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Opinión

Javier Milei, la nueva figura presidenciable de Argentina que comulga con la ultraderecha.

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Por Juan Lehmann, Agencia de Noticias Sputnik.

Nuevas figuras radicalizadas de la política consolidan su peso en el continente. Las propuestas rupturistas en estudios de televisión hasta la disputa electoral y el crecimiento de las derechas desafía a la hegemonía de la dirigencia tradicional a nivel regional. ¿Cómo se explica este súbito crecimiento?

La crisis de representación política tiene su capítulo en América Latina. El precipitado crecimiento de figuras radicalizadas ante la crisis generalizada de los partidos tradicionales en el continente trae nuevas caras de la derecha que se instalaron en el debate público y nada indica que se trate de una moda pasajera.

De la televisión al Congreso

Si bien falta un año para las próximas elecciones presidenciales en Argentina, una reciente encuesta ubicó por primera vez a Javier Milei con un sorprendente 23,6% de los votos para los comicios de octubre de 2023, con una clara posibilidad de pelear en una segunda vuelta.

De esta manera, el economista aparece en el tope de los políticos con más posibilidades, compitiendo en votos con los posibles candidatos del oficialista Frente de Todos, entre ellos el actual presidente Alberto Fernández, y de la alianza opositora Juntos por el Cambio, liderada por el expresidente Mauricio Macri (2015-2019).

Milei saltó a la fama en 2017 gracias a sus histriónicas apariciones en televisión, donde pregonaba un discurso contra la dirigencia política, a la que denomina casta. Sus consignas —entre las que se ubica la propuesta de eliminar el Banco Central y liberar la portación de armas— fueron viralizadas en las redes sociales y aumentaron su popularidad vertiginosamente.

En julio del 2021, en su primera incursión en la política, Milei fundó La Libertad Avanza, el partido que lo llevaría a ser electo diputado nacional tan solo cuatro meses después, al cosechar nada menos que el 17% de los votos en la Ciudad de Buenos Aires y ahora, a menos de un año, las encuestas lo posicionan con oportunidades concretas de ser electo presidente en 2023.

La popularidad de este político crece apuntalada por su penetración en los sectores juveniles. Según un estudio de la consultora Taquión, al que tuvo acceso el diario Clarín, dentro del segmento de personas entre 18 y 25 años, el apoyo a Milei supera el 55%.

El fenómeno del economista está lejos de ser una anomalía. Nahuel Sosa —sociólogo y director del Centro de Formación y Pensamiento Génera— considera que esto responde al desencanto de la juventud con la política:

“El 90% de los jóvenes cree que la situación es mala. Esto, sumado a la pobreza y el desempleo, es un caldo de cultivo para que estos discursos prendan con facilidad”, dice el experto en diálogo con Sputnik.

Ezequiel Ipar, sociólogo y profesor de la Universidad de Buenos Aires, agrega que “parte de la adhesión a su figura se explica por el malestar que sufrieron los jóvenes durante la pandemia y la penetración de ideas de una imagen negativa del Estado“, porque la crisis económica “genera un mercado de trabajo que exige mucho, pero ofrece pocas garantías para trazar un horizonte de futuro”.

En efecto, la situación económica en Argentina, con una inflación que rondará el 100% interanual y una pobreza que supera el 35%, profundiza el desencanto de la juventud hacia la política tradicional.

Fenómeno latinoamericano y global

“El giro a la derecha radical lo estamos viendo en todo el mundo, no solo en Latinoamérica: hay una tendencia mundial”, dice a Sputnik Verónica Giordano, doctora en Ciencias Sociales e investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET).

El escenario identificado por Giordano tiene consenso entre los especialistas. Nahuel Sosa identifica que “hubo un proceso de radicalización global que se profundizó. Eso que se venía cultivando empieza a tener su capítulo en América Latina”.

