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Sociedad Relatos de Vida

Federico Samat: un sanjuanino que deja el alma con cada toque a la batería.

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Es una elección que va de adentro hacia fuera, desde el corazón”, así lo describió. En lo profesional se entrega al cien por ciento, y en lo personal es un ser humano pacífico pero apasionado. Camina la vida sin prisa, y con mucho orden y disciplina. Sostiene sus metas claras y entrena duro para lograrlas. Y como lo dijo en una de las notas que dió antes: “Mi sueño es embellecer al planeta a través del arte”.

Desde Ahora San Juan hablamos con Fede, este baterista que piensa que la música es importante en la vida de las personas porque es un arte que puede acrecentar la belleza de nuestros días. Le gusta viajar y leer. Estudia inglés, es organizado, perseverante, se ejercita a diario y lleva una pasión inegable por la batería desde muy pequeño.  La cual lo recorre hasta llegar a sus manos donde se produce la magia: “La recomendaría porque es una disciplina donde se complementa el físico, la mente y el espíritu“. Pero advirtió: “Antes preguntaría el motivo por el cual se elije determinado instrumento, una vez ordenado eso es sólo capacitarse“.

Imagen de 2015.

Para llegar al fondo de su interior voy a contarles este intrigante relato de vida:

Era una típica noche de verano sanjuanina cuando Federico salió con su grupo de amigos, tenía 18 años, ya no era ese nene que jugaba a tocar la batería con las ollas y baldes de su mamá. Había crecido, iba al gimnasio para mantenerse en forma ya que se volvió cuidadoso de su figura. Hacía tiempo que andaba en skate, jugaba al fútbol con amistades y su rol con la batería ya formaba parte de varios proyectos interesantes.

En 2005, cuando transitaba sus 14 años.

Pero esa noche, corría una brisa refrescante luego de un día caluroso cuyano. Y decidió despejarse, tomar algo y encontrarse por ejemplo con gente que no vería nunca más. Así fué como lo conocí. Cada uno en la suya, pero todos conectados entre sí (como suele pasar en San Juan), el amigo del amigo es amigo de mi amiga. En fin, en determinados momentos, todos nos encontramos con todos. Es como cuando decimos:”Qué será de la vida de tal o cual persona?”, y lo dejamos como una anécdota que tal vez 10 o más años después retomaremos por algo que no tiene nada que ver con nada.

Foto de 2008.

Y ahí es cuando toma protagonismo esta entrevista que tuve el agrado de hacer a un gran músico y baterista sanjuanino, que aunque es de perfil bajo (típico de un taurino) merece ser dado a conocer. Imaginensé que ya desde los 9 años ensayaba con uno de sus hermanos y un grupo del barrio, donde todos le daban vida a un instrumento diferente. “A los 14 años me compraron mi primer batería y entré a la escuela de música de la U.N.S.J (universidad nacional de la provincia) donde estudié 2 años“, relató mientras tomaba unos mates para acompañar al reportaje. Tercer y último hijo, regalón de sus papás que lo apoyan incondicionalmente en este camino que elijió.

Cuándo fue que decidiste especializarte más en el mundo musical?, pregunté para indagar en su historia.

-“A los 23 años, cuando quise dejar todo para sentarme en serio a estudiar el instrumento. El primer profe particular que tuve se llama Martín Castro,  con él estuve 2 años y luego me mudé a Córdoba a continuar allá y hacer oficio. El profesor Palin Sosa fue con quien seguí mi carrera, al mismo tiempo tocaba en otros lados. En 2018 ingresé a la Escuela de Música Popular La Colmena, donde actualmente me falta una materia y la tesis para egresarme”, especificó.

Recuerdo de 2016.

Durante los últimos años, nuestro entrevistado comentó que sumó a su curriculum batero sus estudios con quien él denominó: “El gran maestro, que le enseñó a ser quien hoy es“, se trata de Gustavo Meli, de Mendoza. Alegre, de buen corazón, con muchos objetivos en su mente permanentemente activos nunca dejó de participar en todo lo que más podía. Por ejemplo, tocó en el cierre de la Fiesta Nacional del Sol edición 2020, junto a otros artistas de San Juan de pop, rock, folklore y jazz.

