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Sociedad Relatos de Vida

Iván Manrique: El sanjuanino que transmite en su obra la nostalgia, la identidad y los afectos. “Dibujar es pensar”.

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Ahora San Juan entrevistó a Iván Manrique, una importante figura del mundo del arte de la provincia, que también estuvo siempre relacionado al diseño gráfico. Se autodefine como sencillo, un hombre común, que es papá, esposo, hijo, tío, nieto, etc. Y resaltó: “Tengo una marcada dependencia con la familia y los afectos, eso me moviliza y me mantiene vivo. Creo y cuido la amistad. En lo profesional soy un trabajador de las artes visuales. Como dice Victor Jara: ‘El tiempo dirá si soy un artista o no‘, me levanto todos los días pensando qué puedo hacer de nuevo para ampliar mi obra, qué puede gustarle a la gente y cómo poner en valor ciertas cosas que muchos no ven“. Manifestó que trabaja primero al dibujo como boceto, como estructura de pensamiento, y que desde ahí parte hacia el mural, el grabado o la pintura de caballete. “Lo que más me gusta del arte es la vida misma, la expresión que generan las personas cuando accionan en el teatro, la música, pintura, danza, escritura y el arte en general” argumentó, junto a su idea de que: “Las artes visuales funcionan como documentos históricos”.

Entre las herramientas que usa están: bastidores con acrílicos, técnicas de facturas de pincel y fondos aerografiados, con el dibujo siempre presente. Donde usa tinta, grafito, sepias, sanguinas, carbonillas y acuarelas con las que combina los colores. Y tiene una disciplina favorita: “El mural”. “Me gusta mucho y más si está en la vía pública, esa obra empieza a mutar y a lograr con el contexto otro impacto diferente a las que están en una galería, museo o sala de exposiciones“, determinó. Aquí trabaja con látex acrílico y pincel rodillo, “aunque sobre todo la aerografía“, indicó.

“La rebelión de las masas”, no es sólo un libro de José Ortega y Gasset, sino que puede aplicarse en este caso a lo que un mural callejero significa dentro de la sociedad: En este sentido, Iván alegó que una vez que el artista lo deja en una calle, pared o cualquier entorno social; éste empieza a formar parte de su arquitectura y transeúntes. “Hace que exista un nexo con esos pasos arquitectónicos que hoy están plasmados en la comunidad. Las personas que pasan se apropian tanto del lugar como de ese mural. Accionan y reaccionan contra eso (de buena o mala manera). Y todo tiene su justificación. Es la disciplina que tiene un impacto más directo, deja de pertenecer al artista y se convierte en propiedad de ese entorno. Los murales comunitarios, son importantes porque se convoca a un grupo de personas donde se lo pinta, entonces toma otro sentido”.

Yendo al eje de este relato de vida, podemos decir que si se quiere indagar en el sentido de identidad y riqueza científica, turística y paisajística de San Juan, indudablemente tenemos que hablar de Jáchal y de nuestro Parque Provincial de Ischigualasto. Y, justamente, éstos son dos lugares que hacen al Iván Manrique con el que conversamos en una tarde cuyana tranquila:

Cuando uno camina por las calles jachalleras o visita al que fue declarado sitio del patrimonio mundial por la UNESCO junto al Parque Nacional Talampaya; encuentra no sólo a un gran mural hecho por él en el centro de su ciudad de origen o la fantástica muestra pictórica: “Archipiélago de Adobe- Vestigios de Ischigualasto” que está abierta al público en el Parque hasta el día 14/08. Sino que se trata de su pueblo natal, su historia, tradición, el sentido de arraigo sobre su tierra. “Eso pasa muy a menudo cuando uno dice que es de Jáchal. Uno se siente de ese lugar y no de otro“, tal como Manrique lo explicó. Mientras que en el “yacimiento de fósiles más importante del mundo” nos topamos con “uno de los lugares que Iván más quiere en el planeta y en la galaxia“. Así es como se ingresa al corazón de un verdadero artista y de un sanjuanino nato, recorriendo espacios y momentos en los que dejó su sello.

Eoraptor Lunensis, de la serie Vestigios de Ischigualasto.

