El Instituto Nacional Vitivinícola (INV) autorizó el uso de envases de acero inoxidable para el fraccionamiento de vinos en bodegas para el consumo directo en copas. Esto implica que los vinos se podrán envasar en tanques de acero inoxidable de 20 a 50 litros, que luego se distribuirán en los establecimientos gastronómicos desde la misma bodega o a través de un prestador de servicios de distribución.
El vicepresidente del INV, ingeniero Hugo Carmona , explicó que “este tipo de envase permite lo que se conoce en todo el mundo como vino de grifo, de canilla o en copa”. Esto permite que una vez que se “pincha” o abre en envase que puede tener de 20 a 50 litros de vino “pueda estar hasta dos meses sin tener ningún tipo de problemas y si el tanque no se abre puede estar un año.”
La iniciativa viene a tratar que el vino sea más consumido en los locales gastranómicos y se convierta en una real competencia de la cerveza. Carmona invitó a que empresarios hagan la inversión de colocar estos productos en sus locales.