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Opinión

Chile: Boric y el círculo vicioso del mismo modelo.

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Nota de Juan Pablo Cárdenas Squella*. (publicada 14/04/22 en Nodal.am)

Bastaron solo dos semanas para que la derecha y el gran empresariado disiparan sus temores respecto del triunfo presidencial de Gabriel Boric. En pocos días estos sectores lograron instalar a un economista de su confianza en el Ministerio de Hacienda y asignarle a las “leyes del mercado” el rol fundamental en la marcha política y administrativa de la nación.  Pese a la molestia inicial del Presidente del Partido Comunista, todas las agrupaciones que conforman el abigarrado oficialismo terminaron por asentir con tal nombramiento bajo la excusa que el nombre de Mario Marcel concita confianza hasta en el extranjero.

Desde hace tiempo se asume que quien lleva esta cartera ministerial tiene más poder que el conjunto del Gabinete, además de constituir un enorme contrapeso a la posibilidad de que se emprendan cambios radicales y que amenacen los intereses de los grandes inversionistas nacionales y foráneos. En realidad, cuando algún gobierno se atreva a nombrar en este cargo a alguien que pertenezca al mundo político vanguardista, el país podría confiar en que se le cumplirán las demandas por tanto tiempo expresadas en la calle, las movilizaciones sociales y hasta  en la propia academia.

No deja de sorprender, además, el encantamiento que en pocos días La Moneda demuestra respecto de las Fuerzas Armadas y de Orden, las que se dijo que serían drásticamente reformadas después de la represión ejercida durante el gobierno derechista que acaba de culminar su período presidencial. A pesar de que el Ejecutivo actual decidió retirar a los militares de la caliente zona de la Araucanía o Walmapu, no se descarta que próximamente esta decisión sea revisada o se implemente otra que haga frente a la rebelión de la llamada macro zona sur, cuyas acciones cada día más iracundas no han cesado con los uniformados o sin ellos en la región.

Todo indica que los drásticos cambios que se prometieron en materia castrense se verán prontamente morigerados o postergados, aunque no deja de ser esperanzador que al menos el Poder Judicial siga resuelto a procesar y condenar a los oficiales corruptos, cuyos nombres abundan en los archivos judiciales y en prensa considerada incómoda para los objetivos de impunidad que algunos creen necesario para conjurar nuevos “ruidos de sables”.

Una ingenua, pero loable, actitud de las nóveles autoridades les llevó a pensar que la lucha mapuche que lleva más de dos siglos de confrontaciones y decepciones podría atenuarse con nuevos diálogos y promesas de solución. Todo indica, sin embargo, que nuestros pueblos ancestrales pueden ver hoy una real oportunidad a sus históricas demandas, pero siempre que el Gobierno implemente, primero, medidas efectivas que realmente signifiquen el reconocimiento de sus derechos, la devolución de sus territorios confiscados y una cierta amnistía e indulto en favor a sus combatientes procesados y condenados.

La distante guerra ruso ucraniana no hay duda que explica en buena medida las serias dificultades que ya viven los hogares chilenos, especialmente los de los más pobres y de la propia clase media. En efecto, la inflación ha encarecido enormemente el pan, los combustibles y los servicios domésticos básicos, de tal forma que el reajuste al salario mínimo prometido en su campaña electoral por el Presidente Boric se convertiría en prácticamente nada en relación a esta explosiva alza en el costo de la vida. Un incremento bastante discreto que, para los sectores más renuentes a los cambios, podría traerle más perjuicios a la economía. Asimismo, como manifiesta una firme oposición a la propuesta de que el Estado suprima el IVA, por ejemplo, a los productos más esenciales. Es decir, en plena emergencia quieren ponerle todo tipo de cortapisas a los subsidios estatales, iniciativa que se implementa sin mayores problemas en otras naciones capitalistas menos ortodoxas que la nuestra a fin de paliar los efectos del alza del petróleo, del gas, los transportes y los llamados comodities.

