Hace unos meses la segunda ola de contagios de contagios azotaba a países europeos, pero de a poco se fue instalando en, prácticamente, todos los países de Sudamérica. Las nuevas restricciones tomadas por la mayoría de los países parecen no ser suficientes para frenar, o contener, la propagación del virus.
Las restricciones, muchas y variadas, van desde cierre de fronteras, toques de queda, limitación de circulación, suspensión de vuelos, veda al turismo internacional. Sobre todo, los gobernantes tienen temor al colapso del sistema hospitalario. Actúan contra reloj para bajar las curvas de contagio y mortalidad, subir la curva de vacunación y tener un equilibrio en la ocupación de camas. Cabe recordar que el coronavirus no es la única enfermedad existente y el servicio de salud tiene que seguir ocupándose todas las patologías.
Dos países de la región, Chile y Uruguay, lideran en la campaña de Vacunación con un 37% y 22% de población inmunizada, respectivamente. Pero, contradictoramente, son las zonas en las que la curva de contagio más se ha elevado.
