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Opinión

La radicalización del peronismo

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Las críticas de los kirchneristas a Alberto Fernández/Guzmán son mucho mayores que a Javier Milei.

NOTA DE OPINIÓN DE JORGE FONTEVECCHIA

e les adjudica a los radicales preocuparse más por las internas de su partido que por la competencia electoral con los demás. Probablemente esto haya comenzado a partir de que las posibilidades de triunfo electoral para presidente dejaron de existir. Quizás, y por la misma causa, esto esté comenzando a suceder con el peronismo, donde sorprendentemente las críticas de los kirchneristas a Alberto Fernández/Guzmán son mucho mayores que a Milei.

Mientras que, al revés, en el PRO, todos defienden y cierran filas al juzgar la presidencia de Macri a pesar de que también aumentó la pobreza y duplicó la inflación recibida siendo peor aún el crecimiento de la economía: el Producto Bruto cayó dos de lo cuatro años de Fernández y tres de los cuatro de Macri.

Probablemente los medios de mayor audiencia hayan contribuido a presentar al gobierno de Alberto Fernández como el peor de la historia, cargando sobre sus espaldas ser el significante de la decadencia de todos los gobiernos anteriores que también fracasaron, sumado a que en el inconsciente colectivo Fernández represente una metonimia de la pandemia con toda la marca depresiva que dejó. 

Y se agregue a explicar el actual internismo del PJ la cultura especialmente sectaria del kirchnerismo que ya antes, aun siendo electoralmente invencibles, denostaba sin disimulo a Duhalde y a Menem de su propio partido.

Otros dos síntomas de la “radicalización” del peronismo son el de convertirse en una federación de subpartidos provinciales: el peronismo bonaerense, el del interior de los gobernadores y el peronismo blanco de Córdoba, lo que viene sucediendo desde hace años con el radicalismo, que tiene figuras locales que ganan repetidamente gobernaciones e intendencias pero no logran un candidato que triunfe a nivel nacional. Y el otro parecido del PJ con la UCR es que distintos gajos de su tronco central se van a fundar otros partidos a lo largo de los años: el desarrollismo en los 60, el Recrear de López Murphy en 2002, la Coalición Cívica y el Gen de Margarita Stolbizer contemporáneamente. Mientras que en el PJ actual esos gajos son el Peronismo Federal (Randazzo), el Peronismo Republicano (Pichetto) y hasta no hace tanto el ahora recuperado Frente Renovador (Massa).  

Así como el teorema de Baglini sostiene que el grado de responsabilidad de las propuestas de un partido o dirigente político es directamente proporcional a sus posibilidades de acceder al poder, se podría construir otro que sostenga que el grado de cohesión de un partido es directamente proporcional a sus posibilidades de acceder al poder. Hasta 2019 el peronismo era famoso porque se alineaba detrás de quien conducía, sea conservador como Menem o progresista como Néstor Kirchner, mientras que los radicales hacían internas incluso en el poder, como sucedió con De la Rúa cuando los radicales más progresistas eran sus peores críticos. Esto mismo ahora se trasladó al peronismo con Alberto Fernández y el peronismo kirchnerista como su peor crítico.

El mejor ejemplo son las declaraciones que resonaron esta semana de los dos principales referentes de La Cámpora. Primero Máximo Kirchner: “Hay un gobierno (Milei) que, hasta acá, ha demostrado poca distancia entre lo que dice y lo que hace (…) si nosotros decimos ‘vamos a ir a una guerra contra la inflación’ (Alberto Fernández), entonces vayamos a una guerra contra la inflación, porque verbalizar las cosas no significa que sucedan. Este gobierno, con sus maneras y sus modos, con los que no comparto ni uno, lleva adelante lo que dice”. “Todavía me acuerdo las palabras del presidente (Alberto Fernández) explicando las bondades de un acuerdo (con el FMI) que nunca llegaron. A medida que se profundizaba la caída del poder adquisitivo, la sociedad fue sintiendo mucha frustración y entendió que las dos fuerzas políticas anteriores habían fallado al momento de administrar el Estado y ordenar los números”. (Ver reportaje completo del periodista Roberto Caballero en bit.ly/Maximo-Alberto).

