Tras días de angustia y oración, el pequeño de 11 años que fue atropellado en el límite entre Rawson y Pocito logró salir de Terapia Intensiva y continúa su recuperación en una sala común. Su madre compartió en redes sociales un mensaje lleno de fe y gratitud que conmovió a toda la comunidad.
Después de una semana marcada por la preocupación y la esperanza, Y.F.A.G., el niño de 11 años atropellado el pasado domingo en Calle 5 y Elizondo, finalmente salió de la Terapia Intensiva del Hospital Rawson y continúa su recuperación en una sala común. La noticia fue celebrada con alegría y emoción por su familia, amigos y vecinos que siguieron de cerca su evolución
Su madre, Daiana Gatica, compartió en redes sociales un mensaje que rápidamente se viralizó. “Hoy nos despedimos de la terapia donde entraste tan grave, hijo. Donde volviste a nacer, mi amor. Hoy nos fuimos a sala común. Gracias a todos por sus oraciones. Mi hijo es testimonio de que Dios existe. Estoy muy feliz, el corazón hoy me estalla de alegría cuando hace cinco días atrás sentía que se me paralizaba. Gracias, mi Dios”, escribió la mujer, acompañando sus palabras con fragmentos de la canción Volver a empezar, de Alejandro Lerner.
Horas más tarde, Gatica volvió a expresarse con gratitud y fe. “Quiero agradecer al personal de Terapia Intensiva y a quienes intervinieron a mi hijo el día del accidente. Llegó en estado crítico y Dios les dio la bendición de poder salvarlo. La atención fue excelente. Gracias a las personas que estuvieron con él en el lugar del accidente, son unos ángeles. Sé que todavía le queda su operación, pero tengo fe en que todo saldrá bien, porque para Dios nada es imposible. Fue un milagro la recuperación tan rápida, cuando no daban esperanzas de vida para él”, escribió emocionada.
El menor había sido internado en estado crítico tras sufrir un violento accidente en bicicleta, cuando intentó esquivar la puerta de un auto que se abrió de manera repentina y fue embestido por una camioneta que lo arrastró varios metros.
Desde entonces, su familia organizó campañas de oración y pedidos de dadores de sangre mientras el niño luchaba por su vida. Los médicos lograron estabilizarlo luego de una cirugía por una fractura de fémur y una hemorragia interna que obligó a extirparle el bazo, además de tratar lesiones en el pulmón, riñón izquierdo, hígado y extremidades.
Hoy, su evolución es considerada un verdadero milagro por quienes acompañaron a la familia en estos días de angustia. La comunidad celebra que el pequeño, que “volvió a nacer”, siga dando pasos firmes hacia su recuperación.
La madre contó que no es la primera vez que su hijo enfrenta una situación crítica. “Cuando nació, estuvo diez días internado en neonatología. Ya sabe luchar por su vida”, expresó con orgullo y esperanza, convencida de que podrá superar también este nuevo desafío.
“Estamos agradecidos por la atención y por las oraciones. Solo pedimos que sigan rezando por él”, agregó Gatica, quien no dejó de agradecer al equipo médico, a los enfermeros y a los vecinos que ayudaron desde el primer momento.
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