El Tusi, una mezcla de varias sustancias, está ganando terreno entre los jóvenes sanjuaninos. Raúl Ontiveros, magíster en adicciones, alerta sobre los riesgos de esta droga sintética.
En el último año, el Tusi comenzó a aumentar su presencia en San Juan, convirtiéndose en una de las sustancias más consumidas, especialmente entre los jóvenes que asisten a fiestas, afters y boliches. Conocida también como “cocaína rosa”, esta droga no contiene cocaína en su mayoría, sino que está compuesta por una mezcla de sustancias sintéticas. Según Raúl Ontiveros, psicólogo y magíster en adicciones, el Tusi es una droga de «drogas», ya que reúne varios componentes con efectos impredecibles en el cuerpo humano.
El Tusi tiene una base de ketamina, un anestésico utilizado en veterinarias para animales de granja como caballos y vacunos. «Imaginen este anestésico en un humano, es una locura», advirtió Ontiveros. A esta mezcla se le suma éxtasis, conocido por sus efectos estimulantes y desinhibidores, lo que aumenta considerablemente los riesgos para la salud. En algunos casos, también puede contener cafeína, clonazepam o, en raras ocasiones, cocaína.

El color rosa característico del Tusi no es más que un colorante alimentario, utilizado habitualmente en la decoración de tortas, lo que le da un toque dulce y lo hace visualmente diferente a la cocaína para evitar confusiones. Sin embargo, los efectos de esta droga combinada son peligrosos y difíciles de predecir. «Es una droga sintética de diseño, hecha en laboratorio, y cada productor puede modificar la fórmula», explicó Ontiveros.
Los efectos inmediatos del Tusi incluyen desinhibición, estimulación y la generación de conductas compulsivas. Estos efectos suelen ser más pronunciados en entornos como boliches y fiestas, y se están extendiendo a otros lugares. La droga es de alto costo, pero está al alcance de muchos jóvenes, lo que ha contribuido a su expansión en la provincia.
Según Ontiveros, desde hace un año vienen atendiendo a jóvenes que consumen Tusi, y la mayoría son personas entre 20 y 30 años que, en muchos casos, ya consumían otras sustancias antes de sumarse al consumo de esta droga. El especialista advirtió que el efecto acumulativo del Tusi es descontrolante y, con el tiempo, puede generar una fuerte adicción.
En San Juan, el consumo de Tusi no es tan común como otras drogas como la marihuana o la cocaína, pero se ha detectado un aumento considerable entre los jóvenes, con un pico en los casos de entre 23 y 33 años. La mayoría de los consumidores se encuentran en boliches, aunque también se ha observado su presencia en afters, sunsets y fiestas privadas. En algunos casos, los consumidores han mostrado síntomas de episodios psicóticos, lo que pone de manifiesto los graves riesgos que implica este tipo de droga.
“Mientras que el daño de la marihuana es lento y el de la cocaína es rápido, el Tusi altera la conducta de manera inmediata, modificando el comportamiento de forma drástica en poco tiempo», afirmó Ontiveros.
Aunque el Tusi aún no está ampliamente difundido, los jóvenes que asisten a estos ambientes siguen teniendo acceso a él. El peligro de esta droga es que su efecto es impredecible y puede tener consecuencias devastadoras para la salud mental y física de los consumidores.
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