“Murió sin decir qué pasó con mi viejo” dijo Julio López tras el fallecimiento del represor Etchecolatz.
El ex jefe de la Dirección General de Investigaciones de la Policía Bonaerense durante la última dictadura militar falleció hoy a los 93 años. Estuvo apuntado como el responsable de la desaparición del albañil y militante que declaró en su contra por delitos de lesa humanidad
La noticia dejó un sinsabor en familiares, amigos y organismos de derechos humanos que continúan comprometidos por saber la verdad sobre la desaparición de Jorge Julio López, el albañil y militante que fue secuestrado y torturado durante la última dictadura militar y que acusó al ex jefe de Operaciones de la Policía Bonaerense por delitos de lesa humanidad.
En este sentido, Rubén, hijo de Jorge Julio López, se hizo eco de la muerte de Etchecolatz y expresó sus sensaciones en redes sociales. “Lamento mucho su muerte! Lamento mucho que se murió sin decir nada! Lamento mucho que no dijo dónde están los desaparecidos, no dijo dónde está Clara Anahí, se fue sin aceptar su culpa, se fue sin terminar de ser Juzgado por otra causas!!”, señaló a través de la publicación que compartió en su cuenta de Instagram, a las pocas horas de que se confirmara el fallecimiento del represor.
Jorge Julio López fue secuestrado y desaparecido por primera vez durante la noche del 27 de octubre de 1976, en medio de un operativo represivo que se llevaba a cabo en la localidad platense de Los Hornos, junto a otros militantes peronistas. Los grupos de tareas (GT) desplegados ese día estaban al mando de Etchecolatz, por ese entonces director de Investigaciones de la Policía Bonaerense y hombre de extrema confianza del jefe de la fuerza, coronel Ramón Camps.
Además de las vejaciones sufridas durante seis meses y en cuatro centros clandestinos de detención. López fue testigo de varios asesinatos, entre ellos los de sus compañeros de militancia en Los Hornos, Patricia Dell’Orto y Ambrosio Francisco de Marco.
“Lamento que se haya muerto sin decir qué pasó con mi viejo y sin decir dónde están los detenidos desaparecidos. Si bien estaba cumpliendo 9 cadenas perpetuas todavía faltaban varios juicios”, expresó luego Rubén López en declaraciones a Radio 10.
“Se fue impune sin terminar de cumplir sus condenas”, agregó luego. “La esperanza no la voy a perder nunca. Sé que mi viejo no está vivo pero encontrarlo me ayudaría a empezar con el duelo”, aclaró sobre la búsqueda de justicia por la desaparición de su padre.
Sobre el represor, agregó luego: “Mi esperanza es que en algún momento dijera algo”. “Si mi viejo fue amenazado o tuvo miedo, nunca lo demostró. Él tenía la obligación, como ciudadano, de contar cómo mataron a sus compañeros de lucha. Ojalá que con su muerte alguien se anime a salir a hablar”, expresó luego.
El 28 de junio de 2006, ante el Tribunal Oral Federal N°1 de La Plata y en el marco del primer juicio que se hizo tras la derogación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final., López brindó un testimonio impactante y revelador. No solo conmovió con el relato de los padecimientos a los que fue sometido, y las secuelas que arrastraba. Sin dejar dudas, reconoció a Etchecolatz como uno de los represores que lo habían torturado. Además, lo acusó de ser el autor material del asesinato de Dell’Orto.
La desaparición de López es un misterio desde hace 15 años y la causa judicial no tiene detenidos ni sospechosos. Los fiscales trabajan en varias hipótesis. Una de ellas, la que se desprende del legajo número 10, caratulado “Hallazgos – Cadáveres – Restos”, sugiere la posibilidad de que la víctima haya muerto y sus restos fueran ingresados a una morgue o cementerio sin el registro debido. Por lo tanto, está dirigida a la constatación de todos los restos NN hallados en todo el país desde 2006 en adelante.