Un grupo de intelectuales repudió este jueves el nombramiento del escritor peruano y premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, como nuevo miembro de la Academia Francesa, el órgano que regula el uso de esta lengua y que es una de las instituciones culturales más importantes de ese país.
Así quedó manifestado con una solicitada publicada en el diario Libération, en el que muestran su «estupefación« ante una «decisión» que «presenta graves problemas éticos».
El Nobel peruano es la primera persona que no escribe en francés que es incorporada al cuerpo que vela por el idioma. Vargas Llosa vivió en París en su juventud y habla el idioma. Sin embargo, lo que se cuestiona no son sus dotes literarias.
El profesor César Itier, la directora de investigaciones del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo (IRD) Evelyne Mesclier, la profesora de la Universidad de París Valérie Robin Azevedo, la investigadora Sylvie Taussig y el antropólogo Pablo del Valle son los firmantes del texto que recuerda el reciente apoyo del autor de «La casa verde» al candidato presidencial chileno José Antonio Kast, al que definen como un «nostálgico defensor de la dictadura militar de Pinochet«.
«Pero esta elección plantea serios problemas éticos. El reciente apoyo de Mario Vargas Llosa a José Antonio Kast, candidato de extrema derecha, nostálgico defensor de la dictadura militar de Pinochet, en las elecciones presidenciales de Chile del 19 de diciembre, es de hecho solo uno de los últimos avatares, actitud que ha legitimado durante décadas a los líderes responsables de asesinatos y violaciones de derechos humanos», añade la misiva.
También critican a Vargas Llosa por su apoyo a Iván Duque en Colombia, que ha sido señalado de incumplir los compromisos del acuerdo de paz alcanzado en 2016 con las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), luego de un conflicto armado que se prolongó durante décadas.
«Desde entonces, los asesinatos de exguerrilleros, sindicalistas, líderes indígenas y activistas ambientales se han vuelto casi cotidianos», señalan, al citar al propio Vargas Llosa, quien el 21 de febrero de 2021 escribió: «Desde que lo conocí siempre supe que el presidente de Colombia Iván Duque sería un ejemplo para el resto de América Latina».
En ese particular, recalcan que el pasado mes de abril, la policía colombiana disparó a quemarropa contra la población civil que se manifestaba contra las medidas neoliberales impuestas por Duque, represiones que se sucedieron durante las protestas que enfrentó a lo largo del año.
Los intelectuales también demostraron el apoyo que Vargas Llosa le brindó a Keiko Fujimori, la excandidata presidencial que se resistió por semanas a reconocer su derrota y que ahora está en campaña permanente para destituir al presidente Pedro Castillo y señalan que «Grupos de ultraderecha atacan físicamente a personalidades políticas de centro izquierda y centro derecha. Algunos piden un golpe de Estado. Vargas Llosa ha jugado un papel activo en la llegada de este caos a Perú haciendo una campaña sin reservas en favor de Keiko Fujimori, a la que presenta como último obstáculo contra el comunismo”, añadieron.
Entre las críticas al novelista figura su posición respecto de la Argentina: los firmantes resaltaron que el escritor se ha pronunciado por dejar de juzgar los crímenes de lesa humanidad cometidos por la última dictadura militar, por los que ya han sido condenados cientos de represores. El escritor pidió en 1995 «enterrar el pasado» en relación a los crímenes de la dictadura militar.
En otro pasaje la crítica se centró en la presencia de Vargas Llosa en los Panamá Papers, que probaron que el Nobel tuvo sociedades en paraísos fiscales con las que pudo evadir impuestos.
En tal sentido, afirmaron que sumar al autor de «Los jefes» en la Academia “mancilla la imagen de Francia en América Latina, donde sus posturas extremistas son bien conocidas y suscitan un fuerte rechazo”.
La llegada de Vargas Llosa a un sillón de académico “amenaza con legitimar posturas que pisotean los valores de la democracia a los que Francia quiere asociarse, como la libertad de expresión, la aceptación de resultados de sufragios y el derecho a defender causas sin arriesgarse a perder la vida”.