Opinión
El frente que no frentea.
Hace unos días miraba una nota de Télam donde se mencionaban las divisiones y disputas de Juntos por el Cambio (JxC) acompañada de una foto donde está “la mesa nacional”. Se me ocurrió al ver esa imagen preguntarme: ¿Y por la casa del Frente de Todos (FdT) cómo andamos?.
Probablemente a muchos les sea más cómodo no hablar de “ciertas cosas”, temas como las internas oficialistas desde los del mismo espacio, cualesquiera sean del color que sean, se vuelven tabú y siempre se tratan de tapar con el manto de no caer en fuego amigo.
Por desgracia, hecha esa aclaración, debo arrancar diciendo que no puedo negar la preocupación y cierta desazón que produce el accionar del FdT como estructura política a todo nivel y principalmente el nacional.
JxC y FdT tienen sus propios relatos y sus medios de propaganda, mientras el arco conservador pro estadounidense e inglés tiene a los grupos de La Nación, Clarín, Infobae y Perfil como sus relatores, del lado teóricamente “nacional y popular” están los medios oficiales, algunos como Página12 y el grupo de C5N, pero no mucho más.
Las narrativas de ambos tienen un punto en común: nosotros somos los buenos, no se publica nada que afecte a los nuestros y los otros son el problema.
Desde los voceros de JxC la propaganda apunta siempre a destruir y presentar el apocalipsis inminente, y por ello, la necesidad imperiosa de aplicar el capitalismo salvaje (neoliberalosmo) y que se anule el Estado. Su solución es siempre esquilmar a las mayorías y beneficiar aún más a los súper privilegiados, poniendo siempre la lupa sobre cualquier inconveniente del oficialismo etiquetado como k, sea real o no (en esto la derecha es experta).
Desde el oficialismo la respuesta no es contundente, evita el debate ideológico principal, de fondo, se para en que está haciendo cosas, que todo está cada vez mejor, el cielo es diáfano y los ángeles nos cantan mientras la economía mejora. Quiere mostrarse como moderado y casi siempre cede en el debate político contra el poder real.
Una cosa es negociar desde una posición de fuerza con convicción política para llegar a un acuerdo conveniente y otra es ceder en nombre de la moderación para no “molestar” a los poderosos.
Nota: En el periodismo político no hay posiciones neutras, la opinión está siempre orientada ideológicamente. El que diga lo contrario miente y esconde sus intenciones.
El FdT que asumió con muchas expectativas fue dilapidando su caudal en una sangría constante, producto esencialmente de sus propios errores políticos y actitudes de una parte de su dirigencia.
Al contrario de JxC, aunque duela en el alma decirlo, no hay una sola reunión de la cúpula para tratar temas centrales por parte de la coalición gobernante. No hay comunicados conjuntos, no hay debate, ni convocatoria, ni mesa. Charlas individuales, llamadas cruzadas y el peor de los mecanismos para expresar las opiniones: las redes sociales.
No pueden ocultar esta falencia, no hay excusa práctica, pandémica, tecnológica o estadual que impida que se realicen reuniones periódicas.
Fernández dice, se desdice y le habla a los propios por los medios. Cristina manda cartas o tweets, Máximo se va por las redes por lo del acuerdo con el FMI sin juntarse con el bloque, Aníbal mata a Berni por twitter sin llamarlo a charlar y Berni abandona el espacio k por los medios, todo, todo así.
El ejecutivo se corta solo en la discusión con el FMI y no se ve que consulte mucho a sus socios, Guzmán dice una cosa semi progresista con su tono cansino pero se hace otra cosa bien ortodoxa en economía. El acuerdo con el Fondo se plantea como “la única salida” sin saber hasta ahora qué se acordó realmente, aunque ya se dijo que habrá ajuste de tarifas “gradual” y un nuevo préstamo para pagar el préstamo.