En Brasil, Jair Bolsonaro obtuvo el 43,2% de los votos en la primera vuelta de las elecciones presidenciales, cosechando más de 51 millones de sufragios, un millón y medio por encima de los obtenidos en 2018, y su Partido Liberal ganó la gobernación en ocho estados, desplazando a los espacios tradicionales como el Movimiento Democrático Brasileño o Unión Brasil.

En Colombia, el millonario empresario Rodolfo Hernández acarició la presidencia en la segunda vuelta contra Gustavo Petro, quien ganó con un ajustado 50,4% de los votos. El magnate de 77 años, que apeló a un discurso radical contra la casta política, obtuvo un histórico 47,3% de los sufragios, desplazando a los partidos tradicionales como el Partido de la U, el MIRA, el Partido Conservador o el espacio Creemos Colombia.

El chileno José Antonio Kast, que reivindica la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), desde su Partido Republicano, alcanzó el 44% de los votos en el balotaje contra Gabriel Boric en marzo de este año, la mayor cantidad de sufragios para un segundo puesto en toda la historia del país, desplazando a las históricas formaciones que gobernaron el país desde el retorno a la democracia.

El cuadro internacional explica el marco en el que se inscribe el fenómeno de las figuras emergentes. “Las derechas surgen a nivel global en un contexto de crisis económica que existe hace años”, dice a Sputnik Analía Goldentul, doctora en Ciencias Sociales. Ipar suscribe y remarca que “el terreno de fondo es la crisis, que habilitó el desplazamiento hacia posturas extremas. La radicalización ofrece una vía de escape para esta crisis estructural”.

Las dificultades económicas impactan de lleno en el descontento: “Cuando una gran parte de la población queda afuera [del mercado laboral] pueden producirse estos fenómenos. Las expectativas no cumplidas tienen un peso fuerte”, sostiene Giordano.

Sin embargo, la popularidad de figuras como Milei o Bolsonaro es transversal a las clases sociales. “Son perfiles heterogéneos: tienen apoyo de marginados, pero también de sectores universitarios y de las clases medias altas”, agrega la investigadora.

La crisis de las instituciones y los partidos tradicionales

El fuerte descontento social ya no se canaliza a través de los partidos tradicionales, sean de izquierda o de derecha. “Pasamos de una etapa de despolitización a una de antipolítica, que es totalmente diferente: es el ataque permanente a todo lo que representa la política”, señala Sosa, y agrega que “los discursos políticamente incorrectos encuentran un anclaje porque se paran por fuera del statu quo“.

“Hay una crisis de los partidos tradicionales, que tienen que enfrentar múltiples catástrofes: económicas, ecológicas, e incluso la guerra en Europa. No parecen estar a la altura, son muy impotentes”, señala el sociólogo Ipar. Como contracara, “muchos de estos grupos atravesaron la pandemia como oposición: al encontrarse fuera del sistema político, pudieron denunciar la crisis que se vivía”, agrega.

Verónica Giordano coincide con el diagnóstico, pero destaca que “la crisis de los partidos tradicionales existe hace décadas. Ahora hay una de todas las estructuras de poder. La novedad es que aparece una forma de organización más horizontal”, apunta.

Esta horizontalidad desafía a la dirigencia política, a la que apuntan las nuevas derechas acusándola de conformar una casta: si antes eran los políticos quienes armaban y convocaban a la población, ahora este rol lo ocupan otros actores. “Los articuladores de estos nuevos espacios no son necesariamente figuras políticas, sino referentes culturales”, afirma Goldentul.

La batalla cultural

La crisis económica y la política no son la única explicación para entender el fenómeno. La denominada batalla cultural constituye un elemento clave en su identidad: “Lo que aparece en juego son los valores culturales”, marca Goldentul.

“El tema no es solo económico, sino también cultural. En el caso de Milei, la oposición al progresismo es social”, sostiene. Son públicos sus ataques a los progresistas y a lo que denomina como “socialismo del siglo XXI” y a los que ataca como “zurdos”.


Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de Ahora San Juan.

