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Guerra Rusia Ucrania: los costos y efectos para la economía argentina y los mercados globales.

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Nota de Alfredo Zaiat publicada en Pagina12 el 28/02/2022

En la versión que circuló del borrador del acuerdo con el FMI, más allá de que sea el definitivo o no, aparece una definición que excede el contenido de la negociación con ese organismo internacional. Es un concepto que debería servir de guía para evitar caer en el reduccionismo economicista que tanto disfruta el análisis convencional, y en el cual sectores de la coalición de gobierno han quedado atrapados.

En ese apunte de la negociación con el Fondo se dice: “Nuestro escenario base está sujeto a importantes incertidumbres, lo que implica que es posible que las políticas tengan que recalibrarse según corresponda”.

Para algunos esta afirmación es la prueba de que habrá indefectiblemente un ajuste, sólo con el recurso repetido de la conjetura, y para otros es una definición analítica que debería orientar la evaluación política de la cuestión económica.

La economía, ¿ciencia exacta?

Como se sabe, aunque muchos insisten en ocultar, la economía no es una ciencia exacta y mucho menos una serie de pronósticos de variables macro, sino que es un espacio de poder donde se dirimen intereses contrapuestos de diferentes actores económicos.

Quedar encerrado exclusivamente en cifras proyectadas para brindar sentencias acerca de la situación económica exhibe una notoria falencia en la comprensión política acerca de la dinámica de la cuestión económica.

La pandemia es un caso bien cercano que permite abarcar en toda su magnitud lo que significa el factor incertidumbre en la gestión económica, puesto que la crisis sanitaria alteró en forma fulminante el funcionamiento de la economía mundial. Este repentino evento global obligó a los países a adaptar la política económica modificando su orientación y descartando postulados y metas previas.

Los efectos económicos del conflicto Rusia Ucrania

Ahora, en estos días, otro evento extraordinario está modificando la dinámica de la economía mundial con el consiguiente impacto local: la guerra Rusia-Ucrania (OTAN).

Los efectos se pueden resumir del siguiente modo:

  1. Aumento de los precios de las materias primas: más dólares de exportaciones de soja, trigo y maíz, más inflación y más recaudación impositiva por retenciones.
  2. Aumento de los precios de la energía: menos dólares por importaciones de gas, más subsidios a las tarifas de luz y gas y mayor tensión con el FMI por el sendero fiscal comprometido para este año.

El acuerdo con el FMI es político

La enseñanza que deja el antecedente de veintiún programas en 65 años de relación de Argentina con el Fondo es que los acuerdos son políticos. Existe un plano geopolítico, en el cual Estados Unidos utiliza a ese organismo internacional para sujetar países endeudados a su estrategia global. Otro financiero, que consiste en determinar el monto del crédito y el plazo de repago, dólares que históricamente han sido utilizado para facilitar la salida de bancos y fondos internacionales de economías en crisis, además para allanar la fuga de capitales.

Un tercer plano es el económico, que es el capítulo de la relación con la burocracia de técnicos del FMI y el que genera más debate en el espacio público, puesto que en esa instancia se comprometen metas de variables clave y planes tributarios, previsionales, laborales, entre otros.

Concentrar la discusión exclusivamente en este último plano termina minimizando los otros dos, que son igualmente importantes. Un aspecto que se pierde de vista cuando se desconoce la interrelación de esos tres aspectos de la relación con el FMI es que, como se mencionó antes, los acuerdos son políticos.

El insólito préstamo por un total de 57 mil millones de dólares entregado al gobierno de Macri, de los cuales se desembolsaron casi 45 mil, es la prueba más reciente y contundente del carácter político de los programas con el FMI.

Así fue siempre y otros acuerdos con el FMI lo prueban, como los que pactaron en la década del ’90 el gobierno de Carlos Menem y su ministro de Economía Domingo Cavallo. El alineamiento total a los objetivos geopolíticos de Estados Unidos (por ejemplo, el alistamiento de embarcaciones militares para apoyar la Operación Escudo del Desierto dentro de la Guerra del Golfo, en 1990) condicionaba al staff técnico del Fondo a los postulados macroeconómicos (en especial, el tipo de cambio fijo determinado por la convertibilidad) presentados por Cavallo, pese a que no los compartían. 