Es muy pronto para evaluar el desempeño de los nuevos equipos de gobierno, pero algunos nombramientos inquietan a los sectores más radicales del izquierdismo y los hace temer que el mandato de Boric será del estilo de los gobiernos concertacionistas que nunca se atrevieron a cumplir con lo prometido en cuanto a restablecer una institucionalidad democrática más plena y emprender medidas para recuperar para el Estado los bienes, empresas, yacimientos y facultades perdidas con la Dictadura. Recordemos que ante la asunción del gobierno de Aylwin el terror del gran empresariado y de la derecha se hizo tanto o más ostensible que ahora. Temor que desapareciera muy rápidamente, entonces, a partir de la voluntad del mandatario de “hacer justicia solo en la medida de lo posible” y guardar para otra oportunidad tantas promesas socioeconómicas.

Pese a los buenos deseos y entusiasmo que se expresa en los nuevos gobernantes, inquieta que de nuevo aflore el descontento social, así como las protestas que conllevan el vandalismo y la destrucción de bienes públicos y privados, como los flamantes y caros buses de la locomoción colectiva que a diario resultan incendiados. De esta manera, complica a La Moneda que desde el Congreso Nacional se insista en aprobar nuevos retiros de los fondos de pensiones para que los imponentes puedan hacer frente a sus apremiantes necesidades. Una iniciativa que contara antes con el entusiasta apoyo de quienes hoy están en el poder, pero que ahora coinciden con la derecha y los gremios empresariales en cuanto a que estos han sido culpables de la inflación actual.

Ideológicamente hablando, desgraciadamente toma cuerpo la idea de darle aliento y garantía a las inversiones privadas y extranjeras. Por la gran prensa patronal se vuelve a insistir en que solo con el crecimiento y la inversión se puede esperar el desarrollo y la equidad social. Una falacia que no tiene en cuenta que cuando tuvimos por años un crecimiento sostenido en nada cambió la profunda desigualdad entre los chilenos. Y que el bullado y elevado PIB nacional solo sirve para esconder la inmensa concentración de la riqueza en unos pocos, así como la perpetuación de las carencias de la inmensa mayoría.

Sería muy conveniente que los que hoy gobiernan tengan en cuenta que, siendo importante el desarrollo, la justicia social solo puede resultar de una justa distribución del ingreso. Esto es en la posibilidad de que impida realmente la extrema riqueza y se implemente una verdadera “revolución” tributaria. Algo difícil de concebir dentro del modelo económico que todavía nos rige, cuando sabemos que el principal incentivo de los inversionistas de nuestro país es la posibilidad de contar con mano de obra barata, es decir, pésimamente remunerada.

Porque el cobre y otros productos naturales se encuentran en abundancia también en otros países, solo que más dignos y soberanos que el nuestro. Cuando aquí incluso una propuesta de royalty minero, en plena emergencia, parece inapropiado o peligroso para la sacrosanta “estabilidad de los mercados”.

De ceder el Gobierno a los cantos de sirena de las entidades empresariales y de sus medios de prensa, lo cierto es que se va a abonar una nueva explosión social, con visos esta vez de mayor convulsión e insurrección.

*Juan Pablo Cárdenas Squella es un periodista y académico chileno. Fue agregado de Prensa de la Embajada de Chile en México entre 1994 y 1999. Fue académico en el Instituto de la Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile y también se desempeñó como director de Radio Universidad de Chile y de su diario electrónico.


Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de Ahora San Juan

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Nos gusta recibir visitas.

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Escribe Monseñor Jorge Eduardo Lozano.

Ser visitados por los amigos nos alegra el corazón. Compartimos historias vividas en común, situaciones que nos pueden estar afligiendo, logros personales y de la familia. Abrirnos con confianza nos hace mucho bien. Cuando alguien está enfermo la visita tienen un gran valor de consuelo, de paz. Y ni te digo si la visita es a un preso, donde hay que sortear una serie de barreras.