Opinión

Trump: propaganda electoral y delito

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El juicio penal que se desarrolla en Nueva York, en el que se acusa a Donald Trump (foto) de 34 delitos, expone el deterioro de las instituciones estadounidenses y la crisis del sistema político con el que pretenden aleccionar al resto del mundo. La trama del litigio exhibe las evidencias más explícitas del derecho a la impunidad y las combina con las licencias para mentir, corromper y engañar. La presentación de cargos realizada por la fiscalía de Nueva York, una semana atrás, busca ser utilizada por el precandidato republicano para victimizarse y transformar su lugar de acusado en un insumo para su campaña electoral. El sistema político estadounidense y el entramado judicial, mediático y de inteligencia que le dan cobertura se esmeran en ocular la tríada del poder real sobre el que se estructura su institucionalidad corporativa: el complejo militar-industrial, las trasnacionales y los fondos de inversión. Esos tres actores colectivos son los que –en última instancia– estarán encargados de rechazar o habilitar su candidatura.

Trump acumula más de treinta cargos en cuatro juicios. Dos de índole federal, uno en Georgia y el otro en Nueva York, donde se iniciaron las comparecencias de los testigos, la última semana, bajo la acusación de encubrimiento y falsificación de registros contables con el objetivo de ocultar sus vínculos extramatrimoniales con una actriz de cine porno y una modelo de la revista Playboy. La querella contra Trump, que se desarrolla en Manhattan frente a la presencia de doce jurados (siete varones y cinco mujeres), se inició con la jura de estos últimos el viernes 19 de abril. El asistente del fiscal Matthew Colangelo fue el encargado, el lunes subsiguiente, de presentar los cargos ante el juez y el jurado, advirtiendo que: “El acusado orquestó una trama criminal para adulterar las elecciones presidenciales de 2016. Luego encubrió esa conspiración criminal falsificando sus registros comerciales para sobornar y silenciar a quienes podían ensuciar su campaña electoral en 2016”.

La acusación contra el ex mandatario incluye la compra de voluntades mediáticas para tapar irregularidades propias, y operaciones para mancillar la reputación de sus competidores políticos. En la última semana, declaró como testigo el ex director de la revista National Enquirer, David Pecker, quien asumió la responsabilidad de haber sobornado a la modelo de Playboy Karen McDougal para encubrir su romance con el entonces candidato republicano. El mismo director de la publicación fue el encargado de asumir la responsabilidad por abonar 30 mil dólares al portero de la Trump Tower, para evitar que trascendieran los encuentros con dos docenas de mujeres.

En otro tramo del juicio, el magistrado Juan Manuel Merchán tomó nota de cómo el entonces abogado del acusado, Michael Cohen, transfirió 130 mil dólares a la actriz de cine pornográfico Stormy Daniels para garantizar su silencio. Pecker asumió frente al jurado que sus publicaciones ejecutaban el denominado “periodismo de chequera”, consistente en ensalzar o encumbrar a los aportantes y, al mismo tiempo, demonizar a sus contendientes, una operación naturalizada y usual al interior de las corporaciones propagandísticas de Occidente, que no pareció causar estupefacción entre los periodistas acreditados ante el tribunal.

La tergiversación informativa sobre la que se monta gran parte del show mediático estadounidense –del que América Latina también es tributario– incluye el protagonismo de las redes sociales. El magistrado dispuso varias órdenes de silencio a Trump para evitar el hostigamiento y el asedio a los jurados, los fiscales y sus familiares, impulsado desde su plataforma Truth Social. Trump atacó en dos oportunidades a la hija del juez Merchan y –según la fiscalía– violó en diez oportunidades la discreción exigida. La defensa del acusado, ejercida por Todd Blanche, apeló la medida argumentando que su cliente solo había reposteado textos de terceros.

