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IA–100B Malvina: el proceso de contrucción de un avión argentino.

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IA–100B Malvina: el proceso de contrucción de un avión argentino.

Después de casi 30 años, la Argentina producirá un nuevo avión propio para entrenamiento de la Fuerza Aérea. El IA-100B Malvina fue presentado en abril en el marco de la Feria Internacional del Aire y el Espacio (FIDAE), en Santiago de Chile. Además del aporte al desarrollo productivo y del ahorro de costos (y dólares) que significa producir una aeronave en nuestro país, el proyecto pone en valor a su creadora: la Fábrica Argentina de Aviones Brigadier San Martín (FAdeA), que tras años de vaciamiento en los ’90 resurgió con aeronaves para pilotos militares, y con alianzas junto a grandes empresas internacionales como Embraer y Eithad Airways para la fabricación de autopartes. A continuación, una historia Made in Argentina.

De las unidades de negocios que tienen mayor importancia para la empresa con sede central en la provincia de Córdoba, dos son las más importantes: Mantenimiento y Modernización. «Mantenemos aviones de la Fuerza Aérea, pero también tenemos mantenimiento comercial, que es fundamental para que esa unidad de negocios sea sustentable y no tengamos capacidad ociosa», remarca a Tiempo Mirta Iriondo, presidenta de la firma, y agrega: «FAdeA a lo largo de su historia ha tenido siempre buenos proyectos de desarrollo de aviones, de producción en series pequeñas. Aviones como el Pucará, que hoy sigue vigente, o el último que fue el Pampa. Y ahora tam-bién el IA 100 Malvina que el año que viene ya la línea de producción estará a full».

En lo que respecta al Mantenimiento dedicado a la Fuerza Aérea, actualmente se centran en el avión Hércules C-130 y en volver a poner en línea los motores del Pampa. En Modernización tie-nen como principal destinataria a la Fuerza Aérea Argentina, pero cuentan con suficiente capacidad acumulada como para ofrecer servicios al exterior: «Por ejemplo, hemos modernizado un Fokker 50 para la Armada peruana», revela Iriondo.

Confiabilidad y bajo costo

Según consta en su presentación, el IA-100B Malvina es un avión entrenador primario, concebido para el uso militar, a diferencia del Pampa que estuvo destinado al entrenamiento avanzado. «El IA 100 tiene un motor a pistón, más económico, comercial, con una biónica también comercial, que sirve para hacer sus primeros entrenamientos a los futuros pilotos de Fuerza Aérea. Mientras que el Pampa es un avión monomotor, turbo, de entrenamiento avanzado. Luego del Pampa, los pilotos ya saltan a lo que sería un avión caza», diferenció Iriondo.

Dos de los puntos más fuertes del IA-100B Malvina son su confiabilidad y su bajo costo, que lo colocan como una de las opciones más competitivas en el mercado mundial. «Vamos viendo cuáles son las fuerzas armadas que en los próximos años van a tener la necesidad de cambiar sus aviones de entrenamiento primario. El IA-100B Malvina es de bajo costo, cuesta alrededor de un millón de dólares», destaca Iriondo.

En este sentido, lo comparó con el avión de entrenamiento Grob, de origen alemán. En 2014, la Fuerza Aérea Argentina adquirió 10 aeronaves Grob 120 TP de entrenamiento primario, con un contrato inicial de 19,5 millones de euros: cerca de dos millones de euros cada unidad. Las diferencias en el costo, comparado con el nuevo avión argentino, están a la vista, en un contexto donde será fundamental importar solo lo indispensable y maximizar la exportación. También, la diferencia con el Pampa es grande, ya que éste último cuesta unos 15 millones dólares.

Según señalan desde la empresa, el 60% del avión estará constituido por elementos de origen nacional. Hay algunos que pueden requerir equipos de origen extranjero, pero la aviónica será integrada por la empresa tandilense Redimec. «Lo más interesante del IA 100 es que la integración es totalmente nacional. Y estamos desarrollando una cantidad importante de proveedores nacionales. Les hemos transferido toda la ingeniería para poder comenzar la producción. Calculamos que a fin de año el avión tendrá su roll out, que es sacarlo ya del taller para empezar el encendido y los primeros vuelos», adelanta Iriondo. Esta búsqueda de generación de proveedores nacionales también abarca al IA-63 Pampa, el último gran desarrollo nacional, construido en 1984 y renovado en los últimos años.

El Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE) prefinancia el proyecto del Malvina, con el objetivo de incentivar su adquisición en distintos países. «Es la primera vez que ocurre en el país –se entusiasma Iriondo–. Estamos saliendo para poder venderlo con un crédito del BICE a quien lo compre». Por lo pronto, ya firmaron un contrato con el Ministerio de Defensa argentino en vistas a, entre fines de este año y el 2023, producir las primeras unidades para la Fuerza Aérea Argentina.

