Sociedad Ciencia & Tecnología
Por primera vez, reparan el corazón con un “parche” de células madre cultivadas en el laboratorio

Aunque el procedimiento todavía es experimental, muestra que podría ofrecerles más tiempo a personas con insuficiencia cardíaca grave en espera de un trasplante
Paso a paso, la ilusión de una “medicina regenerativa”, que permita devolver a nuestros órganos dañados su estado “cero kilómetro”, empieza a convertirse en realidad. La idea tomó vuelo cuando en la primera década de este siglo el científico japonés Shinya Yamanaka descubrió que bastaba con insertar cuatro genes para volver atrás el reloj biológico de células maduras ya especializadas y volverlas pluripotenciales; es decir, capaces de transformarse en cualquier tejido del organismo. Eso desató una carrera para traducir ese hallazgo en terapias innovadoras. Pero como en toda carrera, no faltaron obstáculos.
Ahora, científicos del Centro Médico de la Universidad de Göttingen, Alemania, decidieron plasmarla en el desarrollo de “parches” capaces de reparar el músculo cardíaco. Y lo probaron en una mujer de 46 años que había tenido un infarto en 2016 y había desarrollado insuficiencia grave. Con una cirugía mínimamente invasiva, le implantaron 10 de esos parches, de 400 millones de células cada uno, en la superficie del corazón. El procedimiento permitió que su estado se mantuviera estable durante tres meses, lo suficiente para llegar a recibir un trasplante. Al examinar en detalle el órgano original luego de la operación, los científicos pudieron observar que los parches estaban en su lugar y habían formado vasos sanguíneos. Es la primera vez que se logra reparar el corazón con células reprogramadas.

El ensayo se realizó en 2021, pero los resultados se publicaron ayer en Nature (https://www.nature.com/articles/s41586-024-08463-0), junto con los de intentos anteriores realizados en monos Rhesus. Los autores del programa lo consideran un hito: “Por primera vez tenemos disponible un trasplante biológico de laboratorio que puede estabilizar y reforzar el músculo cardíaco”, dijo el coautor del trabajo, Ingo Kutschka, cirujano cardíaco del Centro Médico de la Universidad Göttingen en Alemania, durante una conferencia de prensa.
Aunque todavía preliminar, científicos que no participaron del experimento lo consideran un avance auspicioso. “Da la impresión de que para el corazón, las investigaciones se orientan hacia los parches –comenta Fernando Pitossi, jefe del Laboratorio de Terapias Regenerativas y Protectoras del Sistema Nervioso Central de la Fundación Instituto Leloir e investigador superior del Conicet–. Como comentaron otros colegas, se necesita más trabajo; entre otras cosas, porque las células del parche no llegaron a madurar completamente y el flujo sanguíneo que se restableció fue lento. En el corazón hay varios desafíos adicionales en comparación con otros órganos, porque es un tejido cuyas células tienen que trabajar en forma muy coordinada y es difícil introducir nuevas. Quizás los parches sean una estrategia exitosa”.
Según informa Nature, el tratamiento no está pensado para reemplazar el trasplante, pero puede ayudar a personas con insuficiencia cardíaca avanzada que esperan un órgano o reciben tratamiento paliativo.
Hasta ahora, el equipo de Göttingen implantó estos parches musculares en 15 pacientes y esperan reclutar más voluntarios. Uno de ellos, el alemán Frank Teege (de 66 años), describió su experiencia el año pasado (https://dzhk.de/en/newsroom/news/latest-news/article/two-years-with-heart-patch-patient-reports-on-experiences) cuenta Manuel Ansede en El País, de España: “Me estaba debilitando cada vez más y no podía caminar 50 metros sin quedarme sin respiración. De hecho, tenía un gasto cardíaco [el volumen de sangre bombeado por el corazón] de apenas el 10%. Después de la operación con el parche, mi gasto mejoró significativamente y ahora alcanza el 35%”.
Aunque hace años que se investiga la terapia con células madre para patologías cardíacas, el entusiasmo inicial dio paso a la cautela y a expectativas más moderadas porque los experimentos, que consistían en implantar o inyectar células madre directamente en el corazón, tenían efectos adversos como arritmia, crecimiento de tumores o rechazo inmunológico. En este caso, cuando el corazón de la mujer fue examinado tras la operación de trasplante, los parches estaban entrelazados con pequeños vasos sanguíneos, lo que sugería que estaban recibiendo algo de oxígeno y nutrientes.
En los macacos con insuficiencia cardíaca que fueron comparados con animales sin tratamiento, los que habían recibido parches mostraron engrosamiento de la pared del corazón y algunos de ellos también aumento del 10% en la cantidad de sangre bombeada. Ninguno tuvo latidos irregulares ni desarrolló tumores.

