Sociedad Sucesos
Tenía 8 años, asesinaron a su familia y se escondió en el baúl del auto para salvarse: “El profe mató a todos”.

El triple crimen de Claudia Arias, Marta Ortiz y Silda Vicenta Díaz conmocionó a la vecina provincia, Mendoza, en octubre de 2016. Una discusión sobre la paternidad de una beba de meses habría desencadenado la locura y llevó al profesor de taekwondo a la cárcel.
“Me hicieron sacar”. Esas tres palabras, para Daniel Zalazar, fueron suficientes para explicar la masacre que había dejado en una casa del barrio Trapiche de Godoy Cruz. Unos momentos antes, en ese lugar, había asesinado a puñaladas a la madre de su hija, Claudia Lorena Arias; a la tía de la mujer, Marta Susana Ortíz, y a su abuela, Silda Vicenta Díaz, pero también hirió a una beba de siete meses y a un nene de 11 años. Sólo sobrevivió Bautista, de ocho, porque el asesino no pudo encontrarlo: se había escondido dentro del baúl de un auto.
Zalazar había nacido en Catamarca, pero creció en Santa Cruz y cuando cometió el triple crimen ya llevaba 10 años instalado en la provincia de Mendoza. Se ganaba la vida como profesor de taekwondo, “sabon” en la jerga de ese deporte, y así conoció a Claudia. Ella era la mamá de dos de sus alumnos, pero, con el tiempo, ambos empezaron a frecuentarse fuera de ese ambiente e iniciaron una relación.
Cuando Claudia quedó embarazada, el romance se fue rompiendo hasta convertirse en un conflicto. Ella le aseguraba que ese bebé que esperaba era suyo, y él lo ponía en duda. El desacuerdo fue lo único que se mantuvo firme entre los dos, aún con el paso de los meses y después también del nacimiento de la nena.
La víctima quería que Zalazar reconciera a su hija y el sábado 22 de octubre de 2016 hizo un nuevo intento. “Venite y arreglamos bien el problema”, le pidió por teléfono, y él aceptó. Era la primera vez que iba a ir a su casa y la expectativa de que por fin conociera a la beba no dejó ni un resquicio para desconfiar de las intenciones del hombre, que llegó a su puerta pasada la medianoche. El timbre sonó y Claudia le abrió la puerta al horror.
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Una escena dantesca
“Era domingo y recibí un llamado de un periodista antes que el de la policía”, contó a TN el fiscal Santiago Garay, a siete años del hecho. Y confió: “Yo no sabía si era una broma…”. Aunque la cantidad de llamados que le siguieron a ese le sacaron rápidamente las dudas, nada podía prepararlo para la escena dantesca que descubrió.
El desorden que había dejado el asesino a su paso lo recibió. Después, encontró los cuerpos y el investigador pudo empezar a reconstruir la matanza. “Claudia estaba tirada en la cocina y la abuela – de 90 años – estaba en el dormitorio sobre la cama”. El cuerpo de la tía, Marta Ortiz, había quedado en la cocina.
Las tres mujeres habían sido apuñaladas, pero con Claudia el ensañamiento del homicida había sido mayor. “Creo que Claudia tenía un golpe con algo, tenía la cara con mucha sangre”, precisó el fiscal Garay. “En el patio vi el auto donde se refugió Bautista, pero al nene ya se lo habían llevado al hospital”, agregó.
Los otros dos hermanitos del chico, la beba de siete meses y un varón de 11 años, también habían sido atacados por Zalazar y fueron trasladados al hospital de niños Humberto Notti, donde quedaron internados.
Sobre el estado del nene, las crónicas de ese momento reflejaron: “Tenía lesiones en la cabeza que parecían de esquirlas; pero en el hospital se comprobó que correspondían a cuchilladas: tan fuertes fueron que quedó el resto de un metal en la cabeza del niño”.
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Una vela encendida y el gas abierto
“No se entiende por qué Zalazar reaccionó así, nunca lo supimos”, manifestó Garay a este medio. Lo cierto es que cuando la policía dio con él unas horas más tarde, ese mismo día, estaba “consciente y ubicado en tiempo y espacio”.
De hecho, después de cometer los crímenes, pero antes de escapar, el múltiple homicida se tomó unos segundos más para encender una vela y dejar las hornallas de gas de la cocina abiertas. El objetivo parecía bastante evidente: no dejar testigos vivos y, en lo posible, tampoco evidencias.
Pero no hubo explosión. “Fue uno de los casos más conmocionantes que recuerde”, afirmó el fiscal, que a lo largo de su carrera participó de muchas otras causas por homicidio. En esa casa aquella mañana Garay estaba rodeado de sangre y caos, pero supo enseguida lo que debía hacer: “Tenía claro que la prioridad era encontrar al novio de Claudia”.
“Vengan, el sabon mató a todos”
La historia de Bautista es un capítulo aparte dentro de toda la película de terror en la que se transformó aquella madrugada. El chico, con apenas ocho años, se despertó por los ruidos extraños y al ver la matanza que llevaba a cabo su profesor de taekwondo, su primer impulso fue buscar refugio en el patio.