Asociaciones y concesiones

La historia de FAdeA, que el mes que viene cumplirá 95 años, es un reflejo de los vaivenes del país. Y de la falta de una política de Estado que trascienda a los gobiernos de turno. En diciembre de 1994, pleno menemismo, el Ministerio de Defensa y la aeroespacial estadounidense Lockheed firmaron un acuerdo de concesión de la entonces llamada Área Material Córdoba (AMC), por 25 años. Recién en diciembre de 2009 la empresa volvió a ser estatal, tras el desembolso de 110 millones de dólares.

«Lockeed Martin tuvo otras políticas. Centralmente se abocó al mantenimiento de los aviones de Fuerza Aérea, y a una reducción de personal. En el 2004 se le pidió que fabricara estructuras nuevas para el Pampa. Así que Lockeed volvió a poner activa la línea de producción, pero ya habiendo acordado que la fábrica se recuperaba nuevamente para el Estado nacional», recuerda la actual titular de FAdeA.

Ahí empezó a tomar impulso, nuevamente, la fabricación del Pampa III, que iba a tener un nuevo motor. Entonces llegó otra interrupción, esta vez de la mano del macrismo. Voló en 2015 y posteriormente el contrato para provisión de Pampa III fue dado de baja por el Estado en 2016. Recién empezó lentamente a retomarse dos años después, porque estaban toda la estructura armada, e incluso ya se habían comprado los motores en 2015.

Actualmente, trabajan en FAdeA unas 1100 personas, en distintos proyectos como la modernización del Pampa, la remotorización del Pucará Fénix, el mantenimiento de aviones comerciales, y en un futuro la intención de sumar la fabricación de autopartes para toda la región. Iriondo hace hincapié en la necesidad de continuar las políticas: «que a lo largo de los distintos gobiernos esta empresa, como estratégica del Estado, esté protegida. Porque hasta ahora, lo que siempre ha sucedido, es que toma impulso, se cambia el gobierno y se cierran ciertas unidades de negocio. Con avances, retrocesos, y a veces castigos también, como nos sucedió en el 2016. Y a eso sumarle más protagonismo en la comercialización de la aviación civil, que nos permita en tiempos difíciles sostenerla, como lo ha hecho INVAP».

Un eje clave: la aviación comercial

Los desarrollos de FAdeA no se basan solo en la industria de aviación militar. Desde 2017 están asociadas con la aeronáutica brasileña Embraer. De hecho, se trata de una relación con historia. En la segunda mitad de los ’80, juntas habían desarrollado el avión turbohélice diseñado para servicios regionales comerciales Embraer/FMA CBA 123 Vector, una aeronave innovadora y de alta tecnología que, luego de concretar su primer vuelo exitoso en 1990, terminó cancelado a mediados de los ’90 por motivos económicos y, fundamentalmente, políticos. «Lo de Embraer es una asociación –resalta Mirta Iriondo, presidenta de FAdeA–. Nosotros somos socios menores para la producción del avión de transporte KC 390. Eso nos ha permitido mejorar mucho nuestros sistemas de calidad y estar en mejores condiciones como para salir a buscar otras empresas con las cuales pudiéramos producir aeropartes».

FAdeA también trabajó con Aerolíneas Argentinas en el Boeing 737 NG, un avión con diseño y colores retro presentado en 2020 con motivo del 70° aniversario de la línea de bandera. Además, la empresa de fabricación aeronáutica realiza proyectos con otras aerolíneas. Es el caso del Airbus 321 de LATAM (foto), cuya estructura fue moldeada, diseñada y pintada en los talleres cordobeses.

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Día de la Cosmonáutica 2025: cómo los países BRICS construyen un futuro más allá de la Tierra

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Día de la Cosmonáutica 2025: cómo los países BRICS construyen un futuro más allá de la Tierra

Cada 12 de abril, el mundo recuerda la primera llegada de la humanidad al espacio. En 1961, el cosmonauta ruso Yuri Gagarin no solo orbitó la Tierra, sino que marcó el inicio de una nueva era, en la que los vuelos espaciales se convirtieron en una cuestión de tiempo, avances tecnológicos y voluntad humana. Hoy, las aspiraciones de ir más allá del planeta también se fortalecen en las naciones del Sur Global. En el seno del grupo BRICS ha surgido una visión particular del espacio exterior: una perspectiva pragmática y basada en la cooperación internacional

Rusia con razón es considerada pionera del espacio. El vuelo de Gagarin en 1961 marcó el inicio de una nueva era para toda la humanidad. Dos años después, Valentina Tereshkova se convirtió en la primera mujer en el espacio. Estas figuras simbólicas siguen siendo hasta hoy una base cultural para toda la cosmonáutica mundial.