“El trabajo plantea la posibilidad de la tan demorada y esperada aplicación a la clínica de la tecnología de implantes celulares –comenta Gustavo Sevlever, director de docencia e investigación del Instituto Fleni–. También es un ejemplo de las limitaciones actuales de estos procedimientos. El implante muscular en el corazón, analizado a posteriori del trasplante cardíaco, no se integró mecánicamente al corazón sino que permaneció por fuera del mismo y formó vasos sanguíneos. No se entiende claramente cuál fue el impacto clínico del procedimiento pero es un avance interesante, si bien potencial, para el tratamiento de la insuficiencia cardíaca. Los datos previos del mismo grupo en modelos animales son consistentes con las observaciones sobre la paciente trasplantada. Un dato por investigar es la inesperada formación de células osteocondrales [que forman parte del cartílago] en estos modelos. El hecho de que el origen de estas células fueran monos Rhesus, tratados para que sean compatibles con el ser humano, agrega complejidad al sistema. En síntesis, se trata de la primera vez que un trasplante celular de este tipo es exitoso en su supervivencia y brinda una interesante prueba de concepto para analizar esta tecnología en la reparación cardíaca humana”.
Para Mariela Guasti, jefa del Servicio de Medicina Regenerativa de Cemic y presidenta de la Sociedad Latinoamericana de Medicina Regenerativa, “Esto es una enorme esperanza para los pacientes con insuficiencia cardíaca, que son muchísimos”. De acuerdo con la especialista, en una jornada dedicada al tema en la última reunión científica de la Sociedad, se presentaron avances realizados en Japón, donde también se está trabajando a partir de células madre pluripotenciales y cultivos autólogos de células miocárdicas que se van colocando con parches en las zonas de lesión y mejoran mucho la fracción de eyección [la cantidad de sangre que el corazón expulsa con cada contracción]. “En lo que estaban trabajando muy fuertemente era en mejorar la membrana [que las sostiene] para que esas células se integren al miocardio, porque había algunas cuyo entramado no era tan bueno. La que mejor funcionó bajaba la recuperación del paciente de meses a pocas semanas e iba a estar disponible para 2025. Es una maravilla”.
La insuficiencia cardíaca crónica afecta al 2-3% de la población general, pero a más del 10% de los mayores de 70. Se estima que en la actualidad 60 millones de personas la padecen y más de la mitad de los que desarrollan el cuadro grave mueren al cabo de un año.
/Ed

Sociedad TV BRICSCiencia & Tecnología
Día de la Cosmonáutica 2025: cómo los países BRICS construyen un futuro más allá de la Tierra

Cada 12 de abril, el mundo recuerda la primera llegada de la humanidad al espacio. En 1961, el cosmonauta ruso Yuri Gagarin no solo orbitó la Tierra, sino que marcó el inicio de una nueva era, en la que los vuelos espaciales se convirtieron en una cuestión de tiempo, avances tecnológicos y voluntad humana. Hoy, las aspiraciones de ir más allá del planeta también se fortalecen en las naciones del Sur Global. En el seno del grupo BRICS ha surgido una visión particular del espacio exterior: una perspectiva pragmática y basada en la cooperación internacional

Rusia con razón es considerada pionera del espacio. El vuelo de Gagarin en 1961 marcó el inicio de una nueva era para toda la humanidad. Dos años después, Valentina Tereshkova se convirtió en la primera mujer en el espacio. Estas figuras simbólicas siguen siendo hasta hoy una base cultural para toda la cosmonáutica mundial.
Asimismo, India abrió su camino al espacio en 1984, cuando Rakesh Sharma viajó a la órbita como parte de una tripulación soviética. Hoy en día, el país lanza satélites de forma autónoma, desarrolla misiones a Marte y se prepara para iniciar su propio programa espacial tripulado. Esto representa no solo un crecimiento tecnológico, sino también un motivo de orgullo: en 2024 el país celebró por primera vez el Día Nacional del Espacio

China avanza por su propia ruta, apoyándose en recursos internos y una planificación a largo plazo. En 2003, Yang Liwei se convirtió en el primer astronauta de la República Popular China, dando inicio a una serie de lanzamientos exitosos, incluida la creación de una estación orbital. Más tarde, Wang Yaping se convirtió en la primera mujer en formar parte de su tripulación.