Pese a las tensiones que existen alrededor de la actual negociación, el FMI también avanza en un acuerdo político con el gobierno de Alberto Fernández, que se expresa en los siguientes aspectos:

  • No incluye las tradiciones recomendaciones de implementar las reformas previsional y laboral.
  • Convalida la necesidad de mantener un estricto control a la entrada de capitales especulativos, como también a la de un férreo control del mercado de cambio.
  • Acepta la idea de factores multicausales para explicar la inflación argentina.
  • No exige una fuerte devaluación.
  • Accede a que la reducción del déficit fiscal sea una combinación de más ingresos por crecimiento de la actividad y mayor recaudación por mejoras en la administración tributaria (combate a la evasión y elusión).

El contexto de estos lineamientos en el marco político del acuerdo tiene su origen en el propio interés de las autoridades del Fondo para, firmando un nuevo programa con Argentina, dar vuelta una de las páginas más negras de su historia por el fiasco mayúsculo del crédito otorgado a Macri.

Una de las conjeturas alrededor de esta “flexibilidad conceptual” del Fondo indica que, además de cerrar el capítulo Macri, se trata de un acuerdo político de “transición” para aliviar el último tramo de la administración Fernández, para luego negociar un nuevo programa con el gobierno que surja de las elecciones de 2023, y en esa instancia incorporar cada una de las tradicionales exigencias de la receta del ajuste regresivo.

Esta especulación es probable pero no segura. En lo que no hay postergación, en cambio, es en las presiones al gobierno de Fernández para que se incorpore al orden geopolítico de Estados Unidos, que quedan expuestas diariamente en el dispositivo de medios de comunicación de derecha, que actúa como vocero militante de esos intereses (Venezuela, Cuba, Nicaragua, China y ahora se agregó el conflicto con Rusia por la guerra en Ucrania).

La excusa del Fondo Monetario

En más de una oportunidad se ha afirmado en estas páginas que el regreso del FMI a la Argentina de la mano de Macri es una tragedia por las implicancias políticas, económicas y sociales de estar atado a ese brazo financiero de sometimiento geopolítico de Estados Unidos.

Esto no significa, sin embargo, que el escenario político y económico local quede totalmente dominado por el vínculo con el Fondo.

La centralidad del acuerdo en el actual debate político es sólo una excusa para el posicionamiento en disputas internas, tanto en el oficialismo como en la oposición.

El Fondo también será utilizado, como lo muestran las etapas en que el país estuvo bajo programas de ese organismo internacional, por sectores del poder económico para forzar medidas regresivas, como la flexibilización laboral o la liberalización financiera.

El aspecto no menor de esos manejos es que estos movimientos políticos y del poder económico terminan por confundir el debate económico y, además, exculpa las falencias en la gestión de la política económica. Si todo es culpa del FMI, las debilidades de la administración quedan desplazadas en la evaluación cotidiana.

El Fondo condiciona bastante pero no ata de manos la gestión de gobierno, que puede tener un sesgo progresivo pese al programa acordado, como cobrar impuestos a quienes tienen más capacidad contributiva, o disponer una segmentación de tarifas para que paguen más quienes tienen un holgado poder adquisitivo, u ordenar la política de asistencia social, entre otras iniciativas de equidad.

Avanzar en ese sendero de reordenamiento económico exige, además de capacidad de ejecución, fortaleza en la negociación no sólo con el staff técnico del FMI, sino con sectores del poder económico local que resisten ese tipo de medidas redistributivas.

El conflicto Rusia Ucrania y el acuerdo con el FMI

En el borrador del acuerdo con el FMI sobre los escenarios de incertidumbre que pueden generar adaptaciones en la política económica se menciona:

  • “Una intensificación de la pandemia”.
  • “El crecimiento de nuestros socios comerciales podría decaer”.
  • “Los precios mundiales de los productos agrícolas podrían caer marcadamente, por ejemplo como consecuencia de un endurecimiento inesperadamente rápido de las condiciones financieras mundiales”.

Se señala también que “las condiciones externas podrían tornarse más favorables, y la recuperación podría ser más vigorosa de lo previsto, en especial en los sectores, como el de servicios, que se vieron más duramente golpeados por la pandemia”.

En este apunte provisorio no estaba incluida la guerra Rusia-Ucrania, que ahora estará en el documento definitivo. El espacio de tiempo entre uno y otro escrito es de pocas semanas, lo que revela el elevado grado de incertidumbre global en el cual se debe desarrollar la política económica.