Pienso también en tantas personas mayores que están en geriátricos sin el contacto periódico de la familia. La vocación misionera de la Iglesia es un llamado a ir al encuentro de otros para compartir la cercanía de Dios con su Pueblo. Habitualmente lo
plasmamos en ir de dos en dos, casa por casa, para llevar el amor de Jesús. El Papa Francisco nos presenta un sencillo esquema a desarrollar en su Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium número 128. Lo primero es saludar con amabilidad, presentándonos si no nos conocen, diciendo a qué Comunidad pertenecemos. Conversar acerca de los miembros de la familia, dando espacio a compartir “sus alegrías, sus esperanzas, las inquietudes por sus seres queridos y tantas cosas que llenan su corazón”. No se trata de entregar un folleto como haciendo propaganda. Vamos sin apuro. Muchas personas —y nos puede suceder a nosotros— están muy solas y tienen necesidad de contar lo que les pasa, ser escuchados con atención.

Después de esta conversación se les puede presentar la Palabra que ilumina, sea leyendo algún párrafo o narrando un pasaje conocido, “pero siempre recordando el anuncio fundamental: el amor personal de Dios que se hizo hombre, se entregó por nosotros y está vivo ofreciendo su salvación y su amistad”.

Será importante también compartir el testimonio personal. La misión nos involucra; no se trata de decir un discurso de memoria, el mismo en cada familia y época del año. Buscamos llevar la alegría y el consuelo de Dios. Por eso decimos con certeza que el principal protagonista de la misión es el Espíritu Santo. “Si parece prudente y se dan las condiciones, es bueno que este encuentro fraterno y misionero termine con una breve oración” relacionada con lo que hayamos conversado. También se pueden anotar intenciones para ofrecer en la misa de la Parroquia o la Capilla. Aunque parezca obvio, nunca recibir dinero; si la gente quiere colaborar que vaya personalmente a la Parroquia o Capilla.

Este sábado 4 y domingo 5 de mayo estamos realizando una misión en el Departamento de Albardón; en Campo Afuera para ser más precisos. Desde distintas Parroquias y Movimientos acudimos para sumarnos en la alegría de compartir la fe con los vecinos. Es una primera experiencia que hacemos en San Juan y en varias diócesis del país. Cuando voy a las Comunidades a celebrar Fiestas Patronales o Confirmaciones la gente me suele decir “vuelva pronto”.

El Evangelio que proclamamos este Domingo nos motiva a perseverar en este camino. Por un lado, Jesús nos muestra cómo nos considera: “Ustedes son mis amigos”. (Jn 15, 14) Y por eso nos da la medida de su amor: “No hay amor más grande que dar la vida por los amigos” (Jn 15, 13). Es importante que aceptemos con todas las consecuencias la afirmación de Jesús: “No son ustedes los que me eligieron a mí, sino yo el que los elegí a ustedes, y los destiné para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero”. (Jn 15, 16) Jesús nos elige y nos llama: “permanezcan en mi amor”; y nos envía “vayan y den fruto”.

La misión no es una carga que cumplir ni un requisito burocrático. No es la sopa que hay que tomar para poder comer lo que nos gusta. Lo expresa claramente Jesús: “Les he dicho esto para que mi gozo sea el de ustedes, y ese gozo sea perfecto” (Jn 15, 11).
Respondamos con generosidad al llamado del Señor de la Vida.

@MonseñorJorgeEduardoLozano

/Fuente de imagen: Archivo Google

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Trump: propaganda electoral y delito

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El juicio penal que se desarrolla en Nueva York, en el que se acusa a Donald Trump (foto) de 34 delitos, expone el deterioro de las instituciones estadounidenses y la crisis del sistema político con el que pretenden aleccionar al resto del mundo. La trama del litigio exhibe las evidencias más explícitas del derecho a la impunidad y las combina con las licencias para mentir, corromper y engañar. La presentación de cargos realizada por la fiscalía de Nueva York, una semana atrás, busca ser utilizada por el precandidato republicano para victimizarse y transformar su lugar de acusado en un insumo para su campaña electoral. El sistema político estadounidense y el entramado judicial, mediático y de inteligencia que le dan cobertura se esmeran en ocular la tríada del poder real sobre el que se estructura su institucionalidad corporativa: el complejo militar-industrial, las trasnacionales y los fondos de inversión. Esos tres actores colectivos son los que –en última instancia– estarán encargados de rechazar o habilitar su candidatura.

