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Opinión

El acuerdo con el FMI es inflacionario.

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Artículo redactado por Alfredo Zaiat para Página12 (1/04/2022)*

El programa con el Fondo establece devaluar siguiendo a la inflación, subir tarifas para disminuir subsidios y elevar la tasa de interés para fomentar los depósitos en pesos. Todo ello en el marco de la puja distributiva entre precios y salarios y el shock inflacionario externo

El Indec difundirá el índice de precios al consumidor de abril el próximo jueves 12 de mayo. Será un dato pésimo, en el mismo sentido que el registrado en el mes anterior, más allá de la diferencia de décimas entre uno y otro.

La economía está navegando de este modo en un piso de tasa de inflación anualizada del 60 por ciento con elevadas probabilidades de subir varios escalones. Este peligro irrumpe porque no se están utilizando tradicionales anclas para evitar un mayor descontrol de precios.

En este inquietante escenario, el equipo económico liderado por Martín Guzmán tiene como principal apuesta para contener los precios la generación de expectativas positivas en la sociedad a partir de un programa económico acordado con el Fondo Monetario.

En la salida de la crisis de la pandemia esta estrategia podía tener cierta lógica, aunque sabiendo que ese voluntarismo tenía escasa posibilidad de alcanzar el objetivo teniendo en cuenta el desalentador resultado en los últimos dos años. Con el estallido de una nueva crisis global, provocada por la guerra en Ucrania, se ha instalado otro panorama, que es preocupante debido al riesgo de espiralización de los aumentos de precios.

¿Cuál es la estrategia antiinflacionaria de Guzmán?

La secuencia que propone Guzmán como política antiinflacionaria es la siguiente: definir un horizonte previsible de las principales variables macroeconómicas, avalado por el FMI haciendo desembolsos de dólares como parte de la refinanciación del crédito otorgado a Macri, y, al mismo tiempo, conseguir estabilidad en el mercado cambiario a partir del incremento de reservas en el Banco Central.

El equipo económico evalúa que la especulación con las cotizaciones de los dólares (blue, contado con liquidación y MEP) es uno de los principales canales de trasmisión de las presiones inflacionarias. La apuesta es frenar esos movimientos desestabilizadores del mercado con más reservas, una parte de las cuales son aportadas por el FMI para pagar cuotas del vencimiento del préstamo que entregó.

A ese marco general, Guzmán le agrega la negociación entre cámaras empresarias y sindicatos con la aspiración de recuperar el salario en términos reales. Por ahora, sin embargo, las paritarias siguen corriendo detrás de los aumentos de precios.

En los hechos, se trata de una estrategia para economías en crecimiento, con puja distributiva, sin shock externos negativos (pandemia y guerra en Europa) y con tasas de inflación elevadas pero no tanto. Esta no es la actual situación. En consecuencia, para la economía argentina, esta forma de encarar el problema de los precios encierra su propia trampa porque, en sus postulados, el acuerdo con el FMI es inflacionario.

Un antes y un después de la guerra en Ucrania

En un contexto de crecimiento de la economía local, mejora de ingresos de los sectores populares y una economía internacional en firme recuperación pospandemia, los factores de impulso de precios que se encuentran explícitos en el acuerdo con el FMI podrían ser relativamente compensados.

Sin embargo, dos de esas tres condiciones no se están cumpliendo porque hubo un evento extraordinario que alteró el panorama: el conflicto OTAN (Ucrania)-Rusia. Los ingresos siguen atrasados y la economía internacional va rumbo a una recesión.

Esta situación inesperada sumó más presión por el lado de lo que se denomina “inflación importada” derivada del alza de los precios internacionales de alimentos y de la energía, y también de los aumentos de los insumos difundidos (aluminio, papel, acero, plásticos, químicos).

La guerra modificó la frágil estructura oficial donde se montaron las piezas de la política económica, y no adaptarla, especialmente en el capítulo inflación, puede derivar en una situación aún más crítica.

La revisión de las proyecciones de inflación (previstas de 38 a 48 por ciento) con el FMI, que el staff técnico probablemente aceptará, es lo menos importante de los supuestos que se deberían observar ante el notorio cambio de las condiciones de la economía mundial que están impactando a nivel local.

Incremento de los costos

No existen muchas dudas de que había que firmar un acuerdo con el FMI para despejar el frente financiero y cambiario, pero tampoco existen dudas de que es inflacionario dada la evolución comprometida de variables clave.

