Científicos estadounidenses y mendocinos trabajan en conjunto hace más de un año para instalar una estación meteorológica en el Aconcagua
Hace más de un año y casi en secreto, un equipo de científicos de Estados Unidos y de Argentina trabaja en la instalación de la estación meteorológica más alta de América. ¿Dónde sería? Sí, aquí, en Mendoza; más precisamente en el cerro Aconcagua.
Al día de hoy, la base más alta está en Arequipa, Perú, a 6.349 metros sobre el nivel del mar, cerca de la cumbre del nevado Ausangate.
Y la más alta del mundo está en el monte Everest, a más de 8.000 metros de altura, en la conocida zona de la muerte que divide la frontera entre Nepal y Tíbet.

La estación meteorológica más alta del mundo se encuentra en el Everest, a 8.430 metros sobre el nivel del mar. Ahora buscan instalar la más alta de América, en el Aconcagua.
El trabajo en el llano está casi listo, las tres antenas ya están en la Aduana y, según pudo saber Diario UNO, para febrero se proyecta una mega expedición al Aconcagua comandada por especialistas del National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA) de Estados Unidos, y del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (Ianigla)- Conicet, de Argentina, dirigido por Fidel Roig.
Expedición histórica al Aconcagua
Son tantos los detalles necesarios para que se cumpla el objetivo, que la información se maneja con estricto recelo por lo que lo contado en esta nota no es data oficial. De hecho, las instituciones parte del proyecto acordaron romper el silencio recién una vez que los equipos se hayan puesto en funcionamiento.
La finalidad de la estación es sumar una nueva red de observaciones para investigar las interacciones del clima con los glaciares, y aportar datos para el estudio del cambio climático. Para ello, que se instalen las antenas en la torre de agua más alta de América es clave y de relevancia mundial.
Escalar el Aconcagua con equipos de gran tamaño no será tarea sencilla. La intención, según pudo averiguar Diario UNO, es colocar tres: uno en plaza de Mulas, a 4.300 metros de altura; otro en Nido de Cóndores, a 5.550; y el restante en la cumbre, a 6.962.
Para poder subir hasta lo más alto, se debe aprovechar la temporada y el objetivo estará más cerca de cumplirse si las condiciones climáticas lo permiten. Para ello, se proyecta una expedición de unos 20 días, de manera tal que cuando haya una buena ventana, el grupo pueda escalar. Si no fuese posible, podría intentarse nuevamente el año próximo.
Ese grupo técnico estaría conformado por científicos exploradores de la Universidad de Nevada y del King’s College de Londres; además de científicos especialistas en clima y glaciares del Conicet Mendoza; guías de montaña y profesionales que vayan registrando la aventura, tal como sucedió en el Everest o en Perú.

Una antena similar a ésta es la que se instalaría en el Aconcagua. La intención es hacerlo este verano, si las condiciones climáticas lo permiten.
Por estos días se están trabajando los últimos detalles de logística e instalación y las habilitaciones necesarias. Los equipos, que ya estarían en el país, fueron donados.
Otras estaciones meteorológicas en las montañas más altas del mundo
La última estación meteorológica similar a la que se busca instalar en el Aconcagua, se armó cerca de la cumbre del nevado Ausangate a 6.349 metros de altura sobre el nivel del mar.
En esa expedición colaboraron las Cholitas Escaladoras, bolivianas expertas en escalada.

Cholitas escaladoras acompañaron la expedición en Perú, para la instalación de una estación meteorológica.
En ese momento, los especialistas señalaron a National Geographic que las observaciones meteorológicas provenientes de los picos más altos del mundo son necesarias para comprender mejor los impactos del cambio climático sobre las comunidades.
Estaciones como éstas recopilan datos meteorológicos como temperatura, precipitación, humedad, radiación y profundidad de la nieve casi en tiempo real.
National Geographic también contó cómo fue la expedición al Everest y sus dificultades: “Para cargar la estación meteorológica hasta la cima del mundo, tuvieron que distribuir las piezas entre los miembros del equipo”.
Eso mismo es lo que deberán hacer en Argentina: repartirse en sus mochilas rollos de cables tensores, tubos de aluminio, instrumentos científicos y escalar con ellos.
Todo sea para llevar ciencia pura a lo más alto de América.
