El reconocido actor deja de lado por un momento su taquillero rol de Aquaman para protagonizar una película que pone a las farmacéuticas y al desigual sistema de salud de su país en el lugar del villano. Hoy viernes 20 se estrena a través de Netflix, y según su opinión: “Es el timing perfecto” por cómo la pandemia puso esos temas en primer plano.
Momoa encarna en esta nueva producción a Ray Cooper, un devoto padre de familia que jura llevar ante la justicia a la compañía farmacéutica responsable de retirar del mercado un medicamento que podría haber salvado la vida de su esposa (Adria Arjona), fallecida por cáncer.

Ray asume personalmente la búsqueda de la verdad y eso lo lleva a un encuentro mortal que lo pone en peligro tanto a él como a su hija adolescente Rachel (Isabela Merced). A partir de entonces, la tarea se transforma en una cruzada vengadora.

Dirigida por Brian Andrew Mendoza, con la participación de Justin Bartha, Amy Brenneman y Manuel García-Rulfo, entre otros, “Sweet Girl” tiene a los 1,93 metros de Momoa al servicio de lo que mejor sabe hacer -romperle la cara a varios oponentes- aunque con una trama con los pies más en la tierra que sus grandes títulos pochocleros, usualmente anclados en el género fantástico.
Algunos de los trabajos del hawaiano fueron: Su icónico Khal Drogo de “Game of Thrones”, el canchero superhéroe en “Aquaman” y “Liga de la Justicia”, la postapocalíptica “See” (serie de Apple TV+) o la reversión de un clásico de la ciencia ficción como “Duna” (en octubre en los cines argentinos).
Los protagonistas de “Sweet Girl” conversaron con Télam y advirtieron:
«Cumple con todos los requisitos, creo que no había visto una película que tuviera todo esto dentro. Siento que es un filme muy actual, y no hago demasiados de esos, así que estoy emocionado«, reveló Jason.
«Lo que me atrajo de esta película fue el corazón que tiene. A pesar de tener tanta acción no deja de ser un filme familiar. Pero mi aspecto favorito es el psicológico, el poder sumergirme en los traumas del pasado de Rachel y cómo los supera. Es un personaje con un arco narrativo muy hermoso, y muy divertido de hacer«, agregó Isabella Merced.
En cuanto a la problemática que existe en EEUU con la facturas hospitalarias al no existir un sistema de salud universal. Donde las personas hipotecan sus vidas cada vez que tienen que pasar una internación, el actor determinó: «Es un desastre. Así es nuestro sistema sanitario y se vuelve muy desafiante para muchas familias, es una de las cosas que no me enorgullecen de Estados Unidos. Esa es la dura verdad«.
/Télam.