Esto debería aquietar los ánimos en el mundo político oficialista porque la economía, como en la definición del juego del fútbol del maestro-periodista deportivo Dante Panzeri, es la dinámica de lo impensado.

La aplicación de ese concepto enseña que la economía, como en el fútbol, no puede ser tratada como si fuera una ciencia exacta. “Nos querían hacer creer que una buena táctica bastaba como garantía del éxito”, decía Panzeri.

Resignificando esa idea, las proyecciones económicas no pueden ser consideradas en forma determinista, sino que acontecimientos inesperados –que son habituales- exigen adaptaciones de la política económica.

Una guerra, como la de Rusia-Ucrania, que altera el mercado de materias primas agrarias y de energía, es lo suficientemente disruptiva para no quedar atrapado en esquemas analíticos rígidos. Un dato que en estos días no fue lo suficientemente mencionado es que Ucrania es el tercer deudor del FMI detrás de Argentina y Egipto. 

Rusia Ucrania: 7 puntos clave para entender qué pasa con los mercados globales y Argentina

Cuál será la duración, la eventual extensión territorial y, en especial, el desenlace de la guerra determinarán la magnitud de su impacto en la economía argentina.

En este escenario de incertezas, las actuales reacciones de variables clave de los mercados globales derivan en un saldo ambiguo. Respecto al mercado de materias primas agrícolas de exportación, la Bolsa de Cereales junto al Instituto para las Negociaciones Agrícolas Internacionales elaboraron un informe, cuyos puntos principales son los que siguen:

  • “El conflicto bélico entre Ucrania y Rusia es una realidad, y los efectos ya comenzaron a sentirse en diversos mercados. Ambos actores (y la región) tienen relevancia en la producción y exportación de granos y subproductos, por lo que los precios de diversos commodities han acusado la creciente incertidumbre que este conflicto genera”.
  • “Si bien el conflicto entre Rusia y Ucrania se vislumbra desde hace meses, la magnitud con la que estalló tomó por sorpresa a los mercados internacionales”.
  • “Estos dos países suman el 78 por ciento del comercio mundial de aceite de girasol, el 28 por ciento del de trigo y el 19 por ciento del de maíz. La posibilidad real de una restricción se tradujo en un aumento de los precios, pero también en una elevada volatilidad en estos mercados reflejando el nivel de incertidumbre reinante”.
  • Sin embargo, el panorama es también alcista para los mercados de insumos agrícolas, con presiones tanto en combustibles como en fertilizantes”.
  • En el corto plazo, el valor exportado por Argentina podría incrementarse, como consecuencia del aumento de precios, en aproximadamente 1800 millones de dólares. Es un resultado condicionado a la captura de los actuales precios, y a las cantidades de granos finalmente producidas en un escenario de déficit hídrico”.
  • Pero el valor de las importaciones de combustibles e insumos agropecuarios también se incrementaría, afectando negativamente la balanza comercial, y limitando las posibles ganancias que podrían capturar los productores respecto al mayor precio de las commodities”.
  • “De mantenerse el conflicto en el mediano plazo, los resultados de simulaciones muestran efectos al alza en los precios, con respuestas positivas en la producción argentina, que varían dependiendo de la intensidad del conflicto y las partes involucradas”.

Más inflación y más recaudación ¿cuál gana?

En esta evaluación de la Bolsa de Cereales faltan dos aspectos sustanciales. Por un lado, el alza de los precios internacionales de estas materias primas arrastra a un aumento de los precios locales de alimentos, sumando más tensión a un panorama inflacionario ya de por sí complicado.

Dependiendo de la extensión de la guerra, el desafío de la gestión económica será intensificar el desacople de los precios internacionales de los domésticos.

Para esa tarea cuenta con las retenciones, que si fueran móviles facilitaría la tarea, pero para aumentarlas se enfrenta a un bloque económico-político poderoso que las rechaza.

Otra vía tras ese objetivo consiste en avanzar en la constitución de fideicomisos de trigo y maíz –iniciativa que está impulsando la secretaría de Comercio-, medida que también despierta la oposición del sector (de las Mesas sectoriales del Trigo y el Maíz y de la Bolsa de Cereales).

Otro aspecto poco mencionado es que el mayor ingreso de dólares de exportación de materias primas agrícolas generará un incremento de la recaudación de la AFIP con las actuales alícuotas de retenciones.

Estos ingresos adicionales deberían aflojar las dudas fondomonetaristas acerca del cumplimiento del sendero fiscal comprometido para este año por parte del equipo económico.