El arte es la rebelión del hombre ante la malvada estupidez de los sucesos cotidianos“, según las palabras que Iván citó de Alejandro Dolina para dar inicio a su descripción personal sobre las Artes Visuales, aquellas que adoptó como forma de vida. “Lo vengo haciendo desde niño, siempre vinculado y atraído por el dibujo y la pintura“, relató. Aunque las conoció en profundidad cuando empezó a estudiar en la Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes. Las cuales dejó y retomó en 2015, cuando comenzó a generar obras para participar en concursos. Luego, contó que arrancó haciendo murales con aerosoles, algo que continuó hasta la actualidad: “Elegí este camino porque siento que es a donde pertenezco. Es lo que me hace bien y me gusta, tengo un sentimiento enraízado con la producción de obras y pinturas“.

Así fue como se fundó este romance sin fin con su obra de arte. “Es como una relación, donde hay primero un deseo de hacer algo, luego un camino en el que juega esa instancia de conocerse e ir desenvolviéndose. A veces se sufren desengaños, uno se enoja, la abandona, la retoma. La obra posee una dinámica propia y va por el camino que ella quiere. Se sufre, se ama, está ese amor-odio, llega el enamoramiento y el desamoramiento. Hasta que uno debe tomar una decisión: se deja, queda guardada, se repinta o se encuentra lo que quiere. Y eso viene de la mano del amor“.

En toda expresión artística no es posible dejar de nombrar a este sentimiento. Y en esto coincidió este maestro de trazo mágico, que recalcó: “Tiene mucho que ver en la producción de una obra desde el amor por lo que se hace y se quiere comunicar“. Aunque también agregó: “No todas transmiten algún sentimiento traído desde el corazón, hay casos donde generan un impacto terrible en el observador. Con relatos históricos y de experiencias personales“. Sin embargo, dejó en claro que las emociones están muy vinculadas, de una u otra forma. “En lo personal, el amor es un ingrediente que ocupa un lugar muy importante (por la historia, pasado, presente y proyección en el futuro. Y por la familia, otros artistas, profesores, maestros y la vida misma)“, reflectó.

Lo valioso que tiene una obra de arte es la unicidad“, advirtió su creador enamorado. Y explicó que esto se debe al hecho de ser un objeto único e irrepetible, concepto que se da también en las series. “Cuando uno arma una exposición, no se hacen cuadros aislados, sino que todos funcionan juntos, tienen un soporte en la totalidad. Pero puntualmente lo significativo es que conecta al observador para que éste termine de cerrar la obra, la cual sin el aporte del público queda abierta”, reveló. Y agregó: “El espectador tiene un rol muy importante, y eso me parece un pensamiento mágico, una observación muy interesante”.

Las artes visuales engloban también las esculturas, perfomances, video-artes, el arte conceptual, la fotografía, collage, etc. Pero lo más relevante a remarcar, según Iván, es que: “Todo cuenta algo de un momento o de un contexto de la historia, del lugar y tiempo de la persona que lo ejecutó “. Además recordó que es una de las manifestaciones más destacadas para los seres humanos, donde “entra a jugar la estética de las sociedades, que algunos admiran, coleccionan, otros profanan, destruyen o sólo observan”. Al hablar del arte en su vasto espectro, Manrique confesó que la música es su soporte o plataforma para conseguir trabajar en algo: “Siempre está presente: ya sea rock, instrumental, chill out, clásica, flamenco. Tenemos un amplio abanico de sonidos con fácil acceso a ellos a través de internet. Sin música no existo, no podría hacer lo que hago“.

Cabe mencionar que “San Juan está muy bien plantada con respecto a las artes visuales“, según este apasionado por ellas. Tenemos al Museo Provincial de Bellas Artes Franklin Rawson, uno de los más importantes del país por su estructura edilicia y la calidad de la obra que alberga y transita. Gracias a este lugar pude conocer obras de artistas de diferentes partes del mundo: más antiguos o clásicos, como también más modernos. Es un punto neurálgico en esta área“. Y en consecuencia, Iván indicó qué es lo que más le gusta de nuestra provincia:La gente, la idiosincracia, el sol tanto en la ciudad como en el campo, amo la montaña, me gustan sus vinos, su olivo, los sabores, los aromas y los lugares turísticos que tenemos, como Ischigualasto, Jáchal, Barreal , los obstervatorios, la cordillera, los departamentos vinculados a manifestaciones de pueblos originarios. Me gustan hasta palabras como: Angualasto, Pismanta. Soy un amante de mi provincia, me parece que es el lugar más lindo del mundo hasta con su viento zonda“.

