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Usó basura de combustible y recorrió todo el país.

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En el año 2008, Edmundo Ramos, ingeniero, regresó a la Argentina desde los Estados Unidos, donde vivió cuatro años. Con los dólares ahorrados, compró departamentos. Y logró lo que sueña casi todo el mundo: vivir de rentas. Pero Ramos -un personaje muy particular- no se pudo quedar quieto. “Me dije: me puedo poner a mirar televisión todo el día y a tomar cerveza con Homero Simpson, o aprovechar mi experiencia para hacer algo útil para la humanidad y sin fines de lucro’”. Decidido a dejar su huella, buscó y rebuscó qué hacer. Y se le ocurrió (casi nada) anticiparse al futuro: “Pensé en qué sucederá cuando se terminen los combustibles fósiles, cómo funcionarán las maquinarias agrícolas que siembran y cosechan nuestra comida”. Durante 12 años, persiguió un sueño. Le costó, pero lo alcanzó: hoy, anda en un automóvil que funciona con un gas producido con basura. Y lo bautizó “gasura”.

Edmundo, que hoy tiene 66 años, vive junto a Fabiola, su pareja, en Anisacate, un pueblo cordobés al sur de Alta Gracia. Maneja por sus calles una Ford Ranchera color gris, que en sus laterales lleva pintada la frase “para gloria de Dios”. Es un vehículo normal. O casi… Sobre la caja de carga tiene un tanque cilíndrico con una tobera debajo, un caño corrugado, el tubo de un matafuegos y una conexión con el carburador. Parece el coche de un competidor de Los Autos Locos. Y podría ser su secreto mejor guardado, pero no: eligió publicar los planos de su invento en sus redes, @autoabasura, para que cualquiera lo copie.

Nacido en U.S.A.

Edmundo nació en Nueva York, Estados Unidos. Su padre trabajaba en ese país, y justo al pasar por esa ciudad, su madre comenzó con trabajo de parto y él llegó. “Nunca más volví. Así que fui para nacer, nomás…”. De muy chico llegó a la Argentina, y vivió en Lomas de Zamora. Hizo el secundario en el Colegio Industrial Luis A. Huergo. En el ‘76 ingresó a la Facultad de Ingeniería. Se recibió en el ‘81 luego de cinco años y medio de estudio. Trabajó en San Nicolás, Salta y Jujuy. Y pegó el salto: aprovechando su ciudadanía, se fue a Norteamérica.

Edmundo y su mujer, Fabiola, en un alto en la ruta 40 (www.autoabasura.com)Edmundo y su mujer, Fabiola, en un alto en la ruta 40 (www.autoabasura.com)

Vivía en Tijuana, México, pero todos los días cruzaba la frontera y trabajaba en San Diego, Estados Unidos. “Ahí estuve cuatro años trabajando como contratista e ingeniero eléctrico. En toda la ciudad había cuatro nada más. Era raro, pero me fue muy útil. Hacía lo que llaman ‘condo conversions’. Es decir, agarraban un loteo o un hotel, y lo transformaban en muchas propiedades, cada una con su título, y las vendían en forma particular. Yo tenía que hacer toda la instalación eléctrica del condominio. Eso me daba una gran ganancia. Y cuando hice una diferencia, volví…”

Lo primero que hizo cuando tuvo la idea fue googlear la frase “auto a basura”. Y, dice, no salió nada. “Era como si hoy alguien buscara cómo fabricar un OVNI. Había cosas como biodigestores, que producen metano, un combustible, pero son como contenedores, gigantes, no sirven para un auto, y para lograrlo hay que esperar semanas”. Los únicos que se anticiparon a él fueron -una vez más- Los Simpsons. En su episodio Apocalipsis, se muestra un vehículo que funciona con residuos.

