La científica Carolina Garay publicó una emotiva carta abierta dirigida al Presidente, en la que relató su historia de superación personal. El proyecto, que lleva más de una década de desarrollo en Barreal, atraviesa un momento crítico tras la decisión del Gobierno nacional de frenar su avance.
En medio de la polémica por la decisión del Gobierno nacional de discontinuar el proyecto del Radiotelescopio CART, una astrónoma sanjuanina decidió alzar la voz. Conmovida y contundente, Carolina del Valle Garay, oriunda de 25 de Mayo, publicó una carta abierta dirigida al presidente Javier Milei, en la que defendió el valor de la ciencia argentina y relató su propia historia de vida. La de una mujer que, desde la pobreza, llegó a formar parte de uno de los proyectos científicos más ambiciosos del país.
“Provengo de un departamento alejado de San Juan, 25 de Mayo. Fui criada por mis abuelos porque mi madre biológica nos abandonó cuando yo tenía apenas dos años. Crecí con muchas carencias económicas, pero con un sueño: ser científica”, escribió Garay, astrónoma, científica de datos y docente universitaria. Con un tono íntimo y firme, recordó los años de esfuerzo, las pérdidas familiares, las veces que tuvo que dejar la carrera y las veces que volvió, hasta recibirse a los 39 años. “CART no es solamente una antena de 40 metros de diámetro que se alza en el cielo de Barreal. Es un símbolo de lo que somos capaces de hacer cuando la ciencia y la educación pública se unen al esfuerzo personal”.


El proyecto CART -siglas de China Argentina Radio Telescope- atraviesa hoy su momento más incierto desde que comenzó a gestarse formalmente en 2011. La reciente decisión del Gobierno nacional de retener en el puerto las piezas faltantes para su ensamble y suspender su continuidad generó una ola de preocupación en la comunidad científica local e internacional. Según publicó Infobae, fuentes oficiales aseguraron que el Ejecutivo de Milei decidió no continuar con el convenio, alegando “irregularidades” en los envíos provenientes del país asiático.
Mientras tanto, las autoridades de la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ), institución responsable del proyecto junto a la Academia China de Ciencias, insisten en que CART es una iniciativa “cien por ciento científica” y confían en poder concretar una reunión clave con funcionarios de Aduana para destrabar la situación. La antena, emplazada en el Complejo Astronómico El Leoncito (CASLEO) en Barreal, Calingasta, presenta un 80% de avance y solo restan las piezas que permanecen detenidas para culminar su construcción y ensamblar el gran plato de 40 metros de diámetro.

El radiotelescopio, fruto de un acuerdo de cooperación iniciado en 2011 entre la UNSJ, el Gobierno de San Juan, el Conicet y la Academia de Ciencias China, fue pensado como una herramienta para la observación de objetos del universo que no emiten luz, capaces de revelar regiones de formación estelar y fenómenos invisibles para la astronomía óptica tradicional. La ubicación elegida -a más de 2.500 metros de altura en los cielos limpios del oeste sanjuanino- fue considerada ideal por su bajo nivel de interferencia y pureza atmosférica.
Durante más de una década, científicos, técnicos y estudiantes locales trabajaron para convertir ese sueño en realidad. En 2020, comenzaron a llegar las primeras piezas al país; en 2022 se retomaron las obras tras la pandemia; y en 2024 se completó el armado del reflector principal. Sin embargo, el contexto geopolítico sumó tensión. En agosto de este año, durante una conferencia en Buenos Aires, el comandante del Comando Sur de Estados Unidos, Alvin Holsey, advirtió sobre la “incursión” de China en América Latina y mencionó proyectos de “infraestructura de doble uso”, lo que incluyó implícitamente al CART. Desde entonces, las sospechas de espionaje militar comenzaron a circular y la Casa Rosada habría decidido revisar -y finalmente frenar- el convenio.
Ante este panorama, la carta de Carolina Garay resonó como un testimonio que trasciende lo técnico y se adentra en lo humano. “Yo no le escribo para pedir un favor. Le escribo para defender un sueño colectivo, uno que nació mucho antes de mí y que no pertenece a ningún gobierno, sino al pueblo argentino”, expresó. “Que no se apague la esperanza de quienes creen que el conocimiento es la mejor forma de libertad. Que la ciencia, Señor Presidente, no es un lujo sino la herencia más valiosa que podemos dejar a las próximas generaciones”.
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