Video de producción propia. Grabado en Estudio 440, ciudad de Córdoba, Argentina.
Mención que le hizo la marca Mapex desde Reino Unido por uno de sus vídeos grabados en 2017.

Cuando ya vivía en Córdoba me uní a un grupo que se llama FIU, estuvimos en varios pubs y boliches de la ciudad y en 2019 nos convocaron para tocar en un ciclo que se llama SOFAR, el cual se inició en Inglaterra. Además dimos notas como por ejemplo para el diario La Voz del Interior, entre otros reconocimientos”.

A sus 21, en 2012.

El sentido de transmitir, conectar:  El chico que una vez me encontré y tenía varios sueños por cumplir, hoy es un hombre de 30 años que me aseguró que componer música le significa expresar sus emociones y poder compartirlas con los demás.

Ensayo de 2017.

Cómo definirías esa sensación?, le cuestioné desde la curiosidad durante una charla que se hizo amena gracias a su sencillez y entera disposición.

-“Lo que más disfruto al tocar la batería es transmitir mis emociones. Cuando lo hago, siento que es el alma que se está expresando y es una conexión espiritual con el instrumento, la definiría como una sensación de expresión de emociones“, me respondió.

Algo de su paso por el 2010.

Recuerdos que dan en la nota: Tocar en vivo, viajar a brindar recitales a diferentes ciudades, tener charlas y compartir momentos con colegas son algunas de sus memorias invaluables.

Homenaje a Gustavo Cerati Grabado en Cine Teatro Municipal Producción: Municipalidad de la Ciudad de San Juan.

Escenario final: Entre sus principales metas está terminar su formación académica en Córdoba, donde vive actualmente. Y pulir aún más su nivel como artista. “Vine a vacacionar a mi provincia, pero desde febrero empiezo a trabajar muy fuerte a lo largo del año para alcanzar estos objetivos”, enfatizó.

Pisando escenario natal en 2011.

Supo darle protagonismo a un elemento de acompañamiento: Entre los diversos estilos musicales que le gustan, se inclina por el Jazz donde la batería adquiere un papel melódico: “Escucho mucho a un baterista que se llamaba Tony Williams, para quienes no saben fue un baterista que marcó  varias generaciones y lo que tocó sigue sonando vanguardista“.

Para cerrar le pedí que nos cuente cómo sería un día de alguien que pone todo de sí para alcanzar sus propósitos:

Concentrado en 2018.

Son 12 o 15 horas de entrenamiento todos los días de lunes a viernes. Los sábados y domingos, como vivo solo aprovecho para hacer las compras, limpiar, juntarme con algún amigo, ir a un recital o tomar un helado“, reveló. Y agregó que en su caso, se levanta a las 9 horas AM, desayuna, estudia inglés y luego sale a caminar por el parque para disfrutar del sol y la naturaleza. A las 11 arranca con la batería por dos horas, mientras toma mate. Al mediodía almuerza, retoma inglés y hace ejercicio físico. “Después meriendo, me preparo otros mates, practico con la batería durante 4 horas hasta la cena, leo un poco más de inglés y me voy a dormir“, nos contó.

Captura de un día del 2007, cuando apenas tenía 16 años.

Hoy, es otra típica noche de verano sanjuanina, pero los años pasaron. Y al hacerme la pregunta: “Qué será la vida del Fede Samat?“, me encontré con que ahora es el indicado para este relato de vida. Y para quienes aún tienen alguna intriga, les comento que se autodefine como demostrativo en el amor (ya sea compañera, hermano, amigo o ser querido), actualmente está soltero: “Tengo un esquema de vida a mediano plazo, donde no está, por ahora formar una familia”, especificó.

Poco antes de la pandemia, en 2019.