Desde el 2008 hasta el 2018, sin tener de dónde agarrarse, Edmundo inventó fórmulas y tablas. “Hice un cálculo teórico en el que la velocidad máxima del auto a basura sería de 40 kilómetros por hora por la potencia del gas, del motor, cuánto necesita para vencer el aire, todos cálculos complicados y largos. Y pensaba que sería una lástima, porque no podría andar en ruta. Creí que serviría para el campo. El 2 de octubre del 2019 fue un día histórico, porque salí a la calle. Y el auto, al final, levantó a 100 kilómetros por hora”.

Lo pensaron primero: el capítulo de Los Simpsons llamado Apocalipsis ya tenía un auto que funcionaba con residuosLo pensaron primero: el capítulo de Los Simpsons llamado Apocalipsis ya tenía un auto que funcionaba con residuos

Un largo camino

Llegar a ese resultado no resultó sencillo, y en un momento casi baja los brazos. En enero del 2018 armó su primer gasificador, el corazón de su invento. Como combustible usó bellotas de roble, que en Anisacate es basura. “La gente las junta con un rastrillo, las mete en una bolsa, pasa el camión y las levanta”, cuenta. Dice que cuando contó en su barrio que necesitaba bellotas, lo atiborraron: “Todos se las quieren sacar de encima”.

Llenó el tanque del gasificador con el carbón de bellotas, y a través de un agujero en la tobera, encendió el fuego. Allí bautizó al nuevo combustible como “gasura”, un gas hecho a partir de basura. “Me dije, si los autos funcionan con GNC, lo pueden hacer con ‘gasura’”, recuerda. En febrero llegó el gran momento. Compró una Ford Ranchera modelo ‘83 con motor 221 de 3,6 litros. Probó ponerla en marcha con gasura y llegó la gran decepción: la camioneta no arrancó.

Edmundo carga el gasificador con la basura carbonizada. Para que funcione hay que convertir a los residuos orgánicos en material seco, porque debe ser prendido fuegoEdmundo carga el gasificador con la basura carbonizada. Para que funcione hay que convertir a los residuos orgánicos en material seco, porque debe ser prendido fuego

“Estuve casi dos años tratando de convencer a mi vehículo que tenía que funcionar con ‘gasura’. Al final, en julio de 2019, desistí. Me di cuenta de que era un fracaso, una pérdida de tiempo y dinero”. Desolado, hizo lo que no quería. Se rindió y se tiró en la cama. “Estaba ahí, mirando el techo, viendo cómo vendería el auto. El proyecto había terminado. Colgué los botines. Habían sido 12 años de renuncias, muchas, me acordaba cuando mi mujer me decía ‘¿vamos a tal lado?’, y le respondía que no, que estaba con mis intentos…”

El motor de la Ranchera no giraba, se empecinaba en no funcionar. Edmundo creyó que lo había probado todo. Y en ese momento, cuando el mundo se le venía encima, tuvo una experiencia mística. “Escuché una voz, que pensé era la mía, que decía ‘cada fracaso es un paso más cerca del éxito’. Pero eso lo dicen todos los inventores. Después oí otra: ‘esto es algo útil para la humanidad’. Cuando escuché la tercera me di cuenta que no era yo: ‘Esto va a andar’”.

De repente, una fuerza indefinible lo levantó de la cama. Lo puso de pie. Edmundo no entendía nada. “Dije, ‘este es el pícaro de Dios’, y salí a encender el vehículo para mostrarle que no servía”. Fue como un milagro, algo mágico: como en aquella vieja película de García Ferré “Mil intentos y un invento”, Ramos se calzó imaginariamente el traje del tío de Anteojito, puso la llave, la giró y el motor arrancó con el combustible hecho de basura. “Por eso, en agradecimiento, a los dos lados de mi Ranchera le pinté la frase ‘para gloria de Dios’. La gente piensa que soy pastor protestante, algo así, pero nada que ver. Es darle las gracias a quien me dio el último empujón”.

