domingo, noviembre 9, 2025
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En 2026 el EPSE empezará a vender paneles solares y ya tiene tres mercados prioritarios 

La empresa estatal se convertirá en la única fabricante del país y ya piensa en ampliar su producción. 

Energía Provincial Sociedad del Estado (EPSE) ya tiene la maquinaria completa para empezar a producir paneles solares, convirtiéndose en la primera fábrica del país. El último hito fue la llegada de la laminadora, clave para la puesta en marcha. Ahora debe completar una serie de pasos técnicos para iniciar la venta, lo que le tomará hasta mediados de 2026. Aun así, al ser el único fabricante, ya tiene posibles compradores y también proyectos propios que abastecer, por lo que la demanda está asegurada. Esto implica que necesitan organizar el aspecto comercial y asegurar sus proveedores, pero también están pensando en el siguiente paso de inversión. Hay dos alternativas: ampliar su capacidad actual o sumar una línea que hace otras piezas. 

Lucas Estrada, presidente del EPSE, habló sobre los siguientes desafíos que tiene la fábrica de paneles solares. El proyecto tiene más de una década y se encontraba esperando que llegara la máquina que se encarga de laminar los componentes, sellar y proteger las celdas para su funcionamiento. Esto se cumplió el pasado 31 de octubre, cuando luego de un operativo de traslado desde China terminó y las autoridades recibieron los contenedores en la planta ubicada en Pocito. 

A partir de esto los técnicos deben empezar la puesta a punto y controles de calidad, lo que tomará meses. El primer paso es “desconsolidar y armar la máquina”, explicó el funcionario. Deben desembalar las partes y luego armarlas dentro de la planta. Luego de esto deben conectarla y hacerla funcionar sola y luego probar cómo funciona con el resto del equipamiento de la línea de producción. Todo esto tomará cerca de 45 días explicó. 

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Las partes de la laminadora llegaron en un convoy de 7 camiones que tuvieron que cruzar la Cordillera de los Andes y viajar con custodia por Chile y Argentina.

Debido a que la laminadora es una de las piezas claves y también que es una de las más complejas, todo esto lo hacen junto con una firma suizo alemana que debe certificar los pasos. Con ellos también realizarán las dos fases de pruebas y aceptación, llamadas FAT (Final Acceptance Test). 

En la primera parte la ponen a funcionar en vacío, esto quiere decir que sin materia prima, solo para saber cómo se comporta. Luego harán lo mismo con materiales, para saber cuál es la eficiencia, calidad y cantidad de paneles por hora que puede obtener la planta completa. 

Esta prueba se hace con los elementos certificados, que llegarán en 70 contenedores, ya que debe hacerse con condiciones controladas. Si todo sale bien, la empresa tecnóloga dará el aprobado y los paneles obtendrán certificación internacional, que es clave para que se abran mercados exigentes para comprar los paneles sanjuaninos. Calculan que para mediados de 2026 ya habrán terminado estos procesos. 

Nuevos horizontes comerciales 

Con una planta que fabrica el equivalente en paneles solares a 400 MW, el EPSE se convertirá en el primer proveedor nacional de esta tecnología. Además, aseguró Estrada, “nuestros paneles van a ser muy competitivos en precios principalmente por los costos de flete y logística, porque no requieren de envío internacional, pero también por el impacto que tienen los aranceles internacionales”. 

Con esto, la empresa estatal podría salir a vender a varios mercados privados, pero en principio le dará prioridad a abastecer a sus propios paneles. Esto, explicó Estrada, porque “un panel en Tocota, uno de nuestros proyectos, genera más ganancias por su producción de energía que la venta a un tercero”. En esta misma línea van a abastecer también parques que están en otras provincias, como Neuquén, en las que el EPSE también tiene participación. 

El siguiente eslabón en la cadena son los privados que hacen generación distribuida, la producción de energía para inyectar a la red por la que reciben descuentos en las facturas. Esto es estratégico, dijo, porque “le da más competitividad a la industria sanjuanina, al poder reducir este costo”. Así, parte de los paneles quieren que se quede en los productores locales. 

También están pensando en aportar para generar en lugares de la red provincial que se encuentran más aislados. Algunas opciones son Valle Fértil o el predio de El Acequión, que permita reforzar las las líneas domiciliarias o respaldar inversiones estratégicas de otros sectores económicos. En este sentido, la planta provincial plantea la ventaja de que San Juan vele por sus propias necesidades, en medio de un mercado internacional que demanda cada vez más paneles. 

Ampliar producción o completar la cadena productiva

Con una fábrica de 400 MW, la provincia puede abastecer sus necesidades, pero también cuenta con la posibilidad de generar más acuerdos comerciales y crecer como proveedora de la industria de energías renovables. Eso plantea una decisión a futuro para el EPSE, que tomarán una vez que estén produciendo a pleno y que dependerá de cómo se encuentre el mercado. 

Es que el proyecto de la fábrica de paneles se planteó desde el principio como una productora desde la materia prima al producto final, pero hoy solo tiene equipamiento para las etapas finales. Así, deben adquirir las celdas fotovoltáicas al exterior para producir los paneles. 

Estrada explicó que una vez que estén vendiendo y produciendo energía con paneles propios, pueden optar por adquirir otra línea como la que tienen ahora o completar el proceso productivo. “La prioridad hoy es fondear el proyecto lo máximo posible”, para a partir de ahí decidir qué camino tomar. 

Las condiciones internacionales son clave. Es que los paneles chinos se encarecieron en el mercado Estadounidense, uno de los más grandes del mundo, por los aranceles que impuso Donald Trump. En ese sentido, duplicar la capacidad es una oportunidad para aprovechar esas condiciones y también el alza en los precios porque hay cada vez más parques en el mundo. 

Por otro lado, tener una fábrica que va desde la materia prima al producto final es estratégico porque permitirá al EPSE y a San Juan depender menos de otras cadenas de suministro. En la actualidad, desde la empresa estatal empezarán trabajando con buena parte de los insumos importados, pero quieren empezar a desarrollar proveedores locales y que, por ejemplo, “los fabricantes de vidrio puedan certificar para vendernos y que los paneles mantengan los criterios de normas internacionales”. 

El proceso de montaje y puesta en marcha de la planta le permitirá a la empresa ir analizando mercados, tanto para vender paneles como de proveedores, mientras además le da a la provincia la posibilidad de tomar decisiones estratégicas vinculadas a la energía solar.

/DC

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