La diferencia se amplifica con respecto al tercero, lo que le permitiría meter dos diputados nacionales.
A 18 días de las legislativas, hay encuestas que circulan de manera reservada, de forma interna, como para tener un termómetro del escenario que está por venir. Esos sondeos indican que los candidatos a diputados nacionales del orreguismo, con Fabián Martín a la cabeza, están en el orden de los 40 puntos, mientras que los del frente peronista, bajo la figura de Cristian Andino, se ubican en torno a los 30. Mucho más atrás, con cerca del 10 por ciento, aparece La Libertad Avanza. Esa diferencia, sobre todo con el tercero, le permitiría conquistar dos de las tres bancas en juego para la Cámara baja, aunque en el oficialismo reina la cautela.
Ahí, los argumentos son de los más variados. Faltan poco más de dos semanas y están los que no quieren crear un clima de exitismo y prefieren esperar el resultado una vez que se cuenten uno a uno los votos. Otros señalan que es la foto del momento y que no hay que confiarse. Y también se encuentran los que aseguran que, más allá de los relevamientos que existan, no hay que relajarse, pensando en la militancia, para que se trabaje hasta el último día para obtener un triunfo.
Además, hay dirigentes que tienen recelos de las encuestas, debido a los márgenes de errores que vienen demostrando. No obstante, son marcos de referencia y no hay político que no las utilice o vea y analice los números.
Una que fue difundida públicamente es de la consultora Ethos, del exdiputado del peronismo, Gastón Díaz. Dicho sondeo refleja que el Frente Fuerza San Juan, que lidera el justicialismo, cosecha el 26,3 por ciento de los votos, mientras que Por San Juan, la alianza oficialista, obtiene el 15,7. La encuesta resalta un gran nivel de indecisos (del 34,6 por ciento) que serán clave para inclinar la balanza para uno u otro lado.
Ahora, tomando los datos que trascendieron del oficialismo, ¿cómo se justificaría ese eventual triunfo? En que el orreguismo estaría ganando en los departamentos en los que es Gobierno (Capital, Rivadavia y Santa Lucía) y estaría neutralizando o aminorando la fuerza del PJ en sus bastiones: Rawson, Chimbas, Pocito, Caucete y Albardón, además de que en alguno de ellos pueda dar el batacazo.
Los tres distritos bajo la batuta orreguista están dentro del Gran San Juan, por lo que cuentan, de por sí, con un gran caudal electoral. Rivadavia es la tierra de Martín, en la que estuvo al frente por dos períodos de la Intendencia, para luego desembarcar como vicegobernador y encabezar lista. Tanto el exjefe comunal como su equipo están casi obligados a arrasar en la elección en el departamento.
Santa Lucía es el terruño del gobernador, del que fue dos veces intendente, y hoy está bajo el timón de su hermano Juan José “Kanki” Orrego, quien va por su segunda gestión. Capital fue la última perla que consiguió el oficialismo, a través de Susana Laciar. Se trata del segundo distrito con mayor cantidad de habitantes y electores, además de su peso político y simbólico al tratarse de la capital de provincia.
Luego, está el lote de departamentos bajo el control peronista, pero, puntualmente, hay un grupo que tiene un peso electoral clave. Ahí aparece Rawson, el de mayor cantidad de votantes. Los sondeos señalan que el orreguismo está arriba del justicialismo entre dos o tres puntos, lo que es prácticamente un empate técnico. Incluso, dirigentes justicialistas del distrito reconocen que puede darse esa pelea palmo a palmo y un resultado desfavorable por un escaso margen. Es que, según vienen señalando, Orrego tiene una buena imagen en Rawson, la que se ha ido consolidando desde 2021.
Después, aparece Chimbas, bastión del exintendente Fabián Gramajo, que hoy es conducido por Daniela Rodríguez. En el oficialismo provincial, hay dirigentes que reconocen que el exjefe comunal, candidato a diputado en tercer lugar de Fuerza San Juan, aún sostiene el liderazgo en el departamento. Aunque, señalan, no es la ventaja abrumadora que supo tener tiempo atrás, sino que hablan de cinco o seis puntos. En la alianza que encabeza el peronismo hacen mención a una ventaja superior.
En cuanto a Pocito, Albardón y Caucete, fuentes del frente oficialista Por San Juan indican que habrá una disputa reñida. El primero es el reducto del uñaquismo, en el que viene trabajando fuertemente la ministra de Gobierno, Laura Palma, postulante en segundo lugar del orreguismo, para tratar de hacer mella en esta contienda y de desbancar al PJ en 2027.
El segundo es el pago del cacique peronista Juan Carlos Abarca desde 1999 y, el tercero, lo comanda Romina Rosas, candidata en segundo término de Fuerza San Juan.
El poderío del frente Por San Juan se ancla en la figura del gobernador Orrego, quien cuenta con un alto nivel de imagen positiva y de aprobación de gestión. En la elección que lo catapultó al sillón de Sarmiento, en 2023, el santaluceño obtuvo, por sí solo, poco más del 49 por ciento, mientras que, con los otros candidatos del frente, llegó a un total de 51,5. Sus rivales, José Luis Gioja y Rubén Uñac consiguieron el 27 y el 16 por ciento respectivamente, por lo que, juntos, sumaron 43 por ciento.
Fue un año atípico el de 2023, con comicios desdoblados en todas las categorías. En los de Gobernador, Orrego se impuso en 15 departamentos, entre ellos, los del Gran San Juan, salvo Chimbas. En la elección municipal, fue el peronismo el que se impuso en 15 departamentos, mientras que, en la presidencial, fue el libertario Javier Milei quien ganó en 10 distritos en las generales y llegó a 15 en el balotaje.
La irrupción de Milei llevó a que La Libertad Avanza (LLA) saliera segunda en la categoría de senadores y consiguiera una banca, desplazando a Juntos por el Cambio, en donde jugaba el orreguismo. En ese marco, también obtuvieron un lugar de diputado nacional.
Ese fenómeno libertario no se visualiza para esta elección, según reconocen dirigentes del orreguismo y el justicialismo, además de que las encuestas que manejan refuerzan lo que sostienen. De hecho, remarcan que LLA no está alcanzando los 10 puntos.
Es un escenario que empezó a configurarse luego de la derrota libertaria en las legislativas de provincia de Buenos Aires, luego de que el Gobierno nacional acumulara traspiés legislativos y enfrentara el escándalo por las presuntas coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad, que golpea a Karina Milei, secretaria General de la Presidencia.
Luego de ello, se agregó el impacto de otro escándalo: el vínculo del candidato a diputado nacional por Buenos Aires, José Luis Espert, con un empresario investigado en Estados Unidos como responsable de lavado de dinero del narcotráfico. Espert finalmente renunció, luego de una semana en la que pasó de minimizar el hecho a dar definiciones confusas, incompletas, contradictorias y falaces sobre su relación con el empresario Federico Machado.
Como la diferencia entre el primero y el tercero es tan grande, el reparto de bancas, a través del sistema proporcional D’Hondt, se produce entre los dos primeros, siempre bajo ese tablero que reflejan los sondeos internos.
De esa manera, se rompería el escenario de tercios que estaba configurado anteriormente y hay un cambio en la polarización, ya que no sería entre Milei y el antimileísmo o el peronismo kirchnerista, sino este último contra el orreguismo.
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