Molino Viejo de la serie Archipiélago de Adobe.

Hay artistas sanjuaninos que están teniendo éxito por diferentes lugares“, advirtió. Y entre ellos nombró: al ya fallecido Mario Pérez, Eduardo Ezquivel y Alberto Álvarez. Sin embargo, en este sentido, expresó su deseo de mejorar la visibilidad de los artistas en general. “Me gustaría que los artistas emergentes tuvieran la posibilidad de salir a otras partes y no solo en CABA. Como a la Patagonia, Santa Fe, Tucumán, Jujuy, Córdoba. Quisiera que sea un poco más federal el tema y no tan concentrado en Buenos Aires. San Juan en las artes visuales está en expansión, en crecimiento exponencial, y en condiciones de salir del país y al mundo“.

A la mitad de la nota, no hace falta repreguntar mucho para alcanzar el alma de este sanjuanino, empezando por Jáchal. Donde su principal emoción aflora: La nostalgia, y casi entre suspiros nos contó: “Hay un sentido de identidad muy fuerte. Ha sido cuna de muchos músicos, escritores, artistas, pintores, se valora a la cultura“. Aquí, añadió que se inculca desde niño aprender sobre sus orígenes: “Saber que existe un monumento histórico que está frente a la plaza: el Santuario Arquidiocesano San José de Jáchal. Que desde ahí partió la comisión de San Juan hacia Tucumán a declarar la independencia en 1816, y que tiene adentro un Cristo negro hecho en cuero por los pueblos aborígenes”. A lo que sumó: “Jáchal, en su trazo fundacional con sus casonas coloniales de más de 200 años no pasa desapercibida por quienes la transitan y viven. Es uno de los pocos lugares donde hay un estilo arquitectónico de art decó sobre adobe. Tiene un centro como plaza que existe desde su fundación y que se mantuvo erguido hasta la actualidad. Donde hay una escultura de Francisco Narcizo Laprida hecha por Lola Mora, que fue restaurada por especialistas desde hace un poco mas de 10 años. Las cosas toman otro valor en este pueblo cálido, con mucha diversidad. Jáchal es también ese luchador que se revela y es lo que le da el toque distinto”.

Casona con Compuerta De la serie Archipiélago de Adobe.

De hecho, la experiencia artística más emotiva que tuvo fue: “pintar un mural en el centro de este município, a una cuadra de la plaza, con el acompañamiento y colaboración de otro artista visual amigo, Federico Peralta“. Acá hizo una pausa en su relato y lo recordó: “El pueblo se revolucionó, se acercaban para vernos pintar. Eso me dio mucha fuerza y sentí un gran amor en esos días, por pertenecer al pueblo, haber nacido ahí. Fue una situación especial, por el cariño que recibí de todos en general. Nos ofrecían almorzar en sus casas, guardar las herramientas, si necesitábamos algo ir a buscar, nos traían agua, tortitas jachalleras, me sentí muy acompañado y valorado por la gente“.

Pero en su corazón, no sólo hay lugar para quien lo recibió cuando llegó al mundo. Sino también, para el que eligió como refugio seguro al crecer: Parque Provincial Ischigualasto. Esta cuenca triásica, en conjunto al Parque Nacional Talampaya, alberga manifestaciones prehistóricas, históricas, pre y póscolombinas. “Tiene una extención de 73 mil hectáreas aproximadamente, con un área no tangible que se declaró patrimonio del sitio mundial y antes patrimonio natural de la humanidad. UNESCO va modificando rangos“, comentó. Y además, contó acerca de los circuitos turísticos tanto diurnos como nocturnos que tiene disponibles para conocerlo: “Por un lado está presente la parte científica y de investigación, con lo geológico y paleontológico y por otro lado lo histórico, con las manifestaciones de pueblos originarios y marcas de arrieros en las piedras que desde mediado de 1700 empezaron a transitar ese lugar con destino a Huaco, Jáchal y Chile“. Resaltó de Ischigualasto, que tiene una importante “riqueza turística por las geoformas, los paisajes y alrededor de 40 millones de años del período tríasico para descubrir“, podría decirse que es toda una obra de arte natural.

Fósil de la serie Vestigios de Ischigualasto.

