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Opinión

Bullrich y Cavallo: a 20 años del brutal ajuste a jubilados y empleados públicos del 2001.

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Por Ramiro Giganti 

A finales de julio del año 2001, en medio de una crisis económica, se implementó la Ley 25.453 o Ley de Déficit Cero (LDC). La ley establecía que el gasto público no podía superar la recaudación. Si ese fuera el caso, todos los gastos debían reducirse de manera proporcional, incluyendo partidas como las jubilaciones y los salarios. Detrás de esa ley, entre otros, se encontraban el, entonces ministro de Economía, Domingo Cavallo y Patricia Bullrich, quien estaba a cargo del Ministerio de Trabajo. En el marco de aquella ley se le recortó en un 13% el salario a empleados públicos (incluidos docentes y trabajadores de la salud), jubilaciones y pensiones. En el año 2002, la ley fue declarada inconstitucional por la Corte Suprema de Justicia. 

Ya había fracasado el plan de José Luis Machinea y el blindaje financiero acordado con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Ricardo López Murphy lo reemplazó al frente del Ministerio de Economía y duró unos pocos días en el cargo después de intentar un fuerte recorte en la educación pública. La sucesión de fracasos para sostener el modelo de convertibilidad, llevó al “padre de la criatura”, Domingo Felipe Cavallo, al Ministerio de Economía. Su incorporación, pese a ser de otro signo político, fue fomentada y celebrada por parte del establishment. Con Cavallo se llegó a un nuevo acuerdo con el FMI llamado Megacanje, que tampoco dio el resultado esperado.

Cavallo había sido el creador del modelo económico en ese entonces vigente: se trata de un sistema monetario donde  fija el valor de una moneda con el de otra considerada más estable, en este caso el peso argentino con el dólar estadounidense, exigía la existencia de respaldo en reservas de la moneda circulante, por lo que se restringía la emisión monetaria al aumento del Tesoro Nacional. Es decir que por cada peso emitido se debía tener un dólar en reservas. Una década antes de crear dicha Ley, durante el final de la dictadura Cavallo, siendo Presidente del Banco Central, había nacionalizado la deuda pública. Por un lado nacionalizó deuda, por el otro privatizó los servicios.

Entre la convertibilidad y las privatizaciones se perdieron puestos de trabajo genuino, llevando el desempleo argentino a cifras de dos dígitos por primera vez en mucho tiempo. Cuando el valor del peso, forzosamente igualado con el dólar, se volvió cada vez más ficticio, disparando el déficit fiscal. Dentro de dicho sistema las únicas dos formas de contenerlo eran con ajusto o endeudamiento, pero ambas medidas solo empeoraban las cosas en el mediano plazo. Argentina tuvo déficit de cuenta corriente en todos los años que van entre 1991 y 2001, promediando el -2,8% del PIB durante 11 años consecutivos.

Por otra parte, además de la recesión económica, el país atravesaba una crisis política tras la renuncia del vicepresidente Carlos “chacho” Álvarez, luego del escándalo por coimas en el senado que se cargó al ministro de Trabajo Alberto Flamarique. Su lugar fue ocupado por Patricia Bullrich en octubre del 2000. Bullrich ejerció el cargo hasta el 29 de octubre de 2001 y como responsable de esa cartera firmó el decreto que recortaba los ingresos de los jubilados y los empleados públicos en el marco de la Ley de Déficit Cero. El decreto también afectaba a trabajadores del sector público. Esta Ley fue el octavo intento de la Alianza de equilibrar las cuentas públicas, puesto que con anterioridad había aplicado ya 7 recortes presupuestarios en nada más que dos años de mandato.

La Ley de Déficit Cero en el Senado

Con 44 senadores presentes y 28 ausentes, la Cámara alta del Parlamento argentino respaldó por mayoría el proyecto gubernamental. Pese a votar en contra, el opositor Partido Justicialista (PJ), que controla el Senado, facilitó de manera importante el tratamiento de la ley: presentó en el recinto a la cantidad de senadores necesaria para que se pudiera celebrar la sesión, pero no los suficientes como para derrotar al Gobierno en la votación. Hubo senadores de la Alianza integrada por la Unión Cívica Radical (UCR) más el Frente País Solidario (Frepaso) que habían manifestado que votaron favorablemente por sentido de la responsabilidad y lealtad partidaria, pero que no están de acuerdo con algunas de las medidas propuestas por el Gobierno. Un caso fue el del, entonces senador por la UCR, Leopoldo Moreau, hoy integrante del Frente de Todos.