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“Pasó un buen tiempo escondido entre medio de unas macetas, junto con su perro”, relataron oportunamente los investigadores. Desde allí, veía cómo Zalazar “recorría la casa con un cuchillo en una mano y una linterna en la otra” buscándolo.
Bautista se dio cuenta del peligro que corría y, consciente también de que no había tiempo que perder, se las ingenió para buscar sigilosamente las llaves del Chevrolet Astra de la familia que estaba en la cochera y sin soltar a su mascota se metió adentro del baúl.
“Un tío del nene, que es policía, ya le había advertido que ante cualquier problema de inseguridad en la casa, un buen lugar para esconderse era el baúl del auto”, explicó ante los medios un vocero de la investigación. Aun así, la lucidez que demostró ante semejante situación todavía no deja de sorprender.
En ese espacio reducido y oscuro, el nene afinó el oído y esperó hasta que el silencio de la madrugada le dio la confianza de que Zalazar ya se había ido del lugar. Recién entonces, salió de su escondite y fue a buscar el teléfono. “Abuelita, vení, están todos muertos. El sabon mató a todos”, dijo desesperado.
Unos días más tarde, en medio del duelo y sin poder contener las lágrimas, una tía de Bautista dijo a TN: “Él se siente un héroe por haber podido salvar a sus dos hermanitos”.
La pena máxima
“Zalazar fue detenido en el transcurso de la mañana y lo trasladaron a una comisaría”, apuntó el fiscal Garay, y detalló: “Tenía las manos lastimadas, pero estaba tranquilo”. Aunque no declaró ante la Justicia, extraoficialmente el imputado le habría dicho a los policías la frase que trascendió a modo de explicación: “Me hicieron sacar”.
“Él no confesó, solo aceptó la imputación y, por lo tanto, el juicio abreviado por la condena más grave (perpetua)”, concluyó Garay. Fue septiembre de 2017, a punto de cumplirse el primer aniversario del hecho.
Tras la condena, el profesor de taekwondo fue trasladado a la provincia de Santa Cruz, donde vive su familia, para empezar a cumplir la pena. La filiación de la beba que había dado a luz Claudia Arias se resolvió poco después del hecho con el resultado de la prueba de ADN. “No era hija de Zalazar”, indicó el fiscal.
@TN
/Imagen principal: foto archivo


A 11 años de la denuncia sobre el ocultamiento de los maltratos y las muertes de niños en albergues católicos para madres y embarazadas no casadas, Irlanda se prepara para desenterrar a las víctimas.
Este lunes en Irlanda comenzaron los preparativos para exhumar 796 niños y bebés de una fosa común descubierta hace más de 10 años en donde funcionaba un antiguo albergue religioso para madres solteras y embarazadas no casadas cerca de Dublin.
Los desentierros comenzarán a realizarse desde el próximo mes de julio, pero el tema ya tiene más de 10 años en la agenda pública local. Es que en 2014 la historiadora irlandesa Catherine Corless comprobó que muchos niños (desde recién nacidos hasta los 9 años) fallecieron en el albergue religioso Santa María del Buen Socorro de Tuam, en la ciudad de Galway, a 200 kilómetros de la capital del país europeo.
La búsqueda comenzada por Corless certificó que los cuerpos habían sido enterrados en la antigua fosa séptica de la institución. A pesar de la destrucción en 1972 de este espacio que trabajaba con madres embarazadas no casadas, la fosa séptica se mantuvo intacta en las últimas décadas.
Los primeros datos
Luego de la alarma encendida por la historiadora, se encontraron restos de bebés humanos allí entre 2016 y 2017. Por este motivo el gobierno irlandés llamó a la creación de una comisión nacional de investigación que develara los maltratos contra las madres y sus niños causados en estos hogares.
Los resultados de la comisión fueron expuestos en 2021 y destacaron que había niveles «alarmantes» de mortalidad infantil en este tipo de albergues. Estas instituciones existieron en Irlanda desde 1922 a 1998, por ellas pasaron 56 mil mujeres y 57 mil niños y fallecieron 9000 chicos.
Las mujeres embarazadas por fuera del matrimonio eran enviadas a estos hogares por pedido del Estado nacional irlandés y de la Iglesia Católica, que eran los mismos que gestionaban estos espacios. En estos lugares las mujeres daban a luz a sus hijos y luego eran separadas de ellos, quienes finalmente eran dados en adopción.
«Cuando comencé este proyecto nadie me quería escuchar. Suplicaba: saquen a los bebés de estas cañerías, hay que ofrecerles el entierro cristiano digno que se les negó» explicaba Corless, la historiadora irlandesa de 71 años.
La historia del terror irlandés
El lugar sobre el que Catherine Corless encontró los cientos de certificados de defunción era llamado «El Hogar», fue dirigido desde 1926 hasta 1961 por las monjas de la hermandad Bon Secours y pretendía recibir a las madres solteras que necesitaran ayuda.
