Trump dio de baja los acuerdos celebrados luego de la suba de aranceles de 2018, que beneficiaban a Argentina. Ahora, a negociar.
Se conoció la letra chica de la decisión del gobierno norteamericano liderado por Donald Trump de introducir aranceles del 25% para la importación de aluminio y acero desde cualquier origen. Básicamente, lo que hizo Estados Unidos fue hacer caer los acuerdos celebrados de manera bilateral con los países que habían sido afectados por la suba de aranceles de 2018, en la primera gestión Trump. De esa manera, aquella medida terminó concentrándose en las importaciones de China.
Ahora, caídos esos acuerdos, los aranceles vuelven a regir para todo el mundo. Entre los países más afectados están Canadá, Brasil, México y Corea del Sur. Argentina también es directamente perjudicada. Prueba de ello es que en la proclama firmada por Trump hay numerosas menciones a la Argentina para referirse a un supuesto daño producido a la industria norteamericana. Es un proteccionismo comercial redoblado, que ya levantó señales de retaliación en todo el mundo.
Los libertarios, en cambio, se mantienen en silencio, pero no les va a quedar otra que tratar de negociar, empujados por los popes de la industria local, como Aluar, Acindar, Ternium y Tenaris, que enfrentan los aranceles. Lo cual se llevará de patadas con la idea de Milei, totalmente absurda, de que los Estados no tienen nada que hacer a la hora de la política comercial, ya que comprar y vender sería cosa de los privados.
Americafirst
A continuación se reproducen algunas de las afirmaciones que contiene la proclama firmada por Trump respecto de la Argentina:
*Entre 2022 y 2024, las importaciones de los países sujetos a cuotas (Argentina, Brasil y Corea del Sur) aumentaron en aproximadamente 1,5 millones de toneladas métricas, incluso cuando la demanda estadounidense disminuyó en más de 6,1 millones de toneladas durante el período.
*Argentina ha seguido exportando acero a Estados Unidos en cantidades insostenibles, especialmente en los últimos tiempos, en el caso de productos semiacabados.
*La falta de transparencia de los datos de Argentina sigue siendo un motivo de preocupación para Estados Unidos.
*A partir de las estadísticas comerciales oficiales publicadas por Argentina, es difícil evaluar los niveles de acero que se importa de lugares como China y Rusia, y otras posibles fuentes de exceso de capacidad.
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