Al momento de sancionada la LDC el riesgo país fluctuaba en la zona de los 1.500 puntos. A los cuatro meses de sancionada la ley, el riesgo país se había duplicado y superaba los 3.000 puntos. Por otra parte, el déficit fiscal no pudo controlarse y en el 2001 llegó a 16.500 millones de dólares, superando el déficit registrado el año anterior.

Que decían los medios hegemónicos

El 15 de julio de aquel año, el diario La Nación publicó una nota firmada por Miguel Angel Broda titulada: «Déficit cero: la última oportunidad». Promediando  la nota en un párrafo se pregunta y responde: «¿Está bien o está mal la «regla de oro» del déficit cero? Sin duda está bien. No existiendo más crédito, sólo se puede seguir gastando de acuerdo con lo que se pueda recaudar». En el final de la nota afirma que el Presidente «tiene el destino de la Nación en sus manos y si se alinea con el ministro Cavallo (manteniendo a rajatabla la reducción del gasto), todavía la reversión de la situación es posible».

Diez días después, «el gran diario argentino» publicó en la portada el «fuerte apoyo de los Estados Unidos» (foto) mostrando apoyo a la medida todavía en tratativas. Incluso en un apartado de se ve un articulo que mostraba la situación en el senado acusando supuestas «trabas».

El apoyo se mantuvo los meses siguientes incluso después del triunfo del «voto bronca» en las elecciones de octubre. Un caso testigo es la portada de Clarín del 3 de noviembre de aquel año donde habla de «Señales positivas del FMI y los países ricos al plan de ajuste». La decisión editorial de que esa noticia sea el titular del día, muestra una clara intención de mantener el apoyo a dichas medidas.

Tras el apoyo a las medidas de ajuste, el final es mas que recordado. Sin embargo, muchos actores políticos de aquel entonces siguen protagonizando la política actual. Si Bien Domingo Cavallo ya no es un actor transcendente de la política actual, sus ideas permanecen en sectores que, presentados como, «nuevos» o «antisistema», bajo el nombre de «libertarios» comulgan con sus ideas. Es curioso que en el partido político que Cavallo creó y bajo el que se candidateó para las elecciones presidenciales de 1999 y para Jefe de Gobierno porteño en el año 2000 un ex funcionario del gobierno de Menem llamado Alberto Fernández, integró las listas, siendo elegido legislador en el año 2000. Se trata del actual presidente de la nación.

Patricia Bullrich volvió a ocupar una importante cartera durante el reciente gobierno de Mauricio Macri a cargo del Ministerio de Seguridad. Durante su gestión crecieron año tras año los casos de gatillo fácil, siendo parte de un gobierno que repitió, con sus matices, la fórmula de «ajuste y endeudamiento». Hoy es una de las principales referentes de la oposición.

Tras años de ausencia, Ricardo López Murphy, reapareció recientemente y es candidato en las próximas elecciones PASO, dentro de la alianza «Juntos».

La UCR mantuvo la postura de «tibias protestas» o «apoyo crítico» que había tenido ante esta ley durante todo el gobierno de Mauricio Macri, y sigue siendo parte del mismo frente político a pesar del éxodo de referentes políticos a otros espacios políticos.

/ Nota publicada en ANRed 28/7/2021


Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de Ahora San Juan.

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Nos gusta recibir visitas.

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Escribe Monseñor Jorge Eduardo Lozano.

Ser visitados por los amigos nos alegra el corazón. Compartimos historias vividas en común, situaciones que nos pueden estar afligiendo, logros personales y de la familia. Abrirnos con confianza nos hace mucho bien. Cuando alguien está enfermo la visita tienen un gran valor de consuelo, de paz. Y ni te digo si la visita es a un preso, donde hay que sortear una serie de barreras.