Trump fue declarado culpable, durante el último año, en tres juicios civiles, sin que estos procesamientos interfirieran en su candidatura: se lo condenó a pagar 355 millones de dólares por inflar el valor de sus propiedades, se le impuso el pago de cinco millones de dólares de indemnización por abuso sexual contra la columnista Jean Carroll, y se lo multó en 85 millones de dólares por difamación y calumnias contra esta última periodista.

Donald Trump se jactó años atrás de que podía dispararle a alguien en la Quinta Avenida sin que eso llevara a la pérdida de capital electoral. A fines de la década del 20 del siglo pasado, un cabo del ejército alemán escribió: “No importa en absoluto si se ríen de nosotros o nos vilipendian… si nos representan como payasos o criminales; lo principal es que nos mencionen, que se preocupen por nosotros una y otra vez…” . Sin embargo, fue Marco Tulio Cicerón quien probablemente caracterizó con mayor precisión la etapa histórica que atravesamos: “Cuanto más cerca está la caída de un imperio, más locas son sus leyes”. 

@Página12

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Opinión

Una vid con frutos asegurados

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Por monseñor Jorge Eduardo Lozano, arzobispo de San Juan de Cuyo

Un diálogo imaginario con una flor nos puede conducir a reflexiones profundas. Te copio unos pocos renglones del Capítulo 18 del libro El Principito, de Saint-Exupery.

“—¿Dónde están los hombres? —preguntó cortésmente el principito.

La flor, un día, había visto pasar una caravana.

—¿Los hombres? No existen más que seis o siete, me parece. Los he visto hace ya años y nunca se sabe dónde encontrarlos. El viento los pasea. Les faltan las raíces. Esto les molesta.”

Este diálogo, ambientado en el desierto, entre la flor y el Principito, nos muestra una ponderación acerca de la carencia de raíces. La flor había visto pasar una caravana y pensaba que los hombres iban de un lado y para el otro llevados por el viento. Podríamos decir estar sin Patria; “y esto les molesta”, observa la flor. En la Biblia muchas veces aparece la peregrinación en contraposición con lo que es andar errante, sin rumbo. El castigo de Caín por haber matado a su hermano consistió en caminar sin sentido fijo. En la peregrinación, en la procesión hay una meta, un lugar adonde llegar para un encuentro. Y, en definitiva, para nosotros es la Vida eterna.

Echar raíces nos da pertenencia. El Evangelio que proclamamos este fin de semana nos presenta la alegoría de “la vid y los sarmientos” (Jn. 15, 1-8). Esta imagen que utiliza Jesús es para hablarnos de Él, y de nosotros en relación con Él. Nos describe una realidad muy cercana a la tierra sanjuanina. Vemos viñedos en forma habitual en nuestros caminos y al contemplarlos podemos entender bien la enseñanza de Jesús.

Él nos dice: “Yo soy la Vid, ustedes los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él da mucho fruto, porque separados de mí, nada pueden hacer”. (Jn. 15, 5)

Fijémonos entonces, que hay una mutua permanencia. El Señor permanece en nosotros por medio de la fuerza del Espíritu Santo y nosotros en Él por adhesión también del amor. En esta imagen de la vid y los sarmientos, puedo entender que yo soy con otros, y con otros en el Otro.

Pero no es una cuestión estática, como si se tratara de colocar un jarrón sobre la mesa. Es un permanecer vital, dinámico, con el movimiento que nos da el amor.

Podríamos decir que esta imagen de la vid y los sarmientos complementa la que veíamos el fin de semana pasado del vínculo entre el Pastor y el rebaño. Ambos pasajes evangélicos nos muestran cómo la fe rompe la soledad. La Pascua nos lleva a establecer vínculos con otros, nos libera del aislamiento.

La Palabra de este domingo tiene una fuerte impronta comunitaria y, a su vez también, nos muestra que separados del Señor y de la comunidad, caemos en la esterilidad, en no dar frutos al secarse la vitalidad de la rama. 

Jesús Resucitado nos reanima en la misión de la Iglesia. El Espíritu Santo nos impulsa a la comunión y a la cercanía cordial con todos los que sufren.