Luego  Wado de Pedro:

“Yo me río mucho cuando dicen que perdimos porque tuvimos discusiones, porque hacemos públicas las discusiones. El otro día en una unidad básica les di un ejemplo. Supónganse que somos veinte y tenemos que ir en una combi a Mar del Plata y maneja alguien. Vamos 100 kilómetros y un pasajero que ya fue y vino con la misma combi le dice: ‘Che, nos vamos a quedar sin nafta’, y quien maneja le dice: ‘No, dejá que llego bien, que voy bien, eso era antes, yo ahora voy a ir más despacito, voy más tranquilo, esto funciona así, vos porque eras muy ansioso’. Entonces estamos yendo a mitad del camino y (nuevamente): ‘Che, nos quedamos sin nafta’. Se arma una discusión muy fuerte para ver si tenemos que frenar, si tenemos que recalcular. Y el tipo sigue y nos quedamos sin nafta. Algunos dicen: ‘No llegamos porque se pusieron a discutir’. No, no llegamos porque no le pusimos nafta. Entonces un gobierno peronista no puede ganar si el salario de los trabajadores está por abajo de la línea de pobreza, no hicimos lo que teníamos que hacer”. (Ver diálogo completo de Wado de Pedro con Pedro Rosemblat en bit.ly/Wado-Guzman).

Martín Guzmán salió a responderle a Wado de Pedro preguntando: “¿La nafta era más déficit fiscal con emisión monetaria? ¿Una reducción de subsidios pro ricos al consumo de energía para tener que financiar menos déficit con impuesto inflacionario antitrabajador no era mejor combustible? ¿Y un esquema cambiario que no incentivase la amortización de las deudas del sector privado y así poder acumular reservas cuando hubo superávit comercial? 

Pero quien respondió más contundentemente a las críticas de Wado de Pedro y Máximo Kirchner  fue el director de El Destape, Roberto Navarro, quien recordó que las discusiones no comenzaron por la nafta “a mitad de camino” (comienzos de 2022) sino con un tuit de Cristina a tres meses de comenzada la pandemia en julio de 2020. Y agregó Navarro: “El discurso de ‘funcionarios que no funcionan’ fue en octubre, cuando todavía no habían llegado las vacunas y en ese momento deberíamos haber estado felicitando al gobierno porque no nos pasó lo de Italia o España, no teníamos camiones frigoríficos llenos de cadáveres, no teníamos hospitales desbordados. El Cuervo (Larroque) dijo ayer que esa interna hacía que en lugar de hacer lo que uno tiene que hacer como oficialismo, que es mostrar lo bueno y esconder lo malo, lo que hacíamos era mostrar lo malo y esconder lo bueno”(…) Cristina no quiere ser presidenta, pero quiere manejar al presidente, al gobernador, a todos”. 

Siguiendo la metáfora, el gobierno de Alberto Fernández/Guzmán se habría quedado sin nafta por las discusiones internas que obligaban a consumir más energía y no, al revés, las discusiones comenzaron cuando y porque se quedaron sin nafta. Navarro la responsabilizó por la derrota de 2023 diciendo “Cristina puso a Insaurralde sabiendo que era una bomba de tiempo”. (Ver el editorial completo de Roberto Navarro en bit.ly/Navarro-Cristina)

La discusión que en búsqueda de unidad se reprimió discutir en el Congreso Peronista del pasado viernes 22 emergió sola. Como indicó Freud: lo reprimido regresa con más fuerza.

@Perfil.