O sea, el acuerdo era inflacionario antes de la guerra y lo es mucho más ahora con un shock externo negativo que ha arrojado a la economía mundial a un cuadro inflacionario desconocido de los últimos cuarenta años, con elevadas probabilidades de caer en recesión.

El programa con el FMI es inflacionario porque exige transitar un camino de persistente devaluación con miniajustes diarios del tipo de cambio para acompañar casi a pleno la evolución de precios local.

También lo es porque demanda aumentos de tarifas para disminuir los subsidios, en especial los energéticos, para alcanzar las metas comprometidas de déficit fiscal.

Además lo es porque el objetivo de fomentar las colocaciones en pesos para desalentar la compra de dólares demanda subir la tasa de interés para que le gane a la inflación, y también permita acompañar el ritmo de devaluación. Pese a la escasa profundidad del sistema crediticio del mercado argentino, igual el alza de la tasa de interés eleva el costo financiero de operaciones comerciales.

La crisis política en el oficialismo

Las minidevaluaciones diarias para acercar la evolución del tipo de cambio oficial a la tasa de inflación registrada el mes anterior, los aumentos de tarifas para bajar subsidios energéticos y el alza de la tasa de interés, en un marco de una mayor tensión distributiva en la discusión salarial, tienen como saldo una mayor presión inflacionaria por el lado de los costos.

Esto se traduce en algo que quienes han estudiado el régimen de elevada inflación de la economía argentina definen del siguiente modo: la actual política económica carece de un ancla relevante de los precios.

Como se mencionó, Guzmán apuesta a que el ancla sea el programa económico acordado con el Fondo Monetario porque piensa que así se podrían coordinar las expectativas de empresarios y sindicalistas y, a la vez, recuperar reservas para mantener bajo control el dólar achicando la brecha cambiaria.

Para ello reclama cierto orden político al interior de la coalición de gobierno, objetivo que, a esta altura, resulta difícil de alcanzar porque, precisamente, él se ha convertido en uno de los factores de mayor tensión entre la fuerza electoral mayoritaria del Frente de Todos (el kirchnerismo) y el presidente Alberto Fernández.

¿Por qué seguir devaluando pese al impresionante aumento de los precios de materias primas?

La idea dominante de que la competitividad de las exportaciones argentinas proviene especialmente de mantener un tipo de cambio real elevado es una de las confusiones más arraigadas en el análisis económico doméstico.

Martín Vernengo lo expresó en forma muy clara en un tuit: “No hay correlación alguna entre tipo de cambio real multilateral y exportaciones. La elasticidad precio de las exportaciones siempre fue bajísima y sólo dependen de la demanda externa. Lo único que se logra devaluando es más inflación, mayor baja del poder adquisitivo y estanflación“.

Esto también se puede expresar en términos políticos: mantener el actual ritmo de devaluación con semejante nivel de precios internacionales de los principales productos de exportación significa una abusiva transferencia de ingresos adicional hacia un sector privilegiado.

Además, el Gobierno decidió no aumentar retenciones ni diseñar un esquema de emergencia de retenciones móviles, preservando así la rentabilidad extraordinaria (“inesperada”, según Guzmán) del complejo agroexportador.

Ajustes del tipo de cambio para mantenerlo elevado en términos reales implican salarios bajos, a los cuales les cuesta recuperarse en la presente dinámica cambiaria. No hay misterios en esta secuencia porque son funciones macroeconómicas conocidas desde hace décadas del régimen de inflación elevada de la economía argentina.

Revisar la política cambiaria (además de la tarifaria), al menos para los próximos meses, sería una de las facetas iniciales para diseñar una consistente estrategia antiinflacionaria integral, que en estos momentos, con índices generales mensuales de 6 por ciento, se ha vuelto imperiosa dada la actual tendencia de los precios.

*Alfredo Zaiat es un economista y periodista. Editor de la sección Economía y del Suplemento Cash de Página12 y autor de varios libros. 


Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de Ahora San Juan

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La tecnología avanza, la humanidad no.

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NOTA DE OPINION- Por Monseñor Jorge Eduardo Lozano, arzobispo de San Juan de Cuyo.

