Sociedad Sucesos
La princesa del pueblo: 25 años de la muerte de la princesa Diana.

El 31 de agosto se cumple un cuarto de siglo de la muerte de la princesa Diana, pero su imagen sigue siendo recordada alrededor del mundo. ‘La princesa del pueblo’ era el título no oficial que se ganó Lady Di porque siempre vivió sus sentimientos y mostraba sinceridad a todos.
Han pasado 25 años desde que el terrible accidente de coche se cobró la vida de la princesa más popular de la historia, pero millones de personas alrededor del mundo siguen queriéndola y admirándola. Continúan circulando rumores en torno a su muerte, incluso se especula que fue asesinada. Sin embargo, el exjefe de Scotland Yard, Lord John Stevens, que investigaba la muerte de la princesa Diana, afirmó que no hay ningún rastro criminal y que su muerte fue un trágico accidente.

Antes de casarse con el príncipe Carlos el 29 de julio de 1981, Diana Spencer, a pesar de sus orígenes aristocráticos, su padre, John Spencer, era vizconde y pariente lejano de Winston Churchill, tenía poca riqueza, vivía de forma muy sencilla e incluso trabajaba como niñera.
Cuando el príncipe Carlos, de 33 años, conoció a Diana, llevaba tiempo manteniendo una relación amorosa secreta con Camilla Parker-Bowles quien estaba casada en ese momento. Contrajo matrimonio con la joven Diana, de 19 años, promocionada activamente por la corte real por orden de su padre, el príncipe Felipe. Los futuros esposos se habían visto unas 10 veces antes de la boda y en esas citas nunca estuvieron a solas.
La historia del matrimonio de Lady Di podría haber sido como el cuento de la Cenicienta, pero la vida lo decidió de otra manera. La relación con su esposo no era sencilla.

Carlos puso fin a su relación con su amante por Diana, pero la reanudó en 1986 como él mismo lo admitió en una entrevista televisiva en 1994. Ni siquiera el nacimiento de sus dos hijos, Guillermo (1982) y Harry (1984), ayudaron a Diana a retener a su marido. «Guillermo y Harry son los únicos hombres en mi vida que no me han defraudado», dijo en una ocasión la madre de los herederos de la corona británica.
El deseo de atraer la atención de su marido llevó a Diana a un comportamiento imprudente, a menudo rompió el protocolo real y el apoyo inicial de la familia real fue finalmente sustituido por la crítica y la frialdad.
A principios de los años 90, el matrimonio de Diana y Carlos se rompió definitivamente. Incluso se rumoreó que el pelirrojo Harry no era hijo de su esposo y los Windsor supuestamente se sometieron a una prueba de ADN para disipar las dudas. El 9 de diciembre de 1992 se anunció oficialmente en la Cámara de los Comunes la «separación amistosa» de los Príncipes de Gales.

El comportamiento de Diana se volvió cada vez más independiente, incluso extravagante en ocasiones, lo que provocó un creciente disgusto en la familia real. Sin embargo, la gente británica de a pie siempre estuvo del lado de la princesa en este enfrentamiento.
Durante sus años en el palacio real, la princesa de Gales no se volvió fría y reticente en su trato con la gente. Dondequiera que estuviera Lady Di, no escatimaba palabras amables, abrazos y calor humano para nadie; hacía generosas donaciones a organizaciones benéficas, a los refugiados y a las personas sin hogar, y no tenía miedo a entrar en albergues y hospicios.
Ningún otro miembro de la familia real fue más querido por el público que Diana.
La propia Lady Di dijo al respecto: «me encontré a mí misma. Siendo innecesaria para mi propio marido y la familia real, me quedé muy necesaria para miles, tal vez millones de personas en todo el mundo (…) Nunca voy a ser la reina del Reino Unido, pero eso no importa, puedo ser la reina de [millones de] corazones».
Frente a la casa de la princesa Diana, su club de deportes y el colegio de sus hijos, los paparazzi estaban cerca todos los días queriendo conocer detalles de su vida. Y de repente decidió hablar.
En una entrevista con el periodista de la BBC Martin Bashir, cuando se le preguntó por los motivos de su ruptura con el príncipe Carlos, afirmó: «éramos tres en este matrimonio. Estábamos un poco apretados». La entrevista se emitió el 20 de noviembre de 1995 y un mes después, el 20 de diciembre, se anunció oficialmente que la reina Isabel II había aconsejado a los príncipes de Gales que se divorciaran.
El proceso de divorcio finalizó el 28 de agosto de 1996. Un año después, el 31 de agosto de 1997, la princesa Diana murió. Aquella fatídica noche, Lady Di regresaba de una cena en el hotel Ritz de París en compañía de su pareja Dodi Fayed, hijo de un multimillonario egipcio, en un Mercedes negro. En el coche también se encontraban el conductor Henri Paul y el guardaespaldas Trevor Rees-Jones.