Su frase final y lema personal es:Una canción transmite sensaciones muy lindas y nos moviliza por dentro“. En referencia a ese espectacular punto de conexión con el universo paralelo al cual comunmente llamamos: “Música“.

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Piloto le propone casamiento a su novia en el lanzamiento del Safari.

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Surgió el amor en Valle Fértil, exactamente en la simbólica largada del evento deportivo Safari Tras la Sierra. Las imagenes se viralizaron rapidamente.

El Safari Tras la Sierra reune afisionados y turistas no solo de San Juan,sino tambien de todo el país y otros paises, miles de personas llegan a la majestuasidad del rio de Valle Fértil para disfrutar los dias de este evento deportivo.

Frente a todas estas miles de personas el piloto sanjuanino Javier Marcial se arrodillo frente a su enamorada, Johana Contreras, para proponerle casamiento.

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“La profe”: Romina, la multifacética sanjuanina que reluce desde lo educativo y lingüístico hasta lo cultural y artístico.

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Todos los 17 de septiembre es celebrado el Día del Profesor en nuestro país y la conmemoración nace para ensalzar la labor de los docentes encargados de la educación secundaria y superior. La fecha supone un homenaje a la figura de José Manuel Estrada, un reconocido escritor e intelectual argentino que destacó por su gran dedicación y compromiso en la labor de profesor. Desde Ahora San Juan destacamos el relato de vida de la profe Romina.

Romina Pereyra, es una joven que tiene más de una disciplina que la apasiona en la vida. Comenzó siendo Profesora de Educación Física, es intérprete de lengua de señas hace más de una década, y luego se recibió de Profesora de Teatro, al mismo tiempo que practica la actuación en variados personajes y en distintas puestas. Desde Ahora San Juan hablamos con ella, para conocer acerca de estas vocaciones y de su amor por cada una de ellas.

En muchas etapas de nuestras vidas se nos intenta encasillar para una sola actividad o debemos elegir una profesión o vocación. Romina, es un caso muy especial, ella siempre ha hecho y hace todo lo que su corazón le demanda y lo que ha podido cumplir. Es una gran hacedora de sueños, que lucha por ellos. Simpática, organizada, sencilla y sobre todo una buena aprendiz y maestra.

Tiene 39 años, y nos cuenta cómo se fueron relacionando sus carreras y hobbies. ‘’En mi residencia de Eduación Física teníamos una parte, que era la de educación especial, en ese momento se llamaba así, y mi residencia me toca en la Escuela Bilingue de San Juan. Cuando llego a mis primeras observaciones de las clases, me encuentro con un mundo que yo desconocía totalmente, para todo se comunicaban con señas. Me toca el nivel inicial de la escuela y estaba frustrada, angustiada. Yo era la única en la escuela que no sabía señas y no me podía comunicar con quienes iban a ser mis alumnos por un buen tiempo‘’.

‘’El profe de ese entonces, Guillermo Basañez, nos calmó y nos dijo que ya ibamos a aprender. Me pasó las señas básicas para ir aprendiendo a comunicarme y comenzar con las intervenciones de a poquito porque esa era la estructura: observaciones de clases, intervenciones y en un tiempo más daba la clase completa para los chicos‘’.

‘’Comencé a aprender las primeras señas y después busque dónde estudiar porque me encanto. Vi la inmediatez de la comunicación, la repuesta de los chicos. Me enamore de la lengua de señas en esa instancia de mi carrera y comencé e estudiar en la Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional de San Juan cumpliendo con los tres años de estudio. Hasta el día de hoy, me desempeño como profe y como interpréte y año a año me voy actualizando en cuanto a las señas porque van cambiando, incluso con la Pandemia, se agregaron muchas y se van actualizando‘’. Así es cómo nuestra protagonista, logra unir dos de sus grandes pasiones en una sola actividad, tan motivadora como desafiante.