En estos momentos desde el gobierno de Fernández dicen que quieren todo el acuerdo listo para la semana que viene para meterlo en marzo al Congreso. Mientras, los diputados no tienen por ahora mucha idea de qué van a votar y en el medio de todo: la interna 2023 ya lanzada junto a un nivel de pobreza estructural que duele.
El discurso pasó de ser combatir el hambre y la pobreza a cómo pagar la deuda. Menudo salto para quienes se dicen peronistas y/o progresistas.
Los albertistas ya salen por la reelección, los kirchneristas y aliados contraatacan y todo en ese tono. La interna la oficializó el propio Alberto luego de las elecciones pasadas. ¿Se enteraron que se perdieron las elecciones intermedias y no fue porque hubo una sola lista en las PASO?.
El frente no frentea, parece limitarse a discutir cargos y tratar de administrar “lo que hay” sin hacer reformas o los cambios sustanciales esperados por su base electoral. El macrismo y sus socios, muy bien asesorados, no levantan la voz demasiado, no se pusieron soberbios a pesar de haber ganado, presionan donde saben que duele y nunca dejan de atacar al kirchnerismo para que Alberto siempre vaya girando a la centro derecha mientras se alimenta el sueño reeleccionista.
Los del “campo nacional y popular” se muestran al igual que sus socios en la coalición, sin dirección clara, sin una orgánica o juntadas “del palo”, con mensajes divergentes y sin debates institucionales dentro del espacio. De muy poco sirve que cada tanto CFK “baje línea” en una carta. Falta debate en serio y construcción política cimentada en la juventud como la que impulsó Néstor.
¿Cómo explicar que los que dicen tener una mirada crítica de la sociedad y gobiernan no se juntan a ver cómo la mejoran?. Pareciera que están todos abrumados por sus funciones, cuidando sus quintas y mirando al 2023. El debate político, que no es posible detener, queda circunscrito a la militancia de cada espacio, bastante huérfana y viviendo en una especie de diáspora. Así no es posible consolidar ninguna fuerza.
¿Nadie se puso a pensar que el objetivo central político para el 23 es evitar que JxC gane para poder encarar los cambios que hacen falta y que ya casi no hay tiempo para este internismo suicida?.
En San Juan también se respiran aires similares por parte de quienes solamente miran enceguecidos el 23, pensando solamente en eso y pegándose entre sí para escalar posiciones o debilitar “adversarios” en sus carreras “de ascenso”. Casi nadie escapa a estas disputas teñidas de peleas tras bambalinas.
Esto le cae a funcionarios, legisladores e intendentes con pretensiones, pero también a las huestes de algún diputado nacional que hablaba de “unidad hasta que duela” pero luego se separan y abren su bloque local en diputados nombrándolo FdT. No se salva nadie.
¿Se enteraron que apenas si se ganó en las últimas elecciones?. No hay manteca para tirar al techo y el que juega a dividir el FdT o cree que sacando a los que no les gusta le va ir mejor se equivoca y termina jugando para la oposición.
La virtud y mayor fortaleza del FdT es precisamente su amplitud, que va desde compañeros más bien conservadores, pasando por progresistas, peronistas de todos los peronismos, sectores de izquierda tradicional y un gran abanico de aliados, sindicatos y movimientos sociales.
¿Se puede despreciar semejante capital político por posar la mirada solamente en la hoja de un árbol mientras se descuida el bosque?.
Hay que tener más vuelo político, dejar de lado los egos y las ambiciones mezquinas.
A veces todo suena a una disputa entre los que ni siquiera se asoman a la ventana para ver un poquito de la realidad fuera de los escritorios, versus quienes miran hacia adentro porque lo único que quieren es ocupar esa silla que anhelan tanto, no defender ideales.
Hay poco tiempo y quien crea que tiene la vaca atada puede terminar faenado por un macrismo sanjuanino, que sin hacer nada, puede terminar llegando gracias a los errores del FdT y no por un mérito propio que no tiene.
Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de Ahora San Juan
Opinión
Gusanos de Corrupción
NOTA de OPINION – Por Jorge Elbaum
El senador demócrata por New Jersey Robert Bob Menéndez (foto), responsable del hostigamiento y acoso a todos los regímenes populares, progresistas y de izquierda de América Latina y el Caribe durante las tres últimas décadas, se dispone a enfrentar a tribunal de Manhattan, acusado de enriquecimiento ilícito, recepción de soborno, tráfico de influencias y confabulación con un gobierno extranjero (Egipto) para posibilitar la exportación de armas. Las interacciones delictivas con el presidente egipcio Abdelfatah al Sisi fueron mediadas –según el Fiscal Federal de Nueva York Damian Williams– por el empresario Wael Hana, único exportador de carne halal estadounidense a Egipto.
Las imputaciones incluyen las evidencias de las requisas realizadas en la mansión del legislador donde se encontraron 480.000 dólares, tres kilos de lingotes de oro, valuados en 150.000 dólares, y un auto de lujo no consignado en las declaraciones impositivas del congresista, financiado por el empresario dominicano José Uribe, condenado por estafas ligadas a la comercialización de seguros. En la acusación impulsada por el Departamento de Estado se detallan los hechos de corrupción sucedidos entre 2018 y 2022, cuando Menéndez utilizó su influencia como presidente del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Senadores para “proteger y enriquecer a empresarios amigos y apoyar al gobierno egipcio”, recibiendo a cambio dinero, oro y prebendas de distinto tipo.
Al impulsar la venta de armas a El Cairo, el Departamento de Justicia considera que el legislador violó la Ley de Registro de Agentes Extranjeros y la normativa que prohíbe taxativamente a los legisladores promover transacciones comerciales con intereses foráneos. La acusación incluye como cómplice a la esposa del senador, Nadine Arslanian, quien motorizó mecanismos de extorción para impedir que se sustanciara el juicio penal en su contra. Otro de los cargos presentados por la fiscalía del distrito, relevado por el FBI y la División de Investigaciones Criminales del Servicio de Impuestos Internos (IRS) es el tráfico de influencias impulsado por Menéndez –ante del Departamento de Justicia– para proteger al empresario Fred Daibes, un desarrollador inmobiliario de Nueva Jersey acusado de fraude crediticio contra el Mariner’s Bank, por un monto cercano a los dos millones de dólares.
La acusación describe el intento por promover la designación de su recaudador de fondos y letrado personal, Philip Sellinger, como fiscal federal de Nueva York, el procurador encargado de investigar las acciones más relevantes de la mafia y los casos de corrupción política. El Departamento de Justicia atribuye a Menéndez la intención de proteger a Daibes mediante la designación de Sellinger, con el objeto de garantizar la continuidad del lucrativo negocio de los bienes raíces desarrollados Edgewater, frente a Nueva York, por el que Menéndez obtenía beneficios indirectos. En total, la Unidad de Integridad Pública presentó 18 cargos en su contra, algunos de los cuales son penados hasta con 15 años de prisión.
El Centro de Estudios Legales y Políticos, institución dedicado al relevamiento de las irregularidades y los delitos de funcionarios y legisladores estadounidenses exigió en octubre la destitución del congresista por los 18 cargos y por los antecedentes de fraude previos. En dicha investigación realizada entre 2015 y 2017 el Departamento de Justicia consignó que Menéndez recibió alrededor millón de dólares del oftalmólogo Salomon Melgen para protegerlo de las pesquisas realizadas por la justicia. En esa oportunidad, además, el senador fue investigado por el tráfico de influencias en favor de dos banqueros ecuatorianos, los hermanos William y Roberto Isaías. Por esas asistencias políticas, Menéndez recibió 300 mil dólares que debió compartir con otros legislador conocido por sus posición anti cubana, el republicano Marco Rubio. Estas causas fueron llevadas a juicio en 2017 pero Menéndez y Rubio fue beneficiados por el entonces presidente Donald Trump quien le solicitó al juez del caso para que retirara todos los cargos.