Sin embargo, la historiadora argumentaba ya en 2014, año en que comenzó a descubrirse esta verdad, que el gobierno de Irlanda ocultaba al menos 4000 certificados de defunción de los bebés que pasaron por este albergue y que fueron enterrados en fosas sin identificar. Si bien se habían descubierto restos humanos en ese lugar en 1975, no fue hasta la denuncia de Corless que se relacionaron ambos hechos.
En los documentos a los que accedió la historiadora ya se advertía que la mayor parte de la mortalidad infantil encontrada había ocurrido por tuberculosis, infecciones, partos prematuros y defectos de nacimiento. Sin embargo, una inspección gubernamental de 1944 ya había destacado la malnutrición en varios de los 271 chicos que habitaban el lugar junto a sus 61 madres solteras.
Además, cabe aclarar que estos no habrían sido los únicos maltratos que tuvieron lugar en estos centros religiosos. Algunas monjas emprendieron un camino de negocios privados, como el de las Lavanderías de la Magdalena, que funcionaron entre 1922 y 1996, donde varias mujeres padecieron un régimen de semiesclavitud y abusos.
Un informe oficial del 2013, año anterior al de los primeros descubrimientos de Corless, indicaba que las principales causas por las que las madres solteras acudían a estos lugares eran el rechazo de padres adoptivos, abusos familiares, deficiencias físicas o psíquicas, actitudes «inmorales», pobreza y orfandad.
Si bien en su momento los líderes religiosos de Galway negaron conocer lo sucedido y se comprometieron a recaudar fondos para homenajear a los 796 bebés fallecidos con un monumento, el único que fue certero en sus dichos había sido el arzobispo de Dublin, Diarmuid Martin.
El responsable de la arquidiócesis de Dublin advirtió que “si no se establece una investigación sobre las cuestiones de gran preocupación que rodean este asunto, será importante que se desarrolle un proyecto de historia social que ofrezca una imagen precisa del papel desempeñado por esas casas de acogida”.
/P12

Un avión de pasajeros se estrelló en una zona residencial cercana al aeropuerto de la ciudad de Ahmedabad en la India, informó el portal de noticias ‘ABP’. De acuerdo con autoridades locales, unos 242 pasajeros estaban a bordo. Según reportes, más de 100 personas se fallecieron.
El Boeing 787 Dreamliner siniestrado llevaba más de 200 personas a bordo, reportó la cadena NDTV. El avión, que supuestamente pertenece a la compañía Air India, realizaba un vuelo de Ahmedabad a Londres, pero se estrelló durante el despegue, detalló.
Según datos preliminares, al menos 133 personas murieron en el accidente aéreo. Hay sobrevivientes del accidente, informa el canal NDTV, publicando videos de las víctimas llegando al hospital.
Ente las víctimas mortales podrían estar más de 20 estudiantes, ya que la aeronave cayó sobre el techo de una residencia para médicos, precisa la agencia de noticias ANI.
«Se cree que más de 20 estudiantes murieron en un accidente aéreo en Ahmedabad. El avión se estrelló contra el edificio de la residencia de la Facultad de Medicina BJ», escribe la publicación.
Las autoridades de aviación indias confirmaron que 242 personas, entre ellas dos pilotos y 10 miembros de la tripulación, se encontraban a bordo. Los pilotos hicieron una llamada de auxilio al control aéreo, poco después del despegue, indicaron.
«Había un total de 242 personas a bordo del avión, incluidos dos pilotos y 10 miembros de la tripulación. El vuelo estaba comandado por el capitán Sumeet Sabharwal y el primer oficial Clive Kundar. El capitán Sumeet Sabharwal es teniente coronel, con 8.200 horas de vuelo. El copiloto tenía 1.100 horas de vuelo», informaron.
Mientras tanto, la empresa Air India confirmó que la aeronave accidentada le pertenece. A bordo del avión viajaban 169 indios, 53 británicos, siete portugueses y un canadiense, detalló la aerolínea.
La señal del avión estrellado desapareció «menos de un minuto» después del despegue, precisa el portal Flightradar24.
/Sputnik
Sociedad Sucesos
Picada mortal de Ruta 40: las cámaras del CISEM muestran la carrera ilegal y cómo pasa en rojo la conductora del auto

La mujer que chocó con el motociclista Máximo Tanten, Natalia Colquer, será investigada por homicidio culposo agravado. Mientras que el otro motorista, Ezequiel Garay, por realizar picadas ilegales con la víctima fatal.
Un vídeo de las cámaras del CISEM confirma lo que los investigadores venían sospechando de la tragedia en calle Mendoza y calle 10 en Pocito. Esta tragedia ocurrió en medio de una picada ilegal. Dos personas quedaron en la mira de la Justicia: Natalia Colquer por el delito de homicidio culposo agravado por pasar en rojo. Mientras que, Ezequiel Garay, por hacer picadas ilegales.
Además de confirmar que se hacía una carrera ilegal, las cámaras también muestran que Colquer (conductora del Honda Fit) pasa el semáforo en rojo, es decir, que paso en un momento que no debía hacerlo.
/SJ8
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