Romina, se recibió de Profesora de Eduación Física en el 2007, trabajó en gimnasios, como profe de pilates y en escuelas estatales. Pero nos dice que tiene una preferencia muy particular que la une con los más pequeños.‘’Trabaje con una franja etaria bastante amplia, pero lo que más me gusta es trabajar con los chicos de primaria. En este momento y desde hace siete años, trabajo en la escuela Timoteo Maradona, en Rivadavia, con chicos desde primer año hasta sexto de la primaria.Siempre cuento que soy una afortunada de trabajar de lo que me gusta, porque amo trabajar con los niños que tienen, para mí, una energía muy especial‘’.

Lo más curioso de esta nota es saber cómo siguió sumando aprendizajes. ‘’Y lo de Teatro tiene que ver con lengua de señas, porque en el estudio de esta lengua, me hice amiga de un joven sordo y el quería estudiar teatro y no podía hacer ningún taller porque no tenía quién lo acompañase, entonces me pregunta si lo quería acompañar y comenzamos en un taller de Marcelo Meyer, que es un genio, no tuvo ningún inconveniente con que estuvieramos los dos y comencé de intérprete y me quedé como alumna. Y así empecé con esta locura del teatro”, expresó la profe.

‘’En el 2017, cuando se abre la carrera, se me ocurrió empezar para incorporar herramientas nuevas a mi carrera de docente. En lo que es Teatro, me ayudó mucho, coseché amistades muy bonitas y me abrió la cabeza, amplie mi mirada.

Y trabajo a veces como actriz también, he actuado en la Fiesta del Sol, en obras independientes, en musicales y creo que es otra cosa más para agradecer a Dios, al universo o a lo que cada uno crea‘’, nos dijo Romina.

Hay dos Fiestas del Sol que han marcado la vida de Romi, una fue ‘’Sueños de Libertad‘’ y la otra fue ‘’Evolución‘’ en la que tuvo un co-protagonico en el que actúo de mamá de un niño y considera que los personajes que les tocaron, tenían una magia muy especial.

Y a nivel nacional, tuvo una participación con una cantante de opera, Claudia Lepez, que hizó la presentación de su libro de canciones de cuna. Se combinó la interpretación teatral y la lengua de señas.

En el 2021, el prestigioso Teatro Nacional Cervantes, a través de su programa Cervantes Educación, lanzó una convocatoria abierta a personas sordas y oyentes de todo el país para su “1er Laboratorio de Actuación. Lengua de señas en escena”, y Romina no dudó en presentarse.

El proceso de postulación, que constó de tres instancias evaluadas por gente experimentada en estos campos, no era sencillo.Romina Pereyra se convirtió en la única sanjuanina dentro de un seleccionado nacional de 20 nombres (pares de Corrientes, Jujuy, San Luis, Buenos Aires, Santa Fe, Catamarca, Tierra del Fuego, Córdoba y Chaco).

Quienes la conocen, pueden definir a nuestra protagonista como empática, apasionada, detallista y muy sociable, es que dónde va deja una huella imborrable. Hoy, se encuentra pasando uno de los momentos más díficiles de su vida: la pérdida de su papá, un papá presente que marcó y forma parte aún hoy de lo que es ella como persona.

Y aún así, en la amabilidad que la caracteriza cuando le preguntamos acerca de sus próximos proyectos, no dudó en respondernos que va a seguir avanzando a pesar de que ahora le cueste pensar en algo por la situación que esta atravesando junto a su mamá, pero que en un futuro próximo desea aprender la técnica de clown y danza-teatro. ” Y un gran sueño pendiente es llevar la lengua de señas al teatro para incluir a la comunidad sorda. Son las dos cosas que me gustaría fusionar y con todas estas herramientas mejorar mi profesión de docente”, nos comentó.

Romina ha logrado mezclar su vocación profesional con sus pasiones y habilidades, sus deseos de desarrollo personal que le han permitido cambiar su mirada en todos los sentidos y también ser una profesora inclusiva. Ella se define como una persona que persigue sus sueños, que insiste para concretarlos y que es muy organizada y calma para lograrlos.

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El guardián de libros en San Juan. Ricardo Aguilera, bibliotecario de corazón.