Luego de las reciente acusaciones informadas el último 12 de octubre Menéndez se vio en la obligación de renunciar a la presidencia del influyente Comité de Relaciones Exteriores del Senado. Sin embargo se ha negado a abandonar su banca pese a la exigencia de sus colegas demócratas de ambas cámaras. Menéndez es congresista desde hace 30 años y su más principal aportante de campaña es el fondo buitre NML liderado por Paul Singer, uno d ellos responsable de la sustracción de 15 mil millones de dólares a la Argentina. En el estudio letrado que defiende a NML se desempeñó su hijo Robert Jacobsen Menéndez Jr. antes de ser electo como legislador en el Capitolio desde 2023. Según el presidetne del Centro de Estudios Legales y Políticos las acusaciones contra Menéndez demuestra que “no es sólo un político de carrera sino también un criminal de carrera”.
Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de Ahora San Juan.
@Página12
/ Imagen principal: Página 12 /
Opinión
El guion de Estados Unidos.
200 Años de la Doctrina Monroe. Con la frase «América para los americanos», la tesis se fue acomodando a la política expansionista de Washington y su control de la región. El desafío chino y la resistencia que subsiste.
NOTA de OPINIÓN – Por Telma Luzzani.
La Doctrina Monroe, formulada hace 200 años ante el Congreso de Estados Unidos por el presidente James Monroe, sentó las bases para que ese país llevara a cabo el objetivo imperial y expansionista que ha tenido desde siempre, desde sus orígenes, con la llegada de los peregrinos puritanos del siglo XVII a América del Norte, hasta hoy, cuando la general Laura Richardson, jefa del Comando Sur, con temible sinceridad, habla de «nuestro litio» (aunque el yacimiento no esté en territorio estadounidense) y exige expulsar a China de la región.
Aquel 2 de diciembre de 1823, Monroe sintetizó la directriz político-estratégica de la doctrina en una frase: «América para los americanos» (es decir para los norteamericanos). El mensaje era doble: primero, para la Europa colonialista que, una vez derrotado Napoleón, estaba maquinando nuevas estrategias para reconquistar América y, segundo, para el resto de los habitantes del continente americano que tenían, con Simón Bolívar a la cabeza, sueños de verdadera independencia.
«Es la ocasión propicia para afirmar, como un principio que afecta a los derechos e intereses de Estados Unidos, que los continentes americanos, por la condición de libres e independientes que han adquirido y mantienen, no deben en lo adelante ser considerados como objetos de una colonización futura por ninguna potencia europea…», declaró Monroe. La Casa Blanca se comprometía a no meterse en los asuntos de Europa y a cambio exigía la no intervención europea en nuestros territorios.
EE.UU. estaba preocupado especialmente por España, Francia y la Rusia zarista que poseyó Alaska hasta 1867 y, en aquel momento, pretendía llegar hasta Oregón. Desconfiaba también del Reino Unido, por supuesto, pero con los británicos tenían diálogo y, de hecho, la idea de la «no intervención europea en América» había sido sugerida por Londres. Los británicos, que tenían intereses económicos en las antiguas colonias españolas, estaban muy interesados en expulsar a España, por lo cual, en agosto de 1823, el canciller británico, George Canning, le propuso a Richard Rush, embajador estadounidense en Londres, hacer una declaración conjunta antiintervencionista. «¿No ha llegado el momento de que nuestros dos Gobiernos puedan entenderse con respecto a las colonias de España en América?», le escribió Canning, en lo que puede considerarse el embrión de la Doctrina Monroe.
La sintonía con Londres y el hecho de que EE.UU. no tenía todavía el músculo militar necesario para imponer su doctrina a la fuerza explican por qué la Casa Blanca no dijo nada ante la ocupación de las Islas Malvinas (1833), el bloqueo anglo-francés a los puertos argentinos (1839-1840) y luego al Río de la Plata (1845-1850) y la ocupación de la Guayana Esequiba por parte de los británicos (1855), entre otros atropellos europeos.
