nacional de investigación que develara los maltratos contra las madres y sus niños causados en estos hogares.

Los resultados de la comisión fueron expuestos en 2021 y destacaron que había niveles «alarmantes» de mortalidad infantil en este tipo de albergues. Estas instituciones existieron en Irlanda desde 1922 a 1998, por ellas pasaron 56 mil mujeres y 57 mil niños y fallecieron 9000 chicos.

Las mujeres embarazadas por fuera del matrimonio eran enviadas a estos hogares por pedido del Estado nacional irlandés y de la Iglesia Católica, que eran los mismos que gestionaban estos espacios. En estos lugares las mujeres daban a luz a sus hijos y luego eran separadas de ellos, quienes finalmente eran dados en adopción.

«Cuando comencé este proyecto nadie me quería escuchar. Suplicaba: saquen a los bebés de estas cañerías, hay que ofrecerles el entierro cristiano digno que se les negó» explicaba Corless, la historiadora irlandesa de 71 años.

La historia del terror irlandés

El lugar sobre el que Catherine Corless encontró los cientos de certificados de defunción era llamado «El Hogar», fue dirigido desde 1926 hasta 1961 por las monjas de la hermandad Bon Secours y pretendía recibir a las madres solteras que necesitaran ayuda. 

Sin embargo, la historiadora argumentaba ya en 2014, año en que comenzó a descubrirse esta verdad, que el gobierno de Irlanda ocultaba al menos 4000 certificados de defunción de los bebés que pasaron por este albergue y que fueron enterrados en fosas sin identificar. Si bien se habían descubierto restos humanos en ese lugar en 1975, no fue hasta la denuncia de Corless que se relacionaron ambos hechos.

En los documentos a los que accedió la historiadora ya se advertía que la mayor parte de la mortalidad infantil encontrada había ocurrido por tuberculosis, infecciones, partos prematuros y defectos de nacimiento. Sin embargo, una inspección gubernamental de 1944 ya había destacado la malnutrición en varios de los 271 chicos que habitaban el lugar junto a sus 61 madres solteras.

Además, cabe aclarar que estos no habrían sido los únicos maltratos que tuvieron lugar en estos centros religiosos. Algunas monjas emprendieron un camino de negocios privados, como el de las Lavanderías de la Magdalena, que funcionaron entre 1922 y 1996, donde varias mujeres padecieron un régimen de semiesclavitud y abusos.

Un informe oficial del 2013, año anterior al de los primeros descubrimientos de Corless, indicaba que las principales causas por las que las madres solteras acudían a estos lugares eran el rechazo de padres adoptivos, abusos familiares, deficiencias físicas o psíquicas, actitudes «inmorales», pobreza y orfandad.

Si bien en su momento los líderes religiosos de Galway negaron conocer lo sucedido y se comprometieron a recaudar fondos para homenajear a los 796 bebés fallecidos con un monumento, el único que fue certero en sus dichos había sido el arzobispo de Dublin, Diarmuid Martin.

El responsable de la arquidiócesis de Dublin advirtió que “si no se establece una investigación sobre las cuestiones de gran preocupación que rodean este asunto, será importante que se desarrolle un proyecto de historia social que ofrezca una imagen precisa del papel desempeñado por esas casas de acogida”.

/P12

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Reportan más de 100 fallecidos en un accidente aéreo en la India

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Un avión de pasajeros se estrelló en una zona residencial cercana al aeropuerto de la ciudad de Ahmedabad en la India, informó el portal de noticias ‘ABP’. De acuerdo con autoridades locales, unos 242 pasajeros estaban a bordo. Según reportes, más de 100 personas se fallecieron.

El Boeing 787 Dreamliner siniestrado llevaba más de 200 personas a bordo, reportó la cadena NDTV. El avión, que supuestamente pertenece a la compañía Air India, realizaba un vuelo de Ahmedabad a Londres, pero se estrelló durante el despegue, detalló.

Según datos preliminares, al menos 133 personas murieron en el accidente aéreo. Hay sobrevivientes del accidente, informa el canal NDTV, publicando videos de las víctimas llegando al hospital.

Ente las víctimas mortales podrían estar más de 20 estudiantes, ya que la aeronave cayó sobre el techo de una residencia para médicos, precisa la agencia de noticias ANI.

«Se cree que más de 20 estudiantes murieron en un accidente aéreo en Ahmedabad. El avión se estrelló contra el edificio de la residencia de la Facultad de Medicina BJ», escribe la publicación.

Las autoridades de aviación indias confirmaron que 242 personas, entre ellas dos pilotos y 10 miembros de la tripulación, se encontraban a bordo. Los pilotos hicieron una llamada de auxilio al control aéreo, poco después del despegue, indicaron.

«Había un total de 242 personas a bordo del avión, incluidos dos pilotos y 10 miembros de la tripulación. El vuelo estaba comandado por el capitán Sumeet Sabharwal y el primer oficial Clive Kundar. El capitán Sumeet Sabharwal es teniente coronel, con 8.200 horas de vuelo. El copiloto tenía 1.100 horas de vuelo», informaron.

Mientras tanto, la empresa Air India confirmó que la aeronave accidentada le pertenece. A bordo del avión viajaban 169 indios, 53 británicos, siete portugueses y un canadiense, detalló la aerolínea.

La señal del avión estrellado desapareció «menos de un minuto» después del despegue, precisa el portal Flightradar24.

/Sputnik

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Picada mortal de Ruta 40: las cámaras del CISEM muestran la carrera ilegal y cómo pasa en rojo la conductora del auto

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La mujer que chocó con el motociclista Máximo Tanten, Natalia Colquer, será investigada por homicidio culposo agravado. Mientras que el otro motorista, Ezequiel Garay, por realizar picadas ilegales con la víctima fatal.

Un vídeo de las cámaras del CISEM confirma lo que los investigadores venían sospechando de la tragedia en calle Mendoza y calle 10 en Pocito. Esta tragedia ocurrió en medio de una picada ilegal. Dos personas quedaron en la mira de la Justicia: Natalia Colquer por el delito de homicidio culposo agravado por pasar en rojo. Mientras que, Ezequiel Garay, por hacer picadas ilegales.

Además de confirmar que se hacía una carrera ilegal, las cámaras también muestran que Colquer (conductora del Honda Fit) pasa el semáforo en rojo, es decir, que paso en un momento que no debía hacerlo.

/SJ8

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