En La Quiaca, con Fabiola y su camioneta con el trailer con los tres tanques que ideó para poder cubrir grandes distancias con "gasura"En La Quiaca, con Fabiola y su camioneta con el trailer con los tres tanques que ideó para poder cubrir grandes distancias con “gasura”

Lo artesanal

Explicar con detalle el funcionamiento del sistema sería demasiado engorroso. Pero antes, hay que aclarar lo siguiente: no se trata de agarrar el tacho de basura de un hogar y llenar el tanque. A la basura, primero hay que carbonizarla. Y no es lo mismo usar papel, que otros residuos más sólidos. “Lo que busco es que los residuos tengan densidad. Si lleno el gasificador con papel, hago 3 kilómetros y se acaba. Con cáscara de maní hice 30 kilómetros. Con cáscara de nuez, 50… Probé con cáscara de banana o de naranja, o restos de poda de árboles, pero a todo hay que carbonizarlo”. Cuando lo hace, Edmundo guarda ese carbón en tachos bien cerrados, para evitar que se humedezcan.

Una vez cumplido el primer paso, se llena el cilindro más grande, el gasificador -que tiene una capacidad de 60 litros-, con la biomasa, los residuos carbonizados y bien secos. Luego cierra la tapa. Y prende fuego la biomasa con un soplete o un poco de alcohol y un encendedor. Como necesita un poco de aire para encenderlo, lo ventila a través de otro tubo. “Ahora tengo un ventiladorcito, cuando empecé lo hacía con el secador de pelo de mi mujer”. El fuego, por la velocidad del aire, genera la “gasura”, que es combustible por estar compuesto por monóxido de carbono.

0 seconds of 7 minutes, 32 secondsVolume 0%Edmundo Ramos explica cómo funciona su invento: el auto que anda a basura (Gentileza de Andrés Salgado, “El Rincón del Ford”)

Dentro del gasificador se produce lo que Edmundo llama una “bola de fuego”, que está entre 1500 y 1700 grados de temperatura. A través de una botellita de gaseosa y un cañito de cobre, se le inyecta agua: dos gotas por segundo. Se produce un proceso llamado termólisis, que separa el agua en hidrógeno y oxígeno. Por un tubo ubicado arriba del gasificador sale la “gasura”, con ceniza y polvo. Para evitar que esas partículas lleguen al motor, hay tres filtros, uno hecho con el tubo de un matafuegos y un frasco de dulce en el que caen los primeros residuos. Luego hay otro con un filtro embebido en aceite y un tercero de toalla. Cuando el humo blanco que sale por el caño del aire se disipa y se vuelve transparente, lo cierra. Entonces la “gasura” va al motor. Lo que ingresa es monóxido de carbono, hidrógeno -que es uno de los gases más combustibles- y oxígeno. Y listo.

Con semejante temperatura, la pregunta -que parece un trabalenguas- es de cajón: ¿es segura la “gasura”? “Si algo llega a ocurrir, no explota, sino que implota. Me pasó que una vez usé una manguera de plástico que se recalentó y se succionó, se aplastó, porque no hay presión, hay aspiración”, explica Edmundo. Y continúa: “A veces la gente del campo me preguntan si el gasura se puede utilizar para cocinar o para calefaccionar. Y yo le digo que sí, pero afuera, no en un lugar cerrado, porque el monóxido de carbono es muy tóxico”

El único accesorio que le agregó al motor es una válvula mariposa sobre el carburador. Como el vehículo es trifásico (usa nafta, GNC y “Gasura”), si lo utiliza con los primeros dos, abre la mariposa. Si funciona con “gasura”, cierra la mariposa y tapa la entrada del carburador, para que el motor succione la “gasura” que envía el gasificador.

Un diagrama de cómo son las partes que usa Edmundo para producir "gasura"Un diagrama de cómo son las partes que usa Edmundo para producir “gasura”

Otra ventaja que explica Edmundo es la producción de oxígeno, que verificó en una Revisación Técnica Vehicular. “Como uso agua y el motor utiliza el monóxido de carbono y el hidrógeno, por el caño escape sale vapor de agua y oxígeno. Dicen que es este auto es como un árbol con ruedas. Es decir, no sólo no contamina, sino que aporto un 20% de oxígeno por el caño de escape al medio ambiente mientras estoy andando”.