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Hoy, 13 de septiembre es el Día del Bibliotecario, para felicitar a todos aquellos que realizan la noble labor de trabajar con nuestros libros, es que retomamos el relato de vida que realizamos a Ricardo, uno de los grandes bibliotecarios que tenemos en San Juan.

Una biblioteca es pilar fundamental para el saber y la cultura de un lugar. Y detrás de una buena biblioteca siempre hay un buen bibliotecario. Los sanjuaninos tenemos ambas cosas por suerte. Desde Ahora San Juan nos acercamos a hablar con Ricardo Aguilera, bibliotecario desde hace más de un cuarto de siglo en la Biblioteca Franklin, la biblioteca popular más antigua de América del Sur.

Ricardo lleva desde el año 1995 trabajando en la Biblioteca Franklin. Veintisiete años, que se dice pronto. La vida entre libros. Bibliotecario es una profesión que no siempre es justamente valorada, pero fundamental para el sostenimiento cultural. Una biblioteca requiere de un gran trabajo humano del que nos beneficiamos todos, Charles Medawar hacía referencia a esto cuando decía: “Los bibliotecarios son casi siempre muy útiles y a menudo casi absurdamente bien informados. Sus habilidades son probablemente muy subestimadas y en gran medida subempleadas”.

Ricardo nació en Las Flores, localidad de Iglesia. Allá empezaron a crear una biblioteca popular.  A Ricardo le quedaba cerca de su casa: “cómo no había nadie que la atendiera, me preguntaron y la atendí yo” nos cuenta. Sin nada, el presidente iba buscando, y con las donaciones que recibieron pudieron empezar con la biblioteca. Poco a poco fueron avanzando y se trasladaron de una piecita a un local más grande, donde es hoy es la Biblioteca de Las Flores, construyeron algunas estanterías e iban creciendo. Les habían donado el terreno, “todo con base a donaciones, todo era trabajo voluntariado de todo el mundo” subraya Ricardo.

“Allá, cuando te conocen, te van a buscar a tu casa hasta los días domingo para que les prestes un libro”, recuerda. Y así, un domingo llega a su casa la Directora de la Biblioteca de la Provincia, estaban censado las bibliotecas populares. Ricardo le muestra la biblioteca y el trabajo que venían haciendo. La Directora le cuenta que existe la carrera y lo anima a estudiarla. El joven se entusiasma, lo habla con sus padres y se viene a San Juan a anotarse para estudiar para Bibliotecario Nacional, hoy Bibliotecología. La Biblioteca de Las Flores no disponía de fondos para pagarle un sueldo, pero haciendo un esfuerzo el Presidente ayudaba cuando podían para pagarle algún pasaje para venir a la Capital.

Ricardo empieza a cursar a distancia. Le resulta complicado. Hay un choque cultural grande en cómo se estudiaba en Las Flores y pasar a la Capital al Colegio Superior Sarmiento. Al segundo año ya se queda en la Capital para seguir con sus estudios. Se esfuerza mucho y llega a formar parte del cuerpo de bandera. No solo eso, sino que de su promoción fue el mejor promedio. Lo que le otorga un premio por parte del Colegio de Bibliotecarios Graduados de la República Argentina, y el viaje a Buenos Aires para recibirlo.

La residencia la realiza en la biblioteca de la Alianza Francesa. Posteriormente a eso, comienza a trabajar en la biblioteca Camilo Rojo. No podían pagarle mucho, “el problema de todas las bibliotecas populares es los fondos”, dice. A veces juntaba un poco más saliendo a cobrar las cuotas a los socios. Es poco tiempo después que consigue entrar en la Biblioteca Franklin, la cual era muy distinta a lo que es hoy.

