El arzobispo de la provincia argentina de Salta (norte), Mario Cargnello, acusado de violencia de género por la orden Carmelitas Descalzas, se ausentó al llamado de la justicia por encontrarse en la capital para participar en una asamblea de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), confirmo la entidad a la agencia Sputnik.

«Está asistiendo» a la 120° Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina que tiene lugar en la ciudad Buenos Aires, ratificaron desde la portavocía de la organización.

La magistrada Carolina Cáceres Moreno, a cargo del Juzgado de Violencia Familiar y de Género n.º 3 de Salta, suspendió la audiencia prevista para este martes después de que el abogado del religioso, Eduardo Romani, comunicara que su representante se ausentaría por estar participando de la asamblea de la CEA, que tiene lugar desde el lunes y hasta este viernes.

El defensor de Cargnello presentó además una apelación contra la resolución de la jueza que rechazaba la intervención de la justicia eclesiástica, según un planteo de declinatoria de competencia que había interpuesto la defensa del prelado para que el arzobispo fuese juzgado por el Código Canónico.

Esta apelación debe ser resuelta en segunda instancia por la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial.

Al suspenderse la audiencia de Cargnello, también fue anulado el interrogatorio de otros dos religiosos denunciados: el obispo emérito Martín De Elizalde, emisario del Vaticano, y el sacerdote Lucio Ajalla, auxiliar en la catedral salteña.

Los prelados fueron acusados de presunta violencia física y psicológica por las monjas de la Congregación de las Carmelitas Descalzas que viven en el Convento de San Bernardo, en el centro de Salta, una de las jurisdicciones de mayor tradición católica del país.

El juzgado, en consecuencia, dictó medidas de protección en virtud de la legislación nacional y la «Emergencia pública en materia social por violencia de género» que rige en esa provincia.

Además exhortó a los sacerdotes a «abstenerse de ejercer actos de violencia» y estableció la prohibición de que se acercaran «a menos de 300 metros» del convento, que tiene una custodia policial fija.

El origen de la denuncia se remonta a octubre de 2020, cuando Cargnello encabezó el velatorio de una monja e impartió un responso muy agresivo contra las carmelitas porque habían colocado una imagen de la llamada Virgen del Cerro.

Esta figura es muy conocida en el distrito desde que una mujer laica, María Livia Galliano de Obeid, afirmara haber presenciado desde los años 90 apariciones de la Virgen María, lo que genera molestia en el arzobispado.

Durante el velorio, una monja que grababa con una filmadora fue agredida por el sacerdote Ajalla y por el arzobispo en el intento de que dejara de grabar, según denunciaron con posterioridad.

Esta tarde fue convocado un abrazo simbólico al Convento San Bernardo por parte de la organización Gema Género y Masculinidades bajo el lema «Hermana, sí te creo», a la que se han sumado otras 26 agrupaciones feministas, sociales, y políticas.

En marzo pasado, el obispo emérito Gustavo Zanchetta fue condenado a cuatro años y seis meses de prisión por el abuso sexual de dos exseminaristas en el departamento salteño de Orán.

/Sputnik