/Imagen principal: Cedoc/

Opinión

Trump: propaganda electoral y delito

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El juicio penal que se desarrolla en Nueva York, en el que se acusa a Donald Trump (foto) de 34 delitos, expone el deterioro de las instituciones estadounidenses y la crisis del sistema político con el que pretenden aleccionar al resto del mundo. La trama del litigio exhibe las evidencias más explícitas del derecho a la impunidad y las combina con las licencias para mentir, corromper y engañar. La presentación de cargos realizada por la fiscalía de Nueva York, una semana atrás, busca ser utilizada por el precandidato republicano para victimizarse y transformar su lugar de acusado en un insumo para su campaña electoral. El sistema político estadounidense y el entramado judicial, mediático y de inteligencia que le dan cobertura se esmeran en ocular la tríada del poder real sobre el que se estructura su institucionalidad corporativa: el complejo militar-industrial, las trasnacionales y los fondos de inversión. Esos tres actores colectivos son los que –en última instancia– estarán encargados de rechazar o habilitar su candidatura.

Trump acumula más de treinta cargos en cuatro juicios. Dos de índole federal, uno en Georgia y el otro en Nueva York, donde se iniciaron las comparecencias de los testigos, la última semana, bajo la acusación de encubrimiento y falsificación de registros contables con el objetivo de ocultar sus vínculos extramatrimoniales con una actriz de cine porno y una modelo de la revista Playboy. La querella contra Trump, que se desarrolla en Manhattan frente a la presencia de doce jurados (siete varones y cinco mujeres), se inició con la jura de estos últimos el viernes 19 de abril. El asistente del fiscal Matthew Colangelo fue el encargado, el lunes subsiguiente, de presentar los cargos ante el juez y el jurado, advirtiendo que: “El acusado orquestó una trama criminal para adulterar las elecciones presidenciales de 2016. Luego encubrió esa conspiración criminal falsificando sus registros comerciales para sobornar y silenciar a quienes podían ensuciar su campaña electoral en 2016”.

La acusación contra el ex mandatario incluye la compra de voluntades mediáticas para tapar irregularidades propias, y operaciones para mancillar la reputación de sus competidores políticos. En la última semana, declaró como testigo el ex director de la revista National Enquirer, David Pecker, quien asumió la responsabilidad de haber sobornado a la modelo de Playboy Karen McDougal para encubrir su romance con el entonces candidato republicano. El mismo director de la publicación fue el encargado de asumir la responsabilidad por abonar 30 mil dólares al portero de la Trump Tower, para evitar que trascendieran los encuentros con dos docenas de mujeres.

En otro tramo del juicio, el magistrado Juan Manuel Merchán tomó nota de cómo el entonces abogado del acusado, Michael Cohen, transfirió 130 mil dólares a la actriz de cine pornográfico Stormy Daniels para garantizar su silencio. Pecker asumió frente al jurado que sus publicaciones ejecutaban el denominado “periodismo de chequera”, consistente en ensalzar o encumbrar a los aportantes y, al mismo tiempo, demonizar a sus contendientes, una operación naturalizada y usual al interior de las corporaciones propagandísticas de Occidente, que no pareció causar estupefacción entre los periodistas acreditados ante el tribunal.

La tergiversación informativa sobre la que se monta gran parte del show mediático estadounidense –del que América Latina también es tributario– incluye el protagonismo de las redes sociales. El magistrado dispuso varias órdenes de silencio a Trump para evitar el hostigamiento y el asedio a los jurados, los fiscales y sus familiares, impulsado desde su plataforma Truth Social. Trump atacó en dos oportunidades a la hija del juez Merchan y –según la fiscalía– violó en diez oportunidades la discreción exigida. La defensa del acusado, ejercida por Todd Blanche, apeló la medida argumentando que su cliente solo había reposteado textos de terceros.