Una guerra entre menos dólares y más subsidios 

El Centro de Estudios Políticos y Económicos difundió el reporte “Conflicto Rusia-Ucrania: incidencias en la economía argentina”. En uno de los puntos señala que “es previsible que el precio internacional del gas siga aumentando, lo que implica, en el corto plazo, que Argentina deba utilizar más dólares para importar este bien. Pero ocurre que esta misma situación puede ser favorable a mediano plazo, porque le brinda más oportunidades a Vaca Muerta para recibir fuertes inversiones”.

En lo inmediato, una porción del abastecimiento interno de gas registrará un fuerte aumento de costos. El año pasado se importaron 56 buques de Gas Natural Licuado (GNL) a un precio promedio de 8,33 dólares por millón de BTU. En estos últimos días, esa cotización trepó a 38 dólares.

Este incremento de costos implica necesariamente un aumento en los subsidios para no trasladarlo a tarifas, situación que agrega tensión en la negociación con el staff técnico del FMI acerca del cumplimiento de las metas fiscales.

Sin embargo, como se indicó, en un contexto internacional inesperado por la guerra Rusia-Ucrania, cuestión que no puede ser ignorada por el FMI como no lo hizo con los impactos devastadores de la pandemia, y reconociendo que todo acuerdo es político, el margen de negociación no será tan restringido como se supone y sólo será cuestión de afilar la habilidad en la gestión de esta situación explosiva por parte del gobierno de Alberto Fernández. 


Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de Ahora San Juan

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Trump: propaganda electoral y delito

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El juicio penal que se desarrolla en Nueva York, en el que se acusa a Donald Trump (foto) de 34 delitos, expone el deterioro de las instituciones estadounidenses y la crisis del sistema político con el que pretenden aleccionar al resto del mundo. La trama del litigio exhibe las evidencias más explícitas del derecho a la impunidad y las combina con las licencias para mentir, corromper y engañar. La presentación de cargos realizada por la fiscalía de Nueva York, una semana atrás, busca ser utilizada por el precandidato republicano para victimizarse y transformar su lugar de acusado en un insumo para su campaña electoral. El sistema político estadounidense y el entramado judicial, mediático y de inteligencia que le dan cobertura se esmeran en ocular la tríada del poder real sobre el que se estructura su institucionalidad corporativa: el complejo militar-industrial, las trasnacionales y los fondos de inversión. Esos tres actores colectivos son los que –en última instancia– estarán encargados de rechazar o habilitar su candidatura.

Trump acumula más de treinta cargos en cuatro juicios. Dos de índole federal, uno en Georgia y el otro en Nueva York, donde se iniciaron las comparecencias de los testigos, la última semana, bajo la acusación de encubrimiento y falsificación de registros contables con el objetivo de ocultar sus vínculos extramatrimoniales con una actriz de cine porno y una modelo de la revista Playboy. La querella contra Trump, que se desarrolla en Manhattan frente a la presencia de doce jurados (siete varones y cinco mujeres), se inició con la jura de estos últimos el viernes 19 de abril. El asistente del fiscal Matthew Colangelo fue el encargado, el lunes subsiguiente, de presentar los cargos ante el juez y el jurado, advirtiendo que: “El acusado orquestó una trama criminal para adulterar las elecciones presidenciales de 2016. Luego encubrió esa conspiración criminal falsificando sus registros comerciales para sobornar y silenciar a quienes podían ensuciar su campaña electoral en 2016”.

La acusación contra el ex mandatario incluye la compra de voluntades mediáticas para tapar irregularidades propias, y operaciones para mancillar la reputación de sus competidores políticos. En la última semana, declaró como testigo el ex director de la revista National Enquirer, David Pecker, quien asumió la responsabilidad de haber sobornado a la modelo de Playboy Karen McDougal para encubrir su romance con el entonces candidato republicano. El mismo director de la publicación fue el encargado de asumir la responsabilidad por abonar 30 mil dólares al portero de la Trump Tower, para evitar que trascendieran los encuentros con dos docenas de mujeres.

En otro tramo del juicio, el magistrado Juan Manuel Merchán tomó nota de cómo el entonces abogado del acusado, Michael Cohen, transfirió 130 mil dólares a la actriz de cine pornográfico Stormy Daniels para garantizar su silencio. Pecker asumió frente al jurado que sus publicaciones ejecutaban el denominado “periodismo de chequera”, consistente en ensalzar o encumbrar a los aportantes y, al mismo tiempo, demonizar a sus contendientes, una operación naturalizada y usual al interior de las corporaciones propagandísticas de Occidente, que no pareció causar estupefacción entre los periodistas acreditados ante el tribunal.