Trump acumula más de treinta cargos en cuatro juicios. Dos de índole federal, uno en Georgia y el otro en Nueva York, donde se iniciaron las comparecencias de los testigos, la última semana, bajo la acusación de encubrimiento y falsificación de registros contables con el objetivo de ocultar sus vínculos extramatrimoniales con una actriz de cine porno y una modelo de la revista Playboy. La querella contra Trump, que se desarrolla en Manhattan frente a la presencia de doce jurados (siete varones y cinco mujeres), se inició con la jura de estos últimos el viernes 19 de abril. El asistente del fiscal Matthew Colangelo fue el encargado, el lunes subsiguiente, de presentar los cargos ante el juez y el jurado, advirtiendo que: “El acusado orquestó una trama criminal para adulterar las elecciones presidenciales de 2016. Luego encubrió esa conspiración criminal falsificando sus registros comerciales para sobornar y silenciar a quienes podían ensuciar su campaña electoral en 2016”.

La acusación contra el ex mandatario incluye la compra de voluntades mediáticas para tapar irregularidades propias, y operaciones para mancillar la reputación de sus competidores políticos. En la última semana, declaró como testigo el ex director de la revista National Enquirer, David Pecker, quien asumió la responsabilidad de haber sobornado a la modelo de Playboy Karen McDougal para encubrir su romance con el entonces candidato republicano. El mismo director de la publicación fue el encargado de asumir la responsabilidad por abonar 30 mil dólares al portero de la Trump Tower, para evitar que trascendieran los encuentros con dos docenas de mujeres.

En otro tramo del juicio, el magistrado Juan Manuel Merchán tomó nota de cómo el entonces abogado del acusado, Michael Cohen, transfirió 130 mil dólares a la actriz de cine pornográfico Stormy Daniels para garantizar su silencio. Pecker asumió frente al jurado que sus publicaciones ejecutaban el denominado “periodismo de chequera”, consistente en ensalzar o encumbrar a los aportantes y, al mismo tiempo, demonizar a sus contendientes, una operación naturalizada y usual al interior de las corporaciones propagandísticas de Occidente, que no pareció causar estupefacción entre los periodistas acreditados ante el tribunal.

La tergiversación informativa sobre la que se monta gran parte del show mediático estadounidense –del que América Latina también es tributario– incluye el protagonismo de las redes sociales. El magistrado dispuso varias órdenes de silencio a Trump para evitar el hostigamiento y el asedio a los jurados, los fiscales y sus familiares, impulsado desde su plataforma Truth Social. Trump atacó en dos oportunidades a la hija del juez Merchan y –según la fiscalía– violó en diez oportunidades la discreción exigida. La defensa del acusado, ejercida por Todd Blanche, apeló la medida argumentando que su cliente solo había reposteado textos de terceros.

Trump fue declarado culpable, durante el último año, en tres juicios civiles, sin que estos procesamientos interfirieran en su candidatura: se lo condenó a pagar 355 millones de dólares por inflar el valor de sus propiedades, se le impuso el pago de cinco millones de dólares de indemnización por abuso sexual contra la columnista Jean Carroll, y se lo multó en 85 millones de dólares por difamación y calumnias contra esta última periodista.

Donald Trump se jactó años atrás de que podía dispararle a alguien en la Quinta Avenida sin que eso llevara a la pérdida de capital electoral. A fines de la década del 20 del siglo pasado, un cabo del ejército alemán escribió: “No importa en absoluto si se ríen de nosotros o nos vilipendian… si nos representan como payasos o criminales; lo principal es que nos mencionen, que se preocupen por nosotros una y otra vez…” . Sin embargo, fue Marco Tulio Cicerón quien probablemente caracterizó con mayor precisión la etapa histórica que atravesamos: “Cuanto más cerca está la caída de un imperio, más locas son sus leyes”. 