El próximo miércoles celebramos a los hombres y mujeres del mundo del trabajo. Te comparto unos párrafos escritos por el Beato obispo y mártir Enrique Angelelli el 1 de mayo de 1975: “Se hace muy doloroso ganar el pan de cada día; nos cuesta arrancar del corazón el egoísmo para hacernos plenamente hermanos; nos cuesta mucho poder sumar todas las manos, como pueblo, para construir juntos esta tierra de bendición (…) Cristo quiere una Rioja no resignada sino plenamente libre y feliz. La Rioja reclama de todos nosotros, gobernantes y pueblo, superar toda división y todo egoísmo individual y de grupos para hacerla una tierra donde el amor no sea una palabra para enamorados simplemente, sino la meta de nuestro trabajo concienzudo por lograr ser verdaderamente un pueblo que se quiere, es solidario y nadie abusa del otro”.

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Opinión

Jorge Elbaum cuestionó el apoyo de Javier Milei a Israel: “Está involucrándose de forma irresponsable”

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“En vez de ser neutral, está sobreactuando un aspecto ideológico, Milei no entiende lo que son los intereses de nuestro país”, añadió el sociólogo y primer presidente del Llamamiento Argentino Judio.

El Presidente Javier Milei mostró su completo apoyo hacia Israel tras el ataque sufrido desde irán, sin embargo, hay varias cuestiones a tener en cuenta a la hora de llevar a cabo lo que se refiere a un alineamiento bélico. Es por eso que para desarrollar este tema en profundidad, Canal E se comunicó con el sociólogo y primer presidente del Llamamiento Argentino Judio, Jorge Elbaum.

“La justicia argentina, específicamente la sala de la Cámara de Casación, no se expidió sobre la causa del atentado, sino sobre la causa del ocultamiento del mismo, en el cual fue llevado a juicio y condenado el juez de instrucción de la causa Galeano”, comentó Jorge Elbaum. “Esa es la causa en la cual 3 jueces de casación se expidieron”, agregó.

No se llevaron a cabo las testimoniales del caso AMIA

Posteriormente, Elbaum planteó: “Uno de ellos sugirió, por fuera de la causa de su tratamiento, referirse a otra causa, específica del atentado, que no ha habido juicio hasta ahora porque no se llevaron a cabo las testimoniales de los 8 acusados”. Luego, manifestó que, “estamos viendo un alineamiento político estratégico muy irresponsable por parte del Gobierno argentino, ya que cualquier vinculación estratégica bélica tiene que ser decidida por el Congreso”.

El Gobierno argentino hace un alineamiento y una sobrevaloración muy irresponsable, llamando al representante diplomático de Israel a presenciar una reunión de gabinete, en el marco de un alineamiento que Argentina históricamente no posee”, sostuvo el entrevistado. “Argentina, tradicionalmente, busca la paz, ha sido un ejemplo de no alineamiento, salvo en la época de Menem”, complementó.

El desconocimiento de Milei sobre lo establecido en la Constitución

Por otro lado, el sociólogo señaló: “El tema no es si Milei toma la decisión como Presidente de hacer una alianza diplomática, el problema es que está participando de una situación de guerra y no estaría mal en el caso de que fuese una decisión tomada por el Congreso”. A su vez, remarcó que, “lamentablemente, el Presidente desconoce la Constitución y se toma atribuciones que tendrán que ser juzgadas”.

El Presidente no puede establecer los alineamientos que está realizando en términos bélicos, apoyando a aquellos países como Israel y Estados Unidos, que son los que votan en contra de Argentina en los foros internacionales relativos a Malvinas”, expresó Elbaum. “En vez de ser neutral, está involucrándose de forma irresponsable, sobreactuando un aspecto ideológico, Milei no entiende lo que son los intereses de nuestro país”, concluyó.

@Perfil.

/Imagen principal: Archivo/

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