Mencionado por Cristina Kirchner en su carta pública, Manzur fue el primer gobernador que apoyó la candidatura de Alberto Fernández cuando la vicepresidenta hizo el anuncio de la fórmula, y quien hizo que totos los gobernadores –incluidos los más reacios como Bordet y Uñac– emitieran mensajes de respaldo a las candidaturas. Hoy será, entre todos los presentes, el único hasta el momento que deja su rol de gobernador para pasar a la gestión nacional.
Entre el ofrecimiento, y la posibilidad de aceptarlo, medió el dilema que plantea la interna expuesta entre el gobernador y su vice, Osvaldo Jaldo, en la provincia, tan abierta como para que ambos propusieran listas separadas en estas PASO. Manzur se impuso en las urnas por 61% a 38%, pero su nuevo cargo abre la puerta de manera directa a la sucesión de Jaldo.
Desde las más altas esferas nacionales le llegaron ayer al vicegobernador ofrecimientos para que también se mude a Buenos Aires: en el directorio del Banco Nación, en el de YPF, e incluso en el Banco Central. Si aceptara –y dado que Manzur no renuncia a su actual cargo, sino que toma licencia, y lo mismo haría Jaldo– el presidente del bloque oficialista en la Legislatura, Sergio Mansilla, asumiría como gobernador interino.
Lo que no está claro a estas horas es si el vicegobernador aceptaría, y en ese caso también plantearía sus exigencias: que la vicepresidencia de la cámara quede a cargo de un jaldista, para que continúe la representación de gobernador y vice, en los interinatos.
Todo esto se está negociando y decidiendo en estas horas. Un tuit de Jaldo sobre la medianoche despertó distintas lecturas. «Felicitamos y valoramos la actitud del gobernador Juan Manzur en estos momentos difíciles de asumir como Jefe de Gabinete en el gobierno de nuestro Presidente Alberto Fernández y nuestra vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, poniéndonos a disposición en lo que haga falta«. Para algunos, es un «sí, acepto». Para otros, el deseo de buen viaje agitando pañuelos desde el andén.
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