Trump fue declarado culpable, durante el último año, en tres juicios civiles, sin que estos procesamientos interfirieran en su candidatura: se lo condenó a pagar 355 millones de dólares por inflar el valor de sus propiedades, se le impuso el pago de cinco millones de dólares de indemnización por abuso sexual contra la columnista Jean Carroll, y se lo multó en 85 millones de dólares por difamación y calumnias contra esta última periodista.

Donald Trump se jactó años atrás de que podía dispararle a alguien en la Quinta Avenida sin que eso llevara a la pérdida de capital electoral. A fines de la década del 20 del siglo pasado, un cabo del ejército alemán escribió: “No importa en absoluto si se ríen de nosotros o nos vilipendian… si nos representan como payasos o criminales; lo principal es que nos mencionen, que se preocupen por nosotros una y otra vez…” . Sin embargo, fue Marco Tulio Cicerón quien probablemente caracterizó con mayor precisión la etapa histórica que atravesamos: “Cuanto más cerca está la caída de un imperio, más locas son sus leyes”. 

@Página12

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Una vid con frutos asegurados

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Por monseñor Jorge Eduardo Lozano, arzobispo de San Juan de Cuyo

Un diálogo imaginario con una flor nos puede conducir a reflexiones profundas. Te copio unos pocos renglones del Capítulo 18 del libro El Principito, de Saint-Exupery.

“—¿Dónde están los hombres? —preguntó cortésmente el principito.

La flor, un día, había visto pasar una caravana.

—¿Los hombres? No existen más que seis o siete, me parece. Los he visto hace ya años y nunca se sabe dónde encontrarlos. El viento los pasea. Les faltan las raíces. Esto les molesta.”

Este diálogo, ambientado en el desierto, entre la flor y el Principito, nos muestra una ponderación acerca de la carencia de raíces. La flor había visto pasar una caravana y pensaba que los hombres iban de un lado y para el otro llevados por el viento. Podríamos decir estar sin Patria; “y esto les molesta”, observa la flor. En la Biblia muchas veces aparece la peregrinación en contraposición con lo que es andar errante, sin rumbo. El castigo de Caín por haber matado a su hermano consistió en caminar sin sentido fijo. En la peregrinación, en la procesión hay una meta, un lugar adonde llegar para un encuentro. Y, en definitiva, para nosotros es la Vida eterna.

Echar raíces nos da pertenencia. El Evangelio que proclamamos este fin de semana nos presenta la alegoría de “la vid y los sarmientos” (Jn. 15, 1-8). Esta imagen que utiliza Jesús es para hablarnos de Él, y de nosotros en relación con Él. Nos describe una realidad muy cercana a la tierra sanjuanina. Vemos viñedos en forma habitual en nuestros caminos y al contemplarlos podemos entender bien la enseñanza de Jesús.

Él nos dice: “Yo soy la Vid, ustedes los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él da mucho fruto, porque separados de mí, nada pueden hacer”. (Jn. 15, 5)

Fijémonos entonces, que hay una mutua permanencia. El Señor permanece en nosotros por medio de la fuerza del Espíritu Santo y nosotros en Él por adhesión también del amor. En esta imagen de la vid y los sarmientos, puedo entender que yo soy con otros, y con otros en el Otro.

Pero no es una cuestión estática, como si se tratara de colocar un jarrón sobre la mesa. Es un permanecer vital, dinámico, con el movimiento que nos da el amor.

Podríamos decir que esta imagen de la vid y los sarmientos complementa la que veíamos el fin de semana pasado del vínculo entre el Pastor y el rebaño. Ambos pasajes evangélicos nos muestran cómo la fe rompe la soledad. La Pascua nos lleva a establecer vínculos con otros, nos libera del aislamiento.

La Palabra de este domingo tiene una fuerte impronta comunitaria y, a su vez también, nos muestra que separados del Señor y de la comunidad, caemos en la esterilidad, en no dar frutos al secarse la vitalidad de la rama. 

Jesús Resucitado nos reanima en la misión de la Iglesia. El Espíritu Santo nos impulsa a la comunión y a la cercanía cordial con todos los que sufren.

