El Gobierno de Bolivia participa de la Conferencia sobre el Cambio Climático (COP26) que se realiza en Glasgow, Escocia. Allí, el presidente, Luis Arce,se manifestó en contra de los mercados de carbono, el sistema de compraventa de derechos de emisión a la atmósfera de Gases de Efecto Invernadero (GEI). Organizaciones sociales del Estado Plurinacional apoyarán esta propuesta en la Cumbre de los Pueblos, que se iniciará en esa ciudad europea el próximo 6 de noviembre.
Este tipo de mercado establece que un país puede comprar créditos de carbono a naciones con gran superficie boscosa. Así, las industrias pueden seguir contaminando, a cambio de que países del hemisferio sur eviten talar sus árboles, que capturan toneladas de dióxido de carbono.
Este sistema está contemplado en el artículo 6 del Acuerdo de Paris, firmado en 2015 por 195 gobiernos. Para Arce los mercados de carbono son inviables, porque representan una respuesta capitalista a un problema generado por el capitalismo.
Dijo que de esta manera «vamos a reproducir el sistema capitalista y no vamos a resolver los problemas de varios de nuestros países, donde justamente los mecanismos de mercado han sido un fracaso».
«Nosotros hemos hecho conocer al presidente de la COP26 (Alok Sharma) nuestra inquietud de que si en esta reunión no se llega a algo absolutamente concreto y positivo, prácticamente se va a perder la credibilidad de los países desarrollados en la resolución de los problemas que aquejan a todo el mundo», agregó.
Arce declaró que «en materia de cambio climático, Bolivia está desarrollando un plan nacional que incluye el cambio de la matriz energética, para coadyuvar a reducir la emisión de carbono». Sumando que Bolivia es «uno de los pocos que emite una mínima cantidad de carbono a la atmósfera. Así que no tenemos mucha responsabilidad, pero estamos asumiendo el rol que nos ocupa».
Marcos Nordgren, de la Plataforma Boliviana Frente al Cambio Climático dijo:»hay más claridad en los objetivos. En el tema de energía hay un avance más importante, porque en la Cumbre de los Pueblos [en La Paz] se dijo que ya no se incluirían las grandes megarrepresas en los planes energéticos del país hasta 2030″.
Durante los gobiernos de Morales, hubo conflictos con comunidades indígenas y campesinas que iban a resultar afectadas por la construcción de represas en El Bala, en el departamento amazónico de Beni; y también en Rositas, departamento de Santa Cruz (este). Pero nunca se concretaron.
Para Nordgren, dejar de pensar en represas «es una medida adecuada, tomando en cuenta que no solamente causan daños a las poblaciones indígenas inmediatas: también son grandes contribuidores de GEI, especialmente metano. Son avances interesantes».
Resaltó que aún falta mucho por mejorar, pero «estas señales demuestran que la actual autoridad nacional tiene una decisión más seria respecto al tema del cambio climático. Sin embargo los NDC no han sido presentados oficialmente. Esto que digo es sobre algunos avances presentados preliminarmente».
La Plataforma está integrada por 44 organizaciones de la sociedad civil de todo el país. Una de ellas es la Confederación Nacional de Mujeres Indígenas de Bolivia (CNAMIB), que estará representada en Glasgow por su presidenta, Wilma Mendoza.
/SputnikNews