«He tenido que acostumbrarme a poner buena cara cada vez que escucho bromas racistas, pero lo que pasó fue diferente.» En diciembre, el rugbier Cherif Traoré –nacido en Guinea– publicó que había recibido como regalo de Navidad una banana podrida. El responsable del regalo fue el italo-argentino Iván Nemer, con quien comparte equipo en el club Benetton Treviso. Este viernes, la Federación Italiana de Rugby (FIR) decidió suspender al jugador hasta el final de la temporada.
La FIR había abierto una investigación para determinar qué integrante del plantel del Benetto Treviso había realizado ese acto racista en el intercambio de regalos entre jugadores del equipo para la Navidad. Finalmente, se determinó que Nemer fue quien le regaló una banana podrida a Traoré, de origen guineano pero nacionalizado e integrante de la selección italiana.
Un tribunal federal fue quien ordenó que Nemer, de 24 años, quedara suspendido hasta el 30 de junio, cuando finaliza la temporada del United Rugby Championship, toreno que reúne a equipos de Irlanda, Escocia, Gales, Italia y Sudáfrica. Nemer renunció a recurrir a la FIR para apelar esta sentencia.
La acusación contra Neme se abrió luego de que el 21 de diciembre, Traoré denunciara en su cuenta de Instagram que un día antes había recibido envuelta una banana podrida en un intercambio de regalos. «No solo es algo impactante, sino que lo que más me dolió fue ver a la mayoría de mis compañeros riendo. Como si fuera normal», denunció entonces el jugador desde las redes sociales.
«Estoy acostumbrado, o más bien he tenido que acostumbrarme, a poner buena cara cada vez que escucho bromas racistas, pero lo que pasó ayer fue diferente», lamentó el jugador nacido en Guinea. El Benetton Treviso reiteró en todo momento su «firme condena a toda expresión de racismo» y sostuvo que que todo el plantel y el cuerpo técnico se disculparon ante Traoré.
En su comunicado de este viernes, la FIR precisó que para definir la sanción de Nemer se consideró “el deseo (del jugador) de aclarar lo que había ocurrido, las disculpas presentadas a su compañero, el reconocimiento del daño causado con su comportamiento a la imagen del Benetton Rugby, a la del rugby italiano y a la del deporte en general».
Por su parte, el propio Nemer realizó su descargo: «El racismo no ha tenido ni tendrá nunca ningún papel en mi vida, como no debería tenerlo en la vida de ninguno de nosotros. Lamento profundamente lo sucedido, por la estupidez de mi gesto, por el disgusto causado a un amigo, por haber causado daño a mi equipo, a mis compañeros, al país que represento y al Juego que amo. Vengo de un país multicultural como Argentina, donde las culturas se mezclan desde hace más de un siglo, y siempre he compartido vestuario y cancha con compañeros y amigos de todo el mundo«.
«Lo que pasó no me representa, pero al mismo tiempo debe hacerme y hacernos reflexionar sobre cuánto más queda por hacer para cambiar nuestra cultura, superar los estereotipos más descarados, acercarnos aún más de lo que ya se está. sucediendo. Acepto la descalificación y el proceso de reincorporación con serenidad pero sobre todo confío en que en los próximos meses y años podré contribuir con mi testimonio a concienciar a cada vez más jóvenes rugbiers sobre temas que deben ser abordados y entendidos para mejorar no solo nuestro deporte, sino el mundo en el que vivimos”, cerró el argentino que representa a la Selección de Italia.