El próximo miércoles celebramos a los hombres y mujeres del mundo del trabajo. Te comparto unos párrafos escritos por el Beato obispo y mártir Enrique Angelelli el 1 de mayo de 1975: “Se hace muy doloroso ganar el pan de cada día; nos cuesta arrancar del corazón el egoísmo para hacernos plenamente hermanos; nos cuesta mucho poder sumar todas las manos, como pueblo, para construir juntos esta tierra de bendición (…) Cristo quiere una Rioja no resignada sino plenamente libre y feliz. La Rioja reclama de todos nosotros, gobernantes y pueblo, superar toda división y todo egoísmo individual y de grupos para hacerla una tierra donde el amor no sea una palabra para enamorados simplemente, sino la meta de nuestro trabajo concienzudo por lograr ser verdaderamente un pueblo que se quiere, es solidario y nadie abusa del otro”.

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Opinión

Jorge Elbaum cuestionó el apoyo de Javier Milei a Israel: “Está involucrándose de forma irresponsable”

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“En vez de ser neutral, está sobreactuando un aspecto ideológico, Milei no entiende lo que son los intereses de nuestro país”, añadió el sociólogo y primer presidente del Llamamiento Argentino Judio.

El Presidente Javier Milei mostró su completo apoyo hacia Israel tras el ataque sufrido desde irán, sin embargo, hay varias cuestiones a tener en cuenta a la hora de llevar a cabo lo que se refiere a un alineamiento bélico. Es por eso que para desarrollar este tema en profundidad, Canal E se comunicó con el sociólogo y primer presidente del Llamamiento Argentino Judio, Jorge Elbaum.

“La justicia argentina, específicamente la sala de la Cámara de Casación, no se expidió sobre la causa del atentado, sino sobre la causa del ocultamiento del mismo, en el cual fue llevado a juicio y condenado el juez de instrucción de la causa Galeano”, comentó Jorge Elbaum. “Esa es la causa en la cual 3 jueces de casación se expidieron”, agregó.

No se llevaron a cabo las testimoniales del caso AMIA

Posteriormente, Elbaum planteó: “Uno de ellos sugirió, por fuera de la causa de su tratamiento, referirse a otra causa, específica del atentado, que no ha habido juicio hasta ahora porque no se llevaron a cabo las testimoniales de los 8 acusados”. Luego, manifestó que, “estamos viendo un alineamiento político estratégico muy irresponsable por parte del Gobierno argentino, ya que cualquier vinculación estratégica bélica tiene que ser decidida por el Congreso”.

El Gobierno argentino hace un alineamiento y una sobrevaloración muy irresponsable, llamando al representante diplomático de Israel a presenciar una reunión de gabinete, en el marco de un alineamiento que Argentina históricamente no posee”, sostuvo el entrevistado. “Argentina, tradicionalmente, busca la paz, ha sido un ejemplo de no alineamiento, salvo en la época de Menem”, complementó.

El desconocimiento de Milei sobre lo establecido en la Constitución

Por otro lado, el sociólogo señaló: “El tema no es si Milei toma la decisión como Presidente de hacer una alianza diplomática, el problema es que está participando de una situación de guerra y no estaría mal en el caso de que fuese una decisión tomada por el Congreso”. A su vez, remarcó que, “lamentablemente, el Presidente desconoce la Constitución y se toma atribuciones que tendrán que ser juzgadas”.

El Presidente no puede establecer los alineamientos que está realizando en términos bélicos, apoyando a aquellos países como Israel y Estados Unidos, que son los que votan en contra de Argentina en los foros internacionales relativos a Malvinas”, expresó Elbaum. “En vez de ser neutral, está involucrándose de forma irresponsable, sobreactuando un aspecto ideológico, Milei no entiende lo que son los intereses de nuestro país”, concluyó.

@Perfil.

/Imagen principal: Archivo/

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