La tergiversación informativa sobre la que se monta gran parte del show mediático estadounidense –del que América Latina también es tributario– incluye el protagonismo de las redes sociales. El magistrado dispuso varias órdenes de silencio a Trump para evitar el hostigamiento y el asedio a los jurados, los fiscales y sus familiares, impulsado desde su plataforma Truth Social. Trump atacó en dos oportunidades a la hija del juez Merchan y –según la fiscalía– violó en diez oportunidades la discreción exigida. La defensa del acusado, ejercida por Todd Blanche, apeló la medida argumentando que su cliente solo había reposteado textos de terceros.

Trump fue declarado culpable, durante el último año, en tres juicios civiles, sin que estos procesamientos interfirieran en su candidatura: se lo condenó a pagar 355 millones de dólares por inflar el valor de sus propiedades, se le impuso el pago de cinco millones de dólares de indemnización por abuso sexual contra la columnista Jean Carroll, y se lo multó en 85 millones de dólares por difamación y calumnias contra esta última periodista.

Donald Trump se jactó años atrás de que podía dispararle a alguien en la Quinta Avenida sin que eso llevara a la pérdida de capital electoral. A fines de la década del 20 del siglo pasado, un cabo del ejército alemán escribió: “No importa en absoluto si se ríen de nosotros o nos vilipendian… si nos representan como payasos o criminales; lo principal es que nos mencionen, que se preocupen por nosotros una y otra vez…” . Sin embargo, fue Marco Tulio Cicerón quien probablemente caracterizó con mayor precisión la etapa histórica que atravesamos: “Cuanto más cerca está la caída de un imperio, más locas son sus leyes”. 

@Página12

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Una vid con frutos asegurados

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Por monseñor Jorge Eduardo Lozano, arzobispo de San Juan de Cuyo

Un diálogo imaginario con una flor nos puede conducir a reflexiones profundas. Te copio unos pocos renglones del Capítulo 18 del libro El Principito, de Saint-Exupery.

“—¿Dónde están los hombres? —preguntó cortésmente el principito.

La flor, un día, había visto pasar una caravana.

—¿Los hombres? No existen más que seis o siete, me parece. Los he visto hace ya años y nunca se sabe dónde encontrarlos. El viento los pasea. Les faltan las raíces. Esto les molesta.”

Este diálogo, ambientado en el desierto, entre la flor y el Principito, nos muestra una ponderación acerca de la carencia de raíces. La flor había visto pasar una caravana y pensaba que los hombres iban de un lado y para el otro llevados por el viento. Podríamos decir estar sin Patria; “y esto les molesta”, observa la flor. En la Biblia muchas veces aparece la peregrinación en contraposición con lo que es andar errante, sin rumbo. El castigo de Caín por haber matado a su hermano consistió en caminar sin sentido fijo. En la peregrinación, en la procesión hay una meta, un lugar adonde llegar para un encuentro. Y, en definitiva, para nosotros es la Vida eterna.

Echar raíces nos da pertenencia. El Evangelio que proclamamos este fin de semana nos presenta la alegoría de “la vid y los sarmientos” (Jn. 15, 1-8). Esta imagen que utiliza Jesús es para hablarnos de Él, y de nosotros en relación con Él. Nos describe una realidad muy cercana a la tierra sanjuanina. Vemos viñedos en forma habitual en nuestros caminos y al contemplarlos podemos entender bien la enseñanza de Jesús.

Él nos dice: “Yo soy la Vid, ustedes los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él da mucho fruto, porque separados de mí, nada pueden hacer”. (Jn. 15, 5)

Fijémonos entonces, que hay una mutua permanencia. El Señor permanece en nosotros por medio de la fuerza del Espíritu Santo y nosotros en Él por adhesión también del amor. En esta imagen de la vid y los sarmientos, puedo entender que yo soy con otros, y con otros en el Otro.

Pero no es una cuestión estática, como si se tratara de colocar un jarrón sobre la mesa. Es un permanecer vital, dinámico, con el movimiento que nos da el amor.