Te pido disculpas si el título puede sonar despectivo. No es esa la intención. Pero pareciera algo contradictorio que cuanto más avanzadas son las herramientas tecnológicas de las cuales disponemos, más endebles resultan los vínculos sociales que establecemos. Parece mentira que se instale la irracionalidad de la guerra y se incremente la capacidad de destrucción y muerte. La tecnología ayuda a las ciencias médicas, al ahorro de energía y
tantos otros beneficios; y por otro lado multiplica la capacidad destructora del ambiente llegando al límite de desaparición de algunas especies animales.
En este tiempo marcado por la irrupción de la Inteligencia Artificial no acertamos en madurar como seres humanos. Nos volvemos primates, involucionamos en el respeto a los derechos humanos y el cuidado de la casa común. Estamos celebrando la Ascensión al cielo de Jesús Resucitado, y en este contexto, la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales. El Papa nos ha regalado un Mensaje cuyo título es “Inteligencia artificial y sabiduría del corazón para una comunicación plenamente humana”. En este Mensaje Francisco nos dice que “la difusión acelerada de sorprendentes inventos, cuyo funcionamiento y potencial son indescifrables para la mayoría de nosotros, suscita un asombro que oscila entre el entusiasmo y la desorientación”.
Nos advierte que “en esta época que corre el riesgo de ser rica en tecnología y pobre en humanidad, nuestra reflexión sólo puede partir del corazón humano. Sólo dotándonos de una mirada espiritual, sólo recuperando una sabiduría del corazón, podremos leer e interpretar la novedad de nuestro tiempo y redescubrir el camino de una comunicación plenamente humana”.
Tal como expresaba el Principito, “solo con el corazón se puede ver bien; lo
esencial es invisible a los ojos”.

Las computadoras son de gran ayuda, “poseen una capacidad inconmensurablemente mayor que los humanos para almacenar datos y correlacionarlos entre sí, pero corresponde al hombre, y sólo a él, descifrar su significado”. Podemos correr el riesgo de confundir el alcance de las estadísticas dándoles un valor inadecuado. Los números son importantes, pero la sabiduría del corazón humano va a las causas que están en la raíz de los problemas sociales.
Los seres humanos buscamos superarnos venciendo limitaciones, “empezando por los primeros artefactos prehistóricos, utilizados como prolongación de los brazos, pasando por los medios de comunicación empleados como prolongación de la palabra, hemos llegado hoy a las máquinas más sofisticadas que actúan como ayuda del pensamiento”. Me resulta muy expresiva esta imagen de “prolongación de la palabra”, como para que ella siga resonando una vez pronunciada. Los antiguos papiros, la imprenta, las grabaciones, las redes sociales… todo buscando que lo dicho alcance a muchos y perdure.
Los Medios de Comunicación son de gran ayuda. “Según la orientación del
corazón, todo lo que está en manos del hombre se convierte en una oportunidad o en un peligro.” El profeta Isaías inspirado por Dios avizoraba el momento en el cual los pueblos “de las espadas forjarán arados y de las lanzas, podaderas”. (Is 2, 4)
Otra dificultad que nos plantea Francisco es la “contaminación cognitiva” que altera la realidad mostrando lo falso como si fuera verdadero. “Es decir, de la creación y difusión de imágenes que parecen perfectamente verosímiles pero que son falsas (también yo he sido objeto de ello), o de mensajes de audio que utilizan la voz de una persona para decir cosas que nunca ha dicho. La simulación, que está a la base de estos programas, puede ser útil en algunos
campos específicos, pero se vuelve perversa cuando distorsiona la relación con los demás y la realidad.” Hace falta tener una mirada crítica acerca de todo lo que se muestra, especialmente en redes sociales, y chequear la autenticidad. Se hacen circular frases y fotos que distorsionan la realidad. Con frecuencia se busca generar un clima de intolerancia, odio, rechazo de
quienes piensan distinto.

Buscamos una comunicación plenamente humana. “La información no puede
separarse de la relación existencial: implica el cuerpo, el estar en la realidad;
exige poner en relación no sólo datos, sino también las experiencias; exige el
rostro, la mirada y la compasión más que el intercambio.” El jueves pasado el Papa proclamó solemnemente el próximo Año Jubilar 2025, y publicó el Documento (llamado Bula) titulado “La esperanza no defrauda”. Te invito a leer y meditar estas enseñanzas de Francisco. Nos
recuerda que “en el corazón de cada persona habita la esperanza como
deseo y expectativa de lo bueno que vendrá, a pesar de no saber lo que nos
deparará el futuro”.
Ayer, 11 de mayo, se cumplieron 50 años del asesinato del padre Carlos Mugica.