Así pues, los Emiratos Árabes Unidos se convirtieron en el primer país árabe en enviar a su propio astronauta. En 2019, Hazzaa Al-Mansoori pasó ocho días en la Esptación Espacial Internacional (EEI), y en 2021, los Emiratos lanzaron la misión a Marte «Hope»: la sonda entró en la órbita del Planeta Rojo y transmite datos científicos.
De modo similar, Brasil inició su camino gracias a la cooperación internacional. En 2006, Marcos Pontes viajó al espacio en la nave rusa «Soyuz». Esto no fue solo un logro personal, sino un punto de partida para el desarrollo del programa nacional. Hoy el país se enfoca en tecnologías satelitales y monitoreo ecológico remoto.
Sudáfrica participa activamente en startups espaciales internacionales y en el desarrollo de sistemas satelitales. El ingeniero Timothy Nash representa a una nueva generación de especialistas técnicos, mientras que la Agencia Nacional Espacial Sudafricana (SANSA) trabaja en la creación de un sistema de observación terrestre por satélite.
Egipto también fortalece activamente su presencia en el espacio a través del trabajo de la agencia nacional EGSA, que apuesta por la creación de infraestructura espacial regional. Entre los especialistas clave se encuentran el ingeniero Adel Shawky, quien participó en la creación de los satélites EgyptSat, y Noura Al-Matari, una joven científica que trabaja en tecnologías satelitales y desarrolla colaboraciones científicas internacionales.
Etiopía comenzó su trayectoria con un objetivo práctico: meteorología y agricultura. En 2016 se creó el Instituto Etíope de Ciencia y Tecnología Espacial. En 2019, el país lanzó su primer satélite. Para Etiopía, como para muchos países del Sur Global, el espacio es ante todo una herramienta para resolver problemas terrestres: gestión del agua, previsión de cosechas, monitoreo climático.
Cuando el futuro ya está cerca: inteligencia artificial, cooperación y espacio
En medio del avance tecnológico, cada vez se plantea más la pregunta: ¿cuál es el papel del ser humano en el espacio del futuro? El empresario tecnológico ruso Ruslán Ajtiamov considera que la inteligencia artificial ya desempeña un rol clave en las misiones espaciales.
«Los rovers deciden por sí mismos adónde ir. Los telescopios analizan montañas de imágenes. Sin la inteligencia artificial, los científicos simplemente se ahogarían en datos», dijo en una conversación con TV BRICS.
Ajtiámov añadió que en los países que integran los BRICS también se están desarrollando activamente estas tecnologías: en Rusia, en el programa lunar; en China, en la estación orbital; en India y en la misión a Marte. En los próximos años, la IA se convertirá en un miembro indispensable de la tripulación, aunque la decisión en situaciones críticas seguirá siendo humana
¿Y qué hay de la nueva economía espacial? Esta es la pregunta que se plantean en Irán. El director del Instituto Iraní de Investigaciones Espaciales, Vahid Yazdanyan, en un reportaje de Mehr News Agency, socio de TV BRICS, subraya: el espacio es un sector que requiere inversión y cooperación internacional.
«Nuestros especialistas trabajan con entrega. Debemos crear para ellos las mejores condiciones, desarrollar infraestructura, estándares e interacción con el sector privado», señaló y enfatizó que uno de los principales objetivos para el futuro es construir un ecosistema propio de la industria espacial, con énfasis en tecnología, personal y desarrollo sostenible.
Fotografía: histrf.ru / iStock / CCTV / russianemirates.com
@TVBRICS
Política & Economía Ciencia & Tecnología
La inteligencia artificial que está cambiando el negocio de las PyMEs sin que nadie se dé cuenta