Podríamos decir que esta imagen de la vid y los sarmientos complementa la que veíamos el fin de semana pasado del vínculo entre el Pastor y el rebaño. Ambos pasajes evangélicos nos muestran cómo la fe rompe la soledad. La Pascua nos lleva a establecer vínculos con otros, nos libera del aislamiento.

La Palabra de este domingo tiene una fuerte impronta comunitaria y, a su vez también, nos muestra que separados del Señor y de la comunidad, caemos en la esterilidad, en no dar frutos al secarse la vitalidad de la rama. 

Jesús Resucitado nos reanima en la misión de la Iglesia. El Espíritu Santo nos impulsa a la comunión y a la cercanía cordial con todos los que sufren.

El próximo miércoles celebramos a los hombres y mujeres del mundo del trabajo. Te comparto unos párrafos escritos por el Beato obispo y mártir Enrique Angelelli el 1 de mayo de 1975: “Se hace muy doloroso ganar el pan de cada día; nos cuesta arrancar del corazón el egoísmo para hacernos plenamente hermanos; nos cuesta mucho poder sumar todas las manos, como pueblo, para construir juntos esta tierra de bendición (…) Cristo quiere una Rioja no resignada sino plenamente libre y feliz. La Rioja reclama de todos nosotros, gobernantes y pueblo, superar toda división y todo egoísmo individual y de grupos para hacerla una tierra donde el amor no sea una palabra para enamorados simplemente, sino la meta de nuestro trabajo concienzudo por lograr ser verdaderamente un pueblo que se quiere, es solidario y nadie abusa del otro”.

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Jorge Elbaum cuestionó el apoyo de Javier Milei a Israel: “Está involucrándose de forma irresponsable”

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“En vez de ser neutral, está sobreactuando un aspecto ideológico, Milei no entiende lo que son los intereses de nuestro país”, añadió el sociólogo y primer presidente del Llamamiento Argentino Judio.

El Presidente Javier Milei mostró su completo apoyo hacia Israel tras el ataque sufrido desde irán, sin embargo, hay varias cuestiones a tener en cuenta a la hora de llevar a cabo lo que se refiere a un alineamiento bélico. Es por eso que para desarrollar este tema en profundidad, Canal E se comunicó con el sociólogo y primer presidente del Llamamiento Argentino Judio, Jorge Elbaum.

“La justicia argentina, específicamente la sala de la Cámara de Casación, no se expidió sobre la causa del atentado, sino sobre la causa del ocultamiento del mismo, en el cual fue llevado a juicio y condenado el juez de instrucción de la causa Galeano”, comentó Jorge Elbaum. “Esa es la causa en la cual 3 jueces de casación se expidieron”, agregó.

No se llevaron a cabo las testimoniales del caso AMIA

Posteriormente, Elbaum planteó: “Uno de ellos sugirió, por fuera de la causa de su tratamiento, referirse a otra causa, específica del atentado, que no ha habido juicio hasta ahora porque no se llevaron a cabo las testimoniales de los 8 acusados”. Luego, manifestó que, “estamos viendo un alineamiento político estratégico muy irresponsable por parte del Gobierno argentino, ya que cualquier vinculación estratégica bélica tiene que ser decidida por el Congreso”.

El Gobierno argentino hace un alineamiento y una sobrevaloración muy irresponsable, llamando al representante diplomático de Israel a presenciar una reunión de gabinete, en el marco de un alineamiento que Argentina históricamente no posee”, sostuvo el entrevistado. “Argentina, tradicionalmente, busca la paz, ha sido un ejemplo de no alineamiento, salvo en la época de Menem”, complementó.

El desconocimiento de Milei sobre lo establecido en la Constitución

Por otro lado, el sociólogo señaló: “El tema no es si Milei toma la decisión como Presidente de hacer una alianza diplomática, el problema es que está participando de una situación de guerra y no estaría mal en el caso de que fuese una decisión tomada por el Congreso”. A su vez, remarcó que, “lamentablemente, el Presidente desconoce la Constitución y se toma atribuciones que tendrán que ser juzgadas”.

El Presidente no puede establecer los alineamientos que está realizando en términos bélicos, apoyando a aquellos países como Israel y Estados Unidos, que son los que votan en contra de Argentina en los foros internacionales relativos a Malvinas”, expresó Elbaum. “En vez de ser neutral, está involucrándose de forma irresponsable, sobreactuando un aspecto ideológico, Milei no entiende lo que son los intereses de nuestro país”, concluyó.

@Perfil.

/Imagen principal: Archivo/

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