Cuando Veladero inició, la actividad aumentó un 8%, mientras que el ritmo normal es un 2%. Previo al boom del cobre, buscan modernizar, mejorar y digitalizar la infraestructura.
Este año el Ente Provincial Regulador de la Energía (EPRE) debe definir su plan de inversión 2026-2030. Para este diseño de las obras más importantes del quinquenio, la institución parte de la base de que San Juan en el inicio de la minería del oro creció 3 veces más de lo esperado. Con la mirada puesta en la mirada del cobre, quieren que el servicio esté a la altura de una demanda hogareña, comercial, industrial y productiva mayor a la esperada. Por eso, se centraron en 4 ejes de trabajo: modernización, digitalización, resiliencia e integración de nuevos usos. Entre las novedades, incluirán nueva infraestructura y hasta novedades como medidores digitales inteligentes. A principios de 2026 se conocerán las obras necesarias, que no incluirán líneas a los proyectos mineros, porque esto lo deben financiar privados.
El Plan de Inversiones de referencia de la red de distribución del EPRE se define cada cinco años. El próximo quinquenio inicia en 2026 y todas las decisiones se acuerdan en audiencias públicas que son abiertas y donde se trabajan los temas más importantes bajo criterios técnicos. Es similar al trabajo que hacen semestralmente para definir las tarifas locales, pero en este caso miran los planes a mediano y largo plazo. El actual proceso está marcado porque Nación dejó de destinar dinero a obras públicas, por lo que todo debe financiarse con fondos provinciales, del EPRE y de los usuarios a través del cobro que realizan las distribuidoras.
El otro componente central es la posibilidad de un salto productivo en la provincia para iniciar los proyectos de cobre. El vicepresidente de la institución, Roberto Ferrero, explicó que esto fue un punto central que se discutió en la primera de las cinco audiencias. Según dijo, hoy San Juan tiene una red eléctrica “adaptada a la demanda actual, aunque todavía le falta modernización”. Pero al mirar a largo plazo, pueden darse dos escenarios en la provincia. El primero es que haya un crecimiento de las necesidades que se considera vegetativo, vinculado a cuánto aumentará la población y algunas industrias. Este es en general de un 2% anual. La otra posibilidad es que haya un salto brusco, como pasó con el inicio de Veladero.
Si bien la mina de oro nunca se conectó a la red sanjuanina, ya que en un principio funcionaba con generadores eléctricos y ahora tiene una línea a Chile, la demanda se incrementó un 8 al 10% anual en sus primeros años. Esto se vinculó al crecimiento demográfico, a mayores inversiones inmobiliarias, demanda del comercio y de la industria y otros sectores productivos. Desde la institución no tienen determinado cuál es el impacto que podría tener la producción de cobre, pero se sabe que las minas de este metal requieren de más trabajadores y más contratos, debido a que su escala es mayor.
Con esta mirada, Ferrero explicó que el plan será “una serie de obras que de concretarse el inicio de los proyectos se puede poner en marcha”. De esta manera, no crecerá la demanda sin que la infraestructura acompañe, algo que acarrea problemas. La definición se da en cuatro audiencias en las que tratan distintos temas y una última en la que se agrupa toda la información tratada. La próxima, segunda en el calendario, 16 de septiembre, trazarán un mapa de prioridades: cuáles son las inversiones y cómo podrían hacer. Tras eso se reunirán definir metodologías para garantizar el servicio, lo que incluye cómo deben actuar las distribuidoras y qué sanciones les caben, una cuarta de costos de operación y la reunión unificadora. Esta última será en diciembre o enero, por lo que para principios de 2026 ya se sabrán qué obras concretas y cómo se financiarán. Se hará a la vez que el reajuste tarifario de los costos provinciales.
Los cuatro ejes de trabajo
Ferrero explicó que en la actualidad la red es robusta y tiene capacidad para cubrir la demanda, pero necesita hacer mejoras. En el próximo plan de inversiones del quinquenio se centrarán en cuatro tipos de inversiones. La primera es la modernización de la red. Esto incluye mejoras en los transformadores, cambios en los cableados, buscar equipos nuevos para la infraestructura eléctrica.
En segundo lugar está la digitalización de los servicios. Entre estos está la oportunidad de colocar medidores inteligentes a los usuarios. Estos equipos permitirán que ante cortes, la distribuidora se enterará inmediatamente. Tienen conexión a Wifi, por lo que hay información inmediatamente y permanente sobre el servicio, lo que permitirá un seguimiento de cada hogar.
El tercer eje es la resiliencia, que según Ferrero es “la capacidad del servicio para recuperarse en casos de fallas”. Para fortalecer este punto no solo es necesario mejorar la capacidad técnica actual, sino que en general se recurre a mayor cantidad y calidad de conexiones que sirvan de respaldo en caso de fallas graves. Además, explicó, es clave porque “con el cambio climático sabemos que la frecuencia de los fenómenos climáticos graves aumenta”.
Finalmente, piensan invertir también en integración pensando en los cambios económicos que se vienen. En este eje están dos factores que en el futuro se desarrollarán más: la generación distribuida y los vehículos eléctricos. En el primer punto se refiere a la planificación necesaria para que más usuarios generan energía con, por ejemplo, paneles solares y lo inyectan al sistema. En el segundo punto es una demanda que ya está creciendo, no solo con los primeros autos que circulan en la provincia, sino con la gran cantidad de monopatines, motos y otros elementos similares.
*Mega plan
Cambiar los medidores de todos los usuarios, más de 200.000 en la actualidad, requerirá de una inversión de entre 40 y 60 millones de pesos, según los cálculos previos que hizo la entidad. Esta sería solo una de las mejoras que encararán en etapas.
*Audiencia abierta
Las audiencias públicas para discutir el plan del quinquenio son públicas y abiertas. Se puede participar de forma virtual, ya que se hará a través de una plataforma online. Los pedidos deben hacerse, dijo Ferrero, “con fundamento técnico”.
> Los primeros pasos, en avance
Antes de que las audiencias del plan del quinquenio tengan la proyección 2026-2030, el EPRE ya había anunciado las primeras inversiones.Algunas de estas mejoras ya están en marcha, como la ampliación al doble de la capacidad de la ET Nueva San Juan que es la única conexión hasta ahora que tiene la provincia con el sistema nacional. Esta obra está licitada y en obra y tiene un costo total de 31,5 millones de dólares. Además, se suman nuevas estaciones transformadoras, entre ellas una que será móvil que servirá para trasladarse a zonas alejadas para conectar rápidamente la energía en caso de fallas graves y evitar apagones que se extiendan mucho tiempo. Se sumaron también la compra de transformadores, que irán a puntos clave de la provincia. Todas estas tareas requieren una inversión de 28.011 millones de pesos, que surgieron de los fondos que tiene el EPRE.
/DC