Pienso también en tantas personas mayores que están en geriátricos sin el contacto periódico de la familia. La vocación misionera de la Iglesia es un llamado a ir al encuentro de otros para compartir la cercanía de Dios con su Pueblo. Habitualmente lo
plasmamos en ir de dos en dos, casa por casa, para llevar el amor de Jesús. El Papa Francisco nos presenta un sencillo esquema a desarrollar en su Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium número 128. Lo primero es saludar con amabilidad, presentándonos si no nos conocen, diciendo a qué Comunidad pertenecemos. Conversar acerca de los miembros de la familia, dando espacio a compartir “sus alegrías, sus esperanzas, las inquietudes por sus seres queridos y tantas cosas que llenan su corazón”. No se trata de entregar un folleto como haciendo propaganda. Vamos sin apuro. Muchas personas —y nos puede suceder a nosotros— están muy solas y tienen necesidad de contar lo que les pasa, ser escuchados con atención.

Después de esta conversación se les puede presentar la Palabra que ilumina, sea leyendo algún párrafo o narrando un pasaje conocido, “pero siempre recordando el anuncio fundamental: el amor personal de Dios que se hizo hombre, se entregó por nosotros y está vivo ofreciendo su salvación y su amistad”.

Será importante también compartir el testimonio personal. La misión nos involucra; no se trata de decir un discurso de memoria, el mismo en cada familia y época del año. Buscamos llevar la alegría y el consuelo de Dios. Por eso decimos con certeza que el principal protagonista de la misión es el Espíritu Santo. “Si parece prudente y se dan las condiciones, es bueno que este encuentro fraterno y misionero termine con una breve oración” relacionada con lo que hayamos conversado. También se pueden anotar intenciones para ofrecer en la misa de la Parroquia o la Capilla. Aunque parezca obvio, nunca recibir dinero; si la gente quiere colaborar que vaya personalmente a la Parroquia o Capilla.

Este sábado 4 y domingo 5 de mayo estamos realizando una misión en el Departamento de Albardón; en Campo Afuera para ser más precisos. Desde distintas Parroquias y Movimientos acudimos para sumarnos en la alegría de compartir la fe con los vecinos. Es una primera experiencia que hacemos en San Juan y en varias diócesis del país. Cuando voy a las Comunidades a celebrar Fiestas Patronales o Confirmaciones la gente me suele decir “vuelva pronto”.

El Evangelio que proclamamos este Domingo nos motiva a perseverar en este camino. Por un lado, Jesús nos muestra cómo nos considera: “Ustedes son mis amigos”. (Jn 15, 14) Y por eso nos da la medida de su amor: “No hay amor más grande que dar la vida por los amigos” (Jn 15, 13). Es importante que aceptemos con todas las consecuencias la afirmación de Jesús: “No son ustedes los que me eligieron a mí, sino yo el que los elegí a ustedes, y los destiné para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero”. (Jn 15, 16) Jesús nos elige y nos llama: “permanezcan en mi amor”; y nos envía “vayan y den fruto”.

La misión no es una carga que cumplir ni un requisito burocrático. No es la sopa que hay que tomar para poder comer lo que nos gusta. Lo expresa claramente Jesús: “Les he dicho esto para que mi gozo sea el de ustedes, y ese gozo sea perfecto” (Jn 15, 11).
Respondamos con generosidad al llamado del Señor de la Vida.

@MonseñorJorgeEduardoLozano

/Fuente de imagen: Archivo Google

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Trump: propaganda electoral y delito

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El juicio penal que se desarrolla en Nueva York, en el que se acusa a Donald Trump (foto) de 34 delitos, expone el deterioro de las instituciones estadounidenses y la crisis del sistema político con el que pretenden aleccionar al resto del mundo. La trama del litigio exhibe las evidencias más explícitas del derecho a la impunidad y las combina con las licencias para mentir, corromper y engañar. La presentación de cargos realizada por la fiscalía de Nueva York, una semana atrás, busca ser utilizada por el precandidato republicano para victimizarse y transformar su lugar de acusado en un insumo para su campaña electoral. El sistema político estadounidense y el entramado judicial, mediático y de inteligencia que le dan cobertura se esmeran en ocular la tríada del poder real sobre el que se estructura su institucionalidad corporativa: el complejo militar-industrial, las trasnacionales y los fondos de inversión. Esos tres actores colectivos son los que –en última instancia– estarán encargados de rechazar o habilitar su candidatura.

