Del 30 de agosto al 3 de septiembre había un corta programada, pero analizan extenderla.
San Juan vivió dos días de lluvias intensas durante el temporal de Santa Rosa, que dejaron un saldo social negativo de miles de familias afectadas. Como contracara, el sector agrícola tuvo un respiro con una gran cantidad de agua en las plantaciones. Ante este escenario, Hidráulica debatirá en el consejo que integran productores y gobierno si extienden la actual corta que hay, para ahorrar agua. Esto se da en un contexto de sequía que vive la provincia, además de nevadas pobres que hubo en la cordillera buena parte del invierno. Además, todavía evalúan el efecto que tuvo en los cultivos la tormenta de Santa Rosa, que en algunas zonas incluyó la caída de granizo.
Durante los días sábado y domingo cayeron en San Juan, según la zona, entre 40 y 55 milímetros de agua por las fuertes lluvias que afectaron la provincia y buen parte del centro oeste del país. La climatóloga Agustina Albeiro dijo que fue un volumen 20 veces mayor a lo habitual en estos meses del año. En especial, debido a que finales del invierno no es temporada típica de fenómenos tan intensos.
Los efectos negativos y riesgos son múltiples tras una tormenta de estas dimensiones. Aun así, hubo una ventaja: esta cantidad de agua sirvió para humedecer profundamente las tierras productivas. Gracias a esto, en la reunión del Consejo de Hidráulica, ente que define las políticas de riego de la provincia, podrían alargar un corte programado en el recurso que se destina para regar fincas. El debate se dará entre los integrantes, que son tres representantes del gobierno provincia y otros tres que son regantes, uno por cada zona de la provincia. El resultado de la votación se conocerá cerca del mediodía, aseguraron desde la entidad.
A su vez, el secretario de Agricultura provincial, Miguel Moreno, dijo que suspender algunos días más lo que se extrae de los diques es algo que desde el Ejecutivo ven con buenos ojos. La cantidad de agua que cayó en estos días “mejora la capacidad del campo”, al haber aportado un buena cantidad de humedad. A pesar de esta opinión de parte del referente del Ministerio de Producción, aclaró que “en el consejo definen qué se va a hacer” ya que cuentan con la última decisión.
El cronograma que ya había pautado coincidió con la tormenta. El pasado 30 de agosto dejó de circular agua por los canales del Valle de Tulum, donde están la mayoría de las fincas con derecho a riego. Estaba previsto, por trabajos de monda, continuar sin entregar hasta el próximo 3 de septiembre. Durante las lluvias iban a continuar en otras zonas, pero al desencadenarse el temporal tuvieron que cortar en Zonda y Ullum.
La ventaja de un corte más prolongado tiene que ver con seguir aumentando las reservas de los diques. Los tres ubicados sobre el río San Juan consiguieron durante el verano superar las cotas mínimas de seguridad, pero todavía se encuentran con niveles bajos. En la planilla de distribución de Hidráulica del pasado 28 de agosto, los valores marcaban que Punta Negra tenía 138.12 hectómetros disponibles, Ullum solo 38,73 y Los Caracoles 19,10. Como referencia, durante el último año hídrico la provincia destinó para el riego agrícola 850 hectómetros cúbicos. Debido a esto, con el nivel actual que marcan los embalses que tienen para entregar sin bajar de la cota mínima de seguridad, solo cubrirían el 23% de una temporada de riego medido. Debido a que cada día se destinan entre 34.000 y 44.000 litros por segundo para regar, resguardar algunos de esos días podría ayudar a mantener las reservas.
Esto sería clave en medio de una temporada que, si bien todavía no hay mediciones sobre cuánto aportará el Río San Juan tras las nevadas, según especialistas hubo menos nevadas que en el periodo 2023-2024. Durante este año las precipitaciones en cordillera alcanzaron para un pronóstico de 1.250 hectómetros cúbicos. Hasta agosto de este año se especulaba con que hubo menos nevadas y si bien el último mes se dieron algunos fenómenos, recén se conocerá en octubre cómo será el próximo año hídrico.
La cantidad de lluvia que cayó durante los últimos días no representaría un riesgo fitosanitario, dijo Miguel Moreno. Esto debido a que en la actualidad hay pocas producciones de gran escala, como uva, pistacho u olivos que tienen brotes o flores. En este punto coincidió Beatriz Pugliese, a cargo de las investigaciones vinculadas a la vitivinicultura del INTA. La especialista explicó que la peronóspora, hongo que afectó la producción de uvas, “no tiene tejido verde para generar un brote grave”.
En cambio, siguen en análisis los efectos de otros problemas que puede causar la tormenta. Moreno dijo que están a la espera de lo que pueda pasar con los frutales, que ya iniciaron su floración en los últimos días, debido al impacto del frío. Incluso, se espera que en los próximos días haya heladas, lo que sería dañino para este sector. Además, hubo casos de granizo, que no generaron una alerta inmediata, pero Pugliese dijo que en caso de golpear en zonas donde ya se ven yemas de variedades temprana de uva.
Los peores daños fueron sociales
Los casi dos días de lluvia constantes generaron problemas a familias de casi toda la provincia. Según los dtos del Ministerio de Familia y Desarrollo Humano, hasta el lunes en la mañana tuvieron que asistir a 5.103 familias. Según detallaron, los apoyaron con colchones, frazadas, palos, nylon y alimentos no perecederos, además de otros productos primera necesidad. La crtera trabajó con los municipios de Albardón, San Martín, Ullum, Rawson, Zonda, Sarmiento y Capital para que se encargaran de su distribución.
Durante la mañana, debido a la cantidad de reportes que recibían los municipios y otros organismos, el ministerio habilitó una línea telefónica para hacer denuncis directamente, si bien en general en estos casos se pide que acudan primero al municpio. Se sumaron a la ayuda instituciones por fuera del Estado, como Cáritas y la UNSJ, que organizaron colectas para los damnificados de distintas zonas. La mayoría de los que sufrieron pérdidas tenían ropa de cama, abrigo y hasta colchones mojados, por lo que estos productos eran prioridad. También las primeras horas el Ministerio de Educación informó en qué establecimientos iba a haber actividad y en cuáles no, según el estado de los edificios. La Universidad Católica de Cuyo tuvo que suspender clases en todos los niveles.
/DC