En un contexto donde las PyMEs buscan adaptarse a la era digital sin desangrar sus presupuestos, la inteligencia artificial aparece como la gran aliada para optimizar procesos, reducir costos y mejorar la atención al cliente.
La transformación digital ya no es un lujo exclusivo de las grandes corporaciones. Cada vez más pequeñas y medianas empresas están incorporando tecnologías que les permiten automatizar tareas, mejorar la experiencia del cliente y potenciar sus ventas. En este escenario, los chatbots y agentes inteligentes juegan un papel clave, ofreciendo una solución accesible y escalable para atender consultas, gestionar ventas y hasta realizar cobranzas.
Para entender mejor cómo funciona esta tecnología y de qué manera puede aplicarse a las PyMEs, en «La Red» entrevistaron a Guillermo Loureiro, gerente de innovación de Owibot, empresa que desarrolla agentes inteligentes personalizados.
La revolución de los agentes inteligentes
«Uno de los caminos que proponemos desde Owibot es la incorporación de un agente inteligente o chatbot para todo lo que es la línea de atención: postventa, preventa, soporte y hasta la parte administrativa. Esto permite no solo captar nuevos clientes, sino también ordenar los procesos internos», explica Loureiro.
En palabras sencillas, un agente inteligente es un software de inteligencia artificial que se encarga de responder consultas, interactuar con clientes y gestionar procesos de forma automática. «Es como si tuvieras un empleado digital que trabaja 24/7, sin enfermarse ni pedir aumentos», grafica el especialista.
A diferencia de los chatbots tradicionales que funcionan con respuestas predefinidas, los agentes inteligentes de Owibot tienen capacidad conversacional y pueden responder con información específica de cada empresa. «Se nutren del sitio web, archivos y documentos que la PyME nos proporciona, como si los estuviéramos capacitando. Con esa información, pueden dar respuestas precisas y personalizadas a cada cliente», detalla Loureiro.
Del zapatero al hospital: una solución para todos
El uso de esta tecnología no está limitado a un sector específico. «Desde un shopping hasta una empresa de corrugados, desde un hospital que gestiona turnos hasta una telco que ofrece soporte técnico, cualquier rubro puede beneficiarse», afirma el experto.
En el caso de un comercio, por ejemplo, un chatbot puede responder consultas sobre productos, precios y disponibilidad, gestionar ventas y hasta enviar recordatorios de pago. «Si un cliente pregunta por un par de zapatos rojos talle 42, el bot accede a la información de stock y le responde en el acto. Si la empresa tiene un CRM o un ERP como Neuralsoft o MyLogic, el agente inteligente puede integrarse y brindar datos sobre pagos pendientes o historial de compras», ejemplifica Loureiro.
Una inversión que se paga sola
Uno de los grandes mitos sobre la inteligencia artificial es que su implementación es costosa e inaccesible para las PyMEs. Sin embargo, según Loureiro, «la puerta de entrada es muy baja y la inversión se paga sola».
«Podés arrancar con un plan básico desde 37 dólares mensuales. Si tu negocio crece y necesitas atender más consultas o sumar más usuarios, el costo se ajusta según el volumen de conversaciones, con tarifas de centavos de dólar por interacción», explica. Y agrega un dato contundente: «La implementación de esta tecnología puede aumentar las ventas hasta un 25% simplemente por mejorar la velocidad de respuesta y la calidad de atención».
El futuro del comercio es conversacional
Cada vez más consumidores prefieren interactuar con negocios a través de WhatsApp, Instagram o Facebook en lugar de llamar por teléfono o enviar un mail. «Si no respondés rápido, perdés la venta. Un chatbot permite contestar de inmediato, en cualquier momento del día y sin saturar a tu equipo humano», destaca Loureiro.
La inteligencia artificial no solo está transformando la atención al cliente, sino también la manera en que las empresas gestionan su relación con los consumidores. «Ya no es cuestión de si hay que implementar estas tecnologías, sino de cuándo lo vas a hacer para no quedarte atrás», concluye.
/EnOrsai
San JuanEducaciónCiencia & Tecnología
Preinscripciones abiertas para la Diplomatura en Producción de Indumentaria 2025

27/12/2024
Preinscripciones abiertas para la Diplomatura en Producción de Indumentaria 2025
La Diplomatura de Extensión Universitaria en Sostenibilidad
Aplicada a la Producción De Indumentaria (SAPDI), abre sus inscripciones
para el ciclo 2025.
Esta diplomatura en SAPDI brinda herramientas clave para
desarrollar diseños responsables con el medio ambiente, y depende de la
Facultad de Arquitectura,
UNSJ/
-
San Juan / Ciencia & Ambiente / Política & Economía 3 semanas ago
Renuncia el subsecretario de Conservación de Medio Ambiente
-
Sociedad 2 meses ago
Desesperada búsqueda de un policía sanjuanino desaparecido: «Sus hijos esperan su regreso»
-
Sociedad / Sucesos 2 meses ago
Grave accidente en Caucete: un auto chocó contra un pilar, una persona murió y hay otra en estado delicado
-
Actualidad 2 meses ago
Un joven casi muere luego de una brutal golpiza a la salida de un boliche
-
San Juan / Ahora Eco 4 semanas ago
Hay alerta amarilla por viento en un departamento de San Juan
-
Sociedad 4 semanas ago
Cierra un histórico local del centro y hay largas filas para comprar lo que rematan
-
San Juan / Ahora Eco 1 mes ago
Alerta amarilla en San Juan: anuncian vientos fuertes para el fin de semana
-
Actualidad 2 meses ago
Accidente en Rivadavia: una pareja quedó internada tras un choque