Es muy importante recordar que, en la usurpación de Malvinas hubo connivencia (más que desentendimiento) por parte de Estados Unidos. Desde mediados de 1830 varios pesqueros norteamericanos provocaban abiertamente al gobernador Luis María Vernet (investido oficialmente como Primer Comandante Político Militar de las Islas Malvinas con sede en la Isla Soledad el 10 de junio de 1829) desobedeciendo las leyes argentinas que prohibían la caza de ballenas, lobos marinos y focas en la jurisdicción de las islas. A mediados de 1831, Estados Unidos declaró que el Gobierno argentino no tenía ninguna autoridad sobre las actividades de caza y pesca y que lo seguirían haciendo cuanto quisieran. La goleta «Harriet» desafió aún más la autoridad de Vernet y como respuesta, el 30 de julio de 1831, el gobernador la incautó y viajó a Buenos Aires para someter el caso a los Tribunales.
El cónsul norteamericano en Buenos Aires no solo desconoció el derecho argentino a regular la pesca, sino que le exigió al canciller Tomás de Anchorena la devolución del pesquero, una indemnización y enjuiciar a Vernet por pirata. Mientras tanto, el Pentágono ordenó a la fragata de guerra «USS Lexington» que formaba parte de su escuadra en el Atlántico Sur que se dirigiera a las islas.
El 28 de diciembre de 1831, la Lexington entró en la bahía Anunciación con bandera francesa e invitó a las autoridades argentinas interinas de las islas a «dialogar» a bordo. Una vez allí, fueron arrestados. Los estadounidenses de la fragata desembarcaron, incendiaron viviendas y propiedades, destruyeron cañones y artillería y saquearon lo que quedaba de las instalaciones militares. Los «prisioneros» fueron llevados hasta Montevideo, donde arribaron el 3 de febrero de 1832.
La controversia entre Washington y Buenos Aires siguió todo el año. Estados Unidos acusaba a los argentinos de «violar la libertad de pesca». Hecho el trabajo sucio por Washington, Londres ordenó a la corbeta HMS Clío «tomar el control de las islas y hacer efectivo el derecho de soberanía de Su Majestad Británica sobre ellas». El 2 de enero de 1833, el gobernador interino, capitán José María Pinedo, antepasado del actual dirigente del PRO Federico Pinedo, no presentó batalla y dejó las islas al mando del colono Juan Simón. El día 22, la Cancillería argentina presentó una protesta formal ante el funcionario británico y pidió a EE.UU. la aplicación de la Doctrina Monroe. El Departamento de Estado se negó como, un siglo y medio después, durante la guerra de Malvinas de 1982, rehusó aplicar el TIAR, tratado firmado por todos los países americanos que compromete, a todos, a la defensa mutua ante la agresión de una potencia extracontinental.
A lo largo de los años
En el año 1845, con la usurpación de la mitad del territorio de México por parte de EE.UU., quedó claro cuál era el significado de «América para los americanos». Juan Bautista Alberdi, entre muchos otros, lo denunció: «Si estos tres ejemplos –Texas, Nuevo México, California– no bastan para convencer a los sudamericanos de que el monroísmo es la conquista, su credulidad no tiene cura, y su desaparición como raza es su destino fatal».
La Doctrina Monroe fue acomodándose con las décadas –a veces de forma más evidente, a veces más subterránea– según los intereses de EE.UU. en cada momento. Un ejemplo entre muchos: en 1880, en plena etapa expansiva, se agrega el siguiente corolario: «Para evitar la injerencia de imperialismos extracontinentales en América, EE.UU. debe ejercer el control exclusivo sobre cualquier canal interoceánico que se construyese». Washington ya planificaba un paso con funciones comerciales y militares para abaratar los costos de traslado mercante y conectar con rapidez las flotas del Atlántico y el Pacífico en caso de amenaza. En la época la ruta de los barcos era a través del Cabo de Hornos, travesía que duraba 60 días. En 1914 se inauguró el Canal de Panamá.