Alrededor de las 00:23, el Mercedes viajaba a gran velocidad supuestamente huyendo de los paparazzi que perseguían a Diana, entonces el coche entró en el túnel del Puente del Alma, perdió el control y se estrelló contra un pilar de hormigón. Se comprobó que había sido embestido por un Fiat Uno blanco, que luego huyó del lugar.
El conductor y Dodi murieron al instante. Diana murió dos horas después en el hospital. El único superviviente del trágico accidente fue el guardaespaldas.

Coronas de flores frescas y una carta del príncipe Harry a su madre (Mummy) sobre la tapa del ataúd de la princesa Diana durante la ceremonia fúnebre en la Abadía de Westminster, Londres, el 6 de septiembre de 1997.
Cerca de un millón de personas acudieron a despedir a Lady Di en Londres. Alrededor de 2.500 millones de personas vieron la ceremonia por televisión. Diana fue enterrada en la finca de la familia Spencer en Althorp, Northamptonshire, en una isla situada en medio del lago Oval.

FUENTE SPUTNIK


A 11 años de la denuncia sobre el ocultamiento de los maltratos y las muertes de niños en albergues católicos para madres y embarazadas no casadas, Irlanda se prepara para desenterrar a las víctimas.
Este lunes en Irlanda comenzaron los preparativos para exhumar 796 niños y bebés de una fosa común descubierta hace más de 10 años en donde funcionaba un antiguo albergue religioso para madres solteras y embarazadas no casadas cerca de Dublin.
Los desentierros comenzarán a realizarse desde el próximo mes de julio, pero el tema ya tiene más de 10 años en la agenda pública local. Es que en 2014 la historiadora irlandesa Catherine Corless comprobó que muchos niños (desde recién nacidos hasta los 9 años) fallecieron en el albergue religioso Santa María del Buen Socorro de Tuam, en la ciudad de Galway, a 200 kilómetros de la capital del país europeo.
La búsqueda comenzada por Corless certificó que los cuerpos habían sido enterrados en la antigua fosa séptica de la institución. A pesar de la destrucción en 1972 de este espacio que trabajaba con madres embarazadas no casadas, la fosa séptica se mantuvo intacta en las últimas décadas.
Los primeros datos
Luego de la alarma encendida por la historiadora, se encontraron restos de bebés humanos allí entre 2016 y 2017. Por este motivo el gobierno irlandés llamó a la creación de una comisión nacional de investigación que develara los maltratos contra las madres y sus niños causados en estos hogares.
Los resultados de la comisión fueron expuestos en 2021 y destacaron que había niveles «alarmantes» de mortalidad infantil en este tipo de albergues. Estas instituciones existieron en Irlanda desde 1922 a 1998, por ellas pasaron 56 mil mujeres y 57 mil niños y fallecieron 9000 chicos.
Las mujeres embarazadas por fuera del matrimonio eran enviadas a estos hogares por pedido del Estado nacional irlandés y de la Iglesia Católica, que eran los mismos que gestionaban estos espacios. En estos lugares las mujeres daban a luz a sus hijos y luego eran separadas de ellos, quienes finalmente eran dados en adopción.
«Cuando comencé este proyecto nadie me quería escuchar. Suplicaba: saquen a los bebés de estas cañerías, hay que ofrecerles el entierro cristiano digno que se les negó» explicaba Corless, la historiadora irlandesa de 71 años.
La historia del terror irlandés
El lugar sobre el que Catherine Corless encontró los cientos de certificados de defunción era llamado «El Hogar», fue dirigido desde 1926 hasta 1961 por las monjas de la hermandad Bon Secours y pretendía recibir a las madres solteras que necesitaran ayuda.
Sin embargo, la historiadora argumentaba ya en 2014, año en que comenzó a descubrirse esta verdad, que el gobierno de Irlanda ocultaba al menos 4000 certificados de defunción de los bebés que pasaron por este albergue y que fueron enterrados en fosas sin identificar. Si bien se habían descubierto restos humanos en ese lugar en 1975, no fue hasta la denuncia de Corless que se relacionaron ambos hechos.
En los documentos a los que accedió la historiadora ya se advertía que la mayor parte de la mortalidad infantil encontrada había ocurrido por tuberculosis, infecciones, partos prematuros y defectos de nacimiento. Sin embargo, una inspección gubernamental de 1944 ya había destacado la malnutrición en varios de los 271 chicos que habitaban el lugar junto a sus 61 madres solteras.
Además, cabe aclarar que estos no habrían sido los únicos maltratos que tuvieron lugar en estos centros religiosos. Algunas monjas emprendieron un camino de negocios privados, como el de las Lavanderías de la Magdalena, que funcionaron entre 1922 y 1996, donde varias mujeres padecieron un régimen de semiesclavitud y abusos.
Un informe oficial del 2013, año anterior al de los primeros descubrimientos de Corless, indicaba que las principales causas por las que las madres solteras acudían a estos lugares eran el rechazo de padres adoptivos, abusos familiares, deficiencias físicas o psíquicas, actitudes «inmorales», pobreza y orfandad.
Si bien en su momento los líderes religiosos de Galway negaron conocer lo sucedido y se comprometieron a recaudar fondos para homenajear a los 796 bebés fallecidos con un monumento, el único que fue certero en sus dichos había sido el arzobispo de Dublin, Diarmuid Martin.
El responsable de la arquidiócesis de Dublin advirtió que “si no se establece una investigación sobre las cuestiones de gran preocupación que rodean este asunto, será importante que se desarrolle un proyecto de historia social que ofrezca una imagen precisa del papel desempeñado por esas casas de acogida”.
/P12

