El ministro de Gobierno, Francisco Jiménez, y miembros de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) -conformada por 53 organizaciones, 18 pueblos y 15 nacionalidades indígenas de Ecuador- mantuvieron un segundo acercamiento desde que comenzaron las protestas hace 15 días – ya 16-, en las que murieron cinco manifestantes y más de 400 personas resultaron heridas, entre policías y aborígenes.
Desde el movimiento indígena se exige el cumplimiento de un pliego de diez demandas, entre ellas que se reduzcan y congelen los precios de los combustibles, que se controlen los precios de los productos de primera necesidad, que no se privaticen empresas estatales y que no se amplíe la actividad petrolera y minera en la Amazonía
Lasso, un banquero conservador en el poder desde hace un año, anunció una reducción de los precios de combustibles, aunque en un porcentaje menor al que reclaman miles de indígenas que protestan, entre otras reclamos, por un mayor presupuesto educativo para una comunidad que representan un millón de los 17,7 millones de la población ecuatoriana.
En casi un año, el diésel subió en Ecuador un 90% (a 1,90 dólares) y la gasolina un 46% (a 2,55).
Ecuador exporta petróleo, pero importa combustibles a precios internacionales para venderlos más barato en el mercado local, por lo que destina alrededor de 3.000 millones de dólares en subsidios, de acuerdo con el Gobierno.
Una rebaja como demandan los pueblos originarios involucraría otros 1.000 millones de dólares en subsidios al país, en una crisis económica agravada por la pandemia
El anuncio de Lasso se produce un día después de que el mandatario levantara el estado de emergencia impuesto en seis provincias y de que los funcionarios del Gobierno mantuvieran conversaciones iniciales con los líderes de las protestas,
Al menos 14.000 indígenas, la mayoría concentrados en Quito, protestan en todo el país con bloqueos de vías y tomas de infraestructura pública.