Trump acumula más de treinta cargos en cuatro juicios. Dos de índole federal, uno en Georgia y el otro en Nueva York, donde se iniciaron las comparecencias de los testigos, la última semana, bajo la acusación de encubrimiento y falsificación de registros contables con el objetivo de ocultar sus vínculos extramatrimoniales con una actriz de cine porno y una modelo de la revista Playboy. La querella contra Trump, que se desarrolla en Manhattan frente a la presencia de doce jurados (siete varones y cinco mujeres), se inició con la jura de estos últimos el viernes 19 de abril. El asistente del fiscal Matthew Colangelo fue el encargado, el lunes subsiguiente, de presentar los cargos ante el juez y el jurado, advirtiendo que: “El acusado orquestó una trama criminal para adulterar las elecciones presidenciales de 2016. Luego encubrió esa conspiración criminal falsificando sus registros comerciales para sobornar y silenciar a quienes podían ensuciar su campaña electoral en 2016”.

La acusación contra el ex mandatario incluye la compra de voluntades mediáticas para tapar irregularidades propias, y operaciones para mancillar la reputación de sus competidores políticos. En la última semana, declaró como testigo el ex director de la revista National Enquirer, David Pecker, quien asumió la responsabilidad de haber sobornado a la modelo de Playboy Karen McDougal para encubrir su romance con el entonces candidato republicano. El mismo director de la publicación fue el encargado de asumir la responsabilidad por abonar 30 mil dólares al portero de la Trump Tower, para evitar que trascendieran los encuentros con dos docenas de mujeres.

En otro tramo del juicio, el magistrado Juan Manuel Merchán tomó nota de cómo el entonces abogado del acusado, Michael Cohen, transfirió 130 mil dólares a la actriz de cine pornográfico Stormy Daniels para garantizar su silencio. Pecker asumió frente al jurado que sus publicaciones ejecutaban el denominado “periodismo de chequera”, consistente en ensalzar o encumbrar a los aportantes y, al mismo tiempo, demonizar a sus contendientes, una operación naturalizada y usual al interior de las corporaciones propagandísticas de Occidente, que no pareció causar estupefacción entre los periodistas acreditados ante el tribunal.

La tergiversación informativa sobre la que se monta gran parte del show mediático estadounidense –del que América Latina también es tributario– incluye el protagonismo de las redes sociales. El magistrado dispuso varias órdenes de silencio a Trump para evitar el hostigamiento y el asedio a los jurados, los fiscales y sus familiares, impulsado desde su plataforma Truth Social. Trump atacó en dos oportunidades a la hija del juez Merchan y –según la fiscalía– violó en diez oportunidades la discreción exigida. La defensa del acusado, ejercida por Todd Blanche, apeló la medida argumentando que su cliente solo había reposteado textos de terceros.

Trump fue declarado culpable, durante el último año, en tres juicios civiles, sin que estos procesamientos interfirieran en su candidatura: se lo condenó a pagar 355 millones de dólares por inflar el valor de sus propiedades, se le impuso el pago de cinco millones de dólares de indemnización por abuso sexual contra la columnista Jean Carroll, y se lo multó en 85 millones de dólares por difamación y calumnias contra esta última periodista.

Donald Trump se jactó años atrás de que podía dispararle a alguien en la Quinta Avenida sin que eso llevara a la pérdida de capital electoral. A fines de la década del 20 del siglo pasado, un cabo del ejército alemán escribió: “No importa en absoluto si se ríen de nosotros o nos vilipendian… si nos representan como payasos o criminales; lo principal es que nos mencionen, que se preocupen por nosotros una y otra vez…” . Sin embargo, fue Marco Tulio Cicerón quien probablemente caracterizó con mayor precisión la etapa histórica que atravesamos: “Cuanto más cerca está la caída de un imperio, más locas son sus leyes”. 