Un avión de pasajeros se estrelló en una zona residencial cercana al aeropuerto de la ciudad de Ahmedabad en la India, informó el portal de noticias ‘ABP’. De acuerdo con autoridades locales, unos 242 pasajeros estaban a bordo. Según reportes, más de 100 personas se fallecieron.
El Boeing 787 Dreamliner siniestrado llevaba más de 200 personas a bordo, reportó la cadena NDTV. El avión, que supuestamente pertenece a la compañía Air India, realizaba un vuelo de Ahmedabad a Londres, pero se estrelló durante el despegue, detalló.
Según datos preliminares, al menos 133 personas murieron en el accidente aéreo. Hay sobrevivientes del accidente, informa el canal NDTV, publicando videos de las víctimas llegando al hospital.
Ente las víctimas mortales podrían estar más de 20 estudiantes, ya que la aeronave cayó sobre el techo de una residencia para médicos, precisa la agencia de noticias ANI.
«Se cree que más de 20 estudiantes murieron en un accidente aéreo en Ahmedabad. El avión se estrelló contra el edificio de la residencia de la Facultad de Medicina BJ», escribe la publicación.
Las autoridades de aviación indias confirmaron que 242 personas, entre ellas dos pilotos y 10 miembros de la tripulación, se encontraban a bordo. Los pilotos hicieron una llamada de auxilio al control aéreo, poco después del despegue, indicaron.
«Había un total de 242 personas a bordo del avión, incluidos dos pilotos y 10 miembros de la tripulación. El vuelo estaba comandado por el capitán Sumeet Sabharwal y el primer oficial Clive Kundar. El capitán Sumeet Sabharwal es teniente coronel, con 8.200 horas de vuelo. El copiloto tenía 1.100 horas de vuelo», informaron.
Mientras tanto, la empresa Air India confirmó que la aeronave accidentada le pertenece. A bordo del avión viajaban 169 indios, 53 británicos, siete portugueses y un canadiense, detalló la aerolínea.
La señal del avión estrellado desapareció «menos de un minuto» después del despegue, precisa el portal Flightradar24.
/Sputnik
Sociedad Sucesos
Picada mortal de Ruta 40: las cámaras del CISEM muestran la carrera ilegal y cómo pasa en rojo la conductora del auto

La mujer que chocó con el motociclista Máximo Tanten, Natalia Colquer, será investigada por homicidio culposo agravado. Mientras que el otro motorista, Ezequiel Garay, por realizar picadas ilegales con la víctima fatal.
Un vídeo de las cámaras del CISEM confirma lo que los investigadores venían sospechando de la tragedia en calle Mendoza y calle 10 en Pocito. Esta tragedia ocurrió en medio de una picada ilegal. Dos personas quedaron en la mira de la Justicia: Natalia Colquer por el delito de homicidio culposo agravado por pasar en rojo. Mientras que, Ezequiel Garay, por hacer picadas ilegales.
Además de confirmar que se hacía una carrera ilegal, las cámaras también muestran que Colquer (conductora del Honda Fit) pasa el semáforo en rojo, es decir, que paso en un momento que no debía hacerlo.
/SJ8
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