La celebración conmemora el acto oficial de la inauguración de la primera línea ferroviaria un 30 de agosto de 1857 en Buenos Aires.
El Día del Ferrocarril en Argentina quedó fijado los 30 de agosto en homenaje a la inauguración de la primera línea ferroviaria en un país que se dividía entre la Confederación Argentina y el Estado de Buenos Aires. Este suceso significó todo un acontecimiento en la sociedad de la época y también marcó el punto de partida hacia lo que sería una extensa red de trenes a lo largo y a lo ancho de la nación con todas las ventajas que eso conlleva, sobre todo en lo que es comercio, transporte y comunicaciones.

“La Porteña” y el primer viaje en ferrocarril:
En realidad el primer viaje se realizó el 29 de agosto de 1857, con la locomotora “La Porteña” y al día siguiente tuvo lugar el acto oficial, que se recuerda en esta celebración. Luego de la Misa, se bendijeron las locomotoras: la «Porteña» y su gemela, la «Argentina», llegada al poco tiempo, después que su hermana.

El trayecto iba desde la actual Plaza Lavalle hasta San José de Flores. Se dice que aquel día fue un sábado soleado y que el viaje duró unos 35 minutos, con la locomotora avanzando a una velocidad de 25 kilómetros por hora. Un carro tirado por treinta bueyes acarreó la locomotora desde el puerto hasta la estación del Parque. Pesaba 15.750 kilos y prestó servicios por más de cuarenta y tres años.

Al principio había dos frecuencias diarias en ambos sentidos. Con posterioridad, se agregó una frecuencia nocturna. El pasaje costaba diez pesos en primera clase y cinco, en segunda (en vagón descubierto). Durante ese año de 1857 el primer tren argentino transportó 56.190 pasajeros y 2.257 toneladas de carga. Más del 33 % de los entonces 170.000 habitantes de Buenos Aires habían usado el ferrocarril, en su año inaugural.
Las figuras políticas que hicieron el primer viaje en tren:
Fueron varias las personalidades públicas que quisieron realizar el recorrido y lo vivieron en primera persona, tales como: Valentín Alsina, por entonces gobernador de Buenos Aires. A él lo acompañaron Bartolomé Mitre, Domingo Faustino Sarmiento, Dalmacio Vélez Sarsfield y Estanislao del Campo, entre otros.

En uno de los viajes de prueba, ocurrido en el mes de junio, Alsina, Mitre y otras figuras de la sociedad estaban a bordo y tuvieron la suerte de no salir lastimados ante el leve descarrilamiento que se generó.

Curiosidades:
Los vagones de pasajeros eran cuatro coches lujosos y de madera. Tenían cuatro ejes y estaban iluminados con lámparas de aceite. Albergaban a treinta pasajeros cada uno y se ingresaba por una entrada lateral, en medio de cada vagón. Había también doce vagones de carga, también de madera, con capacidad para transportar hasta cinco toneladas cada uno. La máquina vino con los primeros maquinistas: los hermanos ingleses John y Thomas Allan; quienes capacitaron a los que operarían el tren.

Un detalle que se destaca es que, actualmente, la locomotora “La Porteña” se encuentra disponible al público en el Museo de Transportes que forma parte del Complejo Museográfico Provincial Enrique Udaondo, en Luján.