Asimismo, India abrió su camino al espacio en 1984, cuando Rakesh Sharma viajó a la órbita como parte de una tripulación soviética. Hoy en día, el país lanza satélites de forma autónoma, desarrolla misiones a Marte y se prepara para iniciar su propio programa espacial tripulado. Esto representa no solo un crecimiento tecnológico, sino también un motivo de orgullo: en 2024 el país celebró por primera vez el Día Nacional del Espacio

China avanza por su propia ruta, apoyándose en recursos internos y una planificación a largo plazo. En 2003, Yang Liwei se convirtió en el primer astronauta de la República Popular China, dando inicio a una serie de lanzamientos exitosos, incluida la creación de una estación orbital. Más tarde, Wang Yaping se convirtió en la primera mujer en formar parte de su tripulación.

Así pues, los Emiratos Árabes Unidos se convirtieron en el primer país árabe en enviar a su propio astronauta. En 2019, Hazzaa Al-Mansoori pasó ocho días en la Esptación Espacial Internacional (EEI), y en 2021, los Emiratos lanzaron la misión a Marte «Hope»: la sonda entró en la órbita del Planeta Rojo y transmite datos científicos.

De modo similar, Brasil inició su camino gracias a la cooperación internacional. En 2006, Marcos Pontes viajó al espacio en la nave rusa «Soyuz». Esto no fue solo un logro personal, sino un punto de partida para el desarrollo del programa nacional. Hoy el país se enfoca en tecnologías satelitales y monitoreo ecológico remoto.

Sudáfrica participa activamente en startups espaciales internacionales y en el desarrollo de sistemas satelitales. El ingeniero Timothy Nash representa a una nueva generación de especialistas técnicos, mientras que la Agencia Nacional Espacial Sudafricana (SANSA) trabaja en la creación de un sistema de observación terrestre por satélite.

Egipto también fortalece activamente su presencia en el espacio a través del trabajo de la agencia nacional EGSA, que apuesta por la creación de infraestructura espacial regional. Entre los especialistas clave se encuentran el ingeniero Adel Shawky, quien participó en la creación de los satélites EgyptSat, y Noura Al-Matari, una joven científica que trabaja en tecnologías satelitales y desarrolla colaboraciones científicas internacionales.

Etiopía comenzó su trayectoria con un objetivo práctico: meteorología y agricultura. En 2016 se creó el Instituto Etíope de Ciencia y Tecnología Espacial. En 2019, el país lanzó su primer satélite. Para Etiopía, como para muchos países del Sur Global, el espacio es ante todo una herramienta para resolver problemas terrestres: gestión del agua, previsión de cosechas, monitoreo climático.

Cuando el futuro ya está cerca: inteligencia artificial, cooperación y espacio

En medio del avance tecnológico, cada vez se plantea más la pregunta: ¿cuál es el papel del ser humano en el espacio del futuro? El empresario tecnológico ruso Ruslán Ajtiamov considera que la inteligencia artificial ya desempeña un rol clave en las misiones espaciales.

«Los rovers deciden por sí mismos adónde ir. Los telescopios analizan montañas de imágenes. Sin la inteligencia artificial, los científicos simplemente se ahogarían en datos», dijo en una conversación con TV BRICS.

Ajtiámov añadió que en los países que integran los BRICS también se están desarrollando activamente estas tecnologías: en Rusia, en el programa lunar; en China, en la estación orbital; en India y en la misión a Marte. En los próximos años, la IA se convertirá en un miembro indispensable de la tripulación, aunque la decisión en situaciones críticas seguirá siendo humana

¿Y qué hay de la nueva economía espacial? Esta es la pregunta que se plantean en Irán. El director del Instituto Iraní de Investigaciones Espaciales, Vahid Yazdanyan, en un reportaje de  Mehr News Agency, socio de TV BRICS, subraya: el espacio es un sector que requiere inversión y cooperación internacional.

«Nuestros especialistas trabajan con entrega. Debemos crear para ellos las mejores condiciones, desarrollar infraestructura, estándares e interacción con el sector privado», señaló y enfatizó que uno de los principales objetivos para el futuro es construir un ecosistema propio de la industria espacial, con énfasis en tecnología, personal y desarrollo sostenible.

Fotografía: histrf.ru / iStock / CCTV /  russianemirates.com

@TVBRICS

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Política & Economía Ciencia & Tecnología

La inteligencia artificial que está cambiando el negocio de las PyMEs sin que nadie se dé cuenta

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La inteligencia artificial que está cambiando el negocio de las PyMEs sin que nadie se dé cuenta

En un contexto donde las PyMEs buscan adaptarse a la era digital sin desangrar sus presupuestos, la inteligencia artificial aparece como la gran aliada para optimizar procesos, reducir costos y mejorar la atención al cliente.

