El Verdinegro está obligado a vencer a Aldosivi para no descender. Puede quedarse en Primera si Godoy Cruz no suma de a tres, o llegar a un clásico cuyano para desempatar. Si no desciende, hasta logrará la clasificación a los play-off. Será una infartante final en “La Feliz”.
El gol agónico de Tomás Lecanda ante Lanús significaba un empate con sabor a poco el sábado en la noche, en un Hilario Sánchez expectante. Pero el domingo ese puntín agónico hacia la red pasó a valer oro.
Si San Martín caía ante el Granate y el domingo Godoy Cruz vencía como visitante a Atlético Tucumán, el equipo de Leandro Romagnoli regresaba inmediatamente a la B. Pero el Verdinegro rescató un 1-1 y el Tomba cayó 2-1. Ahora los de Concepción jugarán una “final del mundo” en Mar del Plata con mucha ilusión de quedarse en Primera. Tras los resultados del fin de semana, que corresponden a la fecha 15 del Torneo Clausura de la Liga Profesional, los que quedaron más complicados ahora son los mendocinos. Los dirigidos por Omar Asad pueden aspirar únicamente a un desempate con Aldosivi o San Martín.
El pasillo se hizo más angosto y los dos descensos saldrán de esos tres equipos, el resto de los rivales que también peleaban abajo –Newell’s, Talleres, Instituto, Atlético Tucumán, Gimnasia, Sarmiento y el Taladro- quedaron fuera de peligro.
Al Verdinegro solo le sirve ganarle al Tiburón: si empata o pierde desciende. Ganando superará al local tanto en promedios (0,968 contra 0,937) como en puntos de la tabla anual (31 contra 30 puntos).
Así, dejando en el camino al otro ascendido en 2024 le quedará mirar lo que pase en el partido entre Godoy Cruz y Riestra para saber cómo queda en la tabla anual: los dos hoy tienen 28 puntos. Por eso, si el Verdinegro gana y el Tomba pierde o empata, los sanjuaninos conservarán la categoría. Pero si los dos obtienen victorias tendrán que desempatar en otro histórico clásico cuyano. Mientras que para que haya desempate entre Aldosivi y los mendocinos deben empatar los marplatenses y ganar los tombinos.
El Tiburón le sacó dos puntos a sus perseguidores por un escandaloso penal que le regalaron en tiempo de descuento ante Banfield. Si con la asistencia del VAR hubieran remendado el error del árbitro Luis Lobo Medina, que este domingo se vistió de cordero aunque quedó al descubierto, los tres equipos que pelean el descenso hubieran quedado igualados en puntos.
La batalla final
“Todos nos daban por muertos. ¡Pero no está muerto quien pelea! ¡Nos queda una final, y las finales se ganan!”, escribió el club en sus redes sociales este domingo en la noche, mostrando el optimismo recuperado tras un sábado difícil de digerir.
El presidente Jorge Miadosqui, a quien se lo vio muy preocupado y nervioso desde la previa del partido ante el Granate, había dicho al final del encuentro que San Martín debe afrontar el partido con Aldosivi igual que la final que jugó con Gimnasia de Mendoza para ascender en diciembre de 2024. También aseguró que los jugadores tendrán un premio económico si ganan ese encuentro. Al mandamás de la institución se lo vio algo emocionado cuando les dijo a los medios que “haría cualquier cosa para no descender”. Inclusive, en el entretiempo (el Verdinegro caía 1-0) conversaba con su hijo cerca de los vestuarios con una indisimulable cara de frustración.
Pese a algunos errores defensivos que debe corregir, el equipo del “Pipi” jugó de igual a igual y complicó a un gran rival que puede salir campeón de la Copa Sudamericana y es uno de los que mejor juega en el fútbol argentino. Eso enciende la esperanza de los hinchas que saben que el de Mar del Plata no será un partido fácil, pero entienden que el rival es de bastante menor jerarquía que el comandado por Mauricio Pellegrino.
La frase “solo sirve ganar” esta vez no es una expresión de deseo, es la única forma de mantener la categoría. El Verdinegro deberá salir a buscar el partido desde el primer minuto, como lo hizo con Lanús, en donde el DT optó por Sebastián Jaurena en el medio dejando a Nicolás Watson en el banco para conseguir más juego ofensivo y acompañar al “Pulpito” Sebastián González en el armado. En los últimos minutos, además, el más grande de los “Pulpo” González, Diego, quedaba como líbero porque hasta los marcadores centrales subían a buscar el resultado y fue uno de ellos, Lecanda, el que logró un empate de oro que hoy mantiene vivo al equipo.
Rumbo a la última fecha de la fase regular, en los números fríos de las estadísticas el plantel de Romagnoli tiene a favor que no pierde hace seis partidos (dos triunfos, ante San Lorenzo e Independiente, y cuatro empates) y en contra aparece que en todo el torneo solo ganó un encuentro como visitante, ante el Ciclón en el Bajo Flores.
En ese a todo o nada que tendrá en “La Feliz”, San Martín, que está octavo en el Grupo B con 19 puntos, si elude el descenso hasta clasificará a los play-off buscando el título en la élite.
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