Otros lugares que recomendó visitar son: Luego del Museo Provincial de Bellas Artes Frankiln Rawson ubicado en avenida Libertador junto a la Legislatura Provincial, “la Estación San Martín, la cual engloba obras, concursos y exposiciones de diferentes artistas. El Monumento al Deporte de Carrieri, la escultura de Lola Mora en la plaza principal de Jáchal. La casa de Santiago Paredes, un pintor muy importante sanjuanino. Junto a una serie de museos fuera del arte, como el de Ciencias Naturales, y el de la Historia Urbana“.

¿Cuáles son tus referentes y artistas favoritos?, preguntamos.

-“El mendocino Carlos Alonso, pienso que es un tipo fuera de serie en el dibujo y también en la pintura. Tiene un gesto espectacular. Me gusta mucho la pintura, el dibujo y el gesto de Santiago Paredes, nuestro acuarelista y dibujante sanjuanino, me llega muy al corazón. Me hubiese encantado poder conocerlo. Alejandro Ozzi Carrizo, un dibujante sanjuanino amigo. Tiene mucha fuerza su dibujo. Alejandra Carabante, es una referente de nuestra provincia de la región y ya seguro del país, que expresa lo autóctono, lo cotidiano. Manifiesta cosas en sus obras como nostalgias, sentimientos, momentos que son plasmados en los personajes y entornos que dibuja. Tiene un relato propio regional, de mito, de leyenda y una majestuosidad en el dibujo que a mí me conmueve. Después hay otros artistas del mundo como: Alberto Durero que es un referente muy importante en la historia del arte, el pintor francés Théodore Géricault. También me gustan mucho los grabadores. Hace poco pude conocer la obra de un belga que vivió en Mendoza, Victor Delhez. Es un tipo de otro mundo. De Argentina, me encanta Eduardo Sívori en la pintura, Ricardo Carpani, Ernesto de la Carcova, Juan Carlos Castagnino, Lino Enea Spilimbergo, entre otros”.

Compuertas de Riego de la serie Archipiélago de Adobe.

Dibujar es pensar“. Para ir cerrando, Manrique que también está ligado a su actividad educadora desde diversos talleres que brinda, describió a su primer amor (el dibujo) como: “Una representación directa de la imaginación. Es conceptualizar, es pensar. Y acá citó a Paul Klee: “El arte hace visible lo invisible“, para describir lo que a él le pasa cuando agarra un lápiz, una carbonilla o tinta. “Empiezo a jugar con las formas plásticas, con el punto, la línea y estos elementos que voy construyendo. Creo una dinámica propia, armando el concepto de lo que quiero plasmar y lo hago visible a través del dibujo“, detalló. Al mismo tiempo, destacó la idea de que luego se comparte con los seres queridos: Mi hija Mía de 11 años, quien podría decir que me sigue los pasos, a veces dibuja conmigo, y no puedo explicar el placer que ésto me genera”. Y aclaró: “Cuando hago una obra, ésta fue aprendida desde el dibujo”.

¿Es un don o una práctica adquirida?, se le cuestionó

-“Decir que uno sabe dibujar es como decir que uno sabe amar. Es tan sencillo como cocinar, o como hacer cualquier otra actividad manual. Se aprende, no creo que sea un don adquirido. Todos podemos dibujar, y de hecho lo hemos hecho en algún momento de la vida. Algunos tomaron y otros dejaron ese camino por diversas razones. Pero todos pueden desde el dibujo transmitir su propio pensamiento. Es algo muy natural que traemos“, contestó.

Postes de la serie Archipiélago de Adobe.

El mito de la musa inspiradora. Pablo Picasso dijo: “Cuando llegue la inspiración que me encuentre trabajando“. Frase que nuestro entrevistado comparte. Y en este punto dijo: “Hablar de musas me resulta gracioso. Creo que en cada caso, depende de la experiencia personal. Yo podría decir que una musa inspiradora es la nostalgia, lo que viví. Gozar de una estabilidad emocional buena es importante también. Y otra podría decir que es mi familia, mis amigos y la música. La cual es un ingrediente imprescindible. Algo que agregaría es mirar a otros artistas y aprender de ellos, de la historia del arte, y del conocimiento que es una gran musa inspiradora”.

