El Presidente perdió por amplio margen las cuatro preguntas del referéndum. Las dos más rechazadas fueron la convocatoria a una Asamblea Constituyente y la instalación de bases militares extranjeras.
La oposición de Ecuador festejó la apabullante victoria del NO en las cuatro preguntas del referéndum que había convocado el presidente Daniel Noboa. La consulta, que incluía preguntas sobre la instalación de una Asamblea Constituyente para redactar una nueva Constitución que sentara las bases para un estado neoliberal y la reapertura de bases militares extranjeras, se habían instalado como un plebiscito al segundo gobierno de Noboa, luego de que venciera en balotaje a la candidata correísta de Revolución Ciudadana Luisa González.
«Ecuador le dice NO a la mentira, a la manipulación, al olvido de la patria y le dice NO a una constitución que según ellos protege a los delincuentes. No es un problema de la Constitución ni de las leyes, sino de falta de decisión y voluntad política para combatir la violencia y la delincuencia”, celebró González ante la prensa la noche del domingo. La oposición, que venía golpeada por el fracaso en el balotaje y las encuestas en contra, festejó que se impusiera por amplio margen el NO. González graficó que ganó la «defensa del derecho a la naturaleza, a los derechos laborales y el seguro social».
Las preguntas que registraron los mayores porcentajes de rechazo, con más del 60%, fueron las de las bases militares y la consulta por la Asamblea Constituyente: las dos apuestas fuertes del Gobierno y en las que invirtió mayores esfuerzos. Es que sin una nueva Constitución, el proyecto neoliberal y reformista de Noboa ya mostró que encuentra un límite en la Corte Suprema, por más mayoría legislativa que ostente. Los choques que Noboa tuvo con la Corte en los últimos meses fueron los que apuraron la convocatoria al referendum. En particular fue la declaración de inconstitucionalidad de la Ley Orgánica de Solidaridad Nacional y Ley Orgánica de Integridad Pública, dos leyes emblemas de la nueva gestión de Noboa, que pidió al Congreso que las dictaminara con caracter de urgente. En septiembre, el máximo órgano de justicia las consideró inconstitucionales por usar de forma indebida el proceso de «urgencia económica» y por «vulnerar la deliberación democrática».
Por ello con la nueva Constitución Noboa aspiraba a limitar las facultades y la independencia de la Corte y reestructurar las instituciones independientes que tienen a cargo la elección de autoridades judiciales. Pero no solo eso, el Presiente desdeñaba la actual Constitución, sancionada durante el gobierno de Rafael Correa en 2008, por considerar que obstaculiza su agenda económica y de seguridad. En el plano económico Ecuador ya está condicionado por un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional firmado el año pasado y por el que avanzó en la eliminación de los subsidios al diésel, lo que provocó como respuesta un mes de paro y movilización de la Confederación de las Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE). Si bien esta vez no lograron dar el brazo a torcer y fueron reprimidos y perseguidos por las fuerzas policiales, sí creen que esa frustración encontró su cauce la elección de este domingo. «No sorprende el resultado. Esperamos que no haya sorpresa de última hora y no haya cambios como suele suceder en este país. El pueblo despertó y esa es una alegría para el pueblo indígena y la sociedad en general y los sectores más empobrecidos«, opinó Apawki Castro, el coordinador del movimiento indigenista Pachakutik en diálogo con El Destape.
La alusión a una posible «sorpresa» es un miedo que sobrevuela a todo el arco opositor. Desde que asumió su segundo mandato, Noboa profundizó su deriva autocrática con un Congreso a su favor por lo que la preocupación para todos los opositores es que no reconozca la contundencia del rechazo a su referéndum. Sin ir más lejos, la primera declaración en redes sociales de la ex candidata presidencial González fue un retuit que refotaba la denuncia de fraude en el balotaje de abril pasado.

Retuit de Luisa González
Aunque se cargó la campaña al hombro, incluso pidió licencia de sus funciones presidenciales para dedicarse a tiempo completo a promocionar el SÍ, una vez que se conocieron los resultados Noboa se manifestó con un escueto tuit. Para tranquilidad de la oposición, fue claro su reconocimiento de los resultados aunque redobló la apuesta al sostener que va a insistir con el camino trazado pero con otras «herramientas». La misma baja que repitieron al unísono el presidente y la vicepresidenta de la Asamblea junto a otra legisladora en la breve conferencia que dieron ante la prensa.

Tuit de Daniel Noboa
«Nada va a parar el esfuerzo de nuestro país. Trabajaremos con las herramientas que tenemos para combatir el narcotráfico», prometió Valentina Centeno, asambleista del oficialista ADN. Este es el punto al que el Gobierno le ponía más fichas. Mientras enfrenta una de las peores crisis de seguridad, con una proyección de 50 homicidios por cada 100.000 habitantes, este año se encamina a superar al 2023 como el más violento en toda la historia de Ecuador. Este era el trasfondo que usó el oficialismo para promover la reinstalación de dos bases militares extranjeras, en principio de Estados Unidos, en Manta y en Salinas. Una «militar» y otra de «seguridad», había precisado el ministro del Interior, John Reimberg, en una visitar de la secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem. La base de Manta había sido usada por Estados Unidos desde 1999 hasta 2008, cuando tuvo que abandonarla luego que la Constitución aprobada por el correísmo lo prohibiera.
Otro de los cambios que quería introducir Noboa en la ahora trunca nueva Constitución era la derogación de la prohibición constitucional de los mecanismos de solución de controversias entre inversionistas y Estados, lo que permitiría que corporaciones extranjeras demanden al Gobierno en tribunales internacionales. Este punto ya había sido rechazado en otro referendum de 2024, pero Noboa insiste en él para destrabar un acuerdo de libre comercio que negoció con Canadá.
También había hecho guiños a reformas económicas que liberen la economía, principalmente para ceder ante las presiones del sector minero que pide que se levanten las protecciones ambientales.
/Ed