El gran viaje

Una vez que la Ranchera funcionó con gasura, Edmundo y Fabiola planearon viajar con ella más allá de Anisacate. Pero nunca es fácil ser pionero. Había un problema. Con el equipo que tiene en la caja de la camioneta, podía tener una autonomía de 50 kilómetros, no más. Tuvo que aguzar el ingenio: fabricó un remolque gasificador con tres tambores de 200 litros llenos de carbón de basura. Así logró una autonomía de 520 kilómetros. Y pudo completar los 5000 kilómetros de la ruta 40.

En el norte se le presentó una nueva dificultad: la falta de oxígeno en la altura. Nuevamente, antes de encender la Ranchera, Edmundo puso en marcha el cerebro. Al ventilador que usa para encender el fuego en el gasificador y así arrancar el vehículo, luego lo apaga. Pero en el norte, en cambio, lo dejó funcionando todo el tiempo. “Lo usé como una sobrealimentación eléctrica y con eso logré hacer la Cuesta del Obispo, que va de los 1500 a los 4500 metros sobre el nivel del mar sólo con gasura. Fue el desafío más grande del auto. Mucho más que el frío de la Patagonia, porque cuando las temperaturas son bajas, anda mejor. Los gases, cuanto más fríos, más se concentran y más potencia generan”.

La Ford Ranchera modelo '83 y el trailer con los tres tambores de 200 litros que usó para recorrer la ruta 40. Con el equipo convencional que lleva habitualmente sobre la caja puede cubrir 50 kilómetros. Con éste, la autonomía es de 520 kilómetros (gentileza www.autoabasura.com)La Ford Ranchera modelo ’83 y el trailer con los tres tambores de 200 litros que usó para recorrer la ruta 40. Con el equipo convencional que lleva habitualmente sobre la caja puede cubrir 50 kilómetros. Con éste, la autonomía es de 520 kilómetros (gentileza www.autoabasura.com)

Durante el periplo, que duró cinco meses, a Edmundo y Fabiola los controlaron varias veces. Lo cuenta con humor: “Cuando hice la Ruta 40 me pararon todos: la policía Municipal, Provincial, Caminera, de Seguridad Vial, Federal, Gendarmería, jaja… Me pidieron los documentos, registro, seguro, la VTV del auto y nadie me cuestionó qué combustible estaba usando. Porque, como te dije, no contamina”. Y explica: “el monóxido de carbono sale por el caño de escape como dióxido de carbono, que es uno de los causantes del calentamiento global, pero no es tóxico. De todas maneras, según los controles que hice, el dióxido de carbono que expulsa es como el 0,00001%. También expele vapor de agua, nitrógeno y un 20% de oxígeno”

Por el mundo

Aunque Edmundo decidió compartir los planos del gasificador en sus redes sociales, para fabricarlo hay que tener conocimientos mínimos de ingeniería, química y mecánica. Mientras cuenta que está en el proceso de patentar su invento, dice que le llegaron fotos y videos de personas que lo han copiado en diferentes partes del mundo. Hay uno de Suecia, uno de los Estados Unidos, uno de África, dos de Paraguay, dos de Argentina y uno de Bolivia. “El africano se recibió de ingeniero gracias a mí, porque copió mi sistema y no le funcionaba. Me llamó, vi que su interés era legítimo y le expliqué cual era la falla. El americano armó un gasificador para que alimente un generador eléctrico de 9000 watts y con eso hace funcionar una soldadora, no necesita electricidad. Y el sueco armó el equipo pero no le puso agua al principio. Luego sí y aumentó un 40% la potencia”.