Un deseo, varios proyectos y un sueño: Para culminar la charla llena de magia cuyana nacida en la imaginación que Iván materializa con sus manos. Enumeró estos tres puntos:

  1. Quisiera que los sanjuaninos seamos más solidarios, que entendamos y ayudemos a quienes lo necesiten sin hacer la vista al costado. Si bien las actividades artísticas están marcadas por el individualismo, podemos preocuparnos por el que tenemos cerca. En mi caso, siempre alguien me dio una mano, y eso es muy importante. Es necesario sacar el egoísmo que nos divide como sociedad. Aprender a valorar lo mucho que tenemos: desde el vínculo familiar y quienes nos aman, hasta todo lo que nos brinda la naturaleza, nuestra arquitectura, paisaje, flora, fauna. Cuidar a la madre naturaleza para las próximas generaciones, esto lo digo como persona y no como artista“.
  2. Tengo pensado trabajar parte de mi obra en grabado, corrosión galbánica o en aguas fuertes. No sé cuándo lo tendré listo pero es algo que tengo pendiente. Después tengo proyectos para presentar obras nuevamente en Buenos Aires. Y en septiembre, viajo a Jáchal con: Archipielagos de Adobe/ Vestigios de Ischigualasto. Agradezco el acompañamiento de este município”.
  3. Finalmente, seguiré dibujando y produciendo obras hasta que ya no pueda pintar más. Eso es permanente. Un sueño sería vivir de la producción de obra propia. Tener buena salud por mucho tiempo y que todo mi entorno y familia estén bien”.

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Piloto le propone casamiento a su novia en el lanzamiento del Safari.

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Surgió el amor en Valle Fértil, exactamente en la simbólica largada del evento deportivo Safari Tras la Sierra. Las imagenes se viralizaron rapidamente.

El Safari Tras la Sierra reune afisionados y turistas no solo de San Juan,sino tambien de todo el país y otros paises, miles de personas llegan a la majestuasidad del rio de Valle Fértil para disfrutar los dias de este evento deportivo.

Frente a todas estas miles de personas el piloto sanjuanino Javier Marcial se arrodillo frente a su enamorada, Johana Contreras, para proponerle casamiento.

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“La profe”: Romina, la multifacética sanjuanina que reluce desde lo educativo y lingüístico hasta lo cultural y artístico.

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Todos los 17 de septiembre es celebrado el Día del Profesor en nuestro país y la conmemoración nace para ensalzar la labor de los docentes encargados de la educación secundaria y superior. La fecha supone un homenaje a la figura de José Manuel Estrada, un reconocido escritor e intelectual argentino que destacó por su gran dedicación y compromiso en la labor de profesor. Desde Ahora San Juan destacamos el relato de vida de la profe Romina.

Romina Pereyra, es una joven que tiene más de una disciplina que la apasiona en la vida. Comenzó siendo Profesora de Educación Física, es intérprete de lengua de señas hace más de una década, y luego se recibió de Profesora de Teatro, al mismo tiempo que practica la actuación en variados personajes y en distintas puestas. Desde Ahora San Juan hablamos con ella, para conocer acerca de estas vocaciones y de su amor por cada una de ellas.

En muchas etapas de nuestras vidas se nos intenta encasillar para una sola actividad o debemos elegir una profesión o vocación. Romina, es un caso muy especial, ella siempre ha hecho y hace todo lo que su corazón le demanda y lo que ha podido cumplir. Es una gran hacedora de sueños, que lucha por ellos. Simpática, organizada, sencilla y sobre todo una buena aprendiz y maestra.

Tiene 39 años, y nos cuenta cómo se fueron relacionando sus carreras y hobbies. ‘’En mi residencia de Eduación Física teníamos una parte, que era la de educación especial, en ese momento se llamaba así, y mi residencia me toca en la Escuela Bilingue de San Juan. Cuando llego a mis primeras observaciones de las clases, me encuentro con un mundo que yo desconocía totalmente, para todo se comunicaban con señas. Me toca el nivel inicial de la escuela y estaba frustrada, angustiada. Yo era la única en la escuela que no sabía señas y no me podía comunicar con quienes iban a ser mis alumnos por un buen tiempo‘’.

‘’El profe de ese entonces, Guillermo Basañez, nos calmó y nos dijo que ya ibamos a aprender. Me pasó las señas básicas para ir aprendiendo a comunicarme y comenzar con las intervenciones de a poquito porque esa era la estructura: observaciones de clases, intervenciones y en un tiempo más daba la clase completa para los chicos‘’.