A partir de 1945, durante la Guerra Fría y por su competencia con la Unión Soviética, la injerencia en los asuntos internos de Nuestra América adoptó un perfil más siniestro: instauraciones de dictaduras militares, Gobiernos títere, invasiones militares, operaciones de falsa bandera, asesinatos de líderes y dirigentes perpetrados por la agencia de inteligencia (CIA), etcétera.
En el siglo XXI, salvo un brevísimo período en el gobierno de Barack Obama, el monroísmo continuó como principal proyecto continental. Con la asunción de Hugo Chávez y otros líderes progresistas latinoamericanos, el sueño de Monroe peligró. La región se integró con tal fuerza que llegó a voltear la Asociación de Libre Comercio para las Américas, ALCA (un proyecto que convertía a todo el continente en un solo mercado sin fronteras bajo la ideología neoliberal) y obligó a la Casa Blanca a decir, en noviembre de 2013, en boca del secretario de Estado de Obama, John Kerry, «la Doctrina Monroe ha terminado».
El segundo gobierno de Obama y los de sus sucesores, Donald Trump y Joseph Biden, la restauraron. Se inició el período de los golpes blandos (y no tanto), las sanciones económicas, el lawfare y los intentos de magnicidio. Por si no estaba claro, en 2018, el canciller de Trump, Rex Tillerson, lo dijo con todas las letras: «La Doctrina Monroe es tan relevante hoy como lo fue en el pasado». El mismo Trump, durante su gobierno, hizo una férrea defensa de la Doctrina en un discurso ante Naciones Unidas.
Actualmente, en un proceso histórico de transición hegemónica y evidente pérdida de liderazgo global, EE.UU. necesita más que nunca fortalecer el control del continente. Los rivales son China, Rusia y una novedosa asociación internacional llamada BRICS. La resistencia al monroísmo se localiza fuertemente en Cuba, Venezuela y Nicaragua. El resto de Nuestra América pendulea entre restauraciones conservadoras y avances progresistas. Pero, mal que le pese a Monroe, la espada de Bolívar sigue viva en América Latina.
Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de Ahora San Juan.
@Acción.Coop
/ Imagen principal: El expresidente Trump y una reivindicación de la Doctrina ante la Asamblea General de la ONU, en septiembre de 2018 / Getty Images
Opinión
La sabiduría de la fragilidad.
Por monseñor Jorge Eduardo Lozano, arzobispo de San Juan de Cuyo
Vivimos en un mundo competitivo en el cual se valora a los más fuertes y a los ganadores. Por el contrario, son dejados de lado los más débiles, los perdedores. Cuesta promover actitudes que logren una sociedad en la cual haya espacio para todas las personas, respetando su edad y condición.
Dios se hace cercano para mostrarnos quiénes somos los seres humanos.
Como expresa un hermoso documento del Concilio Vaticano II, “el misterio del hombre sólo se esclarece en el misterio del Verbo encarnado” (GS 22). Es una consecuencia de la Navidad: “el Hijo de Dios con su encarnación se ha unido, en cierto modo, con todo hombre. Trabajó con manos de hombre, pensó con inteligencia de hombre, obró con voluntad de hombre, amó con
corazón de hombre” (GS 22).
Estamos iniciando el Adviento, un tiempo que “nos invita a ponernos espiritualmente en camino” con la imaginación y el corazón hasta un lugar lejano en el tiempo y la cultura, para acercarnos a contemplar y gozar “atraídos por la humildad de Aquel que se ha hecho hombre para encontrar a cada hombre. Y descubrimos que Él nos ama hasta el punto de unirse a nosotros, para que también nosotros podamos unirnos a Él” (Francisco, El hermoso signo de pesebre, 2019).
La celebración navideña “manifiesta la ternura de Dios. Él, el Creador del universo, se abaja a nuestra pequeñez. El don de la vida, siempre misterioso para nosotros, nos cautiva aún más viendo que Aquel que nació de María es la fuente y protección de cada vida” (Ídem).