Recemos por la paz en los corazones y la sociedad.

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Opinión

Nos gusta recibir visitas.

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Escribe Monseñor Jorge Eduardo Lozano.

Ser visitados por los amigos nos alegra el corazón. Compartimos historias vividas en común, situaciones que nos pueden estar afligiendo, logros personales y de la familia. Abrirnos con confianza nos hace mucho bien. Cuando alguien está enfermo la visita tienen un gran valor de consuelo, de paz. Y ni te digo si la visita es a un preso, donde hay que sortear una serie de barreras.

Pienso también en tantas personas mayores que están en geriátricos sin el contacto periódico de la familia. La vocación misionera de la Iglesia es un llamado a ir al encuentro de otros para compartir la cercanía de Dios con su Pueblo. Habitualmente lo
plasmamos en ir de dos en dos, casa por casa, para llevar el amor de Jesús. El Papa Francisco nos presenta un sencillo esquema a desarrollar en su Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium número 128. Lo primero es saludar con amabilidad, presentándonos si no nos conocen, diciendo a qué Comunidad pertenecemos. Conversar acerca de los miembros de la familia, dando espacio a compartir “sus alegrías, sus esperanzas, las inquietudes por sus seres queridos y tantas cosas que llenan su corazón”. No se trata de entregar un folleto como haciendo propaganda. Vamos sin apuro. Muchas personas —y nos puede suceder a nosotros— están muy solas y tienen necesidad de contar lo que les pasa, ser escuchados con atención.

Después de esta conversación se les puede presentar la Palabra que ilumina, sea leyendo algún párrafo o narrando un pasaje conocido, “pero siempre recordando el anuncio fundamental: el amor personal de Dios que se hizo hombre, se entregó por nosotros y está vivo ofreciendo su salvación y su amistad”.

Será importante también compartir el testimonio personal. La misión nos involucra; no se trata de decir un discurso de memoria, el mismo en cada familia y época del año. Buscamos llevar la alegría y el consuelo de Dios. Por eso decimos con certeza que el principal protagonista de la misión es el Espíritu Santo. “Si parece prudente y se dan las condiciones, es bueno que este encuentro fraterno y misionero termine con una breve oración” relacionada con lo que hayamos conversado. También se pueden anotar intenciones para ofrecer en la misa de la Parroquia o la Capilla. Aunque parezca obvio, nunca recibir dinero; si la gente quiere colaborar que vaya personalmente a la Parroquia o Capilla.

Este sábado 4 y domingo 5 de mayo estamos realizando una misión en el Departamento de Albardón; en Campo Afuera para ser más precisos. Desde distintas Parroquias y Movimientos acudimos para sumarnos en la alegría de compartir la fe con los vecinos. Es una primera experiencia que hacemos en San Juan y en varias diócesis del país. Cuando voy a las Comunidades a celebrar Fiestas Patronales o Confirmaciones la gente me suele decir “vuelva pronto”.

El Evangelio que proclamamos este Domingo nos motiva a perseverar en este camino. Por un lado, Jesús nos muestra cómo nos considera: “Ustedes son mis amigos”. (Jn 15, 14) Y por eso nos da la medida de su amor: “No hay amor más grande que dar la vida por los amigos” (Jn 15, 13). Es importante que aceptemos con todas las consecuencias la afirmación de Jesús: “No son ustedes los que me eligieron a mí, sino yo el que los elegí a ustedes, y los destiné para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero”. (Jn 15, 16) Jesús nos elige y nos llama: “permanezcan en mi amor”; y nos envía “vayan y den fruto”.

La misión no es una carga que cumplir ni un requisito burocrático. No es la sopa que hay que tomar para poder comer lo que nos gusta. Lo expresa claramente Jesús: “Les he dicho esto para que mi gozo sea el de ustedes, y ese gozo sea perfecto” (Jn 15, 11).
Respondamos con generosidad al llamado del Señor de la Vida.

@MonseñorJorgeEduardoLozano

/Fuente de imagen: Archivo Google

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Trump: propaganda electoral y delito

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El juicio penal que se desarrolla en Nueva York, en el que se acusa a Donald Trump (foto) de 34 delitos, expone el deterioro de las instituciones estadounidenses y la crisis del sistema político con el que pretenden aleccionar al resto del mundo. La trama del litigio exhibe las evidencias más explícitas del derecho a la impunidad y las combina con las licencias para mentir, corromper y engañar. La presentación de cargos realizada por la fiscalía de Nueva York, una semana atrás, busca ser utilizada por el precandidato republicano para victimizarse y transformar su lugar de acusado en un insumo para su campaña electoral. El sistema político estadounidense y el entramado judicial, mediático y de inteligencia que le dan cobertura se esmeran en ocular la tríada del poder real sobre el que se estructura su institucionalidad corporativa: el complejo militar-industrial, las trasnacionales y los fondos de inversión. Esos tres actores colectivos son los que –en última instancia– estarán encargados de rechazar o habilitar su candidatura.

Trump acumula más de treinta cargos en cuatro juicios. Dos de índole federal, uno en Georgia y el otro en Nueva York, donde se iniciaron las comparecencias de los testigos, la última semana, bajo la acusación de encubrimiento y falsificación de registros contables con el objetivo de ocultar sus vínculos extramatrimoniales con una actriz de cine porno y una modelo de la revista Playboy. La querella contra Trump, que se desarrolla en Manhattan frente a la presencia de doce jurados (siete varones y cinco mujeres), se inició con la jura de estos últimos el viernes 19 de abril. El asistente del fiscal Matthew Colangelo fue el encargado, el lunes subsiguiente, de presentar los cargos ante el juez y el jurado, advirtiendo que: “El acusado orquestó una trama criminal para adulterar las elecciones presidenciales de 2016. Luego encubrió esa conspiración criminal falsificando sus registros comerciales para sobornar y silenciar a quienes podían ensuciar su campaña electoral en 2016”.

La acusación contra el ex mandatario incluye la compra de voluntades mediáticas para tapar irregularidades propias, y operaciones para mancillar la reputación de sus competidores políticos. En la última semana, declaró como testigo el ex director de la revista National Enquirer, David Pecker, quien asumió la responsabilidad de haber sobornado a la modelo de Playboy Karen McDougal para encubrir su romance con el entonces candidato republicano. El mismo director de la publicación fue el encargado de asumir la responsabilidad por abonar 30 mil dólares al portero de la Trump Tower, para evitar que trascendieran los encuentros con dos docenas de mujeres.

En otro tramo del juicio, el magistrado Juan Manuel Merchán tomó nota de cómo el entonces abogado del acusado, Michael Cohen, transfirió 130 mil dólares a la actriz de cine pornográfico Stormy Daniels para garantizar su silencio. Pecker asumió frente al jurado que sus publicaciones ejecutaban el denominado “periodismo de chequera”, consistente en ensalzar o encumbrar a los aportantes y, al mismo tiempo, demonizar a sus contendientes, una operación naturalizada y usual al interior de las corporaciones propagandísticas de Occidente, que no pareció causar estupefacción entre los periodistas acreditados ante el tribunal.

La tergiversación informativa sobre la que se monta gran parte del show mediático estadounidense –del que América Latina también es tributario– incluye el protagonismo de las redes sociales. El magistrado dispuso varias órdenes de silencio a Trump para evitar el hostigamiento y el asedio a los jurados, los fiscales y sus familiares, impulsado desde su plataforma Truth Social. Trump atacó en dos oportunidades a la hija del juez Merchan y –según la fiscalía– violó en diez oportunidades la discreción exigida. La defensa del acusado, ejercida por Todd Blanche, apeló la medida argumentando que su cliente solo había reposteado textos de terceros.

Trump fue declarado culpable, durante el último año, en tres juicios civiles, sin que estos procesamientos interfirieran en su candidatura: se lo condenó a pagar 355 millones de dólares por inflar el valor de sus propiedades, se le impuso el pago de cinco millones de dólares de indemnización por abuso sexual contra la columnista Jean Carroll, y se lo multó en 85 millones de dólares por difamación y calumnias contra esta última periodista.

Donald Trump se jactó años atrás de que podía dispararle a alguien en la Quinta Avenida sin que eso llevara a la pérdida de capital electoral. A fines de la década del 20 del siglo pasado, un cabo del ejército alemán escribió: “No importa en absoluto si se ríen de nosotros o nos vilipendian… si nos representan como payasos o criminales; lo principal es que nos mencionen, que se preocupen por nosotros una y otra vez…” . Sin embargo, fue Marco Tulio Cicerón quien probablemente caracterizó con mayor precisión la etapa histórica que atravesamos: “Cuanto más cerca está la caída de un imperio, más locas son sus leyes”. 

@Página12

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