‘’Comencé a aprender las primeras señas y después busque dónde estudiar porque me encanto. Vi la inmediatez de la comunicación, la repuesta de los chicos. Me enamore de la lengua de señas en esa instancia de mi carrera y comencé e estudiar en la Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional de San Juan cumpliendo con los tres años de estudio. Hasta el día de hoy, me desempeño como profe y como interpréte y año a año me voy actualizando en cuanto a las señas porque van cambiando, incluso con la Pandemia, se agregaron muchas y se van actualizando‘’. Así es cómo nuestra protagonista, logra unir dos de sus grandes pasiones en una sola actividad, tan motivadora como desafiante.

Romina, se recibió de Profesora de Eduación Física en el 2007, trabajó en gimnasios, como profe de pilates y en escuelas estatales. Pero nos dice que tiene una preferencia muy particular que la une con los más pequeños.‘’Trabaje con una franja etaria bastante amplia, pero lo que más me gusta es trabajar con los chicos de primaria. En este momento y desde hace siete años, trabajo en la escuela Timoteo Maradona, en Rivadavia, con chicos desde primer año hasta sexto de la primaria.Siempre cuento que soy una afortunada de trabajar de lo que me gusta, porque amo trabajar con los niños que tienen, para mí, una energía muy especial‘’.

Lo más curioso de esta nota es saber cómo siguió sumando aprendizajes. ‘’Y lo de Teatro tiene que ver con lengua de señas, porque en el estudio de esta lengua, me hice amiga de un joven sordo y el quería estudiar teatro y no podía hacer ningún taller porque no tenía quién lo acompañase, entonces me pregunta si lo quería acompañar y comenzamos en un taller de Marcelo Meyer, que es un genio, no tuvo ningún inconveniente con que estuvieramos los dos y comencé de intérprete y me quedé como alumna. Y así empecé con esta locura del teatro”, expresó la profe.

‘’En el 2017, cuando se abre la carrera, se me ocurrió empezar para incorporar herramientas nuevas a mi carrera de docente. En lo que es Teatro, me ayudó mucho, coseché amistades muy bonitas y me abrió la cabeza, amplie mi mirada.

Y trabajo a veces como actriz también, he actuado en la Fiesta del Sol, en obras independientes, en musicales y creo que es otra cosa más para agradecer a Dios, al universo o a lo que cada uno crea‘’, nos dijo Romina.

Hay dos Fiestas del Sol que han marcado la vida de Romi, una fue ‘’Sueños de Libertad‘’ y la otra fue ‘’Evolución‘’ en la que tuvo un co-protagonico en el que actúo de mamá de un niño y considera que los personajes que les tocaron, tenían una magia muy especial.

Y a nivel nacional, tuvo una participación con una cantante de opera, Claudia Lepez, que hizó la presentación de su libro de canciones de cuna. Se combinó la interpretación teatral y la lengua de señas.

En el 2021, el prestigioso Teatro Nacional Cervantes, a través de su programa Cervantes Educación, lanzó una convocatoria abierta a personas sordas y oyentes de todo el país para su “1er Laboratorio de Actuación. Lengua de señas en escena”, y Romina no dudó en presentarse.

El proceso de postulación, que constó de tres instancias evaluadas por gente experimentada en estos campos, no era sencillo.Romina Pereyra se convirtió en la única sanjuanina dentro de un seleccionado nacional de 20 nombres (pares de Corrientes, Jujuy, San Luis, Buenos Aires, Santa Fe, Catamarca, Tierra del Fuego, Córdoba y Chaco).

Quienes la conocen, pueden definir a nuestra protagonista como empática, apasionada, detallista y muy sociable, es que dónde va deja una huella imborrable. Hoy, se encuentra pasando uno de los momentos más díficiles de su vida: la pérdida de su papá, un papá presente que marcó y forma parte aún hoy de lo que es ella como persona.

Y aún así, en la amabilidad que la caracteriza cuando le preguntamos acerca de sus próximos proyectos, no dudó en respondernos que va a seguir avanzando a pesar de que ahora le cueste pensar en algo por la situación que esta atravesando junto a su mamá, pero que en un futuro próximo desea aprender la técnica de clown y danza-teatro. ” Y un gran sueño pendiente es llevar la lengua de señas al teatro para incluir a la comunidad sorda. Son las dos cosas que me gustaría fusionar y con todas estas herramientas mejorar mi profesión de docente”, nos comentó.