El trayecto por la ruta 40. En rojo, los tramos que hizo con "gasura". En negro, los que realizó con GNC o naftaEl trayecto por la ruta 40. En rojo, los tramos que hizo con “gasura”. En negro, los que realizó con GNC o nafta

El inventor ya recibió propuestas de inversores de Argentina, Perú y Colombia para poner una fábrica de gasificadores. Más que para hacer andar automóviles, creen que puede ser útil para utilizarlo en forma similar al norteamericano que copió los planos: para producir energía eléctrica.

Pero si Edmundo no paró cuando podía vivir de rentas, ya está en búsqueda de su próximo invento: el plastigas. “Para mi, la etapa basura está terminada. Lo que estoy investigando ahora es cómo convertir los residuos plásticos en gas, para limpiar el planeta. Estoy con eso, pero me está costando más de lo que pensaba”, concluye.

@Infobae

/fuente de imagen: infobae

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NASA: advertencia sobre una tormenta solar dirigida a la tierra.

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Esta semana, la NASA ha alertado sobre la posibilidad de que las comunicaciones en la Tierra se vean afectadas debido a una potente erupción solar que los expertos han denominado como una “tormenta caníbal”. La agencia espacial estadounidense ha advertido sobre la posibilidad de apagones de radio y otras fallas eléctricas como resultado del impacto del plasma solar en nuestro planeta.

El término “tormenta caníbal” fue utilizado para resaltar la insólita potencia de la erupción. El fenómeno consistió en cuatro eyecciones de masa coronal en el sol. Las explosiones expulsan el plasma solar que viaja con los vientos solares a 800 kilómetros por segundo hasta chocar con la Tierra, pero algunas llamaradas viajan a mayor velocidad, se “comen” a las que viajan adelante. Por esto se usó la palabra “caníbal”. Las cuatro explosiones se produjeron en la mancha solar AR3500.

Según la NASA, varios satélites podrían ser afectados. También podría haber auroras boreales más intensas, ya que este espectáculo de luces natural se origina cuando el viento solar interactúa con la magnetosfera.

Estos efectos del plasma solar al impactar la Tierra son llamados tormentas geomagnéticas porque el plasma choca con el campo magnético del planeta, que actúa como un escudo y desvía ese viento eléctrico a los polos.

Las tormentas geomagnéticas ya ocurrieron anteriormente, pero en este caso, las llamaradas solares son más potentes. No está de más destacar que no les hacen daño a los humanos, pero sí pueden generar fallas en las comunicaciones o el internet, aclaró la NASA.

/Fuente de imagen: Archivo Google

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Por el calentamiento global, las precipitaciones extremas serán más fuertes y frecuentes.

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El Instituto de Potsdam para la Investigación sobre el Impacto del Cambio Climático afirmó que las consecuencias “podrían ser mucho peores de lo que pensamos” y que muchas veces se subestima el aumento de las precipitaciones.

Los episodios de lluvias torrenciales que pueden provocar inundaciones catastróficas son bastante más frecuentes e intensos por el calentamiento global de lo que pronostican las predicciones, según un estudio publicado este lunes.

Para prever las consecuencias del calentamiento global los científicos utilizan modelos climáticos pero, según este estudio, subestiman el aumento de las precipitaciones extremas.

Este análisis sugiere que las consecuencias “podrían ser mucho peores de lo que pensamos”, afirmó en un comunicado Anders Levermann, del Instituto de Potsdam para la Investigación sobre el Impacto del Cambio Climático (PIK), que realizó el estudio.

“Las precipitaciones extremas serán más fuertes y frecuentes. La sociedad debe prepararse para ello”, advirtió según un cable de la agencia AFP.

El estudio advierte que los mayores aumentos se producirán en regiones tropicales y latitudes altas como el sudeste asiático y el norte de Canadá, y que, sobre todo, se debe a que el aire caliente puede contener más vapor de agua.

Esta advertencia, publicada en la revista Journal of Climate, llega pocos días antes de la apertura de la COP28, la conferencia internacional anual sobre el clima que se celebrará bajo el auspicio de la ONU.