El nacimiento de Jesús tiene un realismo inocultable. Esa fragilidad de Dios puede llegar a escandalizarnos. Es que “necesitamos” a un Dios que sea fuerte, poderoso, omnipotente, ante quien nada hay imposible. Y así es Dios. Pero en la Navidad se muestra de otra manera, que tenemos que arriesgarnos a contemplar aunque nos resistamos. Son los modos que Dios tiene para enseñarnos ese otro modo de actuar que muchas veces nos desconcierta.
Detengámonos un momento. La entrada del Mesías en la historia de los hombres no pudo haber sido más desconcertante. Nos cuenta el Evangelio que al recién nacido lo envolvieron en pañales. Eso es signo de la máxima fragilidad; de un bebé que debe ser atendido, protegido y ayudado. Y curiosamente este será el signo que tendrán los pastores para reconocer el Niño: ni más ni menos que ¡un signo de fragilidad!
Fijémonos en otro signo: el Niño fue recostado en un pesebre. Esto sí que está fuera de lo normal. El pesebre era el lugar donde comían los animales. Era un espacio inapropiado para un recién nacido. Este nacimiento sucede en un contexto de pobreza extrema. Paradójicamente, quien viene a salvar al mundo aparece ante el mundo como un necesitado de ayuda, de cercanía y de valoración.
En estos días el Papa debió suspender su viaje a Dubai donde tenía previsto participar de la Cumbre Mundial sobre el Clima. Qué importante hubiera sido hacer oír su voz en defensa del cuidado de la casa común en ese escenario global. “El médico no me dejó ir”, fueron sus palabras de explicación, unidas a un simple “no me da el cuero”. La sabiduría de la aceptación de la propia realidad, sin enojos o reclamos. Admitir el límite de la realidad es manifestación de reconocimiento de lo que somos.
En la Navidad celebramos que Dios asume nuestra condición; se hace uno igual a nosotros menos en el pecado. En otras palabras, asume la fragilidad y debilidad de nuestra carne, no sólo para hacerse igual a nosotros sino que, haciéndose frágil como nosotros, nosotros nos hacemos fuertes en Él.
Dios se hace cercano y frágil para que no le tengamos miedo. Tan pequeño como para que nos animemos a inclinarnos, tomarlo en brazos y, arrimándolo a la mejilla, sentir su calor y belleza. Preparemos el corazón para ofrecer a Dios nuestra vida. Él asume nuestras fragilidades, las trata con sumo cuidado y respeto, sabiendo que por el parecido con Jesús forman parte de nuestra historia sagrada. Contemplemos a la Virgen: “María quiere parir un mundo nuevo, donde todos seamos hermanos, donde haya lugar para cada descartado de nuestras sociedades, donde resplandezcan la justicia y la paz” (FT 278).
Hoy, 3 de diciembre, hace 41 años fui consagrado sacerdote. Doy gracias a Dios por sostener mis fragilidades con el don de su fidelidad.
@Monseñor Jorge Eduardo Lozano
/Fuente de imagen: Archivo Google
-
Política & Economía / Nacional hace 2 meses
Minuto a minuto de las elecciones presidenciales 2023.
-
Ciencia & Ambiente / Mundo Académico hace 2 meses
Estudiantes de la Escuela Boero necesitan tu “me gusta” en Facebook para un concurso nacional.
-
Deportes / Argentina hace 2 meses
Este viernes comienzan los Juegos Panamericanos Santiago 2023.
-
Política & Economía / Nacional hace 2 meses
Javier Milei no quiere reconocer su responsabilidad en la corrida cambiaria.
-
Política & Economía / San Juan hace 2 meses
Sergio Massa suspendió su visita a San Juan.
-
Política & Economía / Nacional hace 2 meses
Sergio Massa: “Creemos que va a ser una excelente jornada, el lunes la Argentina sigue”.
-
Deportes / Argentina hace 2 meses
El show de Messi y Argentina imparable ante Perú.
-
Política & Economía / Internacional hace 2 meses
Israel les dará armas a los civiles tras los ataques de Hamas.