Romina ha logrado mezclar su vocación profesional con sus pasiones y habilidades, sus deseos de desarrollo personal que le han permitido cambiar su mirada en todos los sentidos y también ser una profesora inclusiva. Ella se define como una persona que persigue sus sueños, que insiste para concretarlos y que es muy organizada y calma para lograrlos.

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El guardián de libros en San Juan. Ricardo Aguilera, bibliotecario de corazón.

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Hoy, 13 de septiembre es el Día del Bibliotecario, para felicitar a todos aquellos que realizan la noble labor de trabajar con nuestros libros, es que retomamos el relato de vida que realizamos a Ricardo, uno de los grandes bibliotecarios que tenemos en San Juan.

Una biblioteca es pilar fundamental para el saber y la cultura de un lugar. Y detrás de una buena biblioteca siempre hay un buen bibliotecario. Los sanjuaninos tenemos ambas cosas por suerte. Desde Ahora San Juan nos acercamos a hablar con Ricardo Aguilera, bibliotecario desde hace más de un cuarto de siglo en la Biblioteca Franklin, la biblioteca popular más antigua de América del Sur.

Ricardo lleva desde el año 1995 trabajando en la Biblioteca Franklin. Veintisiete años, que se dice pronto. La vida entre libros. Bibliotecario es una profesión que no siempre es justamente valorada, pero fundamental para el sostenimiento cultural. Una biblioteca requiere de un gran trabajo humano del que nos beneficiamos todos, Charles Medawar hacía referencia a esto cuando decía: “Los bibliotecarios son casi siempre muy útiles y a menudo casi absurdamente bien informados. Sus habilidades son probablemente muy subestimadas y en gran medida subempleadas”.

Ricardo nació en Las Flores, localidad de Iglesia. Allá empezaron a crear una biblioteca popular.  A Ricardo le quedaba cerca de su casa: “cómo no había nadie que la atendiera, me preguntaron y la atendí yo” nos cuenta. Sin nada, el presidente iba buscando, y con las donaciones que recibieron pudieron empezar con la biblioteca. Poco a poco fueron avanzando y se trasladaron de una piecita a un local más grande, donde es hoy es la Biblioteca de Las Flores, construyeron algunas estanterías e iban creciendo. Les habían donado el terreno, “todo con base a donaciones, todo era trabajo voluntariado de todo el mundo” subraya Ricardo.

“Allá, cuando te conocen, te van a buscar a tu casa hasta los días domingo para que les prestes un libro”, recuerda. Y así, un domingo llega a su casa la Directora de la Biblioteca de la Provincia, estaban censado las bibliotecas populares. Ricardo le muestra la biblioteca y el trabajo que venían haciendo. La Directora le cuenta que existe la carrera y lo anima a estudiarla. El joven se entusiasma, lo habla con sus padres y se viene a San Juan a anotarse para estudiar para Bibliotecario Nacional, hoy Bibliotecología. La Biblioteca de Las Flores no disponía de fondos para pagarle un sueldo, pero haciendo un esfuerzo el Presidente ayudaba cuando podían para pagarle algún pasaje para venir a la Capital.

Ricardo empieza a cursar a distancia. Le resulta complicado. Hay un choque cultural grande en cómo se estudiaba en Las Flores y pasar a la Capital al Colegio Superior Sarmiento. Al segundo año ya se queda en la Capital para seguir con sus estudios. Se esfuerza mucho y llega a formar parte del cuerpo de bandera. No solo eso, sino que de su promoción fue el mejor promedio. Lo que le otorga un premio por parte del Colegio de Bibliotecarios Graduados de la República Argentina, y el viaje a Buenos Aires para recibirlo.

La residencia la realiza en la biblioteca de la Alianza Francesa. Posteriormente a eso, comienza a trabajar en la biblioteca Camilo Rojo. No podían pagarle mucho, “el problema de todas las bibliotecas populares es los fondos”, dice. A veces juntaba un poco más saliendo a cobrar las cuotas a los socios. Es poco tiempo después que consigue entrar en la Biblioteca Franklin, la cual era muy distinta a lo que es hoy.