Empezó como bibliotecario, pero además entre los años 2000 y 2004 fue Vicedirector. Fue una experiencia, reconoce. Aunque después de cuatro años prefirió seguir con su oficio. En el año 2011 lo becan para viajar a Estados Unidos. A través del Departamento de Estado y el Instituto de Educación de EE.UU. lo becan para el programa Bibliotecas y Museos como recursos comunitarios. Primero a visitar la Biblioteca del Congreso en Washington. No solo eso, sino que después visitó otras ciudades con sus respectivas bibliotecas: Kansas, Cincinnati, Wyoming y terminando en Los Ángeles. “Las bibliotecas eran enormes, hermosas. Muy limpias, pero excepto la de Los Ángeles, una biblioteca pública en un barrio chino, en ninguna vi a la gente como acá, estudiando”.

Ricardo es honesto, confiesa que no es un devorador de libros, pero sí que se preocupa en saber de todo lo que puede. Es imposible que hubiese leído todos los libros de la biblioteca, pero si tiene una idea sobre qué trata cada uno, como para poder aconsejar a todo aquel que venga a la Franklin, ya que como decía Borges: “ordenar bibliotecas es ejercer, de un modo modesto y silencioso, el arte de la crítica”.

La Biblioteca Franklin es la biblioteca popular más antigua de Sudamérica. Fundada por Sarmiento en 1866. Son más de 150 años abierta, sin perder ese carácter popular. Con todas las dificultades que ello implica, pero ha podido mantenerse gracias a la labor de personas como Ricardo, que entienden la importancia que tiene para la cultura de San Juan el que una gran biblioteca siga funcionando. Desde que él entro la biblioteca también ha ido cambiando. En el año 2004 finalizaron las obras de remodelación. La Franklin se ha ido acompasando a los tiempos y a las nuevas tecnologías, con las tareas de digitalización y el paso de un servicio tradicional al de biblioteca híbrida, integrando lo físico con lo electrónico.

Hoy cuenta con un gran número de servicios, que pueden consultarse a través de su página web (http://bibliotecafranklin.org.ar/) además de contar con unos 80.000 volúmenes. Hacerse socio es bastante sencillo, la cuota es trimestral y mínima. Tristemente, hoy en día, el libro en nuestro país tiene un precio que acerca la lectura a casi producto de lujo. Para un argentino comprar libros es algo prohibitivo, puesto que no se entiende como una necesidad básica y no hay ningún interés en que leamos y pensemos por nosotros mismos. Gracias al trabajo de personas como Ricardo y sus compañeros existe la Biblioteca Franklin y tenemos la oportunidad de poder leer, expandir nuestros horizontes y generar un pensamiento crítico. Para que se hagan una idea: con lo que sale la cuota de un año entero no alcanza casi ni para comprar un libro nuevo. La biblioteca ofrece todos los libros que uno sea capaz de leer en ese año.

La lucha de una biblioteca popular por mantenerse es ininterrumpida, depende de varios factores. No siempre es fácil, sobre todo si cuenta con empleados. Tal como señala Ricardo, “es lindo crear cosas nuevas, pero después hay que mantenerlas”.

De lunes a sábado uno puede acercarse por la Franklin. Allá estará Ricardo y sus compañeros trabajando. La sala suele estar llena de jóvenes estudiando y simultáneamente los diversos talleres que ofrecen, desde el rincón infantil, ajedrez, teatro, club de lectura, etc. Es un claro de luz en pleno centro sanjuanino. “Siempre imaginé que el Paraíso sería algún tipo de biblioteca”, volviendo a citar a Borges. Nosotros tenemos el nuestro, gracias a Ricardo y muchos otros como él. Ya que, si las bibliotecas son un tipo de Paraíso, Ricardo vendría a ser uno de esos ángeles guardianes.

Tal vez, la profesión de bibliotecario no sea la más deslumbrante hoy en día para nuestra sociedad a simple vista. Al contrario de esto, es una de las más valiosas y necesarias. Por último, los dejamos con la defensa de los bibliotecarios de Umberto Eco: “El libro es una criatura frágil, se desgasta con el tiempo, teme a los roedores, resiste mal la intemperie y sufre cuando cae en manos inexpertas… Por tanto, el bibliotecario los defiende no solo de los hombres sino también de la naturaleza, y consagra su vida contra las fuerzas del olvido, que es enemigo de la verdad”.

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