Martín Llaryora habilitó la incorporación de soldados del Ejército y efectivos de la Fuerza Aérea a las filas de la Fuerza Policial Antinarcotráfico (FPA) , un cuerpo de «élite» fundado hace una década que tiene a su cargo la persecución del narcomenudeo.
El texto de la ley para habilitar la incorporación de militares deja abierta la puerta para que estos puedan ser quienes estén retirados. El único artículo dice respecto de quienes se busca incorporar a la policía antinarco: «Personas que hayan obtenido los títulos que otorgan las entidades de formación de las fuerzas armadas de la República Argentina, necesarios para acceder a los grados de oficiales o suboficiales».
LPO