Empezó como bibliotecario, pero además entre los años 2000 y 2004 fue Vicedirector. Fue una experiencia, reconoce. Aunque después de cuatro años prefirió seguir con su oficio. En el año 2011 lo becan para viajar a Estados Unidos. A través del Departamento de Estado y el Instituto de Educación de EE.UU. lo becan para el programa Bibliotecas y Museos como recursos comunitarios. Primero a visitar la Biblioteca del Congreso en Washington. No solo eso, sino que después visitó otras ciudades con sus respectivas bibliotecas: Kansas, Cincinnati, Wyoming y terminando en Los Ángeles. “Las bibliotecas eran enormes, hermosas. Muy limpias, pero excepto la de Los Ángeles, una biblioteca pública en un barrio chino, en ninguna vi a la gente como acá, estudiando”.

Ricardo es honesto, confiesa que no es un devorador de libros, pero sí que se preocupa en saber de todo lo que puede. Es imposible que hubiese leído todos los libros de la biblioteca, pero si tiene una idea sobre qué trata cada uno, como para poder aconsejar a todo aquel que venga a la Franklin, ya que como decía Borges: “ordenar bibliotecas es ejercer, de un modo modesto y silencioso, el arte de la crítica”.

La Biblioteca Franklin es la biblioteca popular más antigua de Sudamérica. Fundada por Sarmiento en 1866. Son más de 150 años abierta, sin perder ese carácter popular. Con todas las dificultades que ello implica, pero ha podido mantenerse gracias a la labor de personas como Ricardo, que entienden la importancia que tiene para la cultura de San Juan el que una gran biblioteca siga funcionando. Desde que él entro la biblioteca también ha ido cambiando. En el año 2004 finalizaron las obras de remodelación. La Franklin se ha ido acompasando a los tiempos y a las nuevas tecnologías, con las tareas de digitalización y el paso de un servicio tradicional al de biblioteca híbrida, integrando lo físico con lo electrónico.

Hoy cuenta con un gran número de servicios, que pueden consultarse a través de su página web (http://bibliotecafranklin.org.ar/) además de contar con unos 80.000 volúmenes. Hacerse socio es bastante sencillo, la cuota es trimestral y mínima. Tristemente, hoy en día, el libro en nuestro país tiene un precio que acerca la lectura a casi producto de lujo. Para un argentino comprar libros es algo prohibitivo, puesto que no se entiende como una necesidad básica y no hay ningún interés en que leamos y pensemos por nosotros mismos. Gracias al trabajo de personas como Ricardo y sus compañeros existe la Biblioteca Franklin y tenemos la oportunidad de poder leer, expandir nuestros horizontes y generar un pensamiento crítico. Para que se hagan una idea: con lo que sale la cuota de un año entero no alcanza casi ni para comprar un libro nuevo. La biblioteca ofrece todos los libros que uno sea capaz de leer en ese año.

La lucha de una biblioteca popular por mantenerse es ininterrumpida, depende de varios factores. No siempre es fácil, sobre todo si cuenta con empleados. Tal como señala Ricardo, “es lindo crear cosas nuevas, pero después hay que mantenerlas”.

De lunes a sábado uno puede acercarse por la Franklin. Allá estará Ricardo y sus compañeros trabajando. La sala suele estar llena de jóvenes estudiando y simultáneamente los diversos talleres que ofrecen, desde el rincón infantil, ajedrez, teatro, club de lectura, etc. Es un claro de luz en pleno centro sanjuanino. “Siempre imaginé que el Paraíso sería algún tipo de biblioteca”, volviendo a citar a Borges. Nosotros tenemos el nuestro, gracias a Ricardo y muchos otros como él. Ya que, si las bibliotecas son un tipo de Paraíso, Ricardo vendría a ser uno de esos ángeles guardianes.

Tal vez, la profesión de bibliotecario no sea la más deslumbrante hoy en día para nuestra sociedad a simple vista. Al contrario de esto, es una de las más valiosas y necesarias. Por último, los dejamos con la defensa de los bibliotecarios de Umberto Eco: “El libro es una criatura frágil, se desgasta con el tiempo, teme a los roedores, resiste mal la intemperie y sufre cuando cae en manos inexpertas… Por tanto, el bibliotecario los defiende no solo de los hombres sino también de la naturaleza, y consagra su vida contra las fuerzas del olvido, que es enemigo de la verdad”.

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