@Página12

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Opinión

Una vid con frutos asegurados

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Por monseñor Jorge Eduardo Lozano, arzobispo de San Juan de Cuyo

Un diálogo imaginario con una flor nos puede conducir a reflexiones profundas. Te copio unos pocos renglones del Capítulo 18 del libro El Principito, de Saint-Exupery.

“—¿Dónde están los hombres? —preguntó cortésmente el principito.

La flor, un día, había visto pasar una caravana.

—¿Los hombres? No existen más que seis o siete, me parece. Los he visto hace ya años y nunca se sabe dónde encontrarlos. El viento los pasea. Les faltan las raíces. Esto les molesta.”

Este diálogo, ambientado en el desierto, entre la flor y el Principito, nos muestra una ponderación acerca de la carencia de raíces. La flor había visto pasar una caravana y pensaba que los hombres iban de un lado y para el otro llevados por el viento. Podríamos decir estar sin Patria; “y esto les molesta”, observa la flor. En la Biblia muchas veces aparece la peregrinación en contraposición con lo que es andar errante, sin rumbo. El castigo de Caín por haber matado a su hermano consistió en caminar sin sentido fijo. En la peregrinación, en la procesión hay una meta, un lugar adonde llegar para un encuentro. Y, en definitiva, para nosotros es la Vida eterna.

Echar raíces nos da pertenencia. El Evangelio que proclamamos este fin de semana nos presenta la alegoría de “la vid y los sarmientos” (Jn. 15, 1-8). Esta imagen que utiliza Jesús es para hablarnos de Él, y de nosotros en relación con Él. Nos describe una realidad muy cercana a la tierra sanjuanina. Vemos viñedos en forma habitual en nuestros caminos y al contemplarlos podemos entender bien la enseñanza de Jesús.

Él nos dice: “Yo soy la Vid, ustedes los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él da mucho fruto, porque separados de mí, nada pueden hacer”. (Jn. 15, 5)

Fijémonos entonces, que hay una mutua permanencia. El Señor permanece en nosotros por medio de la fuerza del Espíritu Santo y nosotros en Él por adhesión también del amor. En esta imagen de la vid y los sarmientos, puedo entender que yo soy con otros, y con otros en el Otro.

Pero no es una cuestión estática, como si se tratara de colocar un jarrón sobre la mesa. Es un permanecer vital, dinámico, con el movimiento que nos da el amor.

Podríamos decir que esta imagen de la vid y los sarmientos complementa la que veíamos el fin de semana pasado del vínculo entre el Pastor y el rebaño. Ambos pasajes evangélicos nos muestran cómo la fe rompe la soledad. La Pascua nos lleva a establecer vínculos con otros, nos libera del aislamiento.

La Palabra de este domingo tiene una fuerte impronta comunitaria y, a su vez también, nos muestra que separados del Señor y de la comunidad, caemos en la esterilidad, en no dar frutos al secarse la vitalidad de la rama. 

Jesús Resucitado nos reanima en la misión de la Iglesia. El Espíritu Santo nos impulsa a la comunión y a la cercanía cordial con todos los que sufren.

El próximo miércoles celebramos a los hombres y mujeres del mundo del trabajo. Te comparto unos párrafos escritos por el Beato obispo y mártir Enrique Angelelli el 1 de mayo de 1975: “Se hace muy doloroso ganar el pan de cada día; nos cuesta arrancar del corazón el egoísmo para hacernos plenamente hermanos; nos cuesta mucho poder sumar todas las manos, como pueblo, para construir juntos esta tierra de bendición (…) Cristo quiere una Rioja no resignada sino plenamente libre y feliz. La Rioja reclama de todos nosotros, gobernantes y pueblo, superar toda división y todo egoísmo individual y de grupos para hacerla una tierra donde el amor no sea una palabra para enamorados simplemente, sino la meta de nuestro trabajo concienzudo por lograr ser verdaderamente un pueblo que se quiere, es solidario y nadie abusa del otro”.

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