@Página12

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Una vid con frutos asegurados

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Por monseñor Jorge Eduardo Lozano, arzobispo de San Juan de Cuyo

Un diálogo imaginario con una flor nos puede conducir a reflexiones profundas. Te copio unos pocos renglones del Capítulo 18 del libro El Principito, de Saint-Exupery.

“—¿Dónde están los hombres? —preguntó cortésmente el principito.

La flor, un día, había visto pasar una caravana.

—¿Los hombres? No existen más que seis o siete, me parece. Los he visto hace ya años y nunca se sabe dónde encontrarlos. El viento los pasea. Les faltan las raíces. Esto les molesta.”

Este diálogo, ambientado en el desierto, entre la flor y el Principito, nos muestra una ponderación acerca de la carencia de raíces. La flor había visto pasar una caravana y pensaba que los hombres iban de un lado y para el otro llevados por el viento. Podríamos decir estar sin Patria; “y esto les molesta”, observa la flor. En la Biblia muchas veces aparece la peregrinación en contraposición con lo que es andar errante, sin rumbo. El castigo de Caín por haber matado a su hermano consistió en caminar sin sentido fijo. En la peregrinación, en la procesión hay una meta, un lugar adonde llegar para un encuentro. Y, en definitiva, para nosotros es la Vida eterna.

Echar raíces nos da pertenencia. El Evangelio que proclamamos este fin de semana nos presenta la alegoría de “la vid y los sarmientos” (Jn. 15, 1-8). Esta imagen que utiliza Jesús es para hablarnos de Él, y de nosotros en relación con Él. Nos describe una realidad muy cercana a la tierra sanjuanina. Vemos viñedos en forma habitual en nuestros caminos y al contemplarlos podemos entender bien la enseñanza de Jesús.

Él nos dice: “Yo soy la Vid, ustedes los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él da mucho fruto, porque separados de mí, nada pueden hacer”. (Jn. 15, 5)

Fijémonos entonces, que hay una mutua permanencia. El Señor permanece en nosotros por medio de la fuerza del Espíritu Santo y nosotros en Él por adhesión también del amor. En esta imagen de la vid y los sarmientos, puedo entender que yo soy con otros, y con otros en el Otro.

Pero no es una cuestión estática, como si se tratara de colocar un jarrón sobre la mesa. Es un permanecer vital, dinámico, con el movimiento que nos da el amor.

Podríamos decir que esta imagen de la vid y los sarmientos complementa la que veíamos el fin de semana pasado del vínculo entre el Pastor y el rebaño. Ambos pasajes evangélicos nos muestran cómo la fe rompe la soledad. La Pascua nos lleva a establecer vínculos con otros, nos libera del aislamiento.

La Palabra de este domingo tiene una fuerte impronta comunitaria y, a su vez también, nos muestra que separados del Señor y de la comunidad, caemos en la esterilidad, en no dar frutos al secarse la vitalidad de la rama. 

Jesús Resucitado nos reanima en la misión de la Iglesia. El Espíritu Santo nos impulsa a la comunión y a la cercanía cordial con todos los que sufren.

El próximo miércoles celebramos a los hombres y mujeres del mundo del trabajo. Te comparto unos párrafos escritos por el Beato obispo y mártir Enrique Angelelli el 1 de mayo de 1975: “Se hace muy doloroso ganar el pan de cada día; nos cuesta arrancar del corazón el egoísmo para hacernos plenamente hermanos; nos cuesta mucho poder sumar todas las manos, como pueblo, para construir juntos esta tierra de bendición (…) Cristo quiere una Rioja no resignada sino plenamente libre y feliz. La Rioja reclama de todos nosotros, gobernantes y pueblo, superar toda división y todo egoísmo individual y de grupos para hacerla una tierra donde el amor no sea una palabra para enamorados simplemente, sino la meta de nuestro trabajo concienzudo por lograr ser verdaderamente un pueblo que se quiere, es solidario y nadie abusa del otro”.

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