La transformación digital ya no es un lujo exclusivo de las grandes corporaciones. Cada vez más pequeñas y medianas empresas están incorporando tecnologías que les permiten automatizar tareas, mejorar la experiencia del cliente y potenciar sus ventas. En este escenario, los chatbots y agentes inteligentes juegan un papel clave, ofreciendo una solución accesible y escalable para atender consultas, gestionar ventas y hasta realizar cobranzas.

Para entender mejor cómo funciona esta tecnología y de qué manera puede aplicarse a las PyMEs, en «La Red» entrevistaron a Guillermo Loureiro, gerente de innovación de Owibot, empresa que desarrolla agentes inteligentes personalizados.

La revolución de los agentes inteligentes

«Uno de los caminos que proponemos desde Owibot es la incorporación de un agente inteligente o chatbot para todo lo que es la línea de atención: postventa, preventa, soporte y hasta la parte administrativa. Esto permite no solo captar nuevos clientes, sino también ordenar los procesos internos», explica Loureiro.

En palabras sencillas, un agente inteligente es un software de inteligencia artificial que se encarga de responder consultas, interactuar con clientes y gestionar procesos de forma automática. «Es como si tuvieras un empleado digital que trabaja 24/7, sin enfermarse ni pedir aumentos», grafica el especialista.

A diferencia de los chatbots tradicionales que funcionan con respuestas predefinidas, los agentes inteligentes de Owibot tienen capacidad conversacional y pueden responder con información específica de cada empresa. «Se nutren del sitio web, archivos y documentos que la PyME nos proporciona, como si los estuviéramos capacitando. Con esa información, pueden dar respuestas precisas y personalizadas a cada cliente», detalla Loureiro.

Del zapatero al hospital: una solución para todos

El uso de esta tecnología no está limitado a un sector específico. «Desde un shopping hasta una empresa de corrugados, desde un hospital que gestiona turnos hasta una telco que ofrece soporte técnico, cualquier rubro puede beneficiarse», afirma el experto.

En el caso de un comercio, por ejemplo, un chatbot puede responder consultas sobre productos, precios y disponibilidad, gestionar ventas y hasta enviar recordatorios de pago. «Si un cliente pregunta por un par de zapatos rojos talle 42, el bot accede a la información de stock y le responde en el acto. Si la empresa tiene un CRM o un ERP como Neuralsoft o MyLogic, el agente inteligente puede integrarse y brindar datos sobre pagos pendientes o historial de compras», ejemplifica Loureiro.

Una inversión que se paga sola

Uno de los grandes mitos sobre la inteligencia artificial es que su implementación es costosa e inaccesible para las PyMEs. Sin embargo, según Loureiro, «la puerta de entrada es muy baja y la inversión se paga sola».

«Podés arrancar con un plan básico desde 37 dólares mensuales. Si tu negocio crece y necesitas atender más consultas o sumar más usuarios, el costo se ajusta según el volumen de conversaciones, con tarifas de centavos de dólar por interacción», explica. Y agrega un dato contundente: «La implementación de esta tecnología puede aumentar las ventas hasta un 25% simplemente por mejorar la velocidad de respuesta y la calidad de atención».

El futuro del comercio es conversacional

Cada vez más consumidores prefieren interactuar con negocios a través de WhatsApp, Instagram o Facebook en lugar de llamar por teléfono o enviar un mail. «Si no respondés rápido, perdés la venta. Un chatbot permite contestar de inmediato, en cualquier momento del día y sin saturar a tu equipo humano», destaca Loureiro.

La inteligencia artificial no solo está transformando la atención al cliente, sino también la manera en que las empresas gestionan su relación con los consumidores. «Ya no es cuestión de si hay que implementar estas tecnologías, sino de cuándo lo vas a hacer para no quedarte atrás», concluye.

/EnOrsai

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San JuanEducaciónCiencia & Tecnología

Preinscripciones abiertas para la Diplomatura en Producción de Indumentaria 2025

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Preinscripciones abiertas para la Diplomatura en Producción de Indumentaria 2025

27/12/2024
Preinscripciones abiertas para la Diplomatura en Producción de Indumentaria 2025

La Diplomatura de Extensión Universitaria en Sostenibilidad
Aplicada a la Producción De Indumentaria (SAPDI), abre sus inscripciones
para el ciclo 2025.

Esta diplomatura en SAPDI brinda herramientas clave para
desarrollar diseños responsables con el medio ambiente, y depende de la
Facultad de Arquitectura,

UNSJ/

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