«El mayor cambio viene por parte de un nuevo paradigma: el trabajo híbrido. Unas personas continuarán trabajando desde sus casas y otras volverán a su lugar de trabajo, así como también estarán los que prefieran una mezcla de ambas», afirmó Santiago Peña Fiorda, gerente de desarrollo de negocios de Nómada Workspaces.
Peña Fiorda dijo que «lo vivido durante la pandemia nos trajo enseñanzas y cambios. El ámbito corporativo lo sufrió de manera cercana. Nos encontramos con un panorama desafiante, pero entendemos que las oficinas no murieron sino que se sofisticaron y transformaron«.
«Para que esto funcione la cultura de la empresa y el espacio de trabajo necesita ser inclusiva y auténtica, brindar seguridad, confort y equilibrio entre la vida laboral y personal y estar preparada para esta nueva forma de trabajo de manera orgánica y sin fricción», agregó.
Mariana Stange, directora de Mariana Stange Real Estate, destacó que el deseo de retorno a la oficina está directamente ligado a la calidad del entorno: «los colaboradores satisfechos con su lugar de trabajo esperan que sus empleadores construyan lugares de trabajo auténticos, inclusivos, verdes y habilitados para la tecnología».
«El trabajo híbrido sigue siendo muy importante para ellos con una gran parte optando por esta modalidad, con una frecuencia de tres días en la oficina y dos de forma remota», concluyó.