Para destinar a regantes el mismo volumen que en 2024-2025 al riego, deberían bajar las reservas de los diques.
El pronóstico hídrico para el año 2025-2026 es un 24% menor que el del periodo que acaba de terminar. Con este número en mano, Gobierno buscará negociar con los regantes que este año se entregue menos cantidad de agua para las fincas. Es que, si distribuyen el mismo volumen que en el año hídrico que terminó, deberían bajar las reservas que lograron reunir en los tres diques sobre el río San Juan. Esto, explicaron fuentes de gobierno, no es lo recomendable porque los climatólogos anticipan más periodos de sequía porque está volviendo a presentarse el fenómeno de La Niña. Las autoridades deberán negociar con los productores agrícolas, que cuentan con la mitad de los votos en el gobierno del agua, y esperan que antes de noviembre haya una decisión.
Hay varios números sobre la mesa, aunque todavía desde el gobierno no quisieron adelantar qué cantidad de agua quieren ofrecerles a los regantes. Eso sí, una alta fuente, que habló con Diario de Cuyo en off, descartó que vayan a trasladar el 24% menos a los productores agrícolas. Este porcentaje es el que se redujo la cantidad de agua que se espera para esta temporada. Luego de hacer los muestreos en Cordillera de los Andes, el pronóstico para el periodo 2025-2026 es que en el río San Juan es de 950 hectómetros cúbicos de media. Es una reducción considerable al derrame del año hídrico 2024-2025, cuando anunciaron 1.250 hectómetros cúbicos y este valor terminó cumpliéndose.
La discusión ahora se centra en qué volumen entregarán al agro, que es el principal usuario. El año pasado, las autoridades decidieron acordar que del total que llegara en el río se iban a destinar 800 hectómetros cúbicos para el riego de fincas. El siguiente uso principal del agua en la cuenca del río San Juan es el humano, que requiere cerca de 170 hectómetros cúbicos durante el año, que se obtienen del Dique de Ullum. Además, calculan que entre 100 y 110 hectómetros se pierden por filtración y por evaporación. El resto de lo que trajo el río durante el periodo que terminó el pasado 30 de septiembre se usó para elevar el nivel de los embalses.
Desde el sector productivo hicieron un pedido ayer martes en una reunión en Hidráulica de recibir el mismo valor que el año pasado, confirmó a este medio Pablo Martín, de la Mesa Vitícola. Pero en ese caso, las autoridades se verían obligadas a reducir el nivel de los tres reservorios que hay en el río San Juan. El nivel de agua para el consumo humano no se puede reducir, la evaporación no es evitable y si a esto se le sumaran los 800 hectómetros cúbicos que pide el agro, la única alternativa que queda es bajar el nivel de los embalses. Es que, si se le suman los 270 hectómetros de pérdidas y consumo humano, el total necesario para cumplir este valor es de 1.070 hectómetros, lo que implicaría bajar el nivel de las reservas en cerca de 100 hectómetros cúbicos.
Si bien esto es posible con las actuales reservas en los diques, sería gastar en una sola temporada lo que se llegó a reservar del primer año mediano que hubo en la última década. Esto se debe a que el periodo 2024-2025 fue el primero que si bien todavía era seco, superó los 1.200 hectómetros cúbicos después de años de sequía extrema que transitó San Juan. Fue gracias a este mayor derrame que por primera vez desde 2021 tanto Ullum como Punta Negra y Los Caracoles terminaron un año hídrico por encima de las cotas mínimas de seguridad.
Pablo Martín aseguró que el pedido de mantener el volumen para riego de la temporada pasada fue unánime entre quienes estuvieron presentes en la reunión. El productor detalló que hubo referentes de las juntas de riego de Pocito, Rawson, Sarmiento, Albardón, Angaco, San Martín, Caucete, 25 de Mayo y Chimbas. Según dijo el también referente de la Mesa Vitícola, por debajo de los 800 hm3 significará para el sector “perder hectáreas de cultivo, porque estamos recibiendo de los 365 días del año 120 días y de un coeficiente de un litro por segundo por hectárea, 0.28 litros por segundo”. Lo que también les preocupa es que está previsto que esta sea una primavera muy calurosa y un verano largo, lo que también les implicará más necesidad de agua.
Del otro lado de la discusión está la necesidad de mantener el nivel de los diques, que costó años recuperar después de la peor sequía del siglo. Desde Gobierno aseguraron que no es “recomendable” extraer de estas reservas, ya que no se encuentran con volúmenes altos, y que esto no tiene que ver con la necesidad de generar energía. El cálculo que también aceptaron los productores es que hay cerca de 150 hectómetros cúbicos disponibles sin esforzar el sistema.
Además, están las opiniones de especialistas, que alertan que incluso los 950 hectómetros cúbicos del pronóstico son muy positivos. El cálculo del director del Programa Gestión Integral de Cuencas Hidrográficas, Ingeniería Hidráulica y Ambiental, de la Facultad de Ingeniería de la UNSJ, Oscar Dölling, es que el río aportará 773 hm3 como valor más probable, 853 en el escenario más positivo y 692 en el cálculo de mínima. De cumplirse este pronóstico, los 800 hm3 implicarían bajar del nivel mínimo de seguridad los embalses.
El último factor a tener en cuenta es que los pronósticos anticipan que empezará el periodo de La Niña, que en San Juan y toda la zona cordillerana del país implica menos nevadas y episodios de sequía. Fue bajo los efectos de este fenómeno que la provincia tuvo derrames que variaron entre los 550 y 750 hm3 a principios de década, causando estragos en las reservas tanto superficiales como subterráneas. De ser así, podrían esperarse años igualmente secos en los periodos siguientes y tener los diques nuevamente en rojo complicaría la gestión hídrica. Todos estos factores tendrán en cuenta mientras negocian cuál será el volumen a entregar y cómo seguirá el riego.
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