Los investigadores compararon las predicciones de numerosos modelos climáticos con los cambios observados históricamente.
Utilizaron técnicas que les permitieron filtrar qué cambios estaban relacionados con las emisiones de gases de efecto invernadero provocadas por las personas y cuáles no.

“Nuestro estudio confirma que la intensidad y frecuencia de las lluvias torrenciales aumenta exponencialmente con cada incremento del calentamiento global”, subrayó Max Kotz, principal autor del estudio cuya cpnclusión es que el aumento de la temperatura es lo que más influye en estos cambios, y no otros factores como los vientos.

“La buena noticia es que esto facilita la predicción del futuro de las precipitaciones extremas”, subrayó Anders Levermann. “La mala noticia es que empeorará si seguimos impulsando el calentamiento global mediante la emisión de gases de efecto invernadero”, concluyó.

@Télam.

/Imagen principal: Archivo/

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El calentamiento global se encamina a ser más del doble que lo ideal

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“Es necesario tomar medidas drásticas ya. Los líderes deben redoblar drásticamente sus esfuerzos, con ambiciones récord, acciones récord y reducciones récord de emisiones”, reclamó António Guterres. 

El mundo se dirige hacia un aumento de su temperatura media de entre 2,5 y 2,9 °C este siglo, cerca del doble del objetivo ideal, advirtió este lunes la ONU, que llamó a reducir las emisiones de gases del efecto invernadero y a acelerar la transición energética para contener el cambio climático.

Científicos advierten que un calentamiento a estos niveles podría convertir a vastas regiones del planeta en prácticamente inhabitables para los humanos y provocar puntos de inflexión irreversibles en la tierra y los océanos.

A pocos días de la conferencia de la ONU sobre cambio climático COP28 de Emiratos Árabes Unidos, el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) dijo en un informe anual de emisión de gases que la temperatura media del planeta ya está 1,2 °C por encima de la que tenía en la era preindustrial, cerca de los 1,5 º C a los que debería limitarse.

“Es necesario tomar medidas drásticas ya”, dijo el secretario general de la ONU, António Guterres, en conferencia de prensa en la sede del organismo en Nueva York.

“Los líderes deben redoblar drásticamente sus esfuerzos, con ambiciones récord, acciones récord y reducciones récord de emisiones”, agregó Guterres de cara a la COP28 a celebrarse en Dubai del 30 de noviembre al 12 de diciembre.

Esto exige “arrancar las raíces venenosas de la crisis climática: los combustibles fósiles”, señaló.

Guterres calificó de “un fracaso de liderazgo, una traición a quienes son vulnerables y una enorme oportunidad perdida” la brecha entre los compromisos de los Estados y lo que sería necesario para respetar los objetivos del acuerdo de París de 2015 y limitar el calentamiento global a 1,5 ºC respecto a los niveles preindustriales.

“Un cañón lleno de promesas incumplidas, vidas destrozadas y récords rotos”, añadió el titular de la ONU, que anunció que partía hoy en un viaje a Chile y la Antártida, para observar con sus “propios ojos el impacto mortal de la crisis climática”.

¿Qué dice el informe?

 Publicado poco antes de la COP28, el texto del Pnuma es un nuevo grito de advertencia.

Este año está previsto que sea el más cálido de la historia, y el informe señala que “el mundo está siendo testigo de una aceleración perturbadora en el número, velocidad y escala de récords climáticos superados”.

Para reducir las emisiones lo suficientemente rápido como para evitar impactos catastróficos, “se requieren esfuerzos ambiciosos y urgentes de todos los países para reducir el uso de combustibles fósiles y la deforestación”, dijo el Pnuma.

El informe hace un llamado a todos los países para que lleven a cabo transformaciones del desarrollo con bajas emisiones de carbono en toda la economía, centrándose en la transición energética.

El carbón, el petróleo y el gas extraídos durante la vida útil de las minas y yacimientos en producción y previstos emitirían más de 3,5 veces el presupuesto de carbono disponible para limitar el calentamiento a 1,5 °C, y casi todo el presupuesto disponible para 2 °C, según el texto.

La transición hacia un desarrollo con bajas emisiones de carbono plantea retos económicos e institucionales a los países de renta baja y media, pero también ofrece importantes oportunidades. Las transiciones en estos países pueden ayudar a proporcionar acceso universal a la energía, sacar a millones de personas de la pobreza y expandir industrias estratégicas.

La directora ejecutiva del Pnuma, Inger Andersen, instó a las naciones del G20, responsables de aproximadamente el 80% de las emisiones, a liderar las reducciones globales de emisiones. Algunas, advirtió, están en “modo pausa”.

“Es absolutamente crítico que el G20 intensifique sus esfuerzos”, dijo Andersen a la agencia de noticias AFP.

El informe del Pnuma examina la diferencia entre las emisiones que aún serán enviadas a la atmósfera según los planes de descarbonización de los países y lo que la ciencia dice que se necesita para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París de 2015, que estableció que los países acordaron limitar el calentamiento global “muy por debajo” de +2 °C, y si posible, a +1,5 °C.

Para 2030, las emisiones globales deberán ser un 28% inferiores a lo que sugieren las políticas actuales para mantenerse por debajo de los 2 °C, y un 42% inferiores para el límite más ambicioso de +1,5 °C, dijo el informe.

Actualmente, el aumento proyectado debería ser del 3%.

Sin embargo, a menos que se reduzcan aún más los niveles de emisión en 2030, será imposible establecer vías de mínimo coste que limiten el calentamiento global a 1,5 °C sin rebasamiento o con un rebasamiento bajo durante este siglo.

La única manera de evitar un rebasamiento significativo de 1,5 °C es acelerar significativamente la aplicación en esta década.

“Tenemos mucho trabajo por hacer porque en este momento no estamos donde deberíamos estar”, dijo Andersen.

Los compromisos de París

Según el Acuerdo de París alcanzado en la COP21 en la capital de Francia, los países deben presentar planes de reducción de emisiones cada vez más amplios, conocidos como Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional, o NDC.

El Pnuma calcula que la implementación completa de las NDC para 2030, sin tener en cuenta el apoyo externo, daría un 66% por ciento de probabilidad de que la temperatura media de la Tierra aumente en 2,9 °C para 2100.

Si no se toman en cuenta las promesas de reducción de emisiones, el mundo se encamina irremediablemente hacia más de +3 °C.

Las NDC “condicionales”, que dependen de financiamiento internacional, probablemente reducirían el aumento a +2,5 °C durante este siglo, según el informe.

El Pnuma dijo que si se cumplieran en su totalidad todas las NDC condicionales y las promesas a largo plazo de emisiones netas cero, aún sería posible limitar el aumento de temperatura a 2 °C.

Pero advirtió que actualmente estas promesas de emisiones netas cero no se consideran creíbles, ya que ninguno de los países más contaminantes del G20 ha reducido las emisiones de acuerdo con sus propios objetivos.

Incluso en el escenario más optimista, la posibilidad de limitar el aumento de temperatura a +1,5 ºC es ahora solo del 14%.

La Organización Meteorológica Mundial acaba de señalar que los niveles de los tres principales gases de efecto invernadero, el dióxido de carbono, el metano y el óxido nitroso, rompieron récords el año pasado.

El Pnuma preconiza NDC más ambiciosos, y para ello deben ser actualizados de aquí a 2025.

Andersen se dijo optimista ante la COP28, a pesar de las divisiones causadas por la invasión de Rusia a Ucrania y el conflicto entre Israel y el movimiento palestino Hamas.

“Los países y las delegaciones comprenden que, independientemente de estas profundas divisiones que existen, el medio ambiente no espera y el clima ciertamente no lo hará”, dijo.

“No se puede presionar el botón de pausa”, advirtió.

@Télam.